Capítulo 18 / El vampiro en mis sueños

Capítulo Dieciocho
MARISSA
Un vampiro buscaría entrar en la casa de mis padres usando una llave? Mamá y Papá no debían regresar hasta el Viernes. No había modo de que fueran ellos.
“Mierda,” Mi madre dijo, totalmente fuera de lo común en ella. Sabía que algo era realmente malo para que ella estuviera maldiciendo, encabezando estar en casa dos días antes de sus vacaciones. Supuse que habrían tomado un taxi para que los llevara hasta casa o ya habría oído la habladora voz de mi tía ahora. La situación era un extraño escenario, yo parada al lado de un débil, pero vivo vampiro, llevando un medio vampiro muerto, quién estaba al lado de mi desangrentada, extremadamente frágil amiga.
Algo resonó al chocar contra el azulejo del suelo de la entrada. Pero, como si Medusa hubiera vuelto su mirada a nosotros y nos hubiera convertido en estatuas de piedra, ninguno de nosotros se podía mover. Gracias a Dios mi madre no nos podía ver desde donde estaba parada.
“Maldición,” mi padre gimió, su voz más ronca que lo normal y llena de dolor. Entonces, se apresuró por el vestíbulo, golpeando la puerta y dirigiéndose al medio baño de abajo.
“Hazlo en el excusado esta vez, lo harías, querido?” Mi madre le gritó a mi padre. “Maldita comida contaminada. Cada vez que arruinan unas buenas vacaciones,” ella murmuró. Luego la puerta se cerró de un portazo y fue trancada.
Finalmente, liberándome del hechizo, giré y abrí la puerta del garage para Kate y Dominic, quien sostenía la marchita forma de Joshua todavía en sus brazos. Todos nos apresuramos al Ford Taurus, luego aticé el mango de la puerta del garage y gemí cuando el metal hizo ruido, crujiendo para mi descontento.
“Jeez, espero que no nos oigan yéndonos,” susurré, luego me volteé hacia Kate quien había optado sentarse en el asiento delantero conmigo mientras Dominic se quedaba en el trasero con Joshua. “Cerraste la puerta de mi habitación?” Le pregunté a ella.
Ella sacudió su cabeza. “No tuve necesidad.”
Mi corazón se hundió. “Mi madre mirará dentro y encontrará que no estoy allí. Si la puerta está cerrada, asumirá que estoy metida en mi cama como debería estarlo a esta hora y no se molestará en perturbarme. Entonces cuando ella descubra que no estoy allí, verá que el auto no está y llamará a la policía.”
“Espérenme,” Dominic dijo.
Antes de que pudiera oponerme, se desvaneció, y la humedad en mi garganta también se evaporó. No podía evitar preocuparme por que mamá lo atrapara. Qué desastre. El escenario sería totalmente diferente entonces, pero el resultado el mismo. Una llamada a la policía.
Después de unos minutos de tratar de controlar mis rápidos latidos, pegué un salto cuando Dominic finalmente reapareció en el asiento trasero del auto. “La puerta de la habitación está cerrada. Si ellos tratan de entrar, pensarán que estás durmiendo profundamente.”
Entonces una nueva preocupación me molestó. “Qué hay sobre la habitación de huéspedes?”
Dominic me miró fijamente, su mirada inexpresiva.
Me tragué una maldición, sabiendo que en cualquier segundo podríamos ser atrapados, sabiendo también que no habría modo de salir de ésta hablando. Mis padres nunca me dejarían quedarme en casa sola otra vez, a pesar de que no podría culparlos. “La puerta siempre está cerrada, pero me temo que si ella mira dentro, verá un charco de agua en la alfombra y que la cama es un desastre-si la puerta abierta ya no crea la intriga suficiente.”
“Vuelvo en un segundo.”
Esperando que no lo atraparan, tomé una profunda, calmada respiración. No era lo suficientemente malo que Kate y yo no estuviéramos en casa, que el auto no estuviera, y que tuviéramos el cuerpo marchito de Joshua en el asiento trasero, pero si mis padres veían un hermoso chico que desaparecía y reaparecía fuera de nuestras habitaciones...
Froté mis sienes. La ansiedad navegaba en mi cerebro, dándome un dolor de cabeza atroz. O quizá en parte se debía a que Dominic se había alimentado de mí. Me volteé hacia Kate. “Te encuentras bien?”
Ella asintió e incliné su cabeza hacia atrás contra el respaldo. “Estaba media dormida cuando me mordió. No siento ningún remordimiento por lo que tenemos que hacer con él. Me lastimó, Marissa. Duele con vos y Dominic?”
“No, pero él es gentil y me advirtió que si me tensaba dolería.”
“Bueno, yo me tensé. Conseguir que me relajara no era lo más importante en la mente de Joshua.”
Toqué el cuello de Kate donde había dejado dos profundos cortes sangrantes. Me repugnó. Abrí la guantera del auto y saqué una gran bandita de nuestro kit de ayuda para emergencias.
“Bien,” Dominic dijo desde el asiento trasero, casi haciendo que mi corazón saltara fuera de mi pecho.
Terminé de vendar el cuello de Kate, aliviada de que Joshua no la matara. Cómo le explicaría ella a sus padres las marcas de mordidas en su cuello?
Luego manejé por el camino de entrada tan silenciosa como pude, y cerré la puerta del garage, esperando que el monstruoso sonido rechinante no alertara a mis padres. Me dirigí hacia la tienda de la tía de Kate a través del pueblo, rezando para que no tuviéramos más problemas esta noche.
Con suma cautela, manejé al límite de velocidad, obedeciendo todas las reglas de tránsito, aterrada de que pudiéramos ser detenidos por un policía debido a la menor infracción.
Para el momento que llegamos a la tienda quince minutos más tarde, ambos Dominic y Kate estaban profundamente dormidos. Sacudí la cabeza, deseando no haber tenido que traerlos en el estado tan débil en el que se encontraban, pero sabiendo que no los podía dejar atrás en la casa. Qué si mis padres los descubrían?
Después de revolver el bolso de Kate por lo que pareció ser una eternidad, encontré la llave. Primero destrabé la puerta del edificio. Luego metí furtivamente a Joshua dentro. Parecía una película de terror calidad b dónde ninguno de los actores era conocido o bueno en su trabajo. Yo era el personaje principal, y todos mis cómplices me habían abandonado.
Me estremecí cada vez que un auto pasó calle abajo. Media escondida en las tenues luces de los edificios cerrados por la noche, esperé que nadie me notara. Deseé fervorosamente que hubiera una puerta trasera para mis operaciones clandestinas. ¿Qué si alguien me veía cargando un cuerpo dentro del edificio?
Nunca había siquiera considerado eso.
Pero otra ansiedad se introdujo bajo mi piel. ¿Qué si uno de los sirvientes de Lynetta nos atrapaba?
Finalmente, me manejé para abrir la puerta de metal y empujarla. Después, me di prisa al asiento trasero del auto, mis zapatos tennis resonaban contra el asfalto como una campana de advertencia, anunciando a cualquier vampiro en el área que estaba fuera y decía: “Ven, atrápame.”
Ni Kate ni Dominic se movieron cuando abrí la puerta trasera del auto, y sinceramente, estaba aliviada en parte de que descansaran cómodamente, sabiendo que ellos necesitaban dormir mucho más que yo. Pero parte de mí odiaba tener que hacer esto sola, y la ansiedad me aferraba como si fuera una boa constrictor. No me podía sacudir el sentimiento, no importara cuánto tratara de usar el hechizo tranquilizador en mi mente. Saqué los restos de Joshua del asiento trasero, luego bloqueé las puertas, pensando que sería lo suficientemente fácil destruir su cuerpo sin la ayuda de nadie más.
Ya el sudor goteaba entre mis senos y bajaba por mi frente, no importaba cuanto frío hacía a esta hora temprana de la mañana, la neblina cubría la oscuridad como un fino velo.
Luego de unos segundos estaba dentro del salón de bronceado, la puerta frontal estaba cerrada y trabada, y mi corazón estaba galopeando tan rápido cómo si hubiera corrido una maratón.
Llevé a Joshua a una de las habitaciones. Me choqué contra una ducha vertical. Pensé que una horizontal, esas del estilo de un ataúd, funcionarían mejor. Tendría ella uno de esos?
Nunca había estado dentro de la cosa del ritual del bronceado. Mi clara piel iba de blanca a ampollada cada vez que trataba broncearme, y como consecuencia había abandonado la idea ya tempranamente en mi vida. Alrededor de cuando tenía diez más o menos.
Me apresuré hasta la última habitación al final del pasillo, mi última esperanza. Me asomé dentro-una agradable, confortable, cama solar de tipo normal. Después de colocar a Joshua allí dentro, lo observé. Sin nada de agua en su cuerpo, no lucía como el lindo Joshua que había conocido. Sabía, también, por su odio brillando en sus ojos más temprano, que era malvado hasta los huesos. Cómo podía ser Dominic tan bueno bajo la influencia vampírica, y Joshua tan malo? Debía ser una cosa innata, algo sobre sus verdaderas naturalezas. Cerré la tapa del ataúd, para subir la temperatura y comenzar el proceso de bronceado.
Por un instante, sentí remordimiento. Nunca había matado nada en mi vida-bueno, excepto por los mosquitos sanguinarios y las cochinas moscas. Pero nunca hubiera pensado que mataría a un hechicero, uno que había conocido desde siempre, y para horror de los horrores, uno por el que me había sentido atraída.
Hacer que el demonio quitara toda el agua del sistema de Joshua había sido un poco malvado. Pero temí más por las represalias que tomaría con nosotros si no me ocupaba de él. Ciertamente, todo lo que tendría que hacer era considerar el pobre cuello de Kate y su salvajismo desenfrenado, y sabía lo que seguiría. Además sabía que si hubiera tenido la oportunidad, hubiera asesinado a Dominic sin importarle nada en el mundo.
Puse el cronómetro lo máximo en minutos que estaban permitidos, luego dejé la habitación, no queriendo estar en el mismo lugar que la máquina asesina. En el medio tiempo, me senté en una de las sillas de manicura y cerré mis ojos, casi dejándome llevar por el sueño. Cuando el cronómetro de la máquina cerrada sonó, sacudí el cansancio de mi sistema y me apresuré nuevamente al salón. Mirando fijamente el ataúd, no podía obligar a mi mano a levantar la tapa. Los latidos de mi corazón tronando, dudé. Qué si no estaba muerto? Qué si arremetía fuera de la cama solar y trataba de rasgar mi garganta?
Cada extraño crujido dentro del edificio hacia que mi cuerpo se agarrotase. Pero ningún sonido provenía de la cama solar. Todavía, yo me preguntaba. Estaría él esperando, sintiendo mi pánico, esperando allí, listo para echarse encima de mí?
Rechinando mis dientes, toqué la tapa, nuevamente incapaz de juntar la fuerza suficiente para levantarla. Cobarde, me reprendí. Solamente hazlo.
Entonces reestablecí el cronómetro por el mayor tiempo posible y esperé.
Podría ser una cobarde, pero no era de plástico. Una vez que los minutos pasaron, rápidamente lancé un hechizo de protección. Antes de que pudiera cambiar de opinión, embutí contra la tapa, rompiéndome dos uñas en el proceso, y miré fijamente la cama solar. Todo lo que quedaba de Joshua era una pila de cenizas y su ropa. Sus padres estarían heridos cuando supieran que su hijo estaba desparecido-aunque se enteraran en lo que se había convertido, estarían molestos? Probablemente. Me tragué mi propio disgusto, tratando de mantener en mi mente el monstruo en el que se había convertido y no pensar en el lindo chico en el que había estado interesada por años.
Miré las cenizas, preguntándome cómo iba a limpiar el desastre. Luego noté ropas que usarían para limpiar la cercana cama solar. Rápidamente, barrí las cenizas hacia un tarro plástico de basura, y liberé la bolsa.
Sin ninguna otra extensa pérdida de precioso tiempo, me dirigí a la puerta y caminé fuera. Después de cerrar la puerta, eché la bolsa de mugre dentro del basurero. Pero cuando me apresuré al auto rodeando el edificio, un aura extraña de luces iluminaron la oscuridad, capturando mi vista. Inmediatamente me detuve, mi corazón saltando de golpe, y dejé de respirar.
Echando una ojeada desde la esquina, vi las luces de la policía girando, pintando a la noche como una flasheante, colorida iluminación de un club, mientras el auto patrulla estaba aparcado detrás del auto de mis padres.
Estuve de pie petrificada, mi corazón latiendo a una rápida velocidad, mi piel fría hasta los huesos. Debido al pánico, no podía pensar sobre que hacer ahora. Usualmente era bastante buena ideando planes. Por qué no ahora? Mi cerebro medio muerto por la falta de descanso.
Cómo les explicaría a mis padres que estaba en la tienda de uñas la tía de Kate en medio de la noche, mientras Kate tenía el cuello gravemente lastimado, y había sufrido una severa pérdida de sangre, además de que había un extraño chico en el auto?
El cabello de la nuca de mi cuello se erizó. Qué iba a hacer?
Estaba asegurándome que el lugar estaba cerrado. Eso sería lo que diría. Nos preocupamos de que alguien estuviera tratando de entrar. O algo como eso. Y que un animal salvaje había mordido a Kate. Y que yo estaba llevándola a la sala de emergencias para que le dieran sangre.
Dí un paso hacia el auto, pero una mano agarró mi muñeca, y otra apretó contra mi boca para ahogar mi grito. La sangre se me subió a los oídos, y todo repentinamente, mis huesos se sintieron como goma.
Luego olí la picante esencia de Dominic y enseguida sentí su templado, y fuerte cuerpo contra mí, acunándome, su caliente respiración contra mi cuello, y me calmé. Relajándome en sus brazos, pregunté, “Qué haremos ahora?”
“Están llevando a Kate al hospital. Necesita sangre. Ellos se aseguraran que la obtenga.” Dominic me dio otro apretón tranquilizante, luego me acarició el rostro con la nariz.
“Pero tú puedes ir a lugares con un movimiento de mano. Cómo iré a casa en la oscuridad con Lynetta y sus sirvientes detrás de nosotros?” No podía evitar que el pánico se elevara en mi sangre. No estaríamos seguros por mucho tiempo.


“No te dejaré irte a ningún lado por cuenta propia. Estamos juntos en esto, recuerdas?” Apretó su agarre en mí, para enfatizar su punto, y realmente se sintió como un enviado de Dios.
Todavía molesta por haber querido ir solo cuando estaba tan débil, atormentadamente se lo recordé, “Claro, pero la última vez planeaste en eliminarla sin ayuda-”
“Cambie de idea. Después de que Joshua me golpeó con esa pequeña tormenta eléctrica, decidí que no era tan poderoso.” Pasó sus brazos alrededor de mí y me tiró detrás del basurero. “Pudiste deshacerte sin problemas de él?”
Apunté al recipiente de basura.
Él asintió. “Tengo que encontrarte un lugar seguro para el resto de la noche. En este momento, la policía está en busca de una chica desaparecida y preocupados por otra chica quién ha sido mordida y ha perdido una cantidad de sangre. Kate está bastante confusa, pero comprendió que era mejor mantener la boca cerrada cuando estabas todavía en el salón de bronceado. Yo, por supuesto, me desvanecí rápidamente. Deben haber asumido que tengo que ver con las mordeduras de Kate, y pensé que por ahora era probablemente mejor no tener que explicarle a nadie quien era. Además, debía buscarte.”
“Gracias a Dios por eso. Ahora qué?” Todavía no me podía dar una idea sobre ningún plan, no importa cuánto exploré mi cerebro en busca de una. Quizá se debía al toque de un chico Alto, Morocho me estaba haciendo olvidar todo.
“Es tiempo de que conozcas a mis padres,” él dijo como si fuera algo de hecho.
Lo miré fijamente, las palabras todavía persistiendo en mi mente por lo que Lynetta había dicho sobre él matando a su familia siglos atrás. Arrojé mis brazos alrededor del cuello de Dominic, dándole un apretón de pulpo y un largo y fuerte beso.
Sonrió y me devolvió el beso. “Debería haber sugerido conocer a mis padres antes.”

TRADUCIDO POR MI♥

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