Some Girls Bite- Capítulo 4 Completo :)

LAS COSAS QUE ENCONTRÁS EN LA NOCHE . . .
SON PROBABLEMENTE VOTANTES REGISTRADOS EN EL PAÍS DE LA COCINA.

Había evitado mi deber como nieta por dos días, cuando arribé al ocaso la próxima noche, vestía jeans y una apretada remera, que me daba la imagen de una ninja (que ciertamente habría avergonzado a Ethan), y conduje hasta el Lado Oeste hasta la casa de mi abuelo.
Desdichadamente, hasta para la luchadora-feliz Merit tenía miedo al rechazo, así que estuve parada frente a su estrecha puerta, incapaz de obligarme a mi misma a golpear, cuando la puerta se abrió con un chirrido. Mi abuelo miró hacia fuera a través de la puerta de aluminio. “No ibas a venir a hablar con tu abuelo?”
Lágrimas-de duda, de alivio, de amor-inmediatamente brotaron fuera. Me encogí avergonzada.
“Ah, jeez, pequeña. No empieces con eso.” Él empujó la puerta para abrirla, manteniéndola abierta con sus pies, y con los brazos abiertos. Me moví hacia ellos, y lo apreté en un fuerte abrazo.
Tosió. “Tranquila ahora. Tienes un poquito más de fuerza en esos músculos desde la última vez que hiciste esto.”
Lo liberé y limpié las lágrimas de mi cara. “Perdóname, abuelo.”
Sostuvo mi cara con sus manos de oso y besó mi frente. “No te preocupes. Entra.” Me moví dentro de la casa y oí el cierre de la puerta detrás de mí.
La casa de mi abuelo-una de las casas-no había cambiado en todos los años que la recordaba. El mobiliario era simple y hogareño, las paredes adornadas con fotografías familiares de mis tías y tíos- el hermano de mi padre, sus dos hermanas y sus familias. Mi tío y tías habían soportado su educación con significativa más gracia que mi propio padre, y yo envidiaba la simple relación con sus hijos y mi abuelo. Ninguna familia era perfecta, lo sabía, pero yo había tenido que vivir una farsa por la escala-social de mis padres todos los días.

“Toma asiento, cariño. Quieres galletas? Tengo Oreos.”
Le sonreí y me senté el sofá floreado. “No, gracias abuelo. Estoy bien.”
Él se sentó en un asiento reclinable, y se inclinó hacia delante, con sus codos sobre las rodillas. “Tu padre me llamó cuando la Casa lo llamó a él.” Él se detuvo. “Fuiste atacada? Mordida?”
Asentí.
Él me miró. “Y todo está bien ahora? Tú estás bien?”
“Eso creo. Quiero decir, me siento bien. Me siento igual, excepto por la parte vampírica.”
Él se rió bajito, pero su expresión se serenó rápidamente. “Sabes sobre el ataque de Jennifer Porter? Eso fue parecido a tu ataque?”
Asentí nuevamente. “Mallory y yo vimos la conferencia de prensa en la televisión.”
“Seguro, seguro.” Mi abuelo comenzó a hablar, pero pareció que lo pensó mejor. Estuvo en silencio por un momento, el tictac del reloj de pared era el único sonido en la casa.
Al final levantó sus ojos preocupados hasta los míos. “Tu padre pidió que la policía no se involucrara en tu ataque. Pero tu nombre estaba en el diario, así que la ciudad sabrá que fuiste cambiada. Que eres vampiro ahora.”
“Lo sé,” le dije. “Ya he recibido llamadas de los reporteros.”
Mi abuelo asintió. “Seguramente. Habría esperado eso dado la notoriedad de su padre. Francamente, Merit, no esconderé una investigación policíaca, no para crímenes de esta magnitud. No puedo en mi buena conciencia hacer eso, no cuando un asesino sigue suelto ahí fuera. Pero yo tengo bastante tirón para guardar la naturaleza de tu transición bajo las envolturas, pero para un pocos detectives selectos. Si podemos limitar el acceso a esa información, mantenerla en una básica base de datos, no serás llamada cómo la víctima potencial del asesino.
Podemos impedir que la prensa se entere sobre eso, y podrás aprender a vivir como un vampiro, no sólo una víctima de ataque. Okay?”
Asentí, lágrimas empezaron a mojar nuevamente. Dí lo que quieras sobre mi padre, pero yo amaba a este hombre.
“Ahora que está dicho, como no voy a pasearte por un departamento de oficinas, seguimos necesitando una entrevista oficial para la grabación.” Puso una mano sobre mi rodilla. “Así que, porqué no me dices lo que sucedió con tus palabras?”
Mi abuelo, el policía.
Le dí el cuento entero, desde mi paseo a través del campus, hasta mi conversación con Ethan, Luc y Malik, incluyendo su Rouge-vampiro hipótesis.
Él público en general no sabía sobre la existencia de los Rogues, pero yo no le iba a ocultar ese echo a mi abuelo. Cuando terminé, él hizo preguntas consideradas- esenciales, haciéndome revivir los enteros cinco días nuevamente, pero esta vez sacando los detalles, que Ethan, Luc, y Malik no habían discutido, como el hecho de que el asaltador achicó al ver Ethan, aparentemente consciente de quién él era e involuntario para arriesgarse a una uno-en-uno confrontación. Cuando habíamos caminado por los eventos por segunda vez, el se retiró hacia atrás en su reclinadora y se rascó el poco pelo en su cabeza. Para todo su mente estaba impecablemente afilada, él lucía mucho más el abuelo-en una camisa de franela, pantalones a cuadros, calzado cómodo. Se sentó derecho nuevamente, con los codos en sus rodillas. “Así que la gente de Cadogan concluyó que la muerte de Porter está conectada con tu ataque?”
“Yo pienso que ellos desean considerarlo como una posibilidad.”
Después de cabecear pensativamente, el Abuelo se levantó y desapareció en la cocina. Cuando él volvió, había un archivo de manila en su mano. Se sentó, y lo abrió, luego sacó algunos documentos.
“Veintisiete años, blanca, femenina. Educada en un colegio. Morena. Ojos azules. Complexión delgada. Ella fue atacada justo después del anochecer, paseando a su perro por el Park Grant.
Su sangre fue drenada, y murió.” Sus pálidos ojos azules, que combinaban con los míos, me miraron intensamente. “Hay similitudes innegables.”
Asentí, no asustada de que el abuelo estuviera de acuerdo con la conclusión de Ethan. Pero lo que era peor, el primer vampiro probablemente había querido matarme. Lo que significaba que yo tendría que haber sido la segunda víctima y yo habría estado-muerta por desangración en el medio del campus-si Ethan no hubiera triunfado.
Yo realmente le debía a Ethan por salvar mi vida.
Y realmente no quería deberle nada a Ethan.
Mi abuelo extendió la mano y dio golpecitos a mi rodilla con su mano grande. “Creo saber que es lo que estás pensando.”
Yo fruncí el entrecejo y pasé una uña contra el tejido nudoso del sofá. “Estoy viva. Y realmente le tendría que agradecer a Ethan Sullivan por eso, lo cual es... perturbador.” Miré hacia mi abuelo.
“Alguien me estaba cazando. Porque luzco como Jennifer Porter? Si es así, porque lanzar un ladrillo a través de mi ventana? Este hombre me quería muerta, capaz que para él mismo, quizá en el beneficio de alguien más. Y sigue ahí afuera.” Sacudí mi cabeza.
“Los vampiros saliendo del closet fue lo suficientemente malo. La ciudad no estará preparada para esto.”
Dio golpecitos a mi mano de nuevo, luego se levantó de su silla y agarró su chaqueta para ponerla sobre su brazo.
“Merit, demos un paseo en auto.”
Mi abuelo, el hombre que cuidó de mí mucho más que mi niñez, anunció a mi familia cuatro años atrás, siguiendo la muerte de mi abuela, que estaba tomando su retiro parcial. Le dijo a mi despreciable padre que se retiraría de las calles, y en vez de eso se iría a un escritorio en el Departamento, a la División de Detectives, para ayudar a los activos detectives con los homicidios no resueltos.



Pero mientras conducíamos en su gigante Oldsmobile-con tapicería roja-el confesó que no nos había dicho la verdad sobre su rol en el departamento de policía de Chicago. Él seguía trabajando para la ciudad, pero en una total diferente capacidad.
Cuando los vampiros salieron del closet hace ocho meses atrás, mi abuelo no estaba sorprendido.
“Chicago ha tenido vampiros por más de un siglo.” Dijo, mientras manejaba por las oscuras calles de la ciudad.
“La Navarre ha estado aquí antes del fuego. Claro, la administración no ha estado todo ese tiempo, sólo unas pocas décadas. Pero igual, las autoridades sabían sobre ustedes. No hay muchos en la escala superior que no lo supieran.” Ojos en la ruta, el se inclinó ligeramente.
“De echo, La señora de O’Leary no tuvo nada que ver con esto.”
“Todo este tiempo y nadie pensó en decirle a la ciudad que los vampiros vivían con ellos? Todo este tiempo y ninguna filtración? En Chicago? Eso es bastante impresivo”
Mi abuelo se rió por lo bajo. “Si piensas que eso es impresivo, amarás esto. Los vampiros ni siquiera son la punta del iceberg sobrenatural. Cambiadores de forma, demonios, ninfas, hadas, trolls. La Ciudad del Viento tiene bastantes entradas en el libro de invitados. Y ahí es donde entro yo.”
Lo miré, con las cejas levantadas. “Qué quieres decir con que ahí es donde entras tu?”
Mi abuelo comenzó a hablar, pero se detuvo a sí mismo. “Déjame comenzar desde el principio.”
Asentí.
“Todos estos contingentes supernaturales-ellos también tienen disputas.
Drama entre las Casas, direcciones de hadas, disputas con los límites del Río entre las ninfas.”
“Como, el río Chicago?”
Mi abuelo volteó el auto dentro de una tranquila calle residencial.
“Cómo crees que vuelven el río verde para San Patricio?”
“Asumí que era tinta.”
Enfurruñó un sonido sardónico. “Como si fuera tan fácil. Una larga historia, las ninfas controlan las ramificaciones y los canales. Si tienes que hacer algo con el Río las llamas a ellas primero.” Levantó una mano. “Tú vez, estas no son disputas pequeñas e insignificantes robos. Estos son serios problemas-problemas para lo que la mayoría de los hombres de uniformes azules no reciben entrenamiento, experiencia, para resolverlos.
Bueno, el Alcalde Tate quería una manera para disolver estos problemas, por eso hizo una locación central, una sola oficina.
Gente que pudiera manejar estas disputas, ocuparse de estas cosas antes que pudieran afectar al resto de la ciudad. Así que cuatro años atrás, él creó la oficina de los Ombudsman.”
Asentí, recordando la referencia de Ethan. “Ethan mencionó eso, dijo algo sobre que Mallory debía hablar con el Ombud. Ellos piensan que ella tiene magia. Que es una bruja o algo.”
Abuelo hizo un sonido de interés. “No lo digas. Catcher estará interesado de oír eso.”
“Catcher?” Pregunté. “Es el Ombudsman?”
Mi abuelo se rió. “No, pequeña niña. Yo lo soy.”
Me congelé, viré mi cabeza y lo miré. “Qué?”
“El Alcalde prefiere llamarme “contacto” entre las personas y las criaturas. Personalmente, creo que “contacto” es una estúpida palabra burocrática. Pero el Alcalde me pidió que le sirviera, y yo acepté. Debo admitirlo-nunca me encontré con ningún vampiro ni nada de eso, y yo estaba curioso de conocer a esas gentes.
Amo esta ciudad Merit, y no me importa asegurarme que todos tengan un trato justo.”
Sacudí mi cabeza. “No tengo duda de eso, pero no sé que decir del resto de esto. Tu estabas retirado abuelo. Nos dijiste-me dijiste-que estabas retirado.”




“Traté de retirarme” dijo. “Hasta traté una temporada en el cajón de evidencias, un trabajo de escritorio. Pero fui un policía por treinta años. No podía hacer eso. No estaba listo para abandonarlo. Policías tienen muchas habilidades Merit. Mediamos. Resolvemos problemas. Investigamos.” Él se encogió de hombros. “Sólo que ahora lo hago para gente más complicada. Empecé en un escritorio en el City hall, y ahora tengo mi propio staff.”
Él explicó que había contratado a cuatro personas. La primera era Marjorie, su secretaria, una señora de cincuenta años, quién había luchado una dura batalla por veinticinco años de teléfonos en una ciudad con muchísimos crímenes.
El segundo fue Jeff Christopher, un prodigio de computación de veintiún años de edad, se convirtió en un camaleón, por una figura no identificada todavía. El tercero era Catcher Bell. Catcher tenía veintinueve años, y como decía mi abuelo, seco. Advirtió mi abuelo: “Él es lindo, pero es astuto. Mejor evitarlo.
“Esos son sólo tres,” apunté cuando mi abuelo se detuvo.
Silencio, luego, “Hay un vampiro. De una Casa, pero sus colegas no saben que trabaja para mí. Él evita la oficina solamente que sea absolutamente necesario. Ellos hacen el trabajo de terreno,” mi abuelo continúo, “lo único que debo hacer es entrar en juego y aparentar ser un chico bueno.” Dudé que estuviera tan poco involucrado, pero-especialmente en contraste con mi padre- la humildad era refrescante. “No creerás esto, dijo en una grave risita “pero no tengo tanta energía como solía tener.”
“No!” Exclamé, fingiendo shock, él rió en respuesta. “No puedo creer que nos hayas estado ocultando esto. No puedo creer que hayas estado jugando con magia por cuatro años no me hayas dicho. A mí! La chica que escribió sobre el Rey Arturo para ganar dinero.”
Él golpeó mi mano. “No era a ti a quién estaba tratando de ocultar la información.”
Asentí comprensivamente. El descubrimiento de mi padre del secreto de mi abuelo podría conducir a dos resultados: el arreglo del incendio de mi abuelo, o tratar de manipular a mi abuelo para acercarse al Alcalde. Así de maquinador era mi padre.
“Todavía,” dije, mirando fuera de la ventana, mirando pasar la ciudad, “podrías haberme dicho.”
“Si te hace sentir mejor, soy ahora tu Ombudsman. Y te estoy llevando a nuestro cuartel secreto.”
Miré sobre él, tratando de ocultar sin éxito una sonrisa. “Secreto, huh?”
Él asintió, oficialmente.
“Bueno, entonces,” dije. “Eso hace toda una diferencia.”
La oficina del Ombudsman era un bajo, edificio de ladrillo, que estaba ubicado al final de una tranquila cuadra de un barrio de media clase, en el lado Sur de la ciudad. Las casas eran modestas, bien cuidadas, el terreno que las rodeaba estaba cercado con rejas. Mi abuelo estacionó el Olds sobre el borde, y lo seguí hasta un estrecho camino. Él taladró los botones en un teclado pequeño de la alarma en la pared al lado de la puerta, entonces abrió la puerta delantera con una llave. El interior del edificio era igualmente modesto,y lucía como si no lo hubieran modernizado desde finales de los 60s. Había mucho naranja. Mucho naranja.
“Ellos trabajan tarde,” Noté, el interior estaba bien iluminado, a pesar de la hora.
“Criaturas de la noche sirviendo a criaturas de la noche.”
“Deberías poner eso en tu tarjeta de negocio,” sugerí.
Pasamos el área de recepción y llegamos a un vestíbulo central, luego entramos a la habitación de la derecha.
El cuarto alojó cuatro escritorios de metal que se pusieron intercalados, dos juego del parte de atrás-a-parte de atrás fuera enfrentando las paredes.
Las paredes delanteras y las traseras estaban cubiertas por gabinetes de gris metal. Posters alineados en las paredes blancas, la mayoría vistosos, algunas mujeres con pelo fluido.
Las pinturas lucían como si fueran partes de series: cada una destacaba una mujer diferente usando un apretado atuendo, pero los diferentes “vestidos” estaban hechos en diferentes colores, como lo eran los banderines que ellas sostenían en sus manos. Una mujer era rubia con un vestido azul, ella tenía un banderín que decía “La Isla del Ganso.” Una segunda tenía en el cabello oscuro y largo, y estaba vestida de rojo. Su banderín decía “La Rama del Norte.” Éstas conjeturé eran algunas de las ninfas del Río Chicago.
“Jeff. Catcher.”
Con la voz de mi abuelo, los hombres que estaban sentados en dos escritorios nos miraron dejando su trabajo. Jeff lucía exactamente como un prodigio de computación de veintiún años de edad. Él tenía la cara fresca, era alto, un hombre larguirucho, con pelo marrón sedoso. Usaba pantalones, y una camisa blanca, desabotonada en la parte superior, las mangas arrolladas hasta la mitad, mostrando sus delgados brazos, largos dedos posados sobre un teclado.
Catcher lucía como un exmilitar-cuerpo musculoso, con una camiseta verde oliva, que decía “Público, enemigo número uno.” Y jeans. Su cabeza estaba rapada, sus ojos eran verde pálido, sus labios llenos y sensuales. Si no hubiera sido para la mirada de fastidio en su cara, yo habría dicho que él era increíblemente sexy. Como él era, él apenas parecía enfadado. Extensamente amarre, de hecho.
Jeff sonrió abiertamente alegremente a mi abuelo. "Hey Chuck, quién es ella?”
Mi abuelo puso una mano en mi espalda y me hizo entrar más en la habitación. “Ésta es mi nieta, Merit”
Los ojos azules de Jeff pestañearon, “Merit Merit?”
“Sólo Merit,” dije, y extendí la mano. “Es un gusto conocerte Jeff.”
En vez de tomar mi mano para estrecharla, se la quedó mirando para luego mirarme a mí. “Querés sacudir la mano? Conmigo?”
Confundida, miré a mi abuelo, pero antes que pudiera responder, Catcher, echó una mirada a un libro antiguo enfrente a él y dijo, “Es porque tú eres un vampiro. Y los camaleones y los vampiros no son exactamente amigos.”
Esas eran nuevas noticias para mí. Pero luego, hacía veinte minutos no tenía idea de su existencia y los supernaturales ciudadanos de Chicago. “Por qué no?”
Catcher usó dos dedos para voltear una página amarillenta. “No son ustedes los que se suponen deberían saberlo?”
“Llevo siendo un vampiro por tres días. No estoy realmente enterada de los matices políticos. Ni siquiera he tomado sangre todavía.”
Los ojos de Jeff se ensancharon. “No has tomado sangre todavía? No se supone que tienen una loca sed luego de convertirse? No deberías estar, tu sabes, buscando víctimas para aliviar tú sed deseosa de sangre?” Su mirada hizo un desvío rápido al estiramiento de la camiseta por mi pecho; me sonrío y movió un poco de cabello marrón. “Soy O neg completamente saludable, si eso importa.”
Traté de no sonreír, pero su entusiasmo encima de mi pecho notablemente un-lozano estaba haciéndolo simpático. “No, no importa, pero gracias por la oferta. Lo tendré en mente cuando me golpeé la sed.” Miré alrededor por una silla,
Encuentre un aguacate la monstruosidad verde detrás de uno de los dos escritorios de metal vacíos, y me hundí en él. “Dime más sobre esta rara animosidad con los vampiros.”
Jeff se encogió de hombros negligente y volvió a ocuparse de un animal con forma de pulpo en su escritorio.
Un zumbido sonó y mi abuelo sacó un celular de su bolsillo, miró la pantalla, y luego a mí. “Necesito tomar esta llamada. Catcher y Jeff se encargaran de ti.” Él miró a Catcher. “Ella es confiable, y es mía. Puede saber todo lo que no esté marcado como Nivel Uno.”
Sonrió y cabeceó, él se volvió y desapareció a través de la puerta. No tenía idea que era el Nivel Uno, pero estaba bastante segura que era el tipo de cosa que no quería saber.

O era el tipo de cosa que me asustaría, por lo tanto no era buena idea apretar el punto hoy.
“Ahora podes conseguir la exclusiva real," dijo Jeff con una sonrisa. Catcher bufó y cerró su libro, luego se inclinó hacia atrás en su silla y unió sus manos detrás de la cabeza.
“Conociste a algún vampiro? Además de Sullivan, quiero decir.”
Me quedé mirándolo. “Cómo sabes-“
“Tu nombre estaba en el periódico. Eres un vampiro Cadogan, lo que quiere decir que eres vampiro de Sullivan-“
Mi piel picó. “No soy el vampiro de Sullivan-“
Pero Catcher ondeó su mano. “Bebé, ese no es el punto. El punto es que estoy adivinando por ese tono cerdoso que entiendes al menos lo básico de la política vampírica, que tu gente y yo utilizamos esos términos patéticos, que son un poco particulares.”
Le dí una sonrisa ladina. “Ya he conseguido ese sentido, yeah.”
“Bueno, los cambiadores de forma no. ellos son felices. Ellos son gente; luego son animales; luego gente de nuevo. Porque no estar felices con eso? Ellos viven con sus amigos. Ellos beben. Manejan sus Harleys. Festejan en Alaska. Tienen sexo caliente cambiante.”
Con esa revelación Jeff levantó sus cejas hacia mí, con una invitación en sus ojos. Miré abajo con una mueca y sacudí mi cabeza severamente en contestación.
Aparentemente desenfadado, se encogió de hombros y se volteó hacia su computadora.
Felizmente.
“Vampiros, por otro lado,” Catcher continuó, “juegan ajedrez con el mundo. Dejamos saber a la gente sobre nosotros, o no debemos? Somos amigos de esta Casa o de esta otra? Mordemos gente, o no mordemos a la gente? Eek!” Él mordió dramáticamente abajo en un dedo corvo.
“Espera,” dije, levantando una mano, recordando algo que había dicho Ethan sobre los vampiros Cadogan. “Para ahí. ¿Cuál es la historia sobre la mordida?”

Catcher rascó su cabeza de manera ausente. “Bueno, Merit, mucho, mucho tiempo atrás-“
“En un continente muy muy lejano,” Jeff continúo.
Catcher rió, el sonido bajo y sensual. “Volvamos cuando Europa comenzó a molestarse por los vampiros. Deducido que las estacas de álamo y luz del sol era el tratamiento mejor para una superabundancia de vampiros, sacó la mayoría de la población colmilluda de Europa. Larga historia corta, vampiros eventualmente formados por el precursor de la presidencia de Greenwich, quien hizo que los sobrevivientes tomaran un juramento de nunca volver a morder a un humano que no lo deseara.” Él hizo una mueca. “En vez de eso, en verdad, manipuló la forma vampírica, ellos encontraron gente que podría ser chantajeadas, sobornadas, cualquier cosa en darlo gratuitamente.”
“Por qué comprar la vaca?” Pregunté.
Él asintió aprobando. “Precisamente. Cuando la tecnología se desarrolló para preservar la sangre, para empaquetarla, la mayoría de los vampiros se alejaron de los humanos. La inmortalidad hace largas memorias, y algunas casas pensaron que estarían más seguros si cortaban contacto con los humanos casi completamente, aferrados en la sangre empaquetada, o compartiendo sangre entre ellos.” Con mi levantamiento de cejas él agregó, “Eso pasa. Los vampiros biológicamente necesitan nueva sangre, nuevos fluidos, no es precisamente fuente de nutrición. Pero pasa-a veces ritualmente, a veces para pasarse fuerza.”
La aclaración de garganta de Jeff llenó la breve pausa en la explicación de Catcher. “Y está la otra cosa,” apuntó, con rubor en sus mejillas. Catcher rodó sus ojos. “Y algunos vampiros encuentran eso... un sensual componente en compartir.”
Sentí un calor pasando por mis propias mejillas y asentí estudiosamente, tratando de no pensar en los detalles del acto- o en ningún vampiro de ojos verdes perteneciendo a él.

“De todas maneras,” Catcher continuó, “como algunas veces cambia, algunas Casas, Cadogan incluida, da a los miembros la opción.”
“De beber o no,” Jeff aclaró.
“Esa era la pregunta,” Catcher acordó. “Algunos vampiros piensan que los humanos son sucios y morderlos es retroceder también. Cadogan no. No hacerlo en secreto no lo hace mejor.
“Raves,” Jeff dijo, con un asentimiento.
“Qué son raves?” Pregunté, inclinándome hacia delante, ávido de recoger tanta información como ellos estaban deseosos de pasarme.
Catcher sacudió su cabeza. “Nos guardaremos ese sórdido pequeño capítulo para otra vez.”
“Okay, luego qué sobre los vampiros siendo particulares?”
“Vampiros piensan que sus políticas, las estupideces de las Casas, son el mayor problema en el mundo. Ellos piensan que sobre pasa la preocupación humana, hambruna del mundo, lo que sea.
Y mucha gente supernatural está de acuerdo. Vampiros son predadores, alfa depredadores, a donde los vampiros van, muchos de ellos los siguen.”
“Ellos?”
“Tu sabes-súper. Supernaturales,” él agregó irritadamente, por mi expresión confundida. “Digo, ángeles, demonios,
Sus hechiceros más pesados, ellos prestan la atención a las Casas. Quién está atornillando quién, quién esta aliado con quién, toda esa porquería. Cambiadores de forma, por otra parte, pueden cambiar. Ellos simplemente pueden tirarse atrás.
“Y nosotros somos muy neuróticos?”
Catcher sonrió. “Ahora estás tomando la idea. Vampiros no aprecian que los cambiadores sean indiferentes sobre sus problemas. Los vampiros quieren alianzas. Ellos colectan amigos de los que puedan depender. Especialmente los más viejos que recuerdan los Acercamientos Europeos. La próxima vez que estés en la Casa Cadogan fíjate en los símbolos de la puerta principal. Esos son la insignia de la alianza; ellos muestran con quién Ethan está aliado.
Realmente, ellos son auxiliares en caso de que molesten a los humanos u otras Casas deciden que Cadogan está bebiendo, es un poco demasiado arriesgado.
Y debido a que los cambiadores no juegan ese tipo de juegos-Keene nunca pondría una insignia sobre la puerta de Ethan Sullivan-los vampiros los ignoran.” Catcher suspiró. "Hay también rumores que los cambiadores tenían la oportunidad para caminar durante el Segundo Aclaramiento, pero escogió no actuar, no involucrarse.”
“Ni para salvar vidas?” Pregunté. Catcher asintió pesadamente, con su expresión tirante, y su mirada en Jeff, quién parecía estar trabajando e ignorando la dirección de la conversación.
“Ya veo. Y quién es Keene?”
“Mí líder,” Jeff ofreció, mirando sobre la pantalla con una expresión brillante.
“Gabriel Keene, el ápice del Central norteamericano. Él vive en Memphis.”
“Huh.” Me paré y pase del final de la habitación al otro extremo, y luego de nuevo. El banquete de información que él me ofreció-necesitaba ser digerido.
“Huh.”
“Verbal, este uno.” Catcher dijo. Luego rápidamente agregó. “Jeff quita tu mirada de su trasero.”
Hubo una aclaración de garganta detrás de mí antes de que empezara a teclear nuevamente.
Esto era mucho más complicado de lo que había imaginado. Concedido antes del cambio, no había pensado mucho sobre vampiros. Las pocas cosas que había pensado-especialmente después de mirar a Celina Desaulniers seduciendo a su manera a través del Congreso- no era halagador.
Y lo poco que había pensado desde la transformación-Bueno, involucraba mucho Ethan Sullivan y muy poco nada más.

“Me encantaría saber que estás pensando en este momento, bebé.”
Miré alrededor, vi a Catcher sonriendo concienzudo, con las cejas levantadas esperando una respuesta. Sentí el rubor desde las raíces de mi cabello, pero moví una mano negligente. “No-Nada. Sólo pensando.”
Su “Uh-huh” no sonó convincente, así que cambié las tablas.
“En dónde cabes en todo esto?”
no hubo respuesta hasta que, abruptamente, Catcher empezó a pasar por las páginas de su libro nuevamente. Esa fue suficiente respuesta, pensé.
Mi abuelo, volvió a la oficina, y desde que Catcher ya no estaba transmitiendo, tomó su lugar, dando los hechos básicos a su tripulación en los recientes eventos pertinentes en mi vida-el mordisco, la amenaza, el reto. Cuando les dio la réplica entera a Jeff y Catcher, él me puso al día en la investigación de la muerte de Jennifer Porter. Como una víctima potencial-y los tres estuvieron de acuerdo en que yo seguía en la línea de la lista-él pensó que era importante mantenerme informada.
Desafortunadamente, una falta de comunicación estaba parada en el camino de progreso en la investigación.
Aunque los vampiros de la Navarre prometieron trabajar con el departamento de policía de Chicago para resolver el crimen, ellos habían sido “apretados de labios” sobre sus descubrimientos, si tenían alguno.
Las conexiones vampíricas de mi abuelo ayudaban a rellenar varios espacios en blanco, pero en las palabras en Catcher, los vampiros eran hombres alistados, no-funcionario, entonces su acceso a la información era limitado. Además, los vampiros se etiquetaban como traidores de su casa, así que lo reportaban al Ombud, no al departamento de policía.
Eso quiere decir que la información que había descubierto había pasado a través de canales.
E incluso cuando encontró su manera al escritorio de un investigador, el departamento de policía de detectives todavía sospechaba. Policías estaban enseñados antiguamente, ellos no confiaban en la información dada por fuentes sobrenaturales.
Hasta los treinta y cuatro años de servicio de mi abuelo no lo inmunizaron de los prejuicios.
Muchos de los policías que trabajaron con él, que sirvieron con él, pensaban que andaba con raros.
Más importante, toda la comunicación en el mundo no podría ayudar en el hecho que la única evidencia que recuperó en la muerte de Porter era la medalla de Cadogan. Los detectives no encontraron ninguna otra evidencia física, ni testigos, y hasta la medalla estaba limpia de huellas dactilares.
Desdichadamente, con muy poco con lo que continuar, y muchos prejuicios en su favor, el departamento de policía no podían ignorar a la Casa Cadogan como la fuente de sus sospechas.
Cuando nosotros habíamos revisado todo eso, estaba sentada en uno de los escritorios vacíos, golpeando un lápiz ausente en éste. Miré hacia arriba, y encontré los ojos de Catcher. “Estamos de acuerdo en que él no lo hizo?” Asumí que no tenía que especificar quién era “él”.
“Él no lo hizo,” fue la respuesta inmediata de Catcher. “Pero eso no quiere decir que alguien de la Casa Cadogan no haya estado involucrado.”
Sobre en el escritorio, puse mi barbilla en mi mano, frunciéndole el ceño.
“Él dijo que estaba entrevistando a los vampiros que vivían en la Casa Cadogan. No pensó en que los vampiros Cadogan estuvieran involucrados.”
“Catcher no dijo vampiro de la Casa Cadogan,” mi abuelo aclaró. “Él dijo alguien en la Casa Cadogan. Sabemos que una medalla fue tomada de Cadogan. La Casa probablemente tenga medallas extras en caso que vampiros de otras Casa abandone o un colgante se pierda. Y la Alabanza está surgiendo. Ahí es cuando las medallas son entregadas a los nuevos vampiros. Ellos están ahí.”


“Y para ser tomadas,” Jeff apuntó.
Catcher se paró y desperezó, su camiseta se levantó, revelando un tatuaje redondo en su estómago. Catcher era seco, pero un poco delicioso.
“Los vampiros salen de su Casa,” él dijo, dejando caer sus brazos.
“Y algunas veces llevan a sus citas a su hogar. Si las medallas no estuvieran propiamente aseguradas, cualquiera de los visitantes podría haber robado uno. Y si Sullivan no fuera semejante endemoniado asno firme, él consideraría eso.”
“Ustedes dos no se llevan bien?” Pregunté.
Catcher se rió y se sentó nuevamente en su escritorio, la silla rechinó bajo él cuando lo hizo. “Oh, nos llevamos bien. Sullivan y yo nos llevamos a nuestra manera.”
“Y cómo es eso?”
Él sacudió su cabeza. “No tenemos tiempo para esa historia esta noche. Bastante para decir”-se detuvo pensativamente-“Sullivan aprecia mis talentos únicos.”
“Cuáles son?”
Catcher rió gravemente. “Nunca en una primera cita, sol.”
Él pasó una mano por su cabeza y volvió a abrir su libro. “Qué Sullivan y yo seamos amigos no quiere decir que no sea un tirante asno. Y eso no quiere decir que él esté deseoso de admitir que está equivocado.”
Esa había sido la declaración más exacta que había oído en días, reí sonoramente. “Oh, yeah,” dije, con mi corazón latiendo. “Eso me corrige directamente aquí. Ethan dijo algo sobre los vampiros Rogue estando involucrados.” Ofrecí. “Pero no suena cómo que ellos pudieran entrar a la Casa. Quiero decir, la seguridad parece ser muy tirante.”
“Los Rogues son una teoría,” el abuelo dijo. “Y la hemos pasado a lo largo del departamento.”
“Así que ese es tu rol en esto? Pregunté. “Pasar la información?”
“No somos investigadores,” confirmó el abuelo. “Esta oficina trabaja más cómo una corporación diplomática. Pero desde que nuestro vampiro no habla con los policías, tenemos información que los policías no tienen. El alcalde dijo que nos pasáramos la información, así que lo hacemos.”
“Y para ser sinceros,” añadió Catcher, “tú y tu pequeña hechicera están involucradas ahora, eso nos da un incentivo para prestar atención y para conseguir resolver esto-y al psicópata de las calles-más temprano que tarde.”
Levanté una ceja, preguntándome cuánto sabría él sobra la identidad secreta de Mallory, pero él miró lejos.
Sullivan, adiviné, habría hecho una llamada.
Mi abuelo puso una mano en mi hombro. Habían bolsas bajo sus ojos que eran lo único que reconocía, y me sentí culpable por haber esperado tanto para hablar con él, por preocuparlo innecesariamente, aún sabiendo que no era yo, era el asesino perdido, que ponía preocupación en sus ojos ahora.
“Eso es todo lo que tenemos,” mi abuelo dijo. “Sé que eso no es muy satisfactorio, no cuando has sido una víctima. Cuando tu vida se ha volteado al revés.”
Apreté su mano, apreciando su valoración. “Cualquier cosa ayuda,” le dije, encontrando sus ojos para que pudiera ver mi apreciación. “Ayuda.”
Luego de una ronda de adioses, Abuelo caminó conmigo para esperar mi taxi. Él miró hacia el edificio, luego me guió hasta un banco de madera que estaba situado en el pulcro césped de la esquina del lugar.
“Todavía no puedo creer que estés involucrada en todo esto,” me dijo él.
“Hay muchas cosas pasando en la ciudad, y las personas piensan que los vampiros son la suma total de eso.” Lo miré, con preocupación en mi mirada. “Y tú estás justo en las líneas frontales.”
El abuelo se rió entre dientes melancólicamente. “Esperemos que no llegue a las líneas frontales. Han sido ocho meses. Seguro, las cosas han sido un poco rocosas al principio, pero han estado estables por meses ahora. No diré que los humanos han aceptado a los vampiros, pero parece haber un tipo de . . . curiosidad.”
Él suspiró. “O estamos en el ojo del huracán. La calma viene antes del escándalo, del caos. Y no hay forma de que haya un balance de poder. Como Catcher estaba diciendo, muchos toman la superioridad de los vampiros por sentado. Ellos los ven-y a ti” corrigió, mirándome sobre sus gafas, un movimiento típico de mi padre, hizo que mi corazón golpeara nerviosamente, “como alfa depredadores. Las personas tienden a seguir a los vampiros por eso. Pero esa lealtad, si lo quieres llamar así, es condicionada por los vampiros que se quedaron fuera de foco. Manteniéndose bajo el radar, manteniendo los ojos humanos fuera del mundo supernatural. Ellos nunca han tenido PR bueno, los vampiros. Y has visto esos posters de ninfas ahí dentro?”
Asentí.
“Quién es decir, si las ninfas tuvieran la intención de controlar Chicago, ellas no pudieran?” Él rió. “Ellas tienen una gran facilidad para hacer que la población masculina las siga. Aunque los cambiadores de forma son probablemente el único grupo con el número y el poder para hacer que la nación se ponga en contra de los vampiros. Y no pienso que ellos estén interesados en eso, pero luego, estamos lidiando con desconocidos.” Él se encogió.
“La verdad es, Merit, esta es la primera excursión supernatural en la historia moderna, y pasa en la era post-Harry Potter. En la era post-El señor de los anillos. Los Humanos están más cómodos pensando sobre los hechos supernaturales, de lo que estaban en los días cuando las brujas y los vampiros eran quemados.
Por suerte, las cosas serán diferentes esta vez.”
Él se detuvo por un momento, dándonos la oportunidad de considerar esa posibilidad-la posibilidad que todos podemos, llevar bien.
Eso era mejor que imaginar el peor caso. Incendios. Inquisición-como procedimientos.
El tipo de multitud violenta que surge cuando la mayoría teme perder el poder, el desequilibrio de status.
Cuando mi abuelo comenzó a hablar de nuevo, su voz era más tranquila. Más solemne. Pesada, quizá.
“No hay un procedente. No hice treinta y cuatro en la fuerza para hacer suposiciones, así que no puedo saber que va a suceder, o si lo mal se convierte en peor, quién ganará. Así que mantendremos nuestros ojos y oídos abiertos, esperemos que sigan confiando en nosotros, y esperamos que el Alcalde intervenga si pasa eso.”
“Es un infierno de tiempo para haber sido cambiada en vampiro.” Suspiré. Él se rió alegremente-él sonido alejando la repentina melancolía-y golpeó mi rodilla. “Eso es, pequeña chica. Eso es.”
La puerta se abrió tras nuestro, y Catcher se paró afuera, sus botas golpeando en el pavimento. “Puedo tener un minuto?· Le preguntó a mi abuelo, inclinando su cabeza en mi dirección. El abuelo me miró pidiendo permiso, y yo asentí. Él se inclinó y besó mi frente, luego puso sus manos en las rodillas y se levantó.
“Te traje aquí porque quería que supieras que siempre tendrás un lugar seguro, Merit. Si necesitas ayuda o consejo, si tenés preguntas-lo que sea. Siempre podrás venir aquí. Sabemos con lo que estas tratando, y te ayudaremos siempre que podamos. Okay?”
Me paré y le dí un abrazo. “Gracias abuelo. Y siento haber tardado tanto en venir.”
Golpeó mi espalda. “No hay problema pequeña niña. Sabía que llamarías cuando tuvieras la chance y los términos.”
No pienso que estuviera pronta, pero no discutí ese punto.
“Dale algunas tarjetas,” Abuelo ordenó, luego de un rápido movimiento de manos. Y se arrastró dentro del edificio.
Catcher sacó un manojo de tarjetas de negocio de su bolsillo y me las entregó. Sólo tenían escrito un número de teléfono y una etiqueta “OMBUD.”
“Considérala una tarjeta de “Salida de la cárcel gratis”, Catcher explicó, luego se sentó en el banco de madera. Se desperezó, bajó los brazos y cruzó sus pies. “Así que retaste a Sullivan,” dijo finalmente.
“No a propósito. Fui a Cadogan para mostrarle la nota. Y estaba molesta por haber sido cambiada, pero no tenía la intención de discutir con él sobre eso.”
“Y qué paso?”
Me doblé hacia abajo y agarré un puñado de césped cubierto de rocío al lado del banco y lo lancé sobre el aire. “Ethan dijo algo ordinariamente posesivo y me encontró. Lo reté. Creo que la genética vampírica estaba un poco ansiosa de luchar de lo que yo estaba, pero él me ofreció un trato-liberarme de mis obligaciones con la Casa si obtenía golpearlo.”
Catcher me dio una mirada. “Supongo que no lo lograste.”
Sacudí mi cabeza. “Terminé tirada en el piso. Pero logré unos cuantos movimientos. Me manejé. Y él tampoco logró pegarme.
Él parecía sorprendido de que fuera fuerte, rápida.”
Catcher apagó una respiración mientras él cabeceó. “Si te manejaste con Sullivan, tus reflejos son mejores de lo que deberían ser para un bebé vampiro. Y eso significa Iniciada, que tendrás algunos poderes. ¿Qué sobre el olfato? Audición? Alguna mejora?”
Sacudí mi cabeza. “No mucho más que lo normal, solo cuando me enojo.”
Catcher pareció considerarlo, inclinando su cabeza para mirarme.
“Eso es. . . interesante. Puede ser que esos poderes no estén al descubierto todavía.”
Una motocicleta pasó por la oscura calle, y nos quedamos callados hasta que desapareció en la vuelta de la esquina.
“Si querés incrementar tu poder,” Catcher continuó, “cualquiera que sea tu poder, necesitarás entrenar. Los vampiros tienen sus propios métodos de trabajo-movimientos ofensivos, pautas defensivas. Necesitas aprenderlas.”
Habiendo vaciado el amargón de sus semillas, yo dejé caer el tallo vacío a la tierra.
“Si soy más fuerte, por qué necesito entrenar?”
“Vas a ser poderosa Merit, pero siempre va haber alguien más fuerte aún. Bueno al menos que seas Amit Patel, pero ese no es el punto. Confía en mí-van a haber unos cuantos vampiros que te quieran tomar. Tendrás retos de buenos y malos chicos.
Para mantenerte saludable, simplemente ser más fuerte o más rápida no será suficiente. Necesitas movimientos.” Se detuvo, y asintió. “Y hasta que el departamento de policía no resuelva el asesinato, servirá para que cuides de ti misma. Hará sentir mejor a Chuck, y si Chuck se siente mejor yo también lo haré.”
Sonreí, apreciando de que mi abuelo tuviera a Chuck tras su espalda. “Puede Jeff manejarse a si mismo?”
Catcher hizo un sonido sarcástico. “Jeff es un maldito cambiador. No necesita artes marciales para ir por el mundo.”
“Y tú, necesitas artes marciales?”
En vez de responder, levantó su mano en mi dirección. Una ráfaga de luz azul voló desde sus dedos, directo a mi cabeza. Inmediatamente, me tiré sobre el suelo, luego giré cuando tiró una segunda ráfaga. Con un chisporroteo eléctrico, la ráfaga envió una lluvia de chispas.
Dirigí mi mirada nuevamente al hombre sentado en el banco, murmurando una serie de maldiciones que podría haber puesto rojas hasta las orejas de mi abuelo. “Qué demonios eres tu?”
Catcher se paró y extendió una mano para ayudarme. La tomé y me puse nuevamente de pie. “No una persona.”
“Un brujo?”
Sus ojos se ensancharon peligrosamente. “Cómo me acabas de llamar?”
Obviamente lo ofendí, así que me arrepentí. “Um . . . Perdón. No estoy clara con esto de las . . . etiquetas.”
Me miró por un momento, luego asintió. “Aceptada. Es un gran insulto para alguien como yo.”
No le dije que los vampiros habían dicho la palabra con una casual facilidad. “Y qué es eso exactamente?”
“Yo soy-era-un cuarto clase hechicero, hábil en el menor y especializado en las Llaves mayores y menores.”
“Llaves?”

“Las divisiones de poder. De magia,” él agregó por mi mirada fija.
“Pero porque cagué la lista de la Orden-el apuntó hacia las palabras en su camiseta-“Yo me he excomulgado.”
“La Orden? Es eso una iglesia?”
“Más como una unión. Yo era miembro.” Aunque yo entendí las palabras que él usó, no tenía ningún contexto en que ponerlas, nada de lo que él había dicho, por lo que nada tuvo sentido. (Necesitaba un libro guía. Uno grande, pesado, ilustrado, etiquetado, con un índice de los raros de Chicago. Ellos hacían de esos?) pero la parte de la excomulgación era lo suficientemente claro. Así que me enfoqué en eso. “Eres un rogue mágico?”
Él se encogió. “Lo bastante cerca. Volvamos a ti, yo te entrenaré.”
“Por qué?” Miré al edificio, luego le di una mirada sospechosa. “Puedes disparar luces azules de tus manos, pero estás trabajando en un edificio venido a menos en el Lado Sur con mi abuelo. Entrenarme te alejará de tu trabajo-“ apunté a su camiseta-“y de cualquier otro negocio supernatural en el que estés. Además, no es ese el trabajo de los vampiros?”
“Sullivan lo aclarará.”
“Por qué?”
“Porque lo hará, ruidoso. Armas, objetos de poder, son la segunda Llave. Esa es mi bolsa, mi especialidad, Sullivan lo sabe.”
“Y por qué te importa quién me entrena?”
Catcher me miró por un largo tiempo, lo suficiente para que los grillos empezaran a chirrear alrededor de nosotros.
“Particularmente, porque Chuck me lo pidió. Y porque tienes algo de mí. Y el tiempo vendrá cuando lo tengas que proteger. Y necesito saber que estas lista para eso.”
Tomé mi propia pausa. “Es en serio?”
“Muy.”
Puse mis manos en los bolsillos, incliné mi cabeza hacia él.
“Qué estoy protegiendo?”
Catcher sacudió su cabeza. “No es tiempo para eso.”
No era “tiempo” para todas las cosas buenas, mi taxi giró por la esquina y paró frente a nosotros.
“Mañana a las ocho treinta,” Catcher dijo, luego me dio una dirección que supuse era del Río Norte. Caminé hacia el taxi y abrí la puerta trasera.
“Merit”
Miré hacia atrás.
“Ella necesita entrenamiento, mucho. Lo último que necesito es otra descaminada neófita alrededor con la menor Llave.”
Sullivan definitivamente hizo una llamada sobre Mallory. “Cómo sabes eso?” Le pregunté.
Catcher bufó. “Saber cosas es lo que hago.”
“Bueno, entonces, sabrás que ella no está tomando bien la nueva noticia. Quizá deberías llamarla.
Qué con los colmillos y asesinos en serie, estoy llena de drama supernatural por el momento.”
Él se sonrió, con sus dientes blancos resplandeciendo. “Bebé, tú eres un vampiro. Manéjalo.”
Mallory estaba dormida cuando llegue a casa, metida seguramente en su cama. Y cómo no iba a estar segura con un par de guardias armados fuera? Me dirigí directamente hacia el refrigerador. Las bolsas de sangre seguían sin ser apetecibles, así que agarré una manzana y me senté en la mesada de la cocina, revisando el periódico.
La página principal tenía una foto del Alcalde Tate, alto y oscuramente apuesto, debajo decía Alcalde Anuncia Nuevas Medidas Anticrímenes. Bufé, preguntándome que pensarían los lectores si supieran que las medidas anticrímenes eran tomadas en un pequeño edificio en el Lado Sur.
Después de mirar el periódico, miré el reloj. Eran las dos a.m., horas antes de irme a dormir. Estaba debatiendo sobre un baño caliente, cuando golpearon la puerta. Me dirigí al living, masticando la manzana en el camino, y miré por el agujero de la puerta. La nariz y el pelo eran distorsionados por en ángulo, pero no había duda que era un vampiro rubio, molesto, vestido en Arma ni. Destrabé la puerta y la abrí. “Buenas noches, Ethan.”


Su mirada inmediatamente bajó a la impresión ninja en mi pecho. Obtuve una ceja levantada por mi elección de moda-al menos, así fue como interpreté su disgusto-antes de que levantara unos flamantes ojos verdes a los míos.
“Piensas derrumbar mi Casa espiándonos?”
Anticipando la Pelea Número Dos, suspiré pero lo invité a entrar.

María Ahufinger  – (29 de mayo de 2009, 15:00)  

hoola!!

La verdad, es que quería pedirte un favor.

Verás, yo normalmente para hacer publicidad a un blog cojo la portada del libro, la siponsis, y la dirección del blog.

Pero resulta que ¡¡No tengo tiempo!!

Me acaban de arreglar el ordenador, y estoy de exámenes.

Y... bueno, mi pregunta va así ¿Me podrías pasar por mail las portadas de tus histórias y las sinopsis?

Me sabe fatal pedirtelo, porque normalmente nunca lo hago.

Pero si aceptadas y me lo mandaras, me arreglarías el día.

Mi mail es: maria93vlc@hotmail.es

Por favor, si puedes acepta.

¡¡Un besazo!!

Mar(II)etta*

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