Capítulo 15 / El vampiro en mis sueños

CAPITULO QUINCE

DOMINIC

“Te amo Marissa, con todo mi corazón.”
Ya sea que ella pudiera entender los profundos sentimientos que sentía hacía ella o no, debía destruir al vampiro que amenazaba con condenarme a una vida de oscuridad. Luego destruiría a Joshua. Pero sin importar que, quería proteger a Marissa.
Había pretendido debilidad para alejarla, y presumo que si vivía a mi encuentro con Lynetta, Marissa me mataría por ser tan engañoso. Pero como podría no serlo? Para detenerme de hacerme daño esta noche, estoy seguro que ella me hubiera atado a la cama si pudiera. Aún así, sabía que estaría furiosa conmigo una vez que descubriera que desaparecí.
No tenía alternativa. Lynetta esperaba por mí en alguna parte. Incluso ahora, sentía su maléfica presencia cerca. Teníamos que jugar el juego y terminarlo ahora antes que la rencorosa vampiresa matara a Marissa. Tan celoso como estaba de Joshua besando a Marissa, sabía que Lynetta lo estaría aún más de Marissa compartiendo su sangre conmigo. Y ahora realmente creía que así era como mi ángel sería mi salvación – era a través de su don, de sus poderes mágicos para mí, no que ella tuviera que matar a la vampiresa por su cuenta.
Inmediatamente, llegué a la casa de ladrillos de dos plantas que pertenecía a Lynetta. Tenía otras treinta casas más alrededor del planeta. Pero presentí que ella se mantenía apegada a ésta hasta que me tuviera permanentemente bajo su control. No había señales de ella. Afuera alimentándose de la población en general, o viniendo por mí, asumí.
“Bueno,” una voz femenina dijo tras de mí, sedosa y sensual, “has venido a casa, a Lynetta.”
Me giré para ver a la vampiresa pelirroja, Karin, enroscando un elongado bucle alrededor de su delgado dedo. Ella estaba en sus tempranos veinte y había sido una estudiante de la Universidad de Baylor cuando Lynetta la había poseído. La recientemente convertida vampiresa aún asistía a clases, sólo que ahora eran clases nocturnas.
“Pareces algo pálido. Necesitas algo de sangre para levantarte?” Ella hizo descender su larga uña colorada por su cuello, dejando un hilo de sangre fresca. “Lynetta dijo que no te agasajarías de la población general como el resto de nosotros ha hecho – lo cual la complacía, dado que se suponía que tú fueras a alimentarte sólo de ella para reforzar su unión. Pero….” Karin echó una sonrisa siniestra, “alimentarte de esa bruja no estaba en los planes. Así que, quieres algo de mi sangre dado que ya has quebrantado las reglas?”
Perplejo, elevé una ceja. Lynetta estaría de un terrible humor si se enteraba que había tomado sangre de uno de sus lacayos. Así que por qué estaba Karin haciendo la proposición? A menos que ella supusiera que Lynetta estaba cansada de mi lío con Marissa y me hubiera puesto en su lista de terminales. Aún así, la vista de la sangre de Karin derramándose por el corte que ella misma se había hecho despertaba mi sed de sangre una vez más. Pero tenía que tener la de Marissa. Ninguna otra. Unirme con ella me mantendría fuerte. Beber la sangre de otro diluiría nuestra conexión, estaba seguro.
La vampiro hizo correr su mano a través de mi cabello. Sus labios se elevaron, y sus verdes ojos sonreían en forma malévola. “Pareces cansado. No tu venenosa personalidad habitual.”
Había sido bastante franco entre aquellos que Lynetta había convertido. Furioso de ser uno de ellos. Luchando contra ser convertido por completo. Pero ahora, me di cuenta demasiado tarde, mis fuerzas no habían retornado con pleno vigor. Estaba tan débil como un potranco recién nacido con apenas suficiente energía como para mantenerme sobre mis propios pies. Aparentemente, había usado lo último de mis reservas sólo en venir aquí. Pensé que estaba revitalizado, pero a decir verdad, apenas me había recobrado de mi lesión.
Di un paso alejándome de ella, intentando regresar al amoroso toque de Marissa y a la seguridad y confort de su casa, a rogar por su perdón. Pero cuando intenté regresar, no pude.
Anonadado, simplemente me quedé allí parado. Entonces, me atacó el pánico, me pregunté si realmente la había echado a perder esta vez.
“Están tratando de encontrar una forma de entrar a su casa,” la vampiresa dijo. “Así poder agarrarte y traerte de regreso aquí.” Ella sonrió. “Imagina, ellos no tienen ni idea de que te tengo todito para mí.” Tocó mi manga. “Pareces tan pasivo. Te encuentras bien?”
Alejé de un tirón mi brazo de ella. Ella sonrió. Cada débil movimiento que efectuaba parecía entretenerla. Dio otro paso adelante. Si borrase su mente….
Pero si hacía eso, habría usado toda la fuerza que pude haber reunido y tornarme más débil de lo que estaba ahora? Sin importar el costo, tenía que encontrar mi camino de regreso a la casa de Marissa. Débil como estaba, no podía permanecer en la propia casa del diablo.
Tal vez si utilizaba una forma más convencional de hacerlo. Pero antes de que me pudiera ir, tenía que borrar la mente de la vampiresa. Ella evidentemente no quería que los otros supieran que me tenía bajo su dedo en este instante, así que no había transmitido mi llegada telepáticamente a ninguno de los otros que estuviera lo suficientemente cerca como para escucharla.
Comencé a borrar su mente, luego me detuve. “Alguien de los que viven aquí tienen un vehículo?”
Bufó.
Supuse que la respuesta era no y terminé de borrar su mente. A continuación me apresuré a salir por la puerta delantera hacia la oscuridad donde otras criaturas de la noche, como yo, acechaban en las sombras. Ya parecía como si hubiera sido cientos de años atrás cuando había visto por primera vez a Marissa y me había enamorado.
Solté un suspiro, tan profundamente exasperado que apenas lo podía soportar. Sólo por esta vez, intentaría regresar a mi propia casa a pie. Sabiendo que los otros chupasangres estarían observando mi casa para ver si retornaba allí, había estado evitándola. Pero ahora, muy probablemente ellos estuvieran enfocando su atención en la casa de Marissa. Sin embargo, temía no pudiera acercarme lo suficiente como para intentar aparecerme dentro de su casa hasta no recuperarme ligeramente. Tenía que probar regresar a la mía. Tal vez en la mañana, esté lo suficientemente recuperado como para regresar a lo de Marissa, aún así, la idea de dejarla toda la noche sola no me sentaba bien.
Entonces pensé en mi celular. No sabía el número de Marissa de memoria, así que llamé a casa.
“Ma….mama…” pausé cuando mi madre abruptamente estalló en llanto por el teléfono. Odiaba cuando ella lloraba, pero por sobre todo cuando necesitaba su ayuda así que, y el tiempo seguía corriendo.
“Hola?” dijo James, su voz enérgica y preocupada.
Gracias al cielo mi hermano estaba allí. “James, necesito que me recojas en la esquina de Sanborn y Riverside. Estoy a pie y no puedo realizar mi usual modalidad de transporte, de modo que estoy tremendamente vulnerable.”
“Voy en camino.” El teléfono hizo un clic y quedó muerto, y al mismo tiempo, me sentí aislado de la humanidad, abandonado para vagar solo por la oscuridad, escondiéndome de Lynetta y sus vasallos.
Tanto mi padre como mi madre se habían desmoronado por mi cambio, pero afortunadamente, James había lidiado con ello mucho mejor. Tal vez a causa de su juventud. O tal vez porque estaba acostumbrado a mis travesuras y a que me metiera en problemas. En cualquier caso, estaba extremadamente agradecido de que James largara todo por venir en mi auxilio.
Por lo que parecieron horas, esperé, oculto entre los arbustos al lado de una casa a sólo tres manzanas de lo de Lynetta. Entonces, escuché el motor rechistar de la camioneta de James a una cuadra de distancia, sonando como música para mis oídos. La golpeada y oxidada, pero más fiable pedazo de chatarra sobre ruedas del que jamás haya podido desear, con la apariencia de un monstruo metálico azul, arrastrándose a lo largo de la calle mientras James mantenía su ojo en mí.
Frenó la camioneta a pocos pies de distancia, y yo me abalancé fuera del arbusto. Abrí de un tirón la chirriante puerta y salté a la cabina, a los tumbos y casi cayéndomele de cabeza a James.
“Qué está sucediendo, Dominic?” James me ayudó a volver al asiento, a continuación me las ingenié para cerrar de un portazo y él condujo lejos.
Miró en mi dirección, luego mantuvo sus ojos en el camino, sus amplios hombros tensos, sus ojos avellana preocupados. Me di cuenta entonces que había hecho cortar su cabello más corto, más pronunciado, y había añadido más de ese gel para aligerar. Si no dejaba de hacer eso, ya no luciría como mi hermano, sino como algún tipo playero del sur de California.
“Ve al este, a Whispering Oaks Estates,” le ordené, aún preocupado de que pudiéramos ser atrapados.
James giró la camioneta y aceleró alejándose del barrio de Lynetta, mientras le explicaba mis últimos problemas. “Traté de matar a la vampiresa, pero fui golpeado por el encantamiento de un hechicero esta noche. No me había dado cuenta de cuán débil me había dejado.”
“Cómo demonios terminaste enredado con un hechicero?” nuevamente, me miró, sus ojos entornados con reproche. “Cielos, Dominic, luces espantoso.”
“Gracias,” balbuceé, no sintiéndome en el mejor estado de salud. “Conjuros de rayos lumínicos harán esto a un cuerpo.”
James sacudió su cabeza. “Ni siquiera deseo saber a que se debió eso. Pensé que habías dicho que no podías ir contra el vampiro. Tú dijiste….”
“Las cosas han cambiado. Conocí a una chica.”
James me miró, una ligera sonrisa curvando sus labios. Tantas veces me había metido en problemas con algunas chicas – que no habían roto del todo con sus antiguos novios – que James a modo de broma me llamaba ‘Chico Amor’. Alguna vez aprendería?
Lynetta me enseñó bien la lección de evitar a la mayoría de las chicas. Marissa era definitivamente la excepción.
“Marissa es una bruja.” Sabía que eso traería connotaciones mezcladas al comentario.
Frunciendo el ceño, James sacudió su cabeza. “Bien, de modo que eso explica lo del hechicero. De seguro que sabes cómo meterte en líos. Por qué razón te meterías con una bruja cuando tienes tras de ti a un vampiro?”
“Marissa salvó mi vida. Ella está salvando mi vida. He encontrado a mi alma gemela.”
James refunfuñó. No creería en semejante cosa a menos que alguien le echara un hechizo, forzándolo a creer.
“En serio.” Estoy seguro de que pensaba que era un idiota con necias ideas románticas. “Podemos leernos la mente mutuamente.”
Esta vez James me miró con una clase de asombro.
“Ella es verdaderamente la indicada. Si ella no puede ayudarme, nadie puede.”
“Así queeeeeee, dónde está la chica cuando necesitaste su ayuda tan fervientemente?” A pesar que la incredulidad todavía se aferraba en sus palabras, también sentí algo de esperanza.
“Lynetta la amenazó. Estaba preocupado por la seguridad de Marissa. Pensé una vez que obtuve los poderes de un hechicero….”
James miró en mi dirección y elevó una ceja. “Sabes, soy el mayor y se supone que yo sea el que pruebe montones de experiencias primero. Se supone que tú sigas mi ejemplo y no cometas los mismos tontos errores que yo cometí. Así que, qué está mal con esta con esta situación?”
“Tú eres el mayor y se supone seas el más responsable. Yo soy el más chico y….” me encogí de hombros. Qué mas podía decir? Era el temerario, impulsivo, no tenía demasiado sentido común – eso es lo que papá había dicho tan pronto les dije a mis padres lo que me había sucedido. “Bueno, de cualquier forma, Marissa me dio algo de su sangre. No me había dado cuenta que había adquirido las habilidades de un hechicero cuando bebí de su sangre, pero lo hice.”
“ Las capacidades de un hechicero?” sacudió su cabeza. “Cielos, a mamá y papá les dará un ataque. Sabes que ninguno de ellos tenía canas hasta que cumpliste los diecisiete.”
Hice rodar mis ojos. “Ellos dicen que se volvieron canosos prematuramente porque era un rasgo heredado.”
“Ellos sólo dijeron eso para que no te sintieras tan mal. Qué más está sucediendo?”
Retorciendo mis húmedas manos, miré hacia fuera por la ventana. “Pensé que sería más fuerte y podría matar a la vampiresa. Excepto que un hechicero intentó asesinarme primero.”
Los blancos en los nudillos de James aparecían cuando sujetaba el volante demasiado fuerte. “El encantamiento del rayo.” Intentó darme una mirada comprensiva, pero había una fuerte ira por debajo, y sabía que si le daba el nombre del hechicero, James intentaría hacerse cargo del bastardo por sí mismo. “Cómo es que se involucró el hechicero?”
“Se le tiró a Marissa.”
Las cejas marrones de James se elevaron en pregunta.
“Forzó un beso con ella, pero sé que fue para irritarme. Realmente intenté mantenerme en calma, pero cuando fui tras él, lanzó el hechizo sobre mí.”
“Quién es él y dónde está él ahora?”
“No lo sé.” Le dije la verdad, en parte. No tenía idea a donde se había ido el hechicero, aunque sospechaba que a su casa, pero incluso entonces, no sabía dónde. Conocía su nombre, pero no su apellido. Así que mi respuesta fue en su mayor parte la verdad.
“Lo sabes, pero no me lo dirás.” James tomó un respiro profundo. “Sospecho, no quieres ir a casa.”
“No, me estoy quedando con Marissa. Tengo que protegerla y necesito su ayuda. Además, no creo que mamá y papá puedan soportar más de lo que está sucediendo en mi vida sin que a ambos les dé una embolia.”
“Con un demonio Dominic, vas a darme a mí una embolia si sigues así.” Me echó un vistazo. “Dónde vive ella?”
“Whispering Oaks Estates.”
Los ojos de James se ampliaron. “Tiene su propia casa? Cuántos años tiene esta chica?”
“Diecisiete. Sus padres están fuera.”
James echó una risitas por lo bajo, del tipo sabelotodo.
“Nosotros no…..bueno, primero lo primero.”
Sacudiendo su cabeza James dijo, “su dirección?”
“Treinta-dos-diez de la calle Lake Vista. Puedes decirle a mamá que estamos trabajando para arreglar este asunto? Quiero mantenerme en contacto, pero cada vez que llamo -”
“Está muerta del susto por ti. Y ahora con todos estos asesinatos….”
Sabiendo cuán difícil debía ser para ella, solté una bocanada de aire. “No he cometido ninguno de ellos.”
“Lo sé. Pero aún así, ella está preocupada de que también comiences a hacerlo.”
“Tengo que romper el hechizo para el viernes.” Con el revés de esta noche, no estaba seguro que lo hiciéramos a tiempo, aún así, debía mantener mis esperanzas en alto. Un resquicio del hechizo del rayo aniquilando mis fuerzas me estaba haciendo sentir impotente. La idea de Marissa odiándome por haberla dejado también pesaba sobre mi conciencia. Estaba seguro que tendría que afrontar si furia a continuación, y no estaba seguro de poder manejarlo.
James golpeteaba con sus pulgares sobre el volante. “Hay algo que pueda hacer?”
“Escucha, fuiste absolutamente mi salvador esta noche. Espera, oríllate aquí. No puedo entrar en la casa sin transportarme, pero es sólo a una cuadra de distancia, y temo que Lynetta esté pululando fuera tratando de meterse. Déjame intentarlo desde aquí.”
James se detuvo en el cordón. “Estamos todos desesperados por ti, hermanito.”
“Tengo que decirte, Marissa tiene una amiga la cual es bastante ardiente, y ella está interesada en conocerte.”
James deslizó sus manos sobre el volante. “No me digas. Ella es una bruja.”
“Sip. Por supuesto que ella estaba decepcionada cuando supo que no eras más como yo.”
James se rió por lo alto.
Le di unas palmaditas sobre el hombro. “Es bueno oírte reír así otra vez. Nunca pensé que lo haría.”
“Es bueno ver que estás vivo, y bueno, más gris que nuestra senda de cemento, pero aún pateando.”
“Tan pronto como pueda, te daré las noticias de cómo la enmendamos.”
“Si todo sale bien….” James se detuvo, su voz quebrándose. “Tendrás que traes a esta pequeña bonita a casa a conocer a mamá y papá.”
“Lo haremos. Espero no estén demasiado molestos de que sea un hechicero ahora….o de que ella es una bruja.”
James bufó. “Creo que cualquier cosa es preferible a --”
“Príncipe de las Tinieblas.”

TRADUCIDO POR CHLOE♥

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