Capítulo 4 / El vampiro en mis sueños

CAPITULO CUATRO

DOMINIC

Marissa se sentó a mi lado, la chica más impresionante que alguna vez haya conocido. Su brillante pelo suplicaba por mis caricias. Sus pulposos labios rosados esperaban por mi beso. Incluso su sedosa blusa azul tocaba sus hermosos senos de la manera en que yo deseaba hacerlo. Y sus ojos……azul claro y repletos de intriga. No llenos con miedo o condena sino con genuino interés.
Sería porque ella era mi alma gemela que causaba que mis moléculas se movieran tan repentinamente cada vez que se me acercaba? O la parte humana de mi masculinidad que la deseaba con fervoroso anhelo? O la vampírica sed de sangre que me urgía a tomar su sangre y hacerla mía por siempre?
Traté de enfocarme en convencerla de cuán correctos éramos el uno para el otro.
“Como un Príncipe de las Tinieblas, puedo hacer muchas cosas. Aparecer en lugares en los que he estado antes, materializarme en la forma de una bruma, o completamente corpóreo. Justo como cuando me topé en frente tuyo, Marissa, o como cuando aparecí como una sombra cercana a los árboles.”
Su mirada nunca vaciló con la mía, escuchaba atentamente.
Lo que más temía era que si compartía mi sangre con ella, mis propias habilidades se vieran disminuidas. Si no era lo suficientemente fuerte, podría en todo caso combatir a Lynetta luego? O podría ganar Marissa algunas de mis habilidades, sin drenármelas? No estaba seguro de nada.
Apretando mis dientes, intenté calmar mi preocupación. “Como una neblina, puedo susurrar palabras y ver y escuchar lo que sucede alrededor mío. Y con escasa preparación, a menos que Lynetta me tenga retenido, puedo desvanecerme, y luego reaparecer en cualquier otra parte.”
Por supuesto, el inconveniente era que necesitaba de la sangre de vez en cuando para reaprovisionar la propia. Dado que no me había alimentado de Lynetta esta noche, estaba seguro estaría más débil en la mañana. Si eso sucedía, no tendría ni una oportunidad contra ella tan pronto como cayera la noche.
“Alguna cosa más, Dominic?” Marissa se inclinó hacia delante sobre el sofá, con intención sobre cada una de mis palabras.
Siempre era una oyente tan entusiasta, o mi relato la intrigaba más que a la mayoría?
“Puedo ver todo en la oscuridad, como si el sol jamás se hubiese puesto. Puedo escuchar sonidos que los humanos no pueden oír. Y puedo volar hasta el extremo de un árbol o techo, y escalar el lado plano de un edificio con facilidad.”
Marissa sonrió, calmando la tensión de los músculos de mi cuello. “Genial.” Luego estrujó sus manos y sus cejas se fruncieron. “Cuál es el aspecto negativo?”
“Sensibilidad a la luz del sol. Todavía me las ingenio a la luz del día, especialmente si está nublado. Pero en un resplandeciente día soleado, mejor que esté dentro. Mi piel fácilmente se quema como si hubiese estado en el sol del mediodía por horas tratando de conseguir un broceado.”
“Qué hay de la comida?”
“Aún como comida humana. Estaba disfrutando una hamburguesa con queso cuando te espié en “Sitio Hamburguesa.”
“Pero necesitas sangre.”
No podía mentirle. Si ella iba a ayudarme a través de este calvario, teníamos que ser compañeros. “Tengo que decirte que por no alimentarme de Lynetta esta noche, estaré más débil en la mañana. Imagino no tendré la fuerza de librarme por mi cuenta de ella para mañana en la noche cuando venga por mí otra vez, si me agarra fuera de tu casa”.
“Así que…” Marissa tragó arduamente y podía sentir que ella estaba tomando una decisión, probablemente una de las más difíciles de las que alguna vez haya tenido que tomar. “Si yo te dejara morderme…” se estremeció, “…..tú no estarías débil, o tan débil, pero yo aún así no tendría que beber tu sangre? Me refiero, sería como si yo diera una donación a un banco de sangre, cierto?”
“Sí. Siempre y cuando tú no bebas mi sangre, no experimentarás ningún cambio. Bueno, puede que te sientas algo grogui, pero no estarás peor que eso.” Ella iba a hacerlo, mi valiente compañera. Mi corazón se elevó.
“Es sólo la idea de que hundas esos puntiagudos colmillos en mí, como con los que Lynetta te amenazó…….”
Deseé que ella no hubiese tenido que ver eso, pero nuevamente entonces, si ella no lo hubiera visto, puede que no estuviéramos sentados en su sofá en este momento, trabajando el primer paso hacia mi salvación. “Trabajaremos lentamente en ello….besándonos en primer lugar,” intenté tranquilizarla.
Los labios de Marissa se elevaron considerablemente. “Ahora, Kate diría que ésa fue la línea de un chico si es que alguna vez haya escuchado una..”
No pude evitar sonreír. De los pensamientos que reuní de ella, jamás había sido besada antes. Al menos no podría compararme con ningún otro. Pero la verdadera pregunta era, seguiría adelante con ello?
Mi otra única preocupación era si podría detenerme una vez que me alimentara de su sangre. Lynetta siempre me detenía cuando había obtenido suficiente. Podría darme cuenta cuando haya obtenido mi cuota de Marissa y no lastimarla? De ninguna manera quería lastimar a mi alma gemela.
Marissa deslizó su mano sobre el sofá. “Qué tengo que hacer? No estoy diciendo que vaya a seguir adelante con esto, pero si lo hiciera, cuáles serían los pasos?”
“Tengo que moverme más cerca de ti, así.” Me apresuré a acercarme, nuestras rodillas tocándose. Temí que la espantaría, pero la sed de sangre ya estaba elevándose por mi sistema. Principalmente, porque no había sido alimentado en veinticuatro horas, y en parte por su especialmente cálida sangre convocándome…..la sangre de mi compañera.
Ya podía escuchar su sangre corriendo más rápido en sus venas, lo cual me urgía a alimentarme aún más, pero al mismo tiempo sabía que tenía que intentar evitar que entrara en pánico. “En cualquier momento, si te sientes incómoda, detenme Marissa, no quiero molestarte.”
“Continúa,” dijo, su palabra dicha calladamente, como si temiera cambiar de opinión si no tomaba el salto enseguida.
Su espalda estaba tan rígida, sabía si alguna vez iba a beber su sangre tendría que relajarla o la lastimaría en el proceso.
“Si fueras una humana corriente, podría apaciguar tus miedos y conseguir que te relajes. Pero dado que no puedo, tendré que intentar relajarte con mis palabras y mi voz. No estoy seguro que pueda.” A pesar de intentar proyectar una imagen confiada, soné como si pensara fuera a perder la batalla.
“Adelante, inténtalo. Trataré de soltarme un poco.” Sus músculos se tensaron cuando tomé su mano en la mía.
“Conoces algún método auto-hipnosis?”
“Imagino me estoy tensionando demasiado.” Tomó varias relajantes respiraciones profundas, luego tensó sus músculos y los relajó, repitiendo los pasos varias veces.
El pulso en su muñeca disminuyó a normal. Asentí con la cabeza, agradecido de que Marissa fuera tal primor a pesar de mi inicial preocupación de que ella pudiera ser más como la bruja adolescente que me había convertido en una rana. “Mucho mejor.”
Me incliné para besar sus labios, pero ella empujó su mano sobre mi pecho, y reprimí una risa. “Tú puedes parar, puedes cierto? No irás demasiado lejos, no?”
Tomando su mano, se la besé. “Haz simplemente lo que hiciste entonces – aléjame, o dime que me detenga, y yo cesaré y desistiré.” Al menos esperaba pudiera hacerlo.
Se relajó contra los almohadones del sofá. “Está bien.”
Me incliné sobre ella nuevamente, mi mirada enfocada en sus pulposos labios rosados, ligeramente humedecidos por el ligero toque de su lengua.
“Hombre!. Si mis padres supieran lo que estoy por hacer.”
Tratando de ignorar su parloteo de nervios, besé su boca con el más sutil de los toques. Sus azules ojos se ampliaron con preocupación. “Relájate, Marissa. Es sólo el más breve de los besos.” Esto iba a ser mucho más difícil de lo que alguna vez creí posible. Nunca llegaríamos a ninguna parte si no se relajaba, y otra vez deseé – algo culpable esta vez – que ella fuera sólo humana.
“Te refieres, se ponen peor, quiero decir más duros, me refiero--”
“Mejor.” Sostuve sus manos, pero no en una forma aprisionada, acariciándolas gentilmente. Incliné mi rostro hacia arriba, a sus ojos y besé un párpado, luego el otro, forzándola a cerrar los ojos, trayendo una sonrisa a sus labios. Haciendo correr mi dedo sobre ellos, susurré, “Tienes la más bonita sonrisa que alguna vez haya visto.”
Su sonrisa se amplió. Mantuvo sus ojos cerrados, pero su respiración se incrementó más rápidamente. De nuevo, su ansiedad comandaba.
“Sólo un beso,” susurré contra su boca. Toqué su garganta con mis dedos. El palpitar de su pulso, su cálida sangre fluyendo dulcemente a través de sus venas, me instaba a seguir. Aturdido con el deseo, besé sus labios con más firmeza, intentando evitar que mis colmillos se extendiesen demasiado pronto, tratando de mostrar cuán amable, cuidadoso, y entregado podía ser, antes de tomar de ella lo que ansiaba.
“Marissa,” susurré junto a su mejilla.
Ella acarició mi brazo, alentándome a arrullarla en un estado de felicidad. Lamí su cuello y ella inclinó su cabeza hacia un lado, exponiendo su garganta a mí, ofreciéndome su sangre vital. A cambio de qué? Para salvar mi vida? La de alguien que ella siquiera conocía antes de esta noche?
Sin lugar a dudas, ella era mi salvadora.
Mi control sobre ellos se perdió, mis dientes se extendieron. Si ella me empujaba ahora, cambiaba de idea, podría yo detenerme?
Propulsándome hacia delante, como un hombre perdido en el desierto buscando por su salvación, la sed de sangre bramó fuera de control. La locura amenazaba con empujarme hacia el abismo más oscuro, un hoyo sin fondo de desesperación. Si ella me detenía, temía moriría del hambre, del rechazo, de saber que sería un Príncipe de las Tinieblas por siempre.
Ella me tiró más cerca. Quería que hiciera un banquete de ella por cuanto deseara, y aún así me preocupé de herirla o rechazarla. Rocé mis dientes a lo largo de la suave piel de su cuello. Ella tiritó y tragó con dificultad. Sus manos se tensaron sobre mis hombros, manteniéndome cerca, no alejándome. Mis dientes perforaron la piel. Emitió un grito ahogado. No podía demorarme. Si ella no me detenía ahora…..
Demasiado tarde.
Succioné su cálida sangre con saborcillo a dulce cobre y rápidamente nutrí mi agotado cuerpo.
Ella se recostó sobre el sofá, su cuerpo finalmente relajándose, pero sus dedos aún manteniéndome cerca. Si no era cuidadoso, podía tomar demasiado de su sangre. Mi apetito me mantenía a su garganta como una vid se aferraba a la pared en busca de apoyo. Fortalecido y calentado por su sangre, finalmente tuve que forzarme a mí mismo a retraer mis dientes, luego lamí las pequeñas heridas punzantes para sellarlas.
Entonces mi celular vibró en el bolsillo de mi pantalón. Para mi absoluta molestia, me mordí la lengua y maldije para mis adentros. Metiendo de un tirón la mano en mi bolsillo, encontré el teléfono, y lo apagué.
Marissa se quedó mirándome fijo, sus ojos oscurecidos, sus labios ligeramente separados. Los besé nuevamente, sólo que esta vez toqué mi lengua con la suya, sólo queriéndola besar profundamente, por ningún otro propósito que no fuere mostrarle mi profunda gratitud, mi amor por ella. No tenía ningún oscuro propósito en mente, ni había planeado engañarla para que me aceptara.
Pero la obra estaba hecha.
No me había dado cuenta al principio que el hilo de sangre en mi lengua no era de ella, sino mío. Cuando su lengua se enredó con la mía, ella involuntariamente recibió algo de mi sangre.
Me odiaría por no haberle dado la oportunidad? Y lo peor de todo, qué pasaría ahora? Si la convertía, aunque aún sentía que no podía ser posible dado que no había sido completamente convertido yo mismo, cómo podría ella ayudarme? Y cómo podría ayudarla a ella asimismo?
Traté de librarme del beso, pero ella me sostenía firme. Como una sirena del mar, había capturado a su desahuciado marinero y me había llevado hacia el cielo. Por dentro, sonreí. Para ser una neófita besadora, ella ciertamente había aprendido a cómo lanzar un hechizo completamente sobre mí.
No queriendo romper el beso, aún me sentía obligado a decirle la verdad, esperando más allá de toda esperanza, que no me odiara ahora. Finalmente me las ingenié para separarme, pero presioné mis labios contra su mejilla como un beso de buenas noches.
“Las marcas de mordida desaparecerán para mañana, muy probablemente.” Estaba casi seguro de esto porque mis capacidades curativas eran mucho más avanzadas como Príncipe de las Tinieblas. Ahora que ella tenía algo de mi sangre….
Silenciosamente gruñí, exasperado conmigo mismo. Cómo pude haber dejado que esto sucediera?
Ella alzó su mano y tocó las marcas de la mordida.
Tratando de evitar pensar en lo que puedo haberle llegado a hacer, le di una pequeña sonrisa. “Lucen como si algún chico te hubiera dado un buen par de chupones.”
No divertida, frunció el ceño. “Kate se asegurará de preguntarme de dónde los obtuve.”
“Que dirás?”
“No estoy segura. Tendré que pensar en ello.” Tomando mi mano, la besó. “Cuándo puedo darte sangre nuevamente?”
Gruñí para fuera en esta ocasión. Había creado un monstruo. Tocando su mejilla, miré hacia sus hermosos ojos azules. “Interpreto, no te dolió.”
“Fue la experiencia más emocionante que jamás haya tenido…..como una ducha caliente simplemente vertiéndose sobre mí, tocando cada molécula en mi cuerpo, calentándome de adentro para afuera.”
Encantado de que ella disfrutara nuestra unión sanguínea tanto como lo había hecho, estreché su mano para reafirmarle que me sentía así de vivo con su toque. Suspiré profundamente, queriendo contarle lo que había hecho. “Marissa, tengo que decirte--”
“Hmmm, fue tan bueno para ti como lo fue para mi?” Acarició mi brazo nuevamente, y yo quise devorar cada pedacito de ella en ese momento y lugar.
“Eres verdaderamente buena.”
Su rostro repentinamente se ensombreció. “Mejor que Lynetta?”
Un martirio de amargura atacó mis tripas de sólo pensar en aquel vampiro. “No hay comparación. Donde eres azúcar en una mezcla agridulce, ella es el agrio. Donde tú eres la calidez del sol en un día soleado de verano en Florida, ella es la helada oscuridad en la helada Antártida. Tú, y sólo tú, estás destinada a ser la indicada para mí.”
Y ahora que intercambiamos sangre, ella no tenía opción. Sería por siempre.

TRADUCIDO POR CHLOE ♥

***chivis***  – (19 de julio de 2009, 20:49)  

wuau!!!!

eso estubo muy bueno, me muero x q publiques el siguiene capitulo, me encano.

***chivis***  – (19 de julio de 2009, 20:51)  

oye, tengo una duda, ya eleji una imagen para el enlase y ya configure el enlase, pero no se como ponerlo para q otros me enlases, puse la foto, pero lo de abajo donde dese la direccion para q la copien es0 no he podido ponerlo

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