Capítulo 7 / El vampiro en mis sueños

CAPITULO SIETE

DOMINIC

Temprano a la mañana siguiente, entré a la cocina. Ninguna señal de Marissa aún, aunque la escuché haciendo ruidos por el baño, así que ella probablemente estuviera haciendo lo que sea que las chicas hacen para verse presentables. Pobres cosillas. No nos tomaba nada de tiempo para nosotros los chicos volver a formar parte del mundo y aún seguir siendo nuestros apuestos yo. Aunque ayudaba que ya no tuviera que afeitarme, lo cual era una notable ventaja vampírica con la que estaba totalmente de acuerdo.
Yo, el Príncipe de las Tinieblas, tenía la certeza de que el amor de mi vida, quien hubiera llamado a mi nombre con tal hostilidad antes de quedarse dormida, realmente no deseaba verme. Con suerte, los sueños que habría soportado no serían demasiado perturbadores. Si Marissa disfrutó de una buena noche de sueño, sería más razonable. Entonces vería cómo sus nuevas habilidades podrían beneficiarla. Cuántas otras brujas ella conocía que pudieran hacer las cosas, cualesquiera que éstas sean, que ella podía?
Ver en la oscuridad era una de las más notables hazañas que disfrutaba. Esperaba que si fuera salvado de convertirme completamente, pudiera conservar alguno de los rasgos más admirables….como ver a mi adorada alma gemela sin ninguna clase de luz, natural o de la otra. El maldito deseo por la sangre, la aversión de mi piel a los rayos del sol, y mis colmillos extendiéndose cuando estoy enojado o hambriento de sangre – estaría agradecido de perder.
Eché un vistazo a los tres grandes ventanales donde una gran mesada de desayuno de roble se emplazaba, para ver qué clase de día nos deparaba. Hacia el norte, una oscura pared azulada se encaminaba en nuestra dirección, truenos murmurando a la distancia, alrededor de Dallas; y chispeantes relámpagos surgiendo para encender la oscuridad. Un espeso manto de nubes colgaba alto en el cielo – otra tormenta primaveral se encaminaba sobre nosotros. Nada de sol para molestar mi piel. Bien, podría ir a la escuela con Marissa.
Marissa entró de golpe en la cocina vestida en jeans negros y con una camiseta negra que llevaba en relieve rojo el símbolo universal de peligro y por debajo de éste, en brillantes letras rojas estaba escrito Chico Peligro. Mis labios se torcieron en diversión. Ella definitivamente lo era. Una ligera fragancia floral que llevaba puesta flotaba en el aire, disparando mi necesidad de elevar mi nariz y llenarme de ella. Otro grandioso atributo por momentos, mi sentido del olfato había mejorado enormemente. El lado negativo era ser capaz de oler también mejor los olores ofensivos. Pero la aparición de Marissa inmediatamente trajo a la cabeza la idea de un beso de buenos días.
Ella miró en mi dirección, frunció el ceño, y rápidamente se giró en la otra dirección. Estaba seguro que ella no estaba pensando en los besos de buenos días. Oscuros círculos aparecieron debajo de sus claros ojos azules. El cuello redondo de su camiseta dejaba expuestas las dos diminutas marcas de mordida, pero eran escasamente visibles. Sólo una pequeña porción de moretón amarillento arruinaba la zona.
Inmediatamente, la parte humana en mí, aún se lamentaba tanto de haberle causado hasta la más ligera molestia. El lado vampiro en mí no podía dejar de sentir que había reclamado a su alma gemela para toda la eternidad. Ella era mía ahora, e incluso yo me sentía más posesivo de ella, de lo que me había sentido cuando le eché el vistazo por primera vez, si es que eso era posible. Inclusive anoche, si algún chico le hubiera hecho un avance a Marissa en el local de hamburguesas, hubiera sido difícil mantener mis colmillos intactos.
Mi madre siempre había dicho que había sido de la misma forma para ella y papá, bueno, a excepción de los colmillos, cuando se conocieron por primera vez – amor a primera vista. Por supuesto, nunca creí en tal cosa, no hasta que vi a mi compañera eterna. Me pregunté, si no hubiera sido cambiado, cuán diferente hubiera sido para nosotros? Cómo hubiera animado nuestra relación si no necesitara de su ayuda tan desesperadamente?
Marissa extrajo y revoleó una jarra de leche del refrigerador. Ella no reconocía mi existencia. Estaba aún molesta, pero eso no me detendría de intentar llegar a entrar en su buena gracia.
Cuando mi papá estaba en uno de sus estados de depresión – usualmente debido al estrés del trabajo porque tenía uno de esos jefes dominantes que querían controlarlo todo – había descubierto que el humor con frecuencia ayudaba a aligerar sus ánimos. Sentándome en la barra de la cocina, descansé mis codos sobre el mostrador de azulejos blancos y asumí una postura relajada, como si me le uniera cada mañana para el desayuno luego de haber dormido la noche a su lado – más allá de la pared de su cuarto.
“Voy a querer tomar un omelet de queso, con una orden aparte de salchichas y brownies de chocolate. Pero si no tienes salchichas, tocino servirá. Y dos rebanadas de pan tostado, recubiertas con mermelada de mora. O miel. No, que sea de mora. Si es que tienes.”
Ella me miró, sus ojos azules como dos dagas heladas. Ahora tenía su atención. En serio no esperaba que se convirtiera en una cocinera de órdenes rápidas. Sólo quería que ella me dijera algo, aunque supuse me daría una desagradable reprimenda. Aún así, cualquier cosa era mejor que el amargo silencio entre nosotros.
“Lamento que no puedas soportar el amargo silencio entre nosotros. Pero no tendrías que haber--”
Esta vez fue mi turno de ser sorprendido. Ahora el zapato estaba en el otro pie…..mi pie. Ella leyó mi mente, y yo no me había esperado eso en lo absoluto.
“Seh, Príncipe de las Tinieblas. Puedo leer tu mente.” Golpeteó una cuchara sobre el mostrador. “Y estoy tan complacida de que no esperaras que te cocinara ese enorme desayuno que acabas de ordenar. Pero si te lo haces tú mismo, recuerda limpiar. Tampoco soy tu criada.”
Calculando que la pondría aún más molesta, intenté no sonreír, pero no pude detenerme. Luego de sobreponerme a la conmoción inicial de que ella pudiera leer mi mente, lo cual definitivamente iba a ser un cambio – me refiero, cuando leo su mente, pareciera….mi derecho, pero ahora que ella puede leer mis privados pensamientos….sacudí mi cabeza. En cualquier caso, no podía evitar sonreírle a su irascible pero linda respuesta.
Me ignoró, tragó su vaso de leche, luego agarró su morral de lona negra. “Estaré en casa para el mediodía.”
Mi corazón palpitando, salté fuera del taburete de cuero. De ninguna forma la dejaría fuera de mi vista ahora. “Voy contigo.”
Dio un vuelco, mirándome fijo, su voz subió una octava. “Que?”
“Escucha, voy a permanecer a tu lado de ahora en adelante.” No quería asustarla, pero de verdad temía perderla.
Ahora su tono cambió, sus ojos se ampliaron con incredulidad, o tal vez, preocupación. “Pero Lynetta no puede andar correteando por ahí en la luz del día, no?”
“No, pero tiene vasallos humanos de los que se alimenta. Ella podría tener a cualquiera de ellos viniendo tras de ti y llevarte a su guarida después de lo que hiciste para protegerme anoche.”
Marissa se quedó mirando fijo al mostrador por un momento, como considerando la idea, luego se giró hacia mí. “Nunca te dejarán entrar a la escuela. Tienes que ser un hechicero. Conoces algún hechizo que puedas invocar?”
No seria frustrado sin importar lo que pase. “No, pero tal vez me podrías enseñar alguno de camino a la escuela.”
Sacudió su cabeza. “Tienes que ser un hechicero para tener la habilidad. Simples humanos no pueden hacer nuestros hechizos.”
“Pero ya no soy un simple humano.” De hecho, varias de las hazañas que puedo realizar ahora son bastante notables.
Quitando su bolso del hombro, Marissa se sentó sobre el mostrador. “Puedes levitar mi morral?”
Me tenía con esa. “Puedo desaparecer y reaparecer como una bruma.”
“No servirá. Los hechiceros no pueden hacer cosas como esas. Sabrán que algo andaba mal contigo.”
Eso dolió.
Ella se apresuró a la puerta del frente.
Reaparecí ante ella. Corriendo hacia mi pecho, dejó salir un pequeño chillido de sorpresa. Agarré sus brazos para estabilizarla, aún queriendo aquel beso de los buenos días. Tocarla enviaba espirales de calor a través mío que no podía negar.
“Lo siento Marissa. No puedo dejarte ir a la escuela sin mí.”
A través de dientes apretados, reticentemente acordó conmigo. “Está bien. Pero no digas que no te lo advertí. Si ellos te escarban y aguijonean, y te ponen sobre una pantalla, no será por mí.”
“Dejaste afuera lo de desnud….”
Miró hacia abajo a mi remera colorada y jeans azules. Sus labios se curvaron hacia arriba, sólo un poco, pero de alguna forma se las ingenió para ocultarme las imágenes mentales que estoy seguro cruzaron por su cabeza. “Seh, bueno, no será mi culpa si el director de la escuela trata de exponerte por lo que eres. Pero de dónde sacaste el cambio de ropa?”
“Me aparecí de nuevo en la casa de mis padres y tomé la ropa del armario.”
“Fantástico truco. Los visitaste?”
“Mi madre se altera cada vez que me ve. Además, todos estaban durmiendo aún.”
Un atisbo de preocupación brilló en los expresivos ojos de Marissa, pero entonces la mirada cayó y abrió su puerta delantera.
Kate estaba en pie con su mano en el timbre, se quedó con la mirada en blanco y su boca abierta cuando me vio con Marissa. Sus ojos verdes no podían volverse más grandes.
Los ojos de Marissa se ampliaron casi tanto como los de Kate.
Tratando de remediar la situación, rápidamente asomé afuera y ofrecí mi mano a Kate. “Chico nuevo de la escuela. Le pregunté a Marissa si ella podría indicarme el camino.”
Ignorando mi mano extendida, Kate desvió su atención a Marissa y esperó por una explicación.
“Si, él, oh, simplemente preguntó si podía mostrarle el camino.”
“Acabo de decir eso, Marissa. Deja de actuar tan nerviosa. Ella sospechará que algo anda mal,” le comuniqué telepáticamente.
Marissa me miró fijamente.
“Ven, permíteme llevar tu bolso,” le ofrecí tardíamente a Marissa. Una de las cosas de ser un vampiro, mis músculos eran mucho más fuertes de cuando era humano. Podía levantar casi dos veces mi propio peso, sin jamás ejercitarme ni un poquito.
“Estoy bien,” dijo ella, sus palabras expresando irritación.
“Puedes llevar mi bolso.” Kate estiró su mochila azul hacia mí.
A regañadientes, tomé el bolso y lo colgué sobre mi hombro. Nuevamente, traté de suavizar las dificultades que Marissa y yo estábamos teniendo. “Marissa?”
“No!”
“No puedes estar enojada conmigo por siempre.”
Por otro lado, tal vez podría. No sabía mucho acerca de ella. Tal vez era la clase de chica que mantenía rencores de por vida.
“No, normalmente no guardo rencores. Pero contigo estoy obligada a hacer una excepción.”
Kate me estudiaba demasiado cerca, y presumí que se había dado cuenta de que era el Príncipe de las Tinieblas que ella persiguió tan fervientemente anoche. Cuando sus ojos encontraron las marcas sobre el cuello de Marissa, ella cambió su atención de regreso hacia mí demasiado rápido. Estaba poniendo velozmente uno a uno juntos y llegando a conclusiones que podrían ponerme realmente en mala posición. Por otro lado, no iba a dejar a Marissa ir sola. No cuando Lynetta muy probablemente intente vengarse de ella.
Leyendo mi mente, Marissa me entregó su bolso. Gracias al cielo por pensar los pensamientos correctos.
Marissa dijo, “este es Thomas Reading, Kate. Y Thomas, esta es Kate Witherspoon. Lo siento, olvidé hacer las presentaciones.” Disminuyó su paso por la acera.
“Thomas Reading?” Aclaré mi garganta en forma exasperada. “Ella ya conoce que el nombre del Príncipe de las Tinieblas era Dominic Vor…. Algo u otra terminación con ‘eski’. ”
Marissa me miró mientras Kate echaba otro vistazo de mí hacia Marissa, sabiendo la verdad, más o menos.
“Ella sabe, Marissa, que yo soy el chico de Sitio Hamburguesa. Y dado que tú le dijiste que mi nombre era Dominic Vorchowsky, creo que lo mejor es dejarlo en eso. Además, la pasaré de lo peor tratando de recordar algún otro nombre. No soy un un hombre entrenado como agente secreto.”
Marissa lanzó un resoplido de disgusto. “Quise decir que este es Dominic Vorchowsky.”
Los labios de Kate se separaron, sus ojos verdes se oscurecieron, pero no hablaba.
“Tú sabes, el chico que vimos en Sitio Hamburguesa. Él estaba bastante entretenido de que tú – bueno, nosotras – pensáramos de que fuera un vampiro.”
“Le dijiste?” su voz delineada con sorpresa, Kate volvió a mirar a las marcas de mordida.
“Sí. Cuando entraste a tu casa anoche, él se apresuró para alcanzarme. Dijo que él iba a ir a nuestra misma escuela y se preguntaba si podía caminar conmigo….con nosotras, esta mañana.”
“Él vive por aquí?” esta vez las palabras de Kate sonaron elevadas y con pánico.
“Sí,” dije en la más encantadora de mis formas, tratando de mostrar que no era nada maléfico.
Kate se me quedó mirando, luego miró hacia abajo, a la acera mientras continuábamos caminando hacia la escuela.
“Sí, puedes imaginarte cuán tonto fue de nosotras pensar que él era un vampiro? Porque mira como él está con nosotras aquí afuera en plena luz del día.”
Kate nuevamente me miró, como preguntándose si yo pudiera llegar desintegrarme en cualquier momento. Contento de que Marissa pudiera pensar en algo brillante para decir que disipara la preocupación de su amiga, sonreí.
Marissa me ofreció una arrebatadora sonrisa. “Brillante, eh?”
“Si, y más vale que creas que te llevaré al baile escolar.” Aunque no pude aplastar la preocupación de que ella fuera a estar decepcionada de mi falta de habilidades para el baile.
Ella elevó sus cejas, luego deslizó su mano alrededor de la mía. “Pero no puedes.”
Elevé mi barbilla. “Encontraré la forma.” Sin nada más, estaré allí para asegurarme de que ningún hechicero pose su mano sobre mi chica.
Se frotó la frente, el ceño fruncido arruinando su esperanzadora expresión. “Olvídalo. No querría que te metieras en problemas.”
“Nah, pensaremos en algo.” Estaba seguro que si uníamos nuestras cabezas, podríamos llegar a alguna clase de plan. Con seguridad uno de mis dones principescos podría ser usado para imitar las habilidades de un hechicero.
Kate me estudió, luego se giró hacia Marissa. Su mirada concentrada sobre nuestras manos entrelazadas. Miró de regreso a Marissa. Incluso aunque no pudiera leer sus pensamientos, podría bastante bien adivinar que estaba sucediendo por su cabeza. Aún se preguntaba si era un vampiro y que de alguna forma estaba ejerciendo un control sobre Marissa. Pero no podía descifrar cómo podía sobrevivir durante las horas del día.
Marissa, leyendo mis pensamientos, añadió, “Oh, sí, Dominic también adora las hamburguesas de Sitio Hamburguesa. Es su lugar favorito para pasar el rato.”
Kate me miró nuevamente.
“Otro argumento ganador, Marissa. Gracias por salvar mi trasero.”
Echó un vistazo tras de mí. “Hasta donde puedo decir, es un trasero que vale la pena salvar.”
Mi sonrisa se estiró por mi cara en triunfo. Ella era mi chica nuevamente.
Apretó mi mano, y yo hice una mueca. Su fuerza había aumentado notablemente, y mis ojos se humedecieron. Rápidamente perdí su agarre, ella me frunció el ceño.
Estaba nuevamente enojada conmigo.
“Pero sólo piénsalo de esta forma Marissa, podemos luchar contra Lynetta más fácil si tienes fuerza vampírica.”
Marissa murmuró algo ininteligible.
“Tú no llevas mochila, Dominic,” dijo Kate, sus palabras definitivamente desafiando a mi historia. “Estás preparado para la escuela?”
La pregunta fue cargada. No tenía ni un trozo de papel para tomar apuntes, ni un bolígrafo o lápiz con el cual escribir. Realmente parecía un poquito extraño que no tuviera nada que llevar a la escuela.
“Ni siquiera han desembalado todos sus enseres domésticos, y la mochila de Dominic todavía está embalada en algún lado en una de las cajas. Puede tomar prestado uno de mis cuadernos por el día,” Marissa rápidamente sugirió.
Tomé un respiro entrecortado. No había esperado que la amiga de Marissa supusiera tal amenaza para mí. Aún así, podíamos dominarla, podríamos lograr atravesar un día de escuela, pensé.
“Pero qué si no tengo las mismas clases que tú? En serio, Dominic, creo que esta es una mala idea. Tal vez si sólo me acompañas hasta la escuela, y luego regresas por mí al finalizar las clases, puedes escoltarme tranquilamente a casa. No sería esa una mejor idea?”
De ninguna forma la dejaría atravesar un día de clases desprotegida. No tenía idea de cuán vengativa Lynetta podía llegar a ser. “No, bueno, quiero decir, podría haber sido una buena idea a excepción de un par de cosas. Número uno, no es el plan que le contamos a Kate. Y en segundo lugar, temo que Lynetta pueda enviar a sus secuaces tras de ti. Así que ahora tendremos que montar un espectáculo tan bueno como podamos.”
Marissa tragó con dificultad al tiempo que teníamos a la vista a los inconexos edificios de ladrillos blancos unidos por pasillos cubiertos. Las azoteas azules con banderas que identificaban cada una de las aulas, traté de imaginar qué representaban.
Marissa compartió sus pensamientos de en qué edificio se albergaban qué salones: “Un hechicero de cabello blanco y barba sobre negro para el salón de hechizos, una bruja canosa sobre púrpura para el salón de pociones, un castillo para el de historia de la hechicería, una mujer del tipo hada madrina pintada sobre la bandera para modales…”
Le sonreí a Marissa, divertido de que la escuela les enseñara modales a brujas y hechiceros. Me dio un codazo en las costillas.
A continuación, una nueva preocupación se apareció por mi cabeza. Y qué si la bruja que me había convertido en un sapo estaba en esta escuela? Ella tenía que tener los peores modales que cualquier otro de los estudiantes.
Marissa me dio una mirada siniestra, y me di cuenta de una que había visto mi tontería en un sueño. Conocía a la chica?
“Absolutamente. Debbie Damint. Todos los chicos caen como idiotas por ella. Así que más te vale que no la invites al cine nuevamente, o enfrenta las consecuencias.”
Así que, estaba realmente en la perrera ahora.
Marissa asintió. “Llevaré a Dominic al Edificio Principal para que se inscriba,” le dijo a Kate.
“No tengo planeado hablar con esta Debbie Damint, Marissa. Fue sólo un error realmente malo.”
“Seguro.”
Pero entonces, una nueva preocupación me consumía. Qué si me cruzaba con ella o cualquiera de las amigas que estaban con ella en Sitio Hamburguesa? Ella reconocería que había sido el humano y luego qué?
Marissa sacudió su cabeza. “No sabías tú que me había enredado con un….un Príncipe de las Tinieblas que estaba de la cabeza por Debbie Damint?”
“Lo siento, Marissa. No sucederá de nuevo. Lo juro! Ella fue sólo una distracción antes de conocerte – a la verdadera.”
“Detente. Antes de que te entierres tú mismo más profundo.”
“Aún sigue en pie lo de encontrarnos para el almuerzo luego?” Kate le preguntó a Marissa, su mirada esperanzada, aunque todavía sentía que quería a Marissa para ella sola en privado, y poder así interrogarla en profundidad.
“Ehm, creo que--”
“Nos encantaría,” interrumpí, esperando no levantar más la ira de Kate o sus sospechas.
Marissa me frunció el ceño. “Cuanto más nos vea juntos Kate, más sospechas tendrá, Dominic!”
“Si no haces las cosas que normalmente haces con ella, ella se tornará aún más suspicaz.”
“Marissa?” Kate preguntó, animándola a que acceda.
“Sí, por supuesto Kate, como siempre. Si no te importa que Dominic se nos una.”
“Para nada. Dado que él es tan nuevo, y no tiene amigos.” Dijo Kate sarcásticamente, como si no creyera ni que fuera al menos nuevo en el área.
“Cierto.”
Le entregué su bolso a Kate. Me agradeció, pero miró nuevamente el cuello de Marissa. Sabía que tarde o temprano la interrogaría por eso.
Marissa dejó mi mano cuando ingresamos al edificio administrativo. Una mujer regordeta, con el cabello blanco apilado en la parte superior de su cabeza y penetrantes ojos azules, me estudió detenidamente. Instantáneamente me hizo pensar en el tipo de apariencia que tiene en las películas la Sra. de Santa Claus, excepto por la dura mirada.
“Este es Dominic Vorchowsky, Sra. Remington. Él acaba de mudarse aquí y necesita ser inscripto.”
“Tus antiguos registros escolares?” preguntó, dejándome al descubierto en seguida.
“Vengo de Alemania, Sra. Remington. Me temo que tal vez tome un tiempo conseguir los registros. Pero no deseo perder más escolarización.”
Ella elevó una ceja blanca. “Interesante. No tienes acento alemán.” Miró a Marissa y la despachó. “Puede ir a clase.”
Rápidamente, Marissa saltó a mi rescate. “Puede asignarlo a mis clases? Puedo mostrarle los alrededores y --”
“Tendremos que testear al Sr. Vorchowsky primero. No tenemos idea de en qué nivel él se encuentra.”
“Testearlo?” Marissa chilló.
Podía sentir el terror en los pensamientos de Marissa. Descansé mi mano sobre su hombro para tranquilizarla. “Si no lo hago bien, puede que sea por mi carente educación. Sin embargo, daré todo de mí para tener éxito.” La idea de que era incapaz de controlar los pensamientos de una bruja, vino a la cabeza nuevamente. Hubiera sido tan sencillo coaccionar a la Sra Remington a que me permita estar con Marissa el resto del día, y olvidara la prueba si fuera humana.
“Muy bien. Al menos tiene buena actitud, jovencito, más de lo que puedo decir acerca de algunos de los hechiceros que asisten a esta escuela.” La Sra. Remington movió a Marissa para que se retirara.
Los ojos de Marissa se nublaron más y más mientras me miraba, su corazón palpitando. Podía escuchar la sangre corriendo por sus venas, en pánico.
“Estaré bien, de verdad, querida Marissa. Ve a clases.”
“No sabrás como realizar ningún hechizo. Probará que eres un fraude.”
“Piensa que vengo del extranjero. Tal vez me permita ciertos errores.”
Marissa sacudió su cabeza, sabiendo que la administradora del colegio pronto probaría que soy un impostor. A continuación se encaminó fuera del edificio.
Sintiéndome horrible de que no pudiera tranquilizarla, me di cuenta que ni siquiera podía reasegurarme a mí mismo de que esto funcionaría. En lugar de ello, imaginé a la Sra. Remington llamando a seguridad y teniéndolo a él o ella echándome de una oreja.
“Muy bien, Sr. Vorchowsky. Ahora veremos que ha aprendido ud en su vieja escuela. Empezaremos con algo bastante sencillo. Podría levitar mi lapicero?”
Habiendo esperado que mis habilidades vampiras me hubieran ayudado con las pruebas, tragué visiblemente ante la sugerencia.
Levitación?

TRADUCIDO POR CHLOE ♥

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