Friday Night Bites / Capítulo 5

CAPÍTULO CINCO

HABLANDO SOBRE LA LIBERTAD

Nunca había sido de hablar mucho por teléfono. Había estado obsesionada con los libros y el ballet en mi crecimiento y no era el tipo de adolescente quien pasaba una noche en la casa, con el inalámbrico presionado a mi oído. Eso quería decir que realmente nunca me había acostumbrado a eso. Seguro, llamaba ocasionalmente a mi hermano y hermana mayor, Robert y Charlotte, para saber como estaban, y cuando todavía estaba en la escuela, llamaba a Mallory para arreglar citas de almuerzo en el Loop, pero hablar con Joshua y Meredith Merit era un pájaro de plumas completamente diferentes. Por supuesto, era casi medianoche, así que había al menos una oportunidad de que mis padres estuvieran dormidos, preparándose para otro día en el escalón superior de la sociedad de Chicago.
Ese debate-si estaban dormidos, o no lo estaban-fue por lo que pasé la primer hora después de regresar a mi habitación con una barra de granola y un libro en mi mano.
Fue solo cuando no pensé poder prolongarlo por mucho tiempo más que me senté-de piernas cruzadas en mi cama, mirando fijamente al teléfono en mi mano, maldiciendo los juramentos de lealtad que le hice a un Ethan Sullivan.
Tomé una respiración, me di ánimos, marqué el número de mis padres, y fui agradablemente sorprendida al obtener un cuidadosamente planeado mensaje de la máquina contestadora.
“Has llamado a la residencia del Sr. y la Sra. Joshua Merit,” mi madre dijo. “Temo que no podemos tomar tu llamada en este momento. Por favor deja un mensaje siguiendo este tono.”
Hubo un beep digital. Cerré mis ojos y fingí la confianza en mi misma que Ethan, Luc y yo habíamos discutido. “Hola, es Merit. Quería hablar con ambos. En resumen, ahora que las cosas han.... cambiado, ahora que yo he cambiado, creo que es una buena idea que reconstruya algunas relaciones.” Me encogí, y continué. “Ahora que comencé a pasar tiempo con el tipo correcto de gente-”
Fui interrumpida por un sonido-el sonido de un tubo de teléfono siendo levantado. Maldecí silenciosamente. Había estado tan cerca.
“Bueno cariño,” mi madre dijo, aparentemente despierta sin importar la hora, “tu llamada no pudo se más puntual. Los Breckenridges serán anfitriones de un evento la noche del Viernes- cócteles para la Unión de Cosecha-en Loring Park.”
La finca de los Breckenridges estaba ubicada en el Loring Park, un suburbio en el las afueras de Illinois. “No estaré allí,” ella continuó. “Tengo una reunión auxiliar. Pero tu padre estará. Y por supuesto, los Breckenridges. Deberías ir, decir hola a los chicos Breck.”
La Unión de Cosecha era un banco de comida de Chicago. Y mientras la causa era obviamente laudable, no estaba emocionada sobre estar en la misma casa con mi padre. Por el otro lado, mi primera gala fuera de la puerta e iba directamente dentro del patio de los Breckenridges. O quizá más precisamente en su gallinero, un vampiro en el montón.
Dios perdóname.
“Eso suena genial, Mamá.”
“Grandioso. Corbata negra, cócteles a las ocho en punto,” ella dijo, repitiendo el estatus de los ricos y famosos. “Haré que Pennebaker”-ese era el mayordomo mohoso de mis padres-“llame a los Breckenridge y te envíe una invitación. Todavía estás viviendo con la chica Carmichael, te la mando allí?”
“En realidad, Mamá, me mudé a la Casa Cadogan hoy.
“Bueno,” mi mamá dijo, intriga en su voz. “No es eso realmente un progreso? Me aseguraré de pasarle las nuevas a tu padre.” No tenía duda de que lo haría, mi padre era el organizador de la información-y de las conexiones que esta información específica significaría.
“Gracias, Mamá.”
“Por supuesto, querida.”
Ahí fue cuando tuve una idea genial. No podría tener la fuente secreta de mi abuelo, pero tenía a Meredith Merit. “Mamá, una cosa antes de que te vayas. Oí que Jamie está trabajando ahora. Quizá en un periódico?”
“Periódico, periódico,” ella repitió ausente. “No, no recuerdo nada sobre un periódico. Todo el mundo sabe que Nick es el reportero en la familia Breck, de todos modos. Al menos que tu hayas oído algo diferente?”
Su voz cayó una octava; se había movido directamente dentro del modo chismoso y estaba esperando para que le pasara algún detalle jugoso. Pero mi trabajo era investigar, no avivar las llamas.
“Nop,” Dije. “Solo pensé recordar haber oído algo.”
“Oh, bueno. Dios quiera, que encuentre un lugar por propia cuenta en algún momento. Algo para mantenerlo ocupado.”
Ella se detuvo, y luego preguntó, un poco demasiado fuerte. “Qué, querido?” Silencio de nuevo, luego, “Cariño, tu padre me está llamado. Arreglaré una invitación. Disfruta tu Casa Cadogan.”
“Seguro Mamá. Gracias.”
Presioné el botón de FINALIZAR LLAMADA y cerré el teléfono en mi palma.
“Demonios,” Murmuré. Había hecho un avance en la asignación de Ethan, y nos había conseguido meter en la propiedad de los Breckenridge. Mi ego se inflaría a la menor sugerencia, aunque cuestionable (yo solamente tenía (cortado)
Reajusté mi katana, luego me dirigí a su oficina. Cuando alcancé el primer piso, pasé a Malik, el vicepresidente de Ethan, quien se alejaba de la oficina de Ethan. La expresión de Malik era grave, y él no hizo ningún movimiento de reconocimiento mientras pasaba. Ese no era un buen presagio.
Esta vez, la puerta de Ethan estaba abierta. Eso era extraño, pero peor era el echo de que estuviera de pie en el medio de la habitación, brazos cruzados, mirada fija en el suelo, la línea de preocupación entre sus ojos. Y se había cambiado la ropa, también-su limpia chaqueta de traje negro se había ido.
Tenia su camisa, no corbata, solamente el brillo dorado de la medalla de Cadogan alrededor de su cuello rompiendo la expansión prístina blanca de su camisa apretando su torso. Había incluso cambiado su cabello; ahora estaba amarrado en una corta cola de caballo en su nuca. El tipo de movimiento que haría una chica cuando se tiene que poner a cargo de los negocios. Mi estómago se anudó incómodamente. En el tiempo que me había ido a mi habitación y había vuelto al primer suelo nuevamente, algo había ocurrido.
Golpeé mis nudillos contra el umbral.
Ethan levantó la mirada. “Estaba a punto de llamarte,” él dijo. “Entra y cierra la puerta.”
Hice lo que ordenó, luego supuse que sería mejor decirle primero las buenas noticias. “Llamé a mi madre. hay un cóctel de caridad en la propiedad de los Breckenridge la noche del Viernes. Ella enviará una invitación.”
Ethan levantó aprobatoriamente sus cejas. “Bien hecho. Dos pájaros de un tiro, y todo eso.”
“Para tu información (PTI), ella también dijo que no había oído nada sobre Jamie involucrado en cualquier trabajo de periodista. No le dije nada,”
Él se detuvo, luciendo perplejo. “Hmm. Bueno, puede que sea así,” dijo, caminando alrededor de su escritorio y tomando asiento, “dada la naturaleza del daño que la historia puede causar, nos desenvolveremos del lado de la precaución en este tema. Hay indudablemente alguna parte de verdad en la información que recibimos, específica como es.” Su mirada bajó a su escritorio por un momento antes de elevar sus nubosos ojos hacia mí.
“Toma asiento, Merit.”
Había preocupación en su tono. Mi corazón galopaba desconcertadamente, pero hice lo que pidió, sosteniendo mi katana a un lado y deslizándome en una de las sillas frente al escritorio de Ethan.
“El Presidio ha liberado a Celina.”
“Oh, mi Dios.” Supe que mis ojos se habían vuelto plateados, quizás por la rabia, o quizás por el miedo, quizás por la adrenalina que comenzaba a elevarse por mis miembros. “Cómo-cuando? Cuando sucedió esto?”
“Tres días atrás. Darius acaba de llamar. Hablé brevemente con Luc; él actualizará las noticias e informará a RDI y a las otras Casas de Chicago.” En lenguaje Cadogan, eso significaba que Luc actualizaría nuestros reportes de seguridad, informaría a las mercenarias hadas (sip-hadas) quienes trabajaban para RDI, la compañía que controlaba la seguridad de la Casa durante las horas del día y quienes montaban guardia frente a la entrada frontal, y llamar a Morgan y a Scott Grey.
“Él acaba de llamar?” repetí. “Hablaste con él unas pocas horas atrás. No mencionó entonces que estaban liberando a una loca al mundo?”
“Él no lo sabía. No estaba allí cuando el voto fue llevado a cabo, probablemente por disposición. El Presidio es un cuerpo mayoritario, y ella es la mayoría, como esto demostrará. El Presidio”-él se detuvo y sacudió su cabeza-“ellos son vampiros, (cortado)
Puedo decir que mi nuevo ser y de algún modo controversialmente cambió , él estaba buscando un modo educado de explicar algo que podía ser resumido simplemente en una sola palabra.
“Comida,” Terminé por él. “Ellos eran comida.”
“Y poco más. Las políticas de esto aparte”-era perturbador que la percepción de Ethan de que los humanos eran ganado y más que una mera “política”?-“los otros miembros pueden haber sido influenciados por el glamour, y todavía podrían estar completamente indiferente de ello. Ella es así de poderosa.”
Habiendo sentido el lento tirón de su glamour, su habilidad de entrar en tu psique y manipularla a su antojo, entendía. Había sido capaz de resistirla, pero esa era una habilidad personal, aparentemente. Alguna chifladura de mi rara composición.
“Como hemos discutido, esperé que Celina fuera confinada por sus crímenes. Ese era el acuerdo que tu abuelo negoció entre Tate, el abogado del distrito, y el GP. El Presidio tiene una corta memoria para los Limpiamientos, aunque no dudo que ella haya recibido una tratamiento cuatro estrellas, esperaba que perdiera su Casa, lo que hizo, y que permanezca confinada en Londres.” Él sacudió su cabeza, luego cerró sus ojos en aparente agotamiento. “Al menos los humanos no están enterados de su liberación. Todavía.”
Fueran los humanos comida o no, la liberación de Celina todavía amenazaba con hacer un mentiroso Alcalde Tate y todo aquel en Chicago quien habían atestado a la justicia de su extradición, incluyendo a Ethan y a mi abuelo.
Jeez. Y pensaba que las relaciones con la oficina del Ombud eran extrañas antes.
“Cómo pueden hacer algo tan políticamente estúpido?” Pregunté en voz alta.
Ethan se recostó hacia atrás en su silla, y unió sus dedos sobre su pecho. “Los miembros del GP (Presidio de Greenwich) tienden a polarizar en asuntos como este,” él dijo. “Muchos dan crédito a su longetividad para mantenerse debajo del radar, viviendo como humanos, integrándose. Ellos son felices manteniéndose de ese modo. Otros sienten que han gastado siglos escondiéndose, y ellos mantienen no poco resentimiento sobre eso. Quieren salir, y Celina les ofrece una opción. Ella les ha dado vida entre los humanos. Ella les ofrece un nuevo tipo de liderazgo. Además-dejando de lado su fuerza, has visto a Celina, Merit. Tu sabes que tiene cierto tipo de... encantos.”
Asentí. Su oscura belleza era innegable. Todavía. Desde cuando era la belleza una excusa para tomar decisiones irracionales? “ Bien, pero estamos hablado del Presidio aquí. Los vampiros más fuertes. Los mejores. Los que toman decisiones. Buena o no (hot), cómo no pueden haber sabido lo que ella estaba haciendo?”
“Ellos son fuertes, pero no necesariamente los más fuertes. Amit Patel lo es, por todos los medios, el vampiro más fuerte en el mundo y él evita completamente las políticas. Ha evitado exitosamente una membresía en el Sabha, por muchos, muchos años.”
Hubo un cambio en el tono de su voz, de miedo a notable admiración, algo con lo que Ethan no era generoso. Su voz sostenía la misma nota de reverencia que los hombres humanos usaban cuando hablaban sobre Michael Jordan o Joe Namath.
“Tienes un enamoramiento de hombre con Amit Patel,” Dije, boca convirtiéndose en una sonrisa. “Un bromance. Eso es casi encantador.” Y humanizador, pensé, pero no lo dije en voz alta, sabiendo que él no lo consideraría un cumplido.
Ethan rodó sus ojos desdeñosamente. “Tú eres mucho más joven para ser tan fuerte como eres.”
Tomé eso para no hacer referencia a la cronología, por el sentido de madurez vampiro de Ethan.
Dije hmph (sonido de acuerdo, aceptación, etc) pero fruncí el ceño por una razón diferente. “Ella vendrá a Chicago,” Predije. Tratará de tenerme (cortado).
“No es improbable,” Ethan estuvo de acuerdo. Abrió su boca para hablar otra vez, pero se detuvo, pareciendo estárselo pensando mejor. Luego, frunciendo el ceño y bajando las cejas, cruzó los brazos sobre su pecho. “Espero que cualquier información que recojas de otras Casas que traten sobre Celina me sea transmitida.”
No era una pregunta o una “expectación,” sin importar su fraseo. Era una orden. Y desde que la única fuente en una Casa que tenía de la que incluso discutiblemente podría obtener información, era una orden bastante obvia. Evitar conversaciones como estas a las cuatro de la mañana era exactamente porque no había querido mudarme a la Casa.
“No estoy espiando a Morgan,” le dije. Mientras no estaba segura cuan lejos quería que mi relación con Morgan fuera, estaba bastante malditamente segura que “lejos” no incluía espionaje. Además de que ya había ido bastante lejos mezclando lo personal con lo profesional acordando ayudar a Ethan con el problema de las raves. Yo estaba, al menos simbólicamente, trayendo a Ethan a casa; y eso era tan lejos como estaba deseosa de llegar.
Predeciblemente, dado mi reto a su soberana autoridad, él se tensó, sus hombros cuadrándose. “Reportarás las información que sos instruida a reportar.” Su voz era fría, helada.
Los vellos de la parte trasera de mi cuello se rizaron, una reacción al derrame de magia que los vampiros derramamos cuando nuestras emociones se elevan-magia que estaba actualmente siendo derramada en la habitación mientras nuestra discusión se calentaba. Los vampiros no eran capaces de realizar magia, pero nosotros éramos seres mágicos, depredadores mágicos. Agregándole ese polvo de magia a los ojos plateados y a los colmillos, y que tienes un buen mecanismo de defensa vampírica y supervivencia-mecanismos de defensa que estaban comenzando a encenderse.
Cerré mis manos en puños y traté de ralentizar mi respiración. Asumí que mis ojos estaban plateados, pero estaba tratando de evitar que mis colmillos descendieran. Ella quería algo más, aunque...
Había notado en los últimos meses que cuando estaba estresada o asustada, cuando el instinto de pelea-o- vuelo, se disparaba y mis colmillos descendían, podía sentir a la vampiro dentro mío, algo separado dentro de mí, como si no nos hubiéramos fusionado. Mis tres días de cambio genético se suponía que me cambiarían-llena y completamente-en una vampiro, colmillos y ojos plateados y todo. No lo entendía, como podía ser un vampiro-el ansia de sangre, el horario nocturno, los colmillos y la intensificación de sentidos-y todavía sentía la separación del vampiro, un fantasma en mi máquina. Pero así es como se siente.
Se lo había mencionado a Catcher una vez; su falta de reconocimiento, de tranquilizamiento, me habían sacudido. Si él no sabía lo que estaba pasando, cómo se suponía que yo lo supiera? Cómo se suponía que iba a lidiar con ello?
Más importante, que se supone que fuera a ser yo?
Una parte de mí preguntó, susurró, algo que apenas podía soportar reconocer-esto no era normal. Que como vampiro, estuviera rota.
La podía sentir ahora, un tigre comenzando a merodear. La podía sentir moviéndose, cambiando debajo de mis huesos, mis músculos comenzando a vibrar con ella. Ella quería mis ojos completamente plateados, mis colmillos completamente descubiertos, mi magia derramándose a través de la habitación. Ella quería tomar las palabras de Ethan y tirarlas atrás, desafiarlo con acero.
O ella quería lanzarlo y tener su camino hacia él.
Cualquiera de los actos sería violento, primario, increíblemente satisfactorio. Y verdaderamente una mala idea. Agarré el mango de la katana, presionando mis uñas dentro del cordel alrededor del agarre para mantener mi control. Después de mi fracaso (cortado)
Ella estaba esperando.
Me tomó unos segundos aplacarla, respirar a través de ella nuevamente, segundos durante los cuales la magia se elevó en remansos por la habitación.
Bienvenida a la Casa Cadogan, pensé, con el último arrebato de fuerza, de voluntad, la empujé hacia abajo, levantando mi mentón, y mirándolo fijamente. Sus ojos eran anchas piscinas de cristal verde.
“Soy la Centinela de la Casa,” dije, mi voz más sofocada que lo normal, “y reconozco tan bien como tú la responsabilidad que conlleva. Estuve de acuerdo de meterte en lugares donde necesitabas acceso. Acordé ayudarte a investigar las raves, y serás la primera persona en mi lista de contactos su se que Celina está en la ciudad. Pero mi vida amorosa está fuera de los límites.”
“Recuerda con quien estás hablando, Centinela.”
“Nunca lo olvido Sullivan.”
Casi pasó un minuto, durante el cual ninguno de nosotros se movió, incluso el peso de nuestra obstinación colectiva espesó el aire.
Pero luego, milagro de milagros, él cedió. La tensión y la magia se difundió. Un solo asentimiento rígido fue todo lo que me dio, pero lo gocé, lo saboreé, resuelta a convertir el momento en memoria-el momento en que él dio el brazo a torcer. Me contuve de gritar, “Gané!” pero no pude evitar la sonrisa que se deslizó desde la esquina de mi boca.
Tendría que haber sabido que la celebración era prematura.
“A pesar de todo, registrarás conmigo si traes a Morgan a la Casa Cadogan,” Ethan dijo, su tono bastante satisfecho-de si mismo para desinflar mi sonrisa.
Por supuesto que él quería que le dijera. Él quería saborear la victoria conmigo trayendo a la nueva cabeza de la Casa Navarro-y no estaba segura cuanto me importaba Morgan. Era temprano; la relación era joven. Pero en comparación con el hombre que Mallory apodaba oportunamente “Oscuro Sullivan,” Morgan era el Príncipe Encantador en jeans Diesel. Tomé el comentario, inflamatorio como era, como el pie para retirarme. No había sentido en pretender en que termináramos riéndonos de esto, cuanto más me quedaba en la habitación con él, más arriesgaba a que mi vampiro saliera a la superficie. Y si ella ganaba el control, solo Dios sabía lo que ella haría. Ese era un riesgo que no podía tomar-no sin arriesgar mi propia muerte a punta de estaca. Así que, sin encontrar la mirada que podía sentir quemando mi piel, me levanté de la silla y caminé hasta la puerta, extendiendo la mano para alcanzar el mango.
“A menos que te olvides,” él agregó, “mi interés en tu vida personal está motivada enteramente por Cadogan.”
Oh, claro en los números con ese tema.
“Mi preocupación es sobre alianzas,” él dijo, “sobre poner una potencial insignia de alianza de Navarro sobre nuestra puerta. No lo confundas con nada más.”
“No me atrevería a cometer esa confusión, Sullivan.” Difícil de equivocarse, cuando él había admitido que estaba atraído por mí, pero solo a regañadientes. Cuando prácticamente me entregó a Morgan. Claro, eso fue justo después de que me había ofrecido hacerme su nueva consorte. (No es necesario decir, que lo rechacé) Pero aquí estaba él, levantando el problema. Quizá Ethan Sullivan, a pesar de su cristalina máscara de control, no sabía realmente que quería después de todo.
“Cuida tu tono,” él dijo.
“Cuida tu implicación.” Estaba pisando la línea de la insubordinación, pero no podía dejar que tuviera la última palabra. No en esto.
Apretó su mandíbula. “Solo has tu trabajo.”
Casi le gruño. Había hecho mi trabajo. Había hecho mi trabajo cuando hubieron millones de razones por las que no debería haber arriesgado mi vida para defender la suya. Había hecho mi trabajo, a pesar de su falta de fe, a pesar de mi buen juicio, porque no había habido nada más que hacer que mi trabajo. Había aceptado mi vida como vampiro, lo había defendido a él ante Morgan, y lo había defendido ante Celina. Mi frustración creció nuevamente, y con ella la amenaza de ella(vampiro) saliendo a la superficie. La podría haber soltado, la podría haber dejado medir su temple contra Ethan... pero le había hecho dos juramentos, uno de defenderlo contra todos los enemigos, vivos o muertos.
Mi vampiro probablemente contaba como uno u otro.
Así en cambio, llamando la fuerza de voluntad de un santo, forcé mis labios en una sonrisa y miré fijamente a él bajo las pestañas medio-encapotadas. "Liege," dije crespamente, una concesión de su autoridad, y un recordatorio de exactamente lo que nuestras posiciones respectivas eran. Si él podía ponerme en mi lugar, yo podría recordarle el suyo.
Ethan me observó por un momento, sus narinas flameando, pero si estaba furioso, resistió al impulso de retroceder. En cambio meció su cabeza y bajó la mirada al derrame de papeles en su escritorio. Caminé fuera y con un decisivo click, cerré la puerta detrás de mí.

No es como si yo no hubiera sabido lo que se venía, que había trabajado con el tono “Yo soy el jefe” y que intentara entrometerse en mi vida social. Mudarme a la Casa era necesario para responder rápidamente como Centinela, para ayudar a mis compañeros guardias, estando a su lado en vez de cruzar desde el Wicker Park por el gran tráfico de Chicago.
Pero había un costo. Estar cerca de Ethan era simplemente... incendiario. Parte animoso, parte química ridícula, ninguno conductor a un ambiente de pacífico hogar. Y esta era solamente mi primera noche debajo de su pulgar. No era un buen signo de lo que vendría.
Regresé a mi habitación y sacudí el final de mi cola de caballo mientras miraba a mi alrededor. Aunque el amanecer me noquearía bastante pronto, tenía todavía una hora antes de que aclarara, y mi encuentro con Ethan había hecho un bastante buen trabajo liquidándome. Supuse que podría dirigirme al gimnasio en el sótano de Cadogan, quizás poner unas pocas millas en la cinta de correr, o chequear los ofrecimientos pre-amanecer de la cafetería de Cadogan. No iba a ir allí sola-todavía era la chica nueva, después de todo. Así que tomé las escaleras al tercer piso, y me dediqué a encontrar a Lindsey.
Resultó no ser difícil: una foto de Brad y Angelina colgaba de su tabla de anuncios, un pequeño recorte del rostro de Lindsey estaba pegado sobre el de Angelina. “Bradsey,” tal vez?
La puerta se abrió antes de que tuviera la chance de golpear. Lindsey estaba de pie en el umbral, su mirada en la revista en sus manos. Su cabello estaba atado en una baja cola de caballo, y no tenía su traje Cadogan, habiéndolo cambiado por una apretada, remera de manga corta y jeans. “Estaba esperándote,” ella dijo.
Pestañeé hacia ella. “Qué?”
“Soy psíquica, recuerdas?” Me sonrió y sacudió su mano en el aire. “Woo-woo,” dijo, aparentemente burlándose de la cualidad supernatural de esto. “Sentí que estabas viniendo, y supe que estabas hambrienta.”
“Puedes saber psíquicamente que estoy hambrienta?”
Ella bufó. “Lo puedo saber porque eres Merit. Cuando no estás hambrienta?”
Tenía un punto.
Solo obtuve un vistazo de la habitación de Lindsey antes de que tirara la revista dentro y cerrara la puerta. La disposición y la combinación de muebles eran las mismas que el mío-un dormitorio de universidad básico de vampiros-pero su habitación estaba llena de color. Las paredes eran rojo carmín, posters y fotos chillones, fotografías y portadas de álbumes empapelando una buena porción de ellas. directamente debajo de la cama colgaba un gigante New York Yankees.
Cuando la puerta fue cerrada, ella me miró, luego aplaudió sus manos juntas. “Muy bien malditamente caliente Centinela. Vayamos abajo así te puedes alimentar y compartir tu bondad con el resto de tus hermanos y hermanas, sí?”
Apreté ausentemente mis bíceps. “La cosa es...”
“Ellos no te odian.”
“Tienes que parar de hacer eso.”
Lindsey levantó otra vez sus manos. “Eso estaba escrito en tu cara, chica*. Seriamente, ellos no te odian. Ahora, calla así podremos comer.”
Me callé obedientemente, luego la seguí por el pasillo hasta las escaleras principales y bajé nuevamente al primer piso.
A esta hora de la noche, el piso principal estaba todo menos vacío de vampiros. Uno o dos estaban sentados alrededor conversando o con un libro en mano, pero la Casa estaba comenzando a calmarse mientras los vampiros se preparaban para el amanecer.
Caminamos a través del vestíbulo principal hasta la cafetería, donde un puñado de Noviciados cargaban sus bandejas a través de la fila en forma de U alrededor del baluarte blindado de vidrio, y de acero inoxidable. Nos unimos al final de la fila, agarramos nuestras propias bandejas, y comenzamos a seguir la ruta.
La comida era en gran parte de desayuno-rollos dulces, tocino y huevos. No parecía una típica cena, pero por otro lado eran casi las cinco de la mañana.
Cogí una caja orgánica de leche chocolatada de una pila de bebidas, luego cogí una cereza dinamarqués y un montón de tocino. Probablemente no necesitaba un pesado desayuno antes de dormir, pero supuse que las proteínas me harían bien. Y seriamente, cuando le refregan un plato de tocino a un vampiro, ella realmente dirá que no?
Con mi bandeja llena, anduve detrás de Lindsey, esperando que ella y los vampiros en frente a nosotras hicieran sus selecciones. Puso miel de un tarro de plástico dentro de un pote con avena, luego levantó su bandeja y caminamos hasta una mesa vacía. La seguí tomando asiento frente a ella.
“Quiero preguntarte lo que está ocurriendo allá abajo?”
Levanté la mirada hacia ella. “Allá abajo?”
Hundió su cuchara en la avena, luego mordisqueó un pedazo sobresaliendo del extremo. “Otra vez,” ella dijo, “Soy psíquica. Hay vampiros yendo y viniendo por toda la Casa Cadogan esta noche. Hay algún tipo de energía nerviosa. Preparaciones, ta vez?”
Había una pequeña duda que Lindsey, como guardia, no oyera hablar sobre Celina.
“Celina será liberada,” susurré, mientras rasgaba una punta de mi cereza danés.
“Oh, mierda,” ella dijo, sorpresa y preocupación en su voz. “Eso explica porque tu energía está por todo el lugar.”
Cuando la miré, su cabeza estaba inclinada de lado, una expresión de curiosidad en su rostro. “Y hay algo más, también. Un tipo diferente de energía.” Después de una pausa, ella sonrió. “Ooooh,” dijo. “Lo tengo ahora.”
Levanté una ceja. “Tener qué?”
“Nop,” dijo, sacudiendo su cabeza. “Si no quieres hablar sobre Celina, no voy a habar porque estás toda caliente y molesta.” Cerró sus ojos y puso las puntas de sus dedos en las sienes. “Aunque estoy viendo a alguien-sip, definitivamente alguien allí. Alguien con cabello rubio. Ojos verdes.” Dejó caer sus manos y me dio una mirada plana.
“Ciérrala,” le advertí con un dedo levantado, un poco avergonzada de que supiera que era Ethan el que me tenía toda “caliente y molesta,” pero agradecida de que pensara que estaba relacionado con la lujuria-y no porque podría tener algo biológicamente dañado. Bueno, vampíricamente dañado, de todos modos.



*Chica, escrito originalmente en español.

Miré alrededor, notando las miradas curiosas de vampiros quienes (cortado)
Ellos no lucían muy impresionados con su Centinela.
Me incliné hacia Lindsey. “Has notado que todo el mundo me está mirando?”
“Eres una novedad,” dijo. “Retaste a su Maestro antes incluso de que tomaras tus juramentos, fuiste nombrada Centinela, tiraste abajo la ceremonia de Comendación, y nuestro querido líder todavía cubre tu delgado trasero.”
Eso me hizo sonreír tímidamente. “Yo me tiré abajo. No es exactamente la misma cosa.”
“Sabías que he estado en esta Casa por ciento quince años? En todo este tiempo, Ethan solamente nombró otro solo Maestro.”
Rasgué un pedazo de mi pan dulce y lo metí en mi boca. “No soy un Maestro.”
“Todavía,” ella dijo, apuntándome con su cuchara. “Pero es solo cuestión de tiempo. Claro, podrías tener magia inherente, ser capaz de trabajar algo de ella con Mallory Carmichael juju-ella va a ser buena, tu sabes-y todavía no estarías a la altura de la Niña de Oro.”
“Sé que ella va a ser buena,” estuve de acuerdo. “Me asusta en una base diaria. Quién es la Niña de Oro?”
“Lacey Sheridan.”
Había oído el nombre pero no lo podía ubicar en el contexto. “Quién es Lacey Sheridan?”
“La Maestro que Ethan nombró. Maestro de la Casa Sheridan.”
“Ah,” dije, dándome cuenta. Recordaba ver el nombre de la Casa en el Canon. Habían doce Casas vampíricas en Estados Unidos. La Sheridan era la más nueva. “Lacey estuvo en Cadogan por veinticinco años antes de que Ethan la nominara para la Prueba.
Ella pasó, y fue aprendiz de Ethan antes de que tomara los Ritos. Luego se mudó a San Diego (cortado)
“Compañeros de negocios cercanos o . . .?”
“Sentimentalmente cerca,” Lindsey dijo. “Y eso fue desafortunado.”
No discrepé. Algo punzaba en mi pecho con el pensamiento de Ethan siendo sentimental con alguien, y eso a pesar del hecho de que había sido testigo de primera mano del acto. No obstante, pregunté, “Por qué desafortunado?”
Linds frunció el ceño, pareciendo considerar la pregunta mientras movía su avena.
“Porque Lacey Sheridan era una figura perfecta,” ella dijo finalmente. “Alta, delgada, rubia, ojos azules. Siempre respetuosa, siempre complaciente. ‘Sí, Liege,’ ‘No, Liege.’ Ella siempre usaba la ropa correcta, lucía como si hubiera salido de un catálogo de Ann Taylor. Siempre decía la cosa correcta. Era innatural. Era probablemente casi humana incluso cuando era una.”
“Ethan debía estar loco por ella,” dije, pensando que era el tipo de mujer que él preferiría. Elegante. Con clase. Y pensé, mientras mordía el final de una tira de tocino, condescendiente.
Lindsey asintió. “ ‘Loco’ es la palabra para ello. Él la amaba, creo. A su manera.”
Levanté la mirada hacia ella, el tocino a medio camino hacia su extremo vampírico. “Hablas enserio?”
No podía imaginar a Ethan enamorado, Ethan dejando caer su guardia. No lo podía imaginar a él capaz de confiar lo suficiente en alguien para dejar salir al hombre dentro de él echar un vistazo fuera.
Bueno, excepto en esos raros pocos momentos conmigo, y nunca había parecido feliz de ellos.
“Seria como estaca de álamo,” Lindsey dijo. “Cuando él se dio cuenta de cuan fuerte ella era-está valorada como una Psíquica Muy Fuerte-la puso debajo de su ala. Después de eso, ellos estaban constantemente juntos.”
“Por qué pasó eso?”
“Ethan necesita a alguien diferente a eso. Él necesita a una chica quien lo soporte, quien lo rete. Alguien que lo haga mejor, más. No alguien quien le bese su trasero veinticuatro / siete* y se incline por cualquier pequeña sugerencia que haga.”
Ella me miró especulativamente.

*Veinticuatro horas al día, siete días a la semana ;)
Capté el brillo en sus ojos, sacudí mi cabeza. “Ni siquiera lo pienses. Él me odia, yo lo odio, y reconociéndolo es la única manera que podemos soportar trabajar juntos.”
Lindsey bufó y agarró una tira de tocino. “Si lo odias, comeré mi servilleta. Y él podrá odiarte, pero eso es solamente por fuera. Es solamente superficial.” Tomó un mordisco, sacudió su cabeza, y ondeó hacia mi con el resto de ella. “No. Hay más para él de lo que ven los ojos, Merit. Lo conozco. Hay calor debajo del frío. Solo necesita....reformarse.”
Hice un gesto impaciente. “Entonces dime más sobre Lacey.”
“Ella tenía amigos aquí, todavía los tiene, pero yo creo que era fría. Arrogante. Es una Débil Física pero una Muy Fuerte Strat (estrategia-estratega). Es política de lado a lado. Maniobrando. Siempre sale como vagamente amistosa, pero como si fuera una política en una parada de campaña, como si se moviera a través de las marchas.” Lindsey se detuvo, miró contemplativamente, y su voz se suavizó. “No era amable, Merit. Los guardias la odiaban.”
“Debido a su actitud?”
“Bueno, claro, en parte. Mira, Ethan domina la Casa, así que él está medio... separado del resto de nosotros. Y honestamente, he dicho lo mismo sobre ti. La gente sospecha sobre como te convertiste en Centinela así de repente, y sobre tu familia. Eres completamente (cortado)
Refunfuñé por eso, y bajé el tocino.
“No es que piense que ustedes dos lo están haciendo,” ella dijo, pero se detuvo, aparentemente esperando por la confirmación.
“Nosotros no lo estamos ‘haciendo’ ” dije secamente y metí la pequeña pajilla de plástico en mi caja de leche chocolatada. Aburrió la mayor parte de la agresión que la pregunta siempre provocaba. Aunque, sabrosa.
“Solo comprobaba,” Lindsey dijo, manos levantadas en distensión. “Y por si ayuda, lo superarán una vez que lleguen a conocerte.” Me sonrió, y levantó sus cejas. “Lo hice. Por supuesto, tengo un excelente gusto en amigos, pero lo que sea. No es el punto. El punto es que, Lacey era diferente. No como nosotros. Ella era la clásica mascota del profesor-quería estar cerca de Luc, cerca de Ethan, cerca de Malik, constantemente cerca de la fuente de autoridad. No salía con nosotros, no trabaja bien con nosotros. Pero,” dijo, inclinando su cabeza, “incluso si era falsa, era realmente, realmente buena. Siempre analizando. Planeando. Ella era una guardia, y mientras no podía combatir con un gato mojado, tenía el tipo de mente para hacerlo. Planear. Ramificaciones, largos-términos. Futuros pasos.”
Mi siguiente pregunta probablemente desmentía mi fingida falta de interés. “Por qué se separaron?”
“Él y Lacey? Ellos pararon de verse después de la Prueba, cuando regresó para su Aprendizaje Cadogan, para aprontarse para su propia Casa. De palabra, era importante para él que se mantuvieran profesionales mientras ella entrenaba. Demasiado en estaca (riesgo), ha ha, para pasar tiempo mirándose a los ojos.”
“No le importaría la interrupción emocional,” estuve de acuerdo.
“He oído que vuela ocasionalmente a San Diego para, qué, copular?” Ella asintió, sonrió. “Claro. Apuesto que el lo diría así. Muy formal. Él y Lacey probablemente asignaron un contrato, tal vez negociando términos.”
“Hmm.” Me ahorré la vergüenza de considerar, exactamente, los términos que habrían negociado.
Levanté la vista, noté a Malik caminando dentro de la cafetería. Asintió hacia mí, luego se dirigió a la fila del buffet. Malik-alto, color de piel caramelo, guapo, y tranquilo-era un misterio. En los dos meses que había sido miembro de la Casa Cadogan, había tenido aproximadamente tres conversaciones con él. Como el Segundo de Ethan ellos compartían el lazo del liderazgo de la Casa, pero raramente aventuraban a salir del campus juntos a causa de proteger la línea de sucesión si alguien hiciera un atentado contra la vida de Ethan. Tenía el presentimiento que jugaba el papel de CEO (Oficial Ejecutivo en Jefe) y suplente, aprendiendo como trabajaba la Casa, como manejarla, administrando los detalles mientras Ethan jugaba a Ejecutivo en Jefe. Pero yo todavía no tenía un sentimiento por Malik como vampiro. Como hombre. los vampiros quienes eran obviamente bien-intencionados-Luc y Lindsey me venían a la mente-eran fáciles de identificar, como también lo eran los abiertamente estratégicos-Ethan y Celina. Pero Malik era tan reservado que no estaba segura donde encajaría. Donde yacía su lealtad.
Pero claro, él y Ethan tenían una cosa en común-excelente gusto en Armani. Malik usaba un traje tan flamante y original como los que Ethan usualmente usaba.
Lo observé moverse a lo largo de la fila, pero sus ojos estaban en los vampiros a su alrededor. Él era todo negocios alrededor de Ethan-al menos cuando los había visto juntos-pero era completamente amistoso con los otros vampiros Cadogan. Ellos se le aproximaban mientras seleccionaba su desayuno, decían hola, conversaban. Interesante, mientras los otros vampiros Cadogan tendían a darle a Ethan el tipo de distancia respetuosa, ellos iban a Malik. Hablaban con él, bromeaban con él, compartían una camaradería que no tenían con su Maestro.
“Cuánto tiempo ha sido Malik Segundo?” Pregunté a Lindsey.
Ella tragó su tocino, luego dirigió su mirada a donde estaba parado en la fila, hablando con vampiro que no conocía. “Malik? Justo después de que la Casa se mudó a Chicago. ’83”
Eso era 1883, no 1983, para aquellos siguiendo desde sus casas.
“Ethan eligió Chicago, tu sabes. Una vez que Peter Cadogan murió, él quiso la Casa fuera de Wales, fuera de Europa. Malik vivía en Chicago. Él era un huérfano.
“Él perdió a sus padres?” Pregunté. “Qué horrible.”
“Tipo equivocado de huérfano. Él era un Rogue. Sin casa. Un vampiro huérfano. Su Maestro no era lo suficientemente fuerte para mantener su Casa unida, ella fue derrotada por un rival.”
Lindsey sostuvo su puño en su pecho, imitando una estaca. “Luego él y Ethan se conocieron, y el resto es historia.”
“Tú lo conoces? Bien, quiero decir?”
“Malik? Seguro. Malik es genial.” Lindsey comprobó su reloj, luego terminó un vaso de agua antes de levantarse y recoger su bandeja. “Entonces, aquí hay otros trescientos diecinueve vampiros afiliados a la Casa Cadogan. Sugerencia?”
Levanté la vista hacia ella, y asentí.
“Considera la posibilidad de que a ellos les gustaría conocerte si les das la oportunidad.”
“Es por eso que estoy aquí,” dije, y la seguí fuera.

Traducido por mí♥

Anónimo –   – (18 de octubre de 2009, 14:48)  

hola !!!! muchas gracias .. me encanta esta serie , y no aguanto a esperar ... a leeer el prox capitulo .. rocio

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