Capítulo 13 / El vampiro en mis sueños

CAPITULO TRECE

DOMINIC

Aún cuando Marissa no estaba feliz con mi plan, debía atenerme al mismo. Mantenerla a salvo, ahora que estaba bastante seguro de que podía manejar a Lynetta, era el único camino posible.
Durante todo el juego de Monopolio Mágico, el cual jugamos por varias horas a pesar de que nunca había jugado a ese juego antes – bueno, no podría, no hasta que tuviera algunas de las habilidades mágicas de Marissa – Marissa me echaba miraditas de reojo. Un sutil golpecito en mi sien sucedía cada vez que ella intentaba sondar mis pensamientos. Manteniendo mi guardia en alto contra sus intentos de leer mi mente, y concentrándome en el complicado juego de variar los valores de las tierras a través del uso de magia, comprobó ser agotador. Un ligero dolor de cabeza me llegó por el esfuerzo. Aunque si ella no sabía cuál era el plan, no podría irrumpir en él. Al menos eso es lo que leí que tenía planeado hacer – no sólo una vez, sino numerosas veces en forma fugaz. Así que mantuve mis defensas en su lugar.
Era persistente, por decir lo menos. Nuevamente, esos ojos azules caribe atraparon mi mirada. Mi apetito por ella creció al tiempo que la oscuridad envolvía la casa, pero no estaba cómodo con beber su sangre enfrente de Kate. Estoy seguro que la imagen de un vampiro succionando la sangre de su elegida lucía muchísimo más barbárico de lo que se sentía. En realidad, el contacto era completamente sensual, pero era algo que no podía ser explicado de forma adecuada a alguien que jamás había sido mordida por un vampiro. Aunque, cuando Lynetta me había mordido, su mordisco fue un poco salvaje – probablemente porque ella no se había alimentado por tanto tiempo y no pudo controlar sus ansias.
Alcancé las manos de Marissa y las apreté mientras ella golpeteaba sus dedos sobre su regazo. Me miró.
Abrí mi mente a ella. “Estoy hambriento.”
“Oh, la cena.”
Sacudí mi cabeza. Una cena estaría bien, por supuesto, pero tenía algo más en mente. De alguna forma teníamos que aislarnos de Kate por unos escasos minutos. Entonces me preocupé. “Tú también tienes la urgencia de alimentarte?”
Esta vez, Marissa sacudió su cabeza. No pude haber soltado un mayor suspiro de alivio, y por la expresión de su cara, ella parecía compartir mi sentimiento. Me incliné y besé su mejilla.
Ella besó mis labios, y quise mucho más. Pero, cuando intenté seguir besándola, ella se paró de su silla. Ya mi ascendente sed de sangre frenaba mi apetito de cualquier cosa a excepción de su cálida, dulce sangre. Esperaba que le fuera a decir a Kate que debíamos estar a solas por unos minutos, pero en su lugar dijo, “hornearé una pizza.”
Tragué el quejido que surgió de mi panza. Pizza.
Me sacudió sus blondas cejas en modo burlón. “Tendrás que esperar por el postre….más tarde.”
“Provocadora.”
“Deberíamos ir a la cama primero.”
Ante este último comentario, mi mirada rastrilló audazmente por sobre ella. La idea de estar en la cama con ella llenaba mis pensamientos, enredándonos bajo las sábanas y el cubrecama, besándonos, tocándonos….
Sacudió su cabeza, sus ojos divertidos.
Avergonzado, me di cuenta que dejé mi guardia baja, y estoy seguro que mis orejas estaban tan rojo ardiente como se sentían.
“Sigue manteniendo esos pensamientos. Sabré que estás tramando.”
“Salvaje mujer.”
“Hmmm-hmmm.”
Me reí, y Kate me lanzó una mirada irritada. Se enfocó en Marissa cuando metió una pizza en el horno. “Estamos teniendo una conversación silenciosa aquí sin mí?”
Las mejillas de Marissa se volvieron escarlata y sus labios se curvaron hacia arriba.
“Olvídalo. Ni siquiera deseo saber qué está siendo dicho. O lo que no,” Kate se encogió de hombros. “Como sea.”
Aún así, no parecía molesta de que la hayamos dejado fuera de la conversación. En lugar de ello, parecía contenta de que estaba con nosotros esta noche, en nuestra ‘aventura’, tal y como estaba.
El timbre sonó y Kate se apresuró a atender. Pasé mi mano sobre el brazo de Marissa, luego acaricié mi rostro contra su cuello. “No sé por qué estoy tan hambriento……me refiero, mucho más temprano de lo que lo estaba ayer.”
Los ojos de Marissa se ampliaron. “No piensas que estarás más convertido ahora, o sí?”
Apreté mis puños, luego metí de un saque mis manos en los bolsillos. No había considerado eso, y mi corazón palpitaba con ansiedad ante el pensamiento.
“Si, seguro, entra Joshua,” dijo Kate, su voz entusiasta, como si estuviéramos teniendo una fiesta.
Inmediatamente, mi sangre hirvió. Joshua? El hechicero de la escuela? Aquí para ver a Marissa? Ella era mía!
Mis caninos ya amenazaban con extenderse. Y con la sed de sangre instándome a alimentarme de Marissa en estos momentos, no estaba seguro de poder controlar mi ira hacía Joshua.
“Tú quédate aquí,” Marissa me advirtió, pero en una forma amorosa, presintiendo que habría problemas. “Me desharé de él.”
Di un paso hacia la zona del living, ignorando la orden de Marissa, pero ella tomó mi brazo. Le siseé, y me soltó de una. La mirada de miedo en sus ojos rebanó mi corazón.
“Y-yo….lo siento Marissa. No sé qué me sucedió.”
Me entornó los ojos, un destello de miedo aún empañándolos. “Quédate aquí.”Sus palabras fueron duras, pero supuse que eran el resultado de estar atemorizada de que le hiciera algo despreciable a Joshua, tal vez incluso a ella y a Kate. O tal vez, estaba preocupada de que si no utilizaba un tono autoritario, no la escuchara.
En verdad quería tomarla en mis brazos y tranquilizarla. Y quería su sangre. Me amordacé los dientes, apretándolos para mantenerlos en su lugar.
Marissa me dejó en la cocina echando humo, intentando ganar control sobre mis hostiles emociones mientras caminaba de un lado a otro.
“Qué quieres tú aquí, Joshua?” el tono de Marissa era tan cáustico con él como lo había sido conmigo.
Bien.
Joshua aclaró su garganta, luego habló en un persuasivo, encantador, tono de voz, ciertamente más de la forma en la que yo debería haber hablado con Marissa. Mis tripas se estrujaron en irritación.
“Pensé que podríamos salir por una pizza mañana en la noche. Luego, iríamos al baile en la noche siguiente,” dijo Joshua, como si Marissa no le hubiese dicho ya que no estaba interesada.
“No.” El tono de Marissa era firme. “Ya te he dicho que tengo planeado ir con Dominic.”
Ahora sonaba muy agitada. Estaba seguro que le irritaba que él nunca la haya invitado a salir y ahora estaba forzando el tema. Era porque yo la estaba viendo? No. Él se acercó cuando yo estaba en el edificio administrativo de la escuela. La ‘escuché’ hablar con Kate, así que sabía que ella no había sobornado a Joshua para que la invitara al baile. De modo que, qué estaba tramando?
“Qué clase de nombre de pastel de fruta es ese de cualquier forma?” Joshua preguntó, ahora su voz en el filo.
Imagino que no estaba acostumbrado a ser rechazado por una chica, y estar siendo rechazado en repetidas ocasiones por la misma chica realmente debía fastidiarle. Tal vez por eso persistía. No le gustaba perder. Conocía bien el sentimiento.
Silenciosamente, me pasee de un lado al otro por el piso de baldosas, ignorando su comentario, intentando honrar los deseos de Marissa, evadiendo la confrontación que temía pudiera ocurrir si no lo hiciera. Sentí la mirada de Joshua sobre la cocina donde yo, el completamente inútil cobarde que era, se mantenía escondido. Ante ese último pensamiento, mis caninos se extendieron.
“Me gustaría que te fueras ahora,” dijo Marissa en su usual forma diplomática.
Le hubiera dicho al idiota que se largara, ahora, con algunas maldiciones a elección para garantizar que entendiera a lo que me refería.
Ciertamente se dio cuenta de que yo estaba en la cocina, sabía que me tendería una trampa, esperando sacarme al descubierto. Ridiculizarme. Acaso él pensaba que porque yo asistía a las clases mediocres, él tendría la ventaja? Desgarraría su garganta.
“Qué dem--” las palabras de sorpresa de Marissa fueron cortadas en seco.
Entré en el living para ver cual había sido el problema y obtuve una visual completa de Joshua besando a Marissa, y de la mano de Marissa volando hacia su mejilla en lo que terminaría como una dolorosa cachetada.
Manteniendo mi boca cerrada, para ocultar mis extendidos caninos, me les fui como una bala atravesando el piso alfombrado, no muy seguro de qué haría cuando los alcanzara. Pero estaba seguro de que una vez que hubiera terminado con Joshua, él no se atrevería jamás a utilizar ese truco con mi novia nuevamente, si es que llegaba a vivir para contarlo.
Joshua empujó a Marissa a un lado como si ella fuera basura y no valiera su tiempo, lo cual me enfureció aún más. Marissa tiró sus brazos hacia arriba en sorpresa, intentando evitar caerse. Kate soltó un grito ahogado. Yo estaba listo para explotar.
Esperando un encuentro más físico – por mi parte de seguro que planeaba ponerme realmente físico con él – quedé fuera de guardia cuando él en su lugar, vociferó alguna clase de hechizo.
Ambas chicas gritaron, “No, Joshua!”
Para el momento en que sus palabras se registraron en mi cerebro y me diera cuenta de lo que había invocado, fue muy tarde para que yo lograra reaccionar.

TRADUCIDO POR CHLOE ♥

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