Especiales/ Capítulo 13

CAPITULO 13


Traducido por: Nanndadu


AFUERA

El escape de Zane fue mucho más fácil de lo que Tally esperaba.

El resto de los Crims y sus lindos aliados debieron estar en el truco—cientos de ellos se liberaron de sus anillos de interfaz en globos de juguete al mismo tiempo, llenando el aire con falsas señales. Otro centenar de feos hicieron lo mismo. El canal de los guardianes está lleno de una irritada charla mientras iban recolectando anillos y deteniéndose para hacer una docena de bromas. Las autoridades no estaban de humor para hacer bromas luego del ataque de anoche.

Shay y Tally finalmente apagaron el balbuceo de los guardias.

"Bastante frio hasta ahora," dijo Shay. "Tu novio debería ser un buen Cutter."

Tally sonrió, sintiéndose aliviada de tener el temblor de Zane fuera de su vista. La emoción de la persecución estaba comenzando.

Ellos siguieron al pequeño grupo de Crims a un kilometro de distancia, las ocho figuras tan claras en el infrarrojo que Tally podía distinguir la brillante figura de Zane de las otras. Ella noto que al menos uno de ellos siempre volaba cerca de él, listo para tenderle una mano.

Los fugitivos no aceleraron hacia el Río de Rusty, pero hicieron un camino sin prisas hacia el borde sur de la ciudad. Cuando salieron de la red, descendieron a la selva y caminaron, llevando sus aerodeslizadores hacia el mismo rio que Tally y Zane habia saltado la noche anterior.

"Eso es tan burbujeante de ellos," dijo Shay. "No toman el camino usual."

"Aunque debe ser duro para Zane," dijo Tally. Los aerodeslizadores eran pesados sin llevar ninguna rejilla bajo ellos.

"Si vas a preocuparte por él todo el viaje, Tally-wa, esto será extremadamente aburrido."

"Lo siento, Jefe."

"Relájate, Tally. No dejaremos que nada le pase a tu chico." Shay se dejó caer entre los pinos. Tally se quedó elevada un poco más, observando el pequeño grupo progresar lentamente. Pasaría una hora antes de que pudiera pasar el río y poder usas sus tablas de nuevo, pero ella se resistía a perder de vista a los fugitivos aquí en la selva.

"Un poco antes en el paseo hasta quemar a tus fans, ¿no lo crees?" La voz de Shay vino desde abajo, intimando con la dieta del Skintenna.

Tally asintió suavemente, y luego se dejó descender.

Una hora después, estaban sentados en la orilla del río esperando que los Crims se pusieran al día.

"Una vez," dijo Shay, lanzando otra roca. Contando salvajemente, saltando a través del río mientras ella contaba en voz alta, finalmente sumergiéndose en el onceavo rebote.

"¡Hah! Gané de nuevo!" anunció Shay.

"Nadie más está jugando, Shay-la."

"Es mi naturaleza competitiva. Doce." Shay la lanzó de nuevo, la roca salto alegremente hacia el medio del río, hundiéndose hasta el fondo luego de exactamente doce saltos. "¡La victoria! Vamos, inténtalo."

"No gracias, Jefe. ¿No deberíamos comprobarlos de nuevo?"

Shay gimió. "Ellos estarán aquí pronto. Ellos estaban casi en el rçio la última vez que los verificamos, lo cual fue hace 5 minutos."

"¿Entonces porque aún no están aquí?"

"Porque están descansando, Tally. Ellos están cansados luego de arrastras sus asquerosas tablas a través del bosque." Ella sonrió. "O quizá estén cocinando un deliciosos festín de Spaghetti a la Bologna."

Tally hizo una mueca. Ella deseo que ambos no hubieran volado delante de ellos. El punto de este truco era mantenerse cerca de los fugitivos. "¿Y si ellos fueron por otro camino? Los ríos van en dos direcciones, ¿lo sabes?"

"No seas tan aleatoria, Tally-wa. ¿Por qué se alejarían del océano? Una vez que pasas las montañas, no hay nada mas excepto cientos de kilómetros de desierto. Los Rusty lo llamaban El Valle de la Muerte incluso antes de que la mala hierba lo llenara."

"Pero, ¿si se las arreglaron para encontrarse con los Smokies allá atrás? No sabemos cuánto contacto tuvieron los Crims con los externos."

Shay asintió. "Bien. Ve y revisa." Ella pateó el suele entre sus pies, intentando encontrar otra roca plana. "Solo no te quedes demasiado. Ellos deben tener infrarrojos."

"Gracias, Jefe." Tally se puso de pie, saltando a su tabla.

"Trece," respondió Shay y la lanzó.

Desde arriba, Tally podía ver a los fugitivos. Como Shay habia sospechado, ellos estaban en la orilla del río, sin moverse, probablemente descansando sus pies. Pero mientras intentaba averiguar cuál era Zane, Tally frunció el ceño.

Luego se dio cuenta que era lo que le estaba molestando: Habia nueve brillantes manchas de calor, no ocho. ¿Habían levantado fuego? Estaba alguna comida precalentada engañando su vista infraroja?

Ella ajusto su visión para ponerlos en el foco. Las siluetas se fueron aclarando hasta que Tally estuvo segura de que todos eran humanos.

"Shay-la," susurró. "Ellos se encontraron con alguien."

"¿Ya?" respondió Shay desde abajo. "Huh. No pensé que los Smokies lo hiciera tan sencillo."

"A menos de que sea otra emboscada," dijo Tally suavemente.

"Déjame intentarlo. Ya voy."

"Espera, se están moviendo." Las brillantes figures se deslizaban fuera del rio, dirigiéndose hacia ella y Shay a la velocidad de un aerodeslizador. Pero uno se quedo atrás, caminando hacia la cubierta del bosque. "Ellos están viniendo, Shay. Ocho de ellos. Alguien está yendo en otra dirección."

"Okay, tu seguirás ese. Yo me pegare a los Crims."

"Pero—"

"No argumentes conmigo, Tally. No perderé a tu novio. Solo vete, y no dejes que te vea."

"Okay, Jefe." Tally cayó hacia el río para dejar que las aspas de su aerodeslizador se enfriaran. Enfocándose en los Crims que se acercaban, ella activo su traje, poniendo la capucha sobre su rostro. Tally se inclinó más cerca de la orilla cubierta de plantas colgantes, bajando la velocidad casi hasta.

En un minuto, los Crims pasaron, sin darse cuenta, y ella reconoció la temblorosa figura de Zane entre los otros.

"Ve por ellos," dijo Shay un momento después. Su voz ya se estaba desvaneciendo. "Si vamos por el río, dejare un faro de skitenna para ti."

"Okay, Jefe." Tally se inclino hacia adelante, hacia la misteriosa novena figura.

"Ten cuidado, Tally-wa. No quiero perder dos Cutters en la semana uno."

"No hay problema," dijo Tally. Ella quería volver, seguir a Zane y no dejar que lo capturen. "Te veré pronto."

"Ya te extraño…," Dijo Shay mientras su señal se desvanecía.

Los sentidos de Tally escanearon el bosque al otro lado del río. Los oscuros árboles agrupados en los bancos estaban llenos de fantasmas infrarrojos; pequeños animales y pájaros que anidan pasaban rápidamente como los parpadeos arbitrarios de calor. Pero nada parecido a un humano…

Mientras Tally se acercaba al lugar en donde los Crims se encontraron con su misterioso amigo, desacelero, agachándose sobre su tabla. Ella sonrió, empezando a sentirse fría y excitada. Si esta era otra emboscada, los Smokies iban a descubrir que no era los únicos que podían volverse invisibles.

Ella se deslizó a un alto sobre la orilla fangosa, bajándose de su tabla y enviándola al el cielo para esperarla.

El lugar en don lo Crims habían estado, estaba marcado por una multitud de huellas. El olor de un ser humano sin bañar permanecía en el aire, alguien quien habia estado por más de unos días sin darse un baño. Ese no podía ser algunos de los Crims, quienes olían como a ropa reciclada y nerviosismo.

Tally se movió cuidadosamente entre los árboles, siguiendo el rastro del aroma.

A quien quiera que estuviese siguiendo sabía a cerca de trabajo con madera. Ramas sin romper marcaban un camino torpe, y la maleza no mostraba signos de pasos. Pero el olor incrementaba a medida que Tally avanzaba, lo suficiente como para hacer que arrugara la nariz. Con corrientes de agua o no, incluso los Smokies no olían así de mal.

Un destello de brillo infrarrojo llego a través de los arboles, una forma humana delante de ella. Ella se detuvo un momento para escuchar, pero apenas escucho un sonido realizado por el bosque: Quien quiera que fuese se podía mover tan silenciosamente como David.

Tally se Adelanto lentamente, sus ojos escaneando el terrero en busca de las sutiles marcas de un rastro. Segundos después lo encontró—un pasaje casi invisible a través de los densos arboles, el camino que la figura estaba siguiendo.

Shay le habia advertido que fuera cuidadosa, y quien quiera que fuese esta persona—Smokie o no—no sería fácil de atrapar. Pero quizá una emboscada merecía otra…

Tally se salió de la pista, corriendo más dentro del bosque. Ella se movió callada y ligera-a través de la suave maleza, barriendo todo a su paso en un lento arco hasta que encontró el camino de nuevo. Luego se arrastro hacia adelante, delante de ellos ahora, hasta que vio una rama de un árbol alto que se extendía directamente sobre la ruta de acceso.

El lugar perfecto.

Mientras escalaba, su traje de escalas brotado la textura áspera de la corteza, sus colores cambiando a un moteado potro de claro de luna. Se aferro a una rama, invisible y a la espera, sus latidos del corazón acelerados.

La brillante figura vino a través de los arboles en total silencio. No había ningún olor sintético entre esa humanidad sin bañar: ningún parche de bloqueador solar, repelente de insectos, o incluso un rastro de sopa o shampoo. Mientras Tally hojeaba a su alrededor con su vision, no detecto signos de chaquetas electronicas o de calor y sus oidos no captaron ningun sonido leve ni zumbido de gafas de vision nocturna.

No es que ese equipamiento ayudara a su presa. Absolutamente inmóvil en su traje, Escondido, conteniendo el aliento, Tally era indetectable incluso con la mejor tecnología…

Y, sin embargo, una figura paso por debajo de ella, lentamente, moviendo su cabeza como si escuchara algo.

Tally contuvo el aliento. Ella sabía que era invisible, pero su corazón latía rápidamente, sus sentidos amplificaban los sonidos del bosque a su alrededor. ¿Había alguien más allí afuera? Alguien que la habia visto subir al árbol? Fantasmas oscilaban en las esquinas de su visión. Su cuerpo dispuesto a actuar, no se escondió entre las ramas y hojas.

Por un largo momento, la figura no se movió. Luego, lentamente, su cabeza se inclinó hacia atrás para mirar hacia arriba.

Tally no dudó—se tiro encima, aplastando como una balanza en la noche , envolviendo ambos brazos alrededor de la figura sujetando sus brazos mientras lo tiraba al suelo. Así de cerca, el olor a suciedad era casi asfixiante.

"No quiero lastimarte," siseó ella a través de la máscara de su traje. "Pero lo haré si tengo que hacerlo."

El joven lucho por un momento, y Tally vio el brillo del metal del cuchillo en su mano. Lo apretó con más fuerza, empujando el aire de sus pulmones con un crujido de sus costillas hasta que el cuchillo se deslizó de sus dedos.

"Sayshal," siseó.

Su acento envió un repentino reconocimiento a través de Tally. ¿Sayshal? Ella recordaba esa extraña palabra de algún lugar. Apago su infrarrojo, lo tiró a sus pies, y lo empujo hacia atrás, teniendo en su rostro un rayo de luna perdido.

Él tenía barba y la cara sucia, su ropa no era más que retazos de piel animal cosidos crudamente juntos. "Te conozco…," dijo suavemente. Cuando él no respondió, Tally se quito su capa, dejándolo ver su cara.

"Young Blood," dijo él, sonriendo. "Has cambiado."

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