Twice Bitten- Capítulo 18

CAPÍTULO DIECIOCHO: DÉMOSLES ALGO DE QUE HABLAR

La capilla estaba casi llena cuando regresamos, la habitación zumbaba con la suficiente magia y armamento para darme un empujón de cafeína. Gabriel estaba de pie detrás del podio charlando con Adam y otros dos desconocidos cambia formas.

Mientras caminábamos hacia él, pude notar a nuestros, vendrían a ser, hombres de negocios, sentados en una banca, la caja sobre el regazo del hombre que la había llevado dentro, ambos hablando educadamente con los dos cambia formas a su lado.
“Necesitamos un minuto,” le dijo Ethan, y Gabriel excusó a los demás.

“Oí que hubo conmoción en el pasillo?”

Ethan asintió. “Puede que hayamos encontrado a los hombres que tomaron el contrato. Los escuchamos hablando acerca del dinero y del golpe. Y estaban muy bien armados.”

Las cejas de Gabriel se elevaron. “Los chicos enviados a matarme hablaron del golpe en la iglesia?”

“No eran las lámparas más brillantes,” metí baza.

Christopher y Ben se acercaron a Adam, se inclinaron sobre él para susurrarle algo al oído. Adam asintió y luego señaló a Gabriel.

“Ellos se han encargado.” Dijo Gabriel rotundamente. Su tono hizo que los vellos detrás de mi cuello se pusieran de punta y me recordé a mi misma nunca cruzarme en su camino. “Podemos proceder?”

“Hay una chance de quien sea el que pusiera el contrato lo intente de nuevo,” Ethan le advirtió. “Que nos hayamos ocupado de esos dos no significa que hayamos eliminado el riesgo.”

Gabriel se acercó y le dio un golpe varonil en el brazo. “El show debe continuar.”

Sin fanfarrias ni introducciones, Gabriel se paró en el podio. Ethan y yo tomamos nuestras posiciones a su derecha. Mientras que a su izquierda estaban colocados Robin y Jason. Adam y Fallon se quedaron en un punto alejado a su izquierda.

Encontré a Jeff entre la multitud, sentado en el final de la segunda fila, con los brazos cruzados sobre su pecho, la expresión en su rostro, grave.

Gabriel comenzó a hablar, su voz retumbando a través del sistema de altavoces de la iglesia, retumbando a través de las paredes de piedra. Y más extraño aún, recitó un poema. Era de Yeats, supuse, si mi casi competo doctorado en Literatura inglesa estaba funcionando correctamente.

“ ‘He escuchado a las palomas de los Siete Bosques/emitir su débil sonido’,” él dijo. “Y a las abejas del jardín/zumbar en las flores del limero; y apartar/ los gritos inútiles y los viejos dolores/que vacían el corazón.”

No pude evitarlo; mi boca cayó abierta. Una habitación llena de trescientos cambia formas en variados grados de jean y cuero, llevando toda clase de armas, estaba ahora mirando absortos al líder de la Manada Central Norteamericana de cambia formas mientras les leía un poema sobre la naturaleza. Asintieron de acuerdo, con sus cabezas inclinadas como parroquianos fieles en la iglesia, lo que suponía, ellos eran.

“‘Por un momento he olvidado/a Tara destrozada y la nueva plebe/sobre el trono, gritando en las calles/y colgando flores de papel de poste a poste. / Porque eso es lo único feliz de todas las cosas. /Estoy contento-’”

Gabe hizo una pausa, levantó su mirada y levantó las manos hacia la multitud a su alrededor. Gritaron sus afirmaciones, algunos de pie, algunos con las manos elevadas, sus ojos cerrados con entusiasmo mientras celebraban el mundo y pronunciaron su contento. Escalofríos subieron por mis brazos y no sólo debido a la magia en el lugar que había alcanzado niveles eléctricos.

“‘Porque sé que la Calma/vaga riendo y comiendo su corazón salvaje/entre palomas y abejas, mientras el Gran Arquero, quien espera su hora para disparar, todavía cuelga/una aljaba nublada-’”

“Sobre el Pairc-na-Lee!” concluyó el grupo entero todos juntos, y estallaron en aplausos. Sin esperar que el estruendo se calmara nuevamente, Gabriel lanzó la bomba. “Tony Marino, líder de la Gran Manada del Noroeste, está muerto.”

La capilla se quedó inmediatamente en silencio.

“Nos reunimos en el día de hoy las cuatro Manadas, pero con sólo tres alfas. Cuando hayamos terminado, el Gran Noroeste comenzará la tarea de elegir a alguien para hablar por la voz comunal, por la Gran familia. Pero hoy, debemos centrarnos en el negocio en mano.”

Un hombre alto, delgado, de aspecto rudo se levantó de su asiento en el centro de la habitación y golpeó un dedo en la dirección de Gabe. "Al diablo con eso", dijo. "Nuestro Alfa, nuestro padre, ha muerto, y usted nos dice esto ahora? Esto es una estupidez."

Más cambia formas saltaron de sus asientos, uniendo sus voces al clamor. Se podía ver el dolor en sus rostros, la conmoción de su pérdida. Pero eso no era nada en comparación con su irritación con el líder de la Manada Central de Norte América.
Adam, Jason y los otros se tensaron, moviéndose medio paso hacia delante como si se prepararan para la inevitable violencia. Levanté mi mano derecha hasta el mango de mi katana, la manera más fácil de liberarla en caso de ser necesario.

“Y has traído a estos malditos vampiros a la convocatoria!” acusó un hombre con un corte de pelo de estilo militar. “Esta es nuestra reunión, nuestro encuentro. Un encuentro de la Manada, de parientes y amigos. Ellos lo contaminan.”

Gabriel cruzó los brazos sobre su pecho, mientras lanzaban insultos e ira en su dirección. Lucía inexpresivo ante las acusaciones, pero yo me encontraba lo suficientemente cerca para sentir la magia de su enojo levantándose en una gruesa ola.

Por otro lado, comprendí entonces por qué había insistido en seguir adelante con la convocatoria. Había mucha emoción en la sala, y la ciudad estaba sin duda mejor cuidada permitiendo a los cambia formas lanzar todo en la dirección de Gabriel, en vez de afuera al resto de Chicago. Gabe había cuadrado sus hombros; no tenía duda de que podía manejar el dique.

Después de unos minutos, sostuvo las manos en alto. Y cuando eso no funcionó, gritó-en palabras y magia-por toda la habitación.

“Silencio.”

Para un hombre, la capilla se tranquilizó. Y cuando Gabriel volvió a hablar, no había duda de por qué él era el Ápice o de las repercusiones que habría por no hacer caso de su palabra.

"Ustedes están aquí porque las manadas han sido llamadas a una convocatoria. Si desean que los problemas se decidan sin su opinión, no es necesario que estén aquí. Todos o algunos de ustedes pueden ponerse de pie y salir de esta habitación con impunidad."

Se inclinó sobre el atril. "Pero si se quedan o salen, seguirán malditamente los dictados de la Manada. Ese es nuestro modo. Ese es el único modo. Y eso no se cuestiona.”

La energía colectiva en la sala disminuyo, como si los cambia formas en la capilla se hubieran metido el rabo entre las piernas.

"Tienen razón", continuó. "Hay vampiros en medio de nosotros, y eso es un cambio en el protocolo de la Manada. Nosotros no somos como ellos, y tal vez nunca vamos a sanar a las heridas entre nuestros pueblos. Pero con seguridad, la guerra está llegando, nos guste o no. Y tienen razón-hay vampiros que se preocupan poco por los cambia formas, así como hay miembros de la manada que están dispuestos a asesinar a sus alfas. Pero he visto cosas.”

Podrías haber oído caer un alfiler en la habitación debido a la revelación. Los miembros de la Manada deben haber confiado en cualquier profecía que Gabriel estaba a punto de hacer.

"He visto ese futuro", dijo. "He visto el futuro de mi hijo." Golpeó un puño contra su pecho. "Mi hijo. He visto el rostro de quienes lo mantendrán a salvo cuando los tiempos se vuelvan más duros para todos nosotros."

Dejó caer su mirada, y cuando la levantó de nuevo, conocimiento en sus ojos, volvió la cabeza. . . y él me miró. Había súplica en sus ojos.

Mis labios se separaron.

“Los vampiros lo mantendrán a salvo,” dijo y nos miramos a los ojos y vi los eventos futuros correr del suyo y del mío-en sus ojos. Sin líneas de la historia, sin fechas, pero vi lo suficiente, incluyendo los ojos de su hijo y otro par de ojos verdes, ojos que lucían nada más ni nada menos como los de Ethan. No tenía modo de saber cuan fuertes, y cuan exactas eran las visiones de un cambia formas. . . pero llevaban un puñetazo.

Lágrimas picando en mis ojos, Gabriel apartó su mirada.

Dejé caer mi mirada al suelo, tratando de asimilar lo que había dicho, tratando de evitar que mi respiración se volviera tan superficial que me desmayara en la iglesia.
Mérit? Ethan silenciosamente preguntó, pero negué con la cabeza. Esto necesitaba ser procesado antes de ser debatido. Antes de que estuviera lista para discutir sobre esto. . . si alguna vez estaba lista para discutirlo.

La multitud se había tranquilizado de nuevo, el peso de la información que Gabriel había compartido lo suficiente como para hacerlos contemplar, para hacerlos considerar seriamente las cosas que les iba a preguntar.

“Enfrentarán la muerte,” les dijo. “La muerte de Tony, y posiblemente de otros, si nos quedamos. Pero enfrentaremos la muerte si nos vamos, también. El mundo es un lugar duro. Nosotros lo sabemos. Vivimos bajo su código-un código diferente al de los vampiros o al de la humanidad-pero es nuestro código de todos modos. Esa es la decisión que deben tomar esta noche.”

Él levantó las manos. "Vamos a iniciar la discusión."

“Discusión” era una palabra agradable para lo que comenzó. Tan pronto como Gabriel dio lugar para el debate, la mayoría de los cambia formas que le habían gritado a Gabe se separaron de la multitud y se fueron. Eso impulsó a los doscientos restantes cambia formas a ponerse de pie y a gritarles a los desertores. Caos, en realidad.

Gabriel puso sus ojos en blanco, pero saludó a los que se fueron.

“Déjenlos ir,” dijo en el micrófono. "No están obligados a quedarse. Ninguno de ustedes está requerido a quedarse. Pero si caminan fuera o se quedan y participan, se atendrán a la decisión tomada aquí.”

Quedaba claro por el tono de su voz y la amenaza en sus ojos que no estaba haciendo una petición. Estaba haciendo una orden, recordándoles a las Manadas sus obligaciones. Aquellos que optaran por hacer caso omiso de esas obligaciones lo hacían bajo su propio riesgo. Con los cambia formas restantes advertidos, el debate sobre el futuro comenzó realmente.

Un micrófono había sido colocado en el centro del pasillo central de la iglesia para que los cambia formas lo utilizaran. No estaba loca por la ubicación ya que, le daba a todo aquel que se acercara al micrófono un tiro directo a Gabriel, pero no había mucho remedio. Pero eso no significaba que no podía ser proactiva. Sin pedir permiso a Ethan-había visto el miedo en sus ojos después de que había ayudado a Berna al lado de la barra-dejé mi puesto a su lado y me dirigí a la parte delantera de la iglesia, me puso de pie directamente delante del podio. Las balas-y cambia formas-que quisieran dispararle a Gabriel tendrían que pasar por mí primero.

Bien pensado, Ethan felicitó en silencio, pero un aviso habría estado bien.

Es mejor pedir perdón que permiso, le recordé.

A pesar de que los cambia formas eran un arco iris de formas, tamaños y tonos de la piel, las opiniones que expusieron en el micrófono se dividían en dos categorías. A la mitad le molestaba la idea de tener que abandonar sus hogares y negocios para ir a Aurora. La mayoría nos gritaba, le gritaba a Gabriel, hacía gestos groseros.

La otra mitad no quería tener nada que ver con vampiros o con política de vampiros, y estaban convencidos de que la amenaza al bienestar de su sociedad como un todo era en origen, vampírica.

Ellos también en su mayoría nos gritaron, gritaron a Gabriel, y también hicieron gestos groseros.

Después de largos minutos de monólogos mordaces, el orador final alcanzó el micrófono.

Era alto y corpulento, lleva puesto un chaleco de cuero negro gigante sobre su pecho de barril. Llevaba un pañuelo en la cabeza, y su larga barba se había liado en consecutivas bandas. Después de esperar pacientemente su turno para hablar, él se acercó al micrófono, y luego hizo un gesto hacia Gabriel.

"Usted me conoce, señor. No por charlas o palabras. Sabe que trabajo duro, que sigo las reglas, hago lo correcto por mi familia.”

No podía ver el rostro de Gabriel, pero dada la suave seriedad en la voz de este gran hombre, imaginaba que asentía en comprensión.

"No veo el futuro, así que no sé acerca de la guerra. Tiendo a apegarme a mi clase, y no sé mucho acerca de vampiros. No sé lo que viene por el camino, qué tipo de cosas vamos a ver cuando el amanecer se levante, o cuando caiga de nuevo. Francamente, no sé exactamente por qué estamos aquí, o por qué pensamos que necesitamos huir" Tragó gruesamente. "Pero he vivido entre los humanos durante muchas lunas, muchos años. He estado en guerras humanas y he luchado a su lado cuando pensé que era necesario. Ellos se han impuesto para protegerme a mí y a los míos. También he oído hablar de estos vampiros que hicieron el bien por nosotros. Y aquí están de nuevo, ellos se imponen para protegerlo como si estuvieran dispuestos a tomar cualquier peligro que viniera hacia su camino.” Se encogió modestamente. “La política y eso no es lo mío, pero sé lo que es correcto. Ellos dan un paso adelante, pero nosotros no lo hacemos?” Sacudió su cabeza. “No pretendo faltarle el respeto a usted o a su familia, pero eso no es correcto. Simplemente no lo es.”

Asintió hacia mí, este hombre con chaleco de cuero, y luego se volvió y caminó humildemente de nuevo a su banco en el centro de la iglesia. Se deslizó en él, se sentó y parpadeó esperando por lo que viniera después.

Me dolía el corazón por la emoción. No podía dejar mi puesto, pero lo miré hasta que hizo contacto visual, le ofrecí un asentimiento de cabeza. Él asintió en respuesta, dos posibles enemigos reconociendo la virtud del otro.

La vida como un vampiro no era siempre lo que esperaba que fuera.

“Como es nuestro camino,” Gabriel dijo en el silencio de la capilla, “en los bancos ante ustedes hay dos esquelas. Una negra y una blanca. Negra, volvemos a casa a la santidad de los Siete Bosques. Blanco, nos quedamos. Nos arriesgamos a luchar-la batalla de quien sea. Coloquen su voto en la caja a medida que les llegue. Si tienen un apoderado, pueden emitir sus votos también. Emitan sus votos de acuerdo a su conciencia,” él dijo.

Jason bajó de la plataforma, con una caja de madera en sus manos. La llevó hasta la parte posterior de la capilla, y se la entregó al último hombre de la fila. Tomó dieciocho minutos para que el voto fuera tomado-dieciocho minutos de nervios, durante los cuales, la mayoría de los cambia formas de la sala me dieron miradas alternadas de curiosidad y de gravedad. Tuve que esforzarme para no removerme incómodamente debajo del peso de sus miradas colectivas. Cuando la caja hubo atravesado la capilla, Jason la llevó al frente de la sala de regreso, y luego comenzó el conteo. Una tabla larga, no muy diferente del marcador para un
juego de naipes, fue colocada en la mesa donde la caja estaba descansando. A medida que cada voto en forma de mármol fue sacado de la caja, era colocado sobre la mesa.

Negro, luego blanco, luego negro, luego tres blancos, a continuación, seis negros, y así sucesivamente. Aunque mi nuevo amigo había hablado con elocuencia, los cambia formas no se habían convencido completamente. Cualquiera fuera la decisión, no sería unánime.

Después de unos minutos de recuento, Gabriel bajó de la plataforma, y luego a mi lado, acercándose a la multitud. Él estaba simbólicamente reincorporándose a ellos, comprometiéndose a acatar su decisión, cualquiera que ésta fuera.

Gabriel levantó un puño cerrado. “La esquela final. La esquela decisiva.” Abrió la palma de su mano. El mármol era blanco. Ellos se quedaban.

Por unos enteros cinco segundos, se hizo el silencio.

Y el caos se desató a continuación.

Habíamos estado en lo cierto, por desgracia. Aunque los hombres en el corredor podrían haber estado contra Gabriel, no eran los únicos que lo estaban. Y no se había preocupado acerca de la votación- habían planeado afectar el equilibrio de poder después.

La sala estalló en sonido mientras los cambian formas comenzaron a subir al escenario, arrancando pistolas y cuchillos de su cuero al moverse. Yo era la más cercana a Gabriel, por lo que desenvainé la espada y salté delante de él hasta que Ethan y Adam se aparecieron para apartarlo y colocarlo detrás del podio. Teniendo a Gabriel protegido, Fallon, Jason y Robin saltaron al suelo de la capilla. Fallon sacó puñales dobles de sus botas y se unió a mí al frente. Jason y Robin interceptaron a Jeff, y se trasladaron a los lados de la capilla para frenar los ataques laterales.

No eran los únicos que había saltado en defensa de Gabe, sin importar cómo se sintieran los cambia formas acerca de la votación, las esquelas habían sido contadas, y la decisión había sido tomada.

El resto de ellos tendría que acatar la decisión. Tendrían que quedarse y luchar.

Y no aceptarían traidores en medio de ellos.

Envía a Christopher y a Ben a las puertas de salida, le dije silenciosamente a Ethan. Si esto se derrama fuera, alguien llamará a la policía. No necesitamos eso en este momento. Fallon y yo compartimos una inclinación de cabeza, a continuación, dispuestas a empuñar nuestro acero.

La primera ola era toda bravuconería. Un hombre en una chaqueta de cuero vino hacia mí con una sonrisa asesina y un revólver.

"Oh, eso es casi demasiado fácil", dije con una sonrisa, y antes de que pudiera responder, envolví mis dedos alrededor de su mano en el gatillo y la torcí hacia arriba, manteniendo la pistola apuntando al techo y fuera de peligro. Utilicé la torsión para doblar su codo y él cayó de rodillas, con los tendones, nervios y huesos extendidos hasta el punto de ruptura.

Cuando murmuró unos cuantos epítetos poco elegantes, decidí que sería más feliz inconsciente. Deslicé la pistola fuera de su mano, y una patada baja al lado de su cabeza lo puso fuera de servicio.

Mire la pulsera negra en mi muñeca. No podría hacer mucho acerca de la animosidad hacia los vampiros, pero era genial para patear traseros.

El cambia formas siguiente en la línea optó por un cuchillo, y él era más rápido que su amigo ahora durmiendo. Usó un par de empujones y pinchazos que me hubieran agarrado, si fuera una vampiro lenta. Pero era rápida, y podía esquivar, y él no era el más creativo de los combatientes. Por desgracia suya, utilizó los mismos pequeños empujones y pinchazos una y otra vez. Desarmarlo fue muy sencillo, y puse una rodilla en el pecho que lo dejó sin aliento.

Levanté la vista y encontré a Fallon mirándome con una expresión divertida. "Me gustas", dijo ella, con su propia pila de cambia formas ensangrentados a sus pies. “Eres muy ordenada."

Le devolví la sonrisa. “Odio el desorden.”

Mientras tuve un segundo, miré a mí alrededor para informarme del resto de la acción. Había Keenes apostados en las puertas traseras y laterales de la capilla para mantener la lucha cuerpo a cuerpo contenida. Jason y Robin estaban en las alas, luchando contra sus propias bandas de cambia formas enojados. La falta de visión de Robin claramente no afectaba su habilidad para patear traseros.

Alrededor de un tercio de la congregación estaba todavía sentada; los otros dos tercios estaban luchando entre sí, en cualquier recoveco que pudieran encontrar.
“Toda una conferencia,” murmuré y luego posicioné mi cuerpo para el segundo round.

La segunda ola de atacantes nos había visto mejor que la primera ola, por lo que sus caras no eran tan seguras. Pero llevaban las severas, determinadas expresiones de los creyentes-no les importaba si ganaban o no; esta lucha era por principios. También eran más inteligentes combatientes, habían esperado a ver los movimientos de la infantería, y sabían cómo luchábamos.

Al menos tuve que usar mi espada para esta ronda.

El primer cambia formas era una mujer, una cosa pequeña de cabello con permanente y con curvados puñales góticos en sus manos. Era ágil con su acero y buena en la defensa de mis cuchilladas. Pero no golpeaba; todos sus movimientos eran defensivos. Eso significaba-al menos eso asumí-que se cansaría antes de que yo lo hiciera. Pero no tenía sentido retrasar lo inevitable.

Cuando cortó mi antebrazo, puse el plan final en movimiento. Ataqué hacia adelante, reorganizando nuestras posiciones para que quedase a unos metros delante de la primera banca, de espaldas al asiento. Una patada de lado a su torso lanzó su espalda contra el banco. Golpeó el banco y se dejó caer, golpeando el suelo, aún derecha, la cabeza hacia adelante como si estuviera en medio de una siesta.

"Detrás de ti!" Gritó Fallon. Me dejé caer y oí el silbido de un whoosh de una patada voladora sobre mi cabeza. Me volteé y pateé con las dos piernas al cambia formas detrás de mí. No estaba lo suficientemente cerca para un golpe de contacto total, lo que se tambaleó hacia atrás antes de recuperar el equilibrio y venir hacia mí de nuevo.

Fallon, terminó con su grupo de traidores, utilizando una mano para meter largos rizos detrás de su oreja, y luego estiró delicadamente una patada embotada. El hombre tropezó y cayó con los brazos extendidos, rodó al tocar el suelo. Fallon le dio un codazo en la espalda, a continuación, puso una bota en su cuello hasta que se desvaneció por falta de oxígeno. Con sus manos en las caderas, me miró.

"Aprecio la ayuda," le dije.

"En cualquier momento. Eres buena."

“Tú también lo eres,” le dije con una sonrisa, pensando que Jeff definitivamente tenía las manos llenas.

El santuario era un desastre. Un par de bancos de la iglesia estaban rotos. Las velas se habían volcado, derramando cera sobre el suelo, y había agujeros de bala en las columnas de mármol. Los cambia formas violentos habían sido llevado, en su mayoría inconscientes en pilas, listos para su castigo.

Limpié mi katana con el borde de mi remera, luego la deslicé de nuevo en su vaina. Se merecía una mejor limpieza, pero tendría que esperar hasta que estuviéramos seguros en casa de nuevo.

Escudriñé la multitud y encontré a Jeff y Fallon en una esquina. Charlando, con sus cuerpos cerca, su lenguaje corporal hablaba de preocupación mutua. . . e interés mutuo, Jeff levantó la vista.

"¿Estás bien?" gesticulé.

Me dio pulgares hacia arriba antes de volver a Fallon. Ya casi lo había perdido, pensé con una sonrisa. Pero ¿quién mejor para mantener Jeff ocupado y sonriente-que la hermosa heredera de la Manada central de Norte América, quien blandía un puñal.
Con Jeff seguro, regresé al podio para incorporarme a los guardaespaldas.

Ethan, Adam, y Gabriel estaban sentados en la sillería del coro. Ethan encontró mi mirada y asintió con la cabeza- un empresario satisfecho con el esfuerzo de su empleado.

Por desgracia, esta vez fue Gabriel quien había sido herido por un disparo en su bíceps izquierdo. Adam asistiendo la herida, envolvió lo que parecía un mantel del altar alrededor de la herida para detener la hemorragia. Gabriel levantó su mirada hacia mí. “Entonces,” dijo con la huella de una sonrisa en sus labios, “Supongo que nos quedamos.”

"Eso es lo que escuché," dije, y luego adopté el tono de una maestra de escuela.

"Realmente voy a necesitar ver un mejor comportamiento de alguno de tus niños."

Sonrió grandiosamente. “Voy a disfrutar de ti siendo listilla, Gatita.”

Asentí por el cumplido, y luego miré a Ethan. “Estás bien?”

"Absolutamente,” dijo Ethan “Tú y Fallon hicieron un buen equipo."

“No les des ideas,"murmuró Gabriel, luego deslizó una mira estrecha hacia Adam. "Podrías posiblemente hacerlo más apretado?"

Adam le dio una sonrisa adorable mientras aflojaba el vendaje. “Fui enseñado por cierto hermano mayor a no dejar las cosas por la mitad.”

“Sí, y mira lo bien que resultó para mí,” dijo Gabriel con tristeza, observando el santuario. "Hemos destruido media iglesia. Aunque el daño todavía no es tan malo como la reunión del noventa y dos."

"O noventa y cuatro", agregó Adam con una sonrisa maliciosa. Pasó una mano sobre su estómago. "La del noventa y cuatro fue un paseo salvaje."

Gabriel soltó una risa ronca, a continuación, golpeó los nudillos con su hermano. “Cierto, cierto."

“Qué pasará a los combatientes?” Le pregunté.

Gabriel se puso de pie, arrollando su brazo. “Tendremos una pequeña discusión sobre el comportamiento de la Manada y lo que significa someterse a sus normas.”

“Trataron de dejarte fuera del ruedo y sólo obtendrán una charla?” Pregunté en voz alta.

Gabriel me lanzó una mirada sardónica. “No me refiero a una ‘discusión’ literalmente.”

“Los castigarás por igual?” Preguntó Ethan. “Quiero decir, a los que establecieron el contrato y a los que actualmente trataron de dejarte fuera?”

Gabriel murmuró algo que no capté. Dado su tono, asumí que era algo poco halagüeño sobre vampiros. “Nosotros simplemente no los alineamos y comenzamos a dispararles, Sullivan. Hay grados de culpabilidad, al igual que en el mundo humano. En cuanto a la convocatoria, la decisión fue hecha. Independientemente del contrato o del ataque, ellos votaron del modo en que votaron y las Manadas se quedarán.” Miró a Ethan. “Las cosas que hemos discutido-sobre amistad?-Mi pueblo está demasiado cableado para eso en este momento. Quizá en el futuro, quizá nunca, pero ciertamente no en este momento.”

Ethan hizo un buen trabajo manteniendo la compostura debido al rechazo de Gabriel, pero yo sabía que estaba maldiciendo en su interior. Hubiera apostado prácticamente su Casa- o al menos su Centinela- por la posibilidad de una alianza entre Cadogan y la Manada.

"Entendido," dijo Ethan, "Pero el contrato no se ha cumplido. Todavía estás vivo. Eso significa que todavía hay una posibilidad de que alguien te ataque."

Gabriel negó con la cabeza. "El liderazgo de la manada se pasa a través de la familia. Así que si me pasa algo, Fallon se convierte en Alfa, a continuación, Eli, y así sucesivamente hasta Ben y Adam. La única razón para tratar de sacarme habría sido la de influir en el voto. Pero la suerte está echada, por lo que no hay ninguna posibilidad de eso ahora.” Se encogió de hombros. “Según mis cuentas, estoy fuera del blanco.”

No estaba segura de si me creía la teoría de Gabriel, sobre todo porque la violencia estalló después de que el voto fue contado, pero comprendía su necesidad de seguir adelante y dejar a los vampiros fuera de su campanario. Además, no podíamos protegerlo las veinticuatro horas del día. Apenas contábamos con personal suficiente para cubrir nuestra propia Casa. Gabe le tendió su mano sana a Ethan. "Gracias de nuevo por la ayuda. Tu Centinela hace un buen trabajo."

Se estrecharon la mano. "Si lo hace," dijo Ethan.

"Podría ser tiempo de pensar en ese aumento."

"No presiones tu suerte, Centinela".

Una chica tenía que intentarlo.

Me quité la chaqueta de cuero, cuando regresamos al Mercedes, el calor de Junio proporcionando más que el suficiente aislamiento. Pero pasaron unos minutos de conducción antes de que notara el pequeño bulto en mi bolsillo.

"Oh, maldición,” murmuré.

Ethan miró alarmado. "Qué?"

Metí la mano en el bolsillo de la chaqueta y saqué el auricular que Luc me había dado. “Me olvidé completamente de utilizar esto."

Arqueó una ceja, Ethan buscó dentro de su propio bolsillo de sus jeans y sacó su auricular. Supuse que no había sido el único vampiro olvidadizo. Me ofreció una sonrisa secreta. "Tal vez no le digamos a Luc sobre esto.”

"Sabes qué más?"

“Qué es eso, Centinela?

"También me olvidé de mis rollos de repollo."

Rodó los ojos, pero sonreía cuando lo hizo. "Vas a tener que vivir sin ellos, porque no podrías pagarme lo suficiente para hacerme volver a esa iglesia."

"Demasiados cambia formas esta noche?"

"En gran medida, Centinela. Y lo irónico es, que los hemos convencido de quedarse.”

"Bueno, eso es una especie de victoria, ¿no?"

"Dadas nuestras otras opciones, supongo que sí. Has hecho bien hoy, y lo digo sinceramente. Mostraste un montón de valor, y actuaste bien. Tu trabajo honra a la Casa Cadogan.”

El tono de Ethan era solemne, formal. Había oído su tono de Maestro Vampiro de apreciación; éste era diferente. Más parecido al afecto que a la aprobación profesional. Y desde que él había sido quien me había alejado-algo que había hecho a pesar del riesgo-opté por ignorar el trasfondo. Ser rechazada y tratar de seguir siendo profesional-apartando mis sentimientos para mantenerme enfocada en la tarea en mano-era suficientemente duro por sí solo. No podía soportar su remordimiento, también, y no era justo que él tratase de usarme para sentirse mejor.

Así que mantuve el humor ligero. “Lo menos que podía hacer.”

Se removió en su asiento como si estuviera preparando un monólogo. Pensé rápidamente, luego hice mi jugada. Encendí la radio, encontré una estación en la cual sonaba una canción que debía cantar, ybajé la ventanilla. Apoyé un codo en la puerta y volví mi rostro al viento, dejando que la ciudad y los sonidos me llenaran.

El resto del viaje fue en silencio.

Tal vez captó la indirecta.


TRADUCIDO POR DI ♥ Y POR LU ♥

Camila  – (29 de agosto de 2010, 22:52)  

muy bien Merit! se se arrepieeenta!

gracias chicas por el capítulo, excelente :D

Almudena :D –   – (30 de agosto de 2010, 7:01)  

pufff chicas cada vez mas interesante! jajajajjaajja
luuu muchas gracias!

Anónimo –   – (30 de agosto de 2010, 9:05)  

Jaja No le deja hablar.... para que le reconcoman los remordimientos :-) Chicas... ¿qué sera lo que vio en los ojos de Gabriel? ¿El hijo de éste, y otro bebé con ojos de Ethan (su hijo)...? ¿o era Ethan, con el que volverá?
Muchas gracias

Lucía  – (30 de agosto de 2010, 11:10)  

Yo creo que se referia a los ojos de Ethan. Pero nunca lo miré por ese otro lado. Ya veremos... :D

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