Some Girls Bite- Capítulo 6

CAPÍTULO SEIS
SI A LA PRIMERA NO LE ACERTASTE,
CÁETE, UNA Y OTRA VEZ.

Estaba lloviendo cuando desperté a la noche siguiente, el cuarto día de mi nueva vida, atrapada debajo del viejo edredón que cubría mi cama. Me desperecé y levanté, para caminar hasta la ventana, corriendo hacia atrás la pesada cortina negra que mantenía lejos la luz del sol de mi cuerpo mientras dormía. La nochecita era gris, la ventana fría contra el toque de mi palma. Pesadas gotas de lluvia de verano golpeaban contra el vidrio. Serían las siete y algo, y la noche se estiró ante mí.
Tenía una sola cosa planeada-entrenar con Catcher, como habíamos dispuesto la noche anterior.
Me hice a mi misma parar de obsesionarme sobre el beso. Después de todo, debería estar emocionada hasta la muerte de que no había sido lo suficiente débil para decirle sí a la oferta de Ethan. Seguía siendo Merit, seguía siendo la amiga de Mallory, y seguía siendo la nieta de mi abuelo. Así que cuando me levanté, puse todo detrás de mí, y me enfoqué en la noche que me esperaba.
No estaba segura del código apropiado de ropa para mi primera noche de entrenamiento como Iniciada de la Casa Cadogan, especialmente dado el tiempo, así que opté por unas capris de yoga negras, una remera, unos zapatos de correr, y una chaqueta de vellón para resguardarme del frío. Cuando nos encontramos en la sala, Mallory se había quitado su traje de negocios y se había puesto unos jeans y una remera.
Ella unió su brazo con el mío, cuando estuvimos paradas en el porche, asintiendo a los guardias de la puerta antes de precipitarnos al garage.
Mallory abrió la puerta del garage y entramos dentro. “Estás lista para tu gran aventura de vampiro?”
“Estás lista para descubrir lo que sos?” Contesté.
“Honestamente, no estoy segura si saber es mejor que no saber.”
Hice un sonido de acuerdo, desbloqueé el auto, y me deslicé dentro. Mallory se unió después de que levanté el seguro de su puerta. El auto prendió en el primer intento-
No siempre había garantías con un automóvil casi más viejo que yo- y yo me la eché atrás cuidadosamente del garaje y hacia la calle.
“Puedes creer que estamos metidas en esto?” Preguntó. “Ni siquiera un mes atrás, nadie sabía de la existencia de los vampiros. Ahora estamos en medio de esto, tan profundo cómo pudiéramos. Y este Catcher. Él es qué?”
“Él dijo que era un hechicero de cuarto grado hasta que lo echaron de la Orden. No sé que es-“
“Es el cuerpo gobernante de los hechiceros,” Mallory interrumpió.
Deslicé una rápida mirada hacia ella. “Y tú sabes esto por qué?
“He hecho alguna tarea. Hice algunas llamadas.”
“Ya veo. Un hechicero de cuarto grado? Qué sería eso exactamente?”
“Lo más alto de la línea.”
No realmente sorprendente dadas las chispas que disparó. Un poco espeluznante, pero no sorprendente.
Cuando llegamos al distrito del almacén, nos encontramos estacionando frente al edificio de ladrillos llevando a la dirección que Catcher me había dado. El edificio era de cuatro pisos de alto y rodeado en la coma con ventanas cuadradas igualmente espaciadas, como una diadema de vidrio.
Una puerta roja sustancial estaba ubicada en el medio de la fachada.
Nosotros regateamos las gotas de lluvia para alcanzarla, luego la empujamos para abrirla, revelando un impresionante atrio que ocupaba todo lo alto del edificio. La habitación en sí misma estaba modelada como una T invertida, con un largo pasillo en el medio. Un escritorio de recepción de demilune vacío estaba en la juntura.
No teniendo instrucciones además de la hora y la dirección, le dí a Mallory una encogida de hombros, y nos aventuramos a través del pasillo. Puertas marcaban ambas paredes, pero allí no había señal de nuestro hechicero o de un gimnasio. Lejos de investigar cada puerta, nos sentiríamos demasiado Alicia en el país de las Maravillas, decidimos esperar y que alguien nos viniera a buscar. Debatimos si vendrían por la izquierda o la derecha.
“Lado izquierdo?” Ofrecí.
Mallory sacudió su cabeza. “Derecha. El perdedor compra la cena.”
“Hecho,” estuve de acuerdo, segundos muy pronto. Mallory acertó-una puerta se abrió del lado derecho, y la cabeza de Jeff se asomó por la puerta. Él me sonrió, ondeó, y ensanchó sus ojos cuando vio a Mallory.
“Trajiste magia,” dijo. Su voz un poco soñadora y nos hizo señas para que entráramos.
Mallory refunfuñó unas palabras selectas sobre "la magia," pero nosotras lo seguimos obedientemente. La habitación era enorme. Las paredes eran de concreto, el piso dominado por esteras de gimnasia azules. En una esquina habían guantes de boxeo y bolsas de golpe. El contraste entre esta habitación-estéril, equipada con precisión para entrenar-y la habitación de Cadogan-ceremonial, equipada para movimientos rápidos- era completamente aparente.
A este lugar le faltó el gravitas, pero le faltó también el ego. Allí, te mostrabas. Allí trabajabas. Te preparabas. La música, pensé, era extrañamente soñadora-John Lee
Hooker’s “You Talk Too Much” flotaba a través del espacio.
“Soy Jeff,” él dijo, extendiendo una mano hacia Mallory. Ella la sacudió.
“Mallory Carmichael.”
“Soy un cambiador de forma,” dijo. “Y tú eres una mágica.”
“Eso es lo que he oído,” ella dijo rotundamente.
“No te has unido todavía a la Orden?”
Mallory sacudió su cabeza.
Jeff asintió. “Habla con Catcher. Pero no dejes que te ciegue con los beneficios de no estar unida.”
Como si hubiera sido un llamado, una puerta del lado más lejano se abrió con un arañazo metálico. Catcher emergió, dirigiéndose hacia nosotros descalzo, con jeans, y una remera que decía Los Verdaderos Hombres Usan Llaves. Era un buen aspecto para él-sexy, rudo, un poco peligroso. Era el aspecto de un hombre recién salido de la cama, dejando debajo de las sábanas a una mujer muy satisfecha.
Vi que sus ojos inspeccionaron la habitación, vi que su mirada se movió desde Jeff, yo, hacia Mallory. Fue ahí cuando vi el parpadeo, el diminuto tirón en su calma cuando tomó un pequeño cuadro, el cabello azul, el maravilloso rostro. Me volteé, vi la misma expresión pasmada en la cara de ella, y los observé mientras se miraban.
La fuerza de la atracción parecía calentar el aire. Sonreí.
“Llegaron tarde,” Catcher dijo cuando nos alcanzó, cruzando los brazos sobre su pecho.
Jeff, el corazón dulce, defendió mi honor. “Ella llegó a tiempo. Las encontré paradas en el salón mirando la arquitectura.
“Es una construcción espectacular,” dije.
“Gracias,” Catcher contestó, con su mirada en Mallory. “No tengo tiempo para tratar contigo esta noche.” Adiviné que la presentación era innecesaria.

Mallory se enfurruñó. “No pregunté pidiendo tu ayuda.”
El aire parecía picar alrededor de nosotros, pinchando, golpeando a lo largo de mis brazos.
Jeff retrocedió algunos pasos. Desde que él indudablemente sabía más que yo, lo seguí.
“No tienes que preguntar,” Catcher dijo. “Estás prácticamente empapada en poder, y obviamente no tenés ninguna clave sobre que hacer con éste.”
Mallory rodó sus ojos y cruzó sus brazos. “No sabes de lo que estas hablando.”
“Sé que sos de cuarto grado,” Catcher dijo, mirándola fijamente con sus ojos entrecerrados. “Y sé que sabes lo que eso significa. Y sé que hiciste una llamada. Pero Merit no tiene magia, y necesito asegurarme, primero y sobre todo, que ella puede manejar lo que viene. Así que no ahora, está bien?”
Los ojos de Mal flamearon, se incendiaron. Pero después de un momento, ella asintió.
Catcher inclinó su cabeza, luego me miró. Pellizcó la manga de mi chaqueta.
“Esto no va a funcionar. Estás usando demasiada ropa. Necesitas ver tu cuerpo moverse, aprender cómo trabajan tus músculos.”
Él torció un pulgar hacia la puerta del fondo de la habitación. Ven acá. Aquí en los vestuarios hay ropa. Y sácate los zapatos.”
“Estás bromeando cierto?”
“Tú también quieres un discurso?”
No quería, pero era un poco enfermizo recibir órdenes de mis chicos supernaturales con problemas de ego, así que me contenté con murmurar un par de maldiciones mientras me volteaba.
Los vestuarios eran brillantes, vacíos, limpios, pero como cualquier vestuario, tenía esencia de sudor y productos de limpieza. Había dos prendas negras sobre un banco, las agarré.
Catcher había sido serio sobre mirar mis músculos trabajar. Las “ropas” eran apenas unos trozos- Una ocho-pulgadas venda de spandex para cubrir mis pechos y unos shorts de spandex que cubrirían solamente la parte superior de mis muslos. Lucía como un uniforme de volleyball de playa, aunque pensé que hasta Gabrielle Reese* (*jugadora americana de volleyball y modelo) tenía más ropa que esto.
“Tenés que estar bromeando,” murmuré, pero me desvestí y me puse la ropa de entrenamiento. Me quedaban bien, al menos en la poca piel que cubrían. Doblé y apilé mi ropa, puse los zapatos arriba del todo, luego até mi pelo en una cola de caballo.
Un rápido estudio en el espejo sobre una pizarra de fregaderos revelaron mucha piel pálida de vampiro, pero el efecto no era malo, realmente. Siempre había sido escueta, pero mis músculos parecían más definidos ahora, la genética vampírica hacían más a mi cuerpo que millas en una maratón. Saqué el flequillo de mi cara, deseándome suerte, y caminé de regreso al salón de entrenamiento. Para mi disgusto, recibí silbidos de Mallory y Jeff, quienes se sonrieron en deleite. Rodé mis ojos, luego caminé hacia donde estaba parado Catcher, brazos cruzados sobre su pecho, con el ceño fruncido, en medio de las esteras. “Flexiones,” dijo, apuntando al suelo. “Empieza ahora.”
Como ordenó, fui hasta el piso, extendí mis brazos y piernas, y empecé a bajar mi cuerpo. El movimiento, era casi fácil; mientras que no podría hacer indefinidamente flexiones, mi fuerza corporal había aumentado.
Sentía los músculos apretarse y estirarse mientras me movía, y revelaban en la sensación de sangre fluyendo más rápido que antes. Pies entraron en mi vista, luego me rodearon. Catcher llamó el nombre de Jeff, y la música cambió-se volvió más fuerte, más alta, más rítmica.
“El primer paso,” Catcher dijo por encima de mí, “es evaluación. Los poderes vampíricos estan basados en lo físico-fuerza, velocidad, agilidad. La habilidad de saltar más alto, moverse más rápido que su presa. Realzan su olfato, vista, audición-aunque esos necesitan un poco de maduración después que llegan. Y más importante de todo, la habilidad de curar heridas, reparar el daño, que asegura que el cuerpo esté siempre en buena forma.” Mientras yo bajaba y subía mi cuerpo, Catcher se agachó y puso un dedo debajo de mi mentón, deteniéndome, con los brazos extendidos, en el medio de una flexión. Él buscó mis ojos. Luego llamó a Jeff.
“Jeff?”
“Ella acaba de terminar de hacer su flexión número ciento treinta y dos.”
Catcher asintió. “Eres más fuerte que la mayoría.” Manos en sus rodillas, se levantó nuevamente. “Sentadillas. Empieza.”
Yo giré mi cuerpo en la posición, empezó un curso de sentadillas. Estas fueron seguidas por estocadas, cuclillas y un set de posiciones de yoga. Catcher dijo que teníamos que probar mi flexibilidad y agilidad. Todas fueron relativamente fáciles, mi cuerpo apropiado en posiciones que-incluso años quitados de nivel de danza avanzada-deberían haber sido imposibles. Pero hice Danza King y poses de Guerrero, movimientos en el aire, posiciones de antebrazo, tan eficientemente cómo si solamente hubiera estado parada allí. Mis músculos trabajaban para mantener las posiciones, pero la sensación era magnífica-como un estiramiento de cuerpo después de una larga siesta.
“Hasta ahora, eres fácilmente una muy poderosa en Fis,” él comentó.
Estaba en un paro de mano cuando él dijo eso, bajé mis pies al piso y me paré.
“Significando qué?” Pregunté, apretando mi cola de caballo.
“Significando, solo en términos de tu patente fuerza física, estás en el escalón más alto.
Los vampiros están evaluados en tres bases.-Fis-físico, fuerza, estamina. Phys- habilidades psiquícas y mentales.
Strat-estrategia y las consideraciones aliadas. Quiénes son tus amigos,” él explicó. “Y con esas categorías hay niveles. Muy fuerte en la cima, muy débil en el escalón inferior, una gama entre medio.”
Fruncí el ceño hacia él. “Dame una comparación. Los humanos son?”
“En strat y fis, muy débiles para los estándares vampíricos. En fuerza física, varían de un débil a muy débil. Muchos vampiros no son mucho más fuertes que los humanos. Ellos necesitan sangre, y ellos tienen esa desagradable alergia al sol como problema, pero su musculatura permanecen esencialmente sin cambios.
Algunos obtienen poderes, pero hasta eso sucede más tarde. Y han pasado, qué, cuatro días desde tu cambio? Claro, los vampiros que no consiguen una apreciable fuerza consiguen un empujón metafísico-la habilidad de seducir a los humanos, comunicación mental, una vez que tu Maestro inicie el enlace.”
Puse mis manos en mis caderas. “Comunicación mental? Quieres decir telepatía?”
“Quiero decir telepatía,” él confirmó. “Ethan puede llamarte, iniciando el enlace. Sólo podrás comunicarte con él-como tu Maestro-pero es una habilidad muy práctica para tener.”
Miré a Mallory, pensando en sus palabras similares cuando nos encontramos con Ethan en la Casa Cadogan.
Ella asintió hacia mí.
“Tú tendrás Fis,” Catcher continuó. “Psíquica, tal vez. Eso probablemente no haya llegado todavía. No hasta que tú y Ethan estén conectados.” Catcher se movió un paso más cerca y miró a mis ojos, con la frente surcada, como si estuviera buscando algo en mis pupilas. “Tendrás algo,” dijo tranquilamente. Sus ojos enfocados otra vez, y retrocedió. “Y esos poderes te harán ascender. Serás un Maestro vampiro, Merit. Tendrás tu propia Casa algún día.”
“Es en serio?”
Se encogió casualmente, como si la posibilidad de yo siendo uno de los vampiros más poderosos en el mundo no sea un gran tema. “Depende de ti, claro. Puedes quedarte como una Principiante, quedarte bajo el ala de Ethan.”
“Sabes como motivar a una chica.”
Él se rió. “Por qué no te tomas cinco minutos, y luego empezaremos con los movimientos? Hay una fuente de agua en el salón.”
Caminé hasta Mallory, quién saltó, agarró mi codo y me tironeó hasta el pasillo vacío. Encontré la fuente agua unos pasos delante, mi cuerpo repentinamente doliendo por agua. Ahí fue cuando ella comenzó a gritar.
“Dijiste hechicero! Hechicero!” Ella apunto al salón de entrenamiento. “Eso no era un hechicero.”
Adiviné que conocer a Catcher había tenido un efecto en ella. Levanté mi cabeza y limpié el agua del mentón y miré dentro de la habitación, donde estaba Catcher boxeando con un Jeff sorprendentemente lleno de energía.
“Uh, claro, ese era. Es. Y créeme-Lo sé. Casi fui víctima de esas chispas de sus dedos que él puede hacer.”
“Pero es joven! Cuánto tiene, veintiocho?”
“Tiene veintinueve. Y cómo pensaste que iba a lucir?”
Ella se encogió de hombros. “Tu sabes-viejo. Canoso. Larga barba blanca. Túnicas desaliñadas. Amable. Inteligente, pero un poco distraído.”
Escondí una sonrisa. “Dije hechicero, no Dumbledore. Así que es caliente.” Me encogí de hombros. “Podría haber sido peor. Podría haber sido un vampiro de centenares de años pretencioso que decidió que tú eres su último proyecto.”
Mallory se quedó pensando, luego golpeó mi brazo. “Tú ganas. Eso es peor.”
“Si, claro,” estuve de acuerdo, y la llevé nuevamente al salón de entrenamiento.
Trabajamos otras dos horas. Él me posicionó delante de unos espejos a lo largo de una pared y empezó a enseñarme como moverme, como defenderme a mí misma. Pasamos la primera hora-bueno, pasé la primera hora-aprendiendo como caerme. Seriamente.
Anticipando que podría ser objeto de un salto elevado o uno torpemente ejecutado, Catcher me enseñó como no lastimarme a mi misma cuando golpeé el suelo-como rodar, balancear mi peso, a usar el momento para hacer diferentes movimientos. La segunda hora trabajamos en lo básico-patadas, golpes, bloqueos, ataques de mano. Los bloqueos que él eventualmente combinaba con katana, las combinaciones que definían las peleas de vampiros. Los modelos tenían sus orígenes en las varias formas de artes marciales asiáticas-Judo, Iado, Kendo, y Kenjutso, los vampiros europeos han aprendido los sistemas de espadachín nómades. Pero Catcher me explicó que los movimientos habían evolucionado en una única forma de lucha porque como había dicho, los vampiros y la gravedad tienen una relación especial. Los vampiros podían saltar más alto y mantener su cuerpo en el aire más tiempo que los humanos, así que los movimientos de los vampiros eran más complicados que los originales de los humanos katanas.
La ostentación, Catcher dijo, era la fomentación.
No fue hasta el final de la segunda hora, después de que comenzó a enseñarme poses defensivas de lucha con espada, cuando Catcher me dejó ver una espada. La hoja envainada se había envuelto en seda índiga, y él la desenvainó con una cuidadosa concentración. Era una katana, muy parecida a los sables que llevaban los guardias de afuera de Cadogan en sus cinturones. Estaba cubierta en una vaina de laca negra y tenía una asa larga envuelta en un cordel negro.

Él lo desenfundó con un silbato de acero, la hoja larga, suavemente encorvada, captó la luz de los tubos fluorescentes del techo.
Mientras admiraba la espada, trazando un dedo en el aire, una pulgada sobre la hoja-
Mallory preguntó, “Por qué espadas? Quiero decir, si los vampiros pueden ser asesinados, por qué no usar armas? Son más rápidas, más fáciles de llevar que una espada de tres pies de larga. Estas cosas no son exactamente discretas.”
“Honor,” Catcher dijo, garrando la espada sólo debajo del puño y rodándolo en su mano en un figura-ocho. Él me miró. “Eres inmortal, quiere decir que vivirás para siempre si no sos asesinada. Pero si alguien decide que es tu tiempo de partir, tendrá tres opciones. La luz del sol, claro, el modo fácil.”
Él agarró la espada con las dos manos, la hoja apuntando al suelo, y la empujó hacia abajo.
“Dos-perforar el corazón con una estaca. Destruye el corazón y destruirás al vampiro. El álamo es la madera tradicional.”
“Por qué álamo?” Pregunté.
Mallory levantó un dedo. “Hay una teoría química que dice que las fibras impiden al corazón regenerarse.”
“Y tú sabes esto porque. . .?”
“Oh, por favor,” ella dijo, moviendo una mano. “Sabes que leo un montón.”
Catcher balanceó la espada sobre su cabeza, luego pasó la hoja a través del aire, el acero silbando. “Tres-destruir el cuerpo. Quitar la cabeza, quitar los miembros, el cuerpo muere, rebanar debilitaría el cuerpo como las armas. Pero las armas son demasiado fáciles. Balas demasiado fáciles. Si quieres matar a un inmortal, lo haces cuidadosamente, precisamente, y después de una batalla. Matas a un inmortal porque luchaste con uno, usando las viejas tradiciones, ganándote el derecho.”
Él agarró la espada y la pasó al lado de su cuerpo, un movimiento que habría destripado un enemigo detrás de él. Luego me miró. “Honor entre ladrones.” Él concluyó, con las cejas levantadas, y me pregunté, no por primera vez, como Catcher sabía tanto sobre vampiros, y qué provocaba ese destello en sus ojos.”
Él miró a Mallory. “Es por eso que ellos no usan armas.”
“Cómo sabes todo esto?” Ella preguntó.
Catcher se encogió de hombros quitándole importancia. “Armas es lo que hago.”
“Eso es cómo él trabaja su mojo,” Jeff dijo. “Es una segunda Llave,” Agregué,
Disfrutando la expresión de sorpresa en la cara de Catcher. “Soy capaz de aprender.”
“Me sorprendes,” él bufó, luego se posicionó en sus rodillas, poniendo la espada enfrente de él en el piso. Solemnemente, el se arqueó hacia ella, y la envolvió en la seda.
“La próxima vez te dejaré sostenerla.”
“Próxima vez? Qué hay sobre tu trabajo? Mi abuelo?”
“Chuck no le molesta que asegure tu seguridad.” Cuando la vaina fue cubierta nuevamente, se levantó, acunándola en sus brazos, y nos inspeccionó a todos.
“Quién quiere huevos?”

Publicar un comentario

  © Diseño LuxLune by JenV 2010

Back to TOP