Especiales/ Capítulo 5

CAPÍTULO 5

LA PROMESA


Traducido por Jhos



“Por qué no me dijiste que Zane ha vuelto?”

“Porque no lo sabía. Solo han pasado dos semanas.” Tally suspiró profundamente a través de sus dientes.

“Cuál es el problema?” dijo Shay. “No me crees?” Tally se volteó para observar el fuego, sin saber que contestar. No confiar en otros Cortadores no era muy helado-te llevaba a las dudas y a pensamientos confusos. Pero por primera vez desde que se convirtió en Especial, ella se sintió fuera de lugar, incómoda en su propia piel. Sus dedos se movían inquietos arriba y abajo sobre las cicatrices de los cortes en sus brazos, y los sonidos de la selva a su alrededor la estaban poniendo nerviosa.

Zane había vuelto del hospital, pero él no estaba con ella en el campamento de los Cortadores, afuera en el campo donde él debería estar. Y eso se sentía mal……..

Alrededor de ellas, los otros Cortadores se mantenían a ellos mismos helados. Ellos habían hecho una fogata de árboles caídos, la manera de Shay de subir la moral luego de la emboscada de la noche anterior. Todos, dieciséis de ellos- a excepción de Fausto- se sentaron alrededor lanzando a través de la fogata, jactándose de lo que le harían a los habitantes del Humo cuando finalmente los atraparan.

Y aún así Tally se sentía de alguna manera fuera de lugar.

Normalmente, le encantaban las fogatas, la forma en que hacían saltar las sombras como si fuera algo viviente, lo realmente malo de quemar árboles. Ese era el punto de ser un Especial: Existías para asegurarte de que todos se comportaran, pero eso no significaba que tú tenías que hacerlo.
Pero esta noche el olor de la fogata desencadenó recuerdos de sus días en el Humo. Algunos Cortadores habían cambiado recientemente los cortes por las quemaduras, marcando sus brazos con los extremos de pedazos de madera ardiendo.

Como cortarse, mantenía tu mente helada. Pero para Tally, el olor se parecía demasiado a cuando cocinaban animales en el Humo. Así que ella se mantenía con los cuchillos.

Ella pateó una rama hacia las llamas. “Claro que confío en ti, Shay. Pero por los últimos dos meses asumí que Zane se uniría a Circunstancias Especiales en el momento que mejorara. Imaginármelo en Ciudad Nueva Belleza, llevando algún dulce y lindo rostro….” Ella sacudió la cabeza.

“Si pudiera traerlo Tally-wa, lo haría.”

“Entonces, hablarás con la Dra. Cable?”

Shay extendió las manos. “Tally, conoces las reglas: para unirse a Circunstancias Especiales, tienes que probar que eres especial. Tienes que hallar tu manera de dejar de ser cabeza hueca.”

“Pero Zane era prácticamente especial cuando lideraba los Crims. La Dra. Cable no entiende eso?”

“Pero él no cambio realmente hasta que tomó las píldora de Maddy.” Shay se acercó y puso su brazo alrededor del hombro de Tally, sus ojos flameaban rojo bajo la luz de las llamas. “Tú y yo descubrimos la manera, sin ninguna ayuda.”

“Zane y yo empezamos a cambiar desde la primera vez que nos besamos,” dijo Tally, alejándose. “Si el cerebro no se le hubiera tostado, el sería uno de nosotros ahora.”

“Entonces por qué estas preocupada?” Shay se encogió los hombros. “Ya lo hizo una vez, puede hacerlo de nuevo.”

Tally se volvió para mira a Shay, incapaz de decir lo que las dos se estaban preguntando. Era Zane todavía el chico burbujeante que había creado a los Crims? O el daño cerebral lo había cambiado por completo, condenándolo a ser un cabeza hueca por el resto de su vida?

Todo esto era completamente injusto. Completamente corriente.

Cuando los del Humo trajeron los primeros nanos a Ciudad Nueva Belleza, habían dejado dos píldoras para que Tally las encontrara, con una carta para sí misma advirtiéndose acerca del peligro, pero diciendo que ella había dado un “consentimiento informado”. Ella había estado muy asustada al principio, pero Zane siempre estaba burbujeante, siempre tratando de escapar de tener una mente perfecta. Él se había ofrecido a tomarse las píldoras experimentales.

Se suponían que los nanos liberarían a los perfectos, cambiándolos de cabezas huecas a……. bueno, bueno nadie se había molestado en descifrar en que exactamente. Qué harías como un montón de mimados, súper-hermosos sin ningún límite en sus apetitos? Dejarlos echar a perder el frágil mundo, como los Oxidados lo habían hecho tres siglos atrás?

De cualquier forma, la cura no había funcionado como se suponía. Tally y Zane había dividido las píldoras, y Zane había obtenido la perjudicial. Los nanos en ella se habían comido las lesiones en su cerebro que lo hacían cabeza hueca, pero habían continuado, comiéndose más y más de su mente…

Tally se estremeció al pensar en lo afortunada que había sido. El único propósito de su píldora había sido apagar los nanos en la otra. Sola, no había hecho nada –solo que ella había pensado que había tomado la cura. Y sin embargo había logrado dejar de ser una cabeza hueca por cuenta propia– sin nanos, ni operación, ni si quiera cortándose a ella misma como el grupo de Shay había hecho.

Esa era la razón por la que ella estaba en Circunstancias Especiales.

“Pero cualquiera de nosotros puedo haber tomado esa píldora,” dijo Tally suavemente. “No es justo.”

“Claro, no es justo. Pero eso no hace que sea tu culpa, Tally.” Una risa, los Cortadores descalzos corrían a través de las llamas, esparciendo chispas. “Tú fuiste la afortunada. Eso es lo que pasa cuando eres especial. Por qué sentirse culpable?”

“Nunca dije que me sentía culpable.” Tally rompió una rama en dos. “Solo quiero hacer algo al respecto. Así que, voy contigo esta noche, okey?”

“No estoy segura de que estés lista para eso, Tally-wa.”

“Estoy bien. Mientras no tenga que pegarle plástico a mi rostro.”

Shay se rió, siguiendo las líneas de los tatuajes vibrantes de Tally con la uña del dedo meñique.

“No me preocupa tu rostro, sólo tu cerebro. Dos ex novios seguidos pueden llegar a afectarlo.”

Tally dio la vuelta. “Zane no es un ex-novio. Quizás será un cabeza hueca ahora, pero demonios hallará la manera de salir.”

“Mírate,” dijo Shay. “Estás temblando. Eso no es muy helado.”

Tally miró sus manos. Cerró los puños para controlarlas.

Ella pateó una pesada rama hacia el fuego, echando chispas. Observando cómo las llamas la abrazaban, ella abrió sus manos hacia el calor. De alguna manera, el río congelado le había dejado un escalofrío que no se iba, sin importar lo cerca que se sentara de las llamas. Ella solo necesitaba ver a Zane otra vez, y esta extraña sensación en sus huesos se iría.

“Estás temblando porque viste a David?”

“David?” Tally resopló. “Que te dio esa idea?”

“No te avergüences Tally-wa. Nadie puede ser helado todo el tiempo. Quizás solo necesitas un corte.”

Shay sacó su cuchillo.

Tally quería, pero resopló y escupió al fuego. Shay no iba a hacer que ella se sintiera débil de esa manera. “A David lo manejé bien…….. mejor que tú, creo recordar.”

Shay se rió y golpeó a Tally en el hombro en plan de juego, solo que de verdad dolió.

“Ouch, Jefa,” dijo Tally. Aparentemente, Shay todavía estaba descontenta por ser golpeada en un combate mano a mano por un corriente, la noche anterior.

Shay dirigió la mira hacia su puño. “Perdón. No quise hacer eso, de verdad.”

“Como sea. Estamos a mano ahora? Puedo ir a ver a Zane contigo?”

Shay gimió. “Mo mientras él todavía sea un cabeza hueca, Tally-wa. Eso solo te volverá loca. Porqué no vas y ayudas a buscar a Fausto, en vez de eso?”

“Tú no crees que ellos encontraran algo, no?”

Shay encogió los hombros, luego apagó la conexión al EARCAN con los otros Cortadores.

“Tengo que darles algo que hacer,” dijo Shay en voz baja.

Después, los otros se montarían en sus aerotablas y escanearían el campo. Los del Humo no podrían remover el EARCAN de Fausto sin matarlo, así que su señal se leería a un kilómetro o algo de distancia. Pero un kilómetro era nada allá afuera, Tally lo sabía. En su camino al Humo ella había viajado a la velocidad de la aerotabla por días sin encontrase con ninguna señal de humanidad, solo ciudades sumergidas en desiertos de arena y junglas. Si los del Humo querían desaparecer, la naturaleza era lo suficientemente grande.

Tally resopló. “No significa que tienes que hacerme perder el tiempo a mi también.”

“Cuántas veces tengo que explicarte eso, Tally-wa? Tú eres especial ahora. No deberías estar soñando con un cabeza hueca. Tú eres una Cortadora, Zane no lo es- tan simple como eso.”

“Si es tan simple, entones por qué me siento así?”

Shay soltó un gemido. “Porque, Tally, Estás haciendo tu truco de siempre: hacer las cosas complicadas.”

Tally suspiró y pateó al fuego, enviando una corriente de chispas al aire. Ella recordó muchos momentos en los que había estado contenta- como cabeza hueca, inclusive en el Humo pero de alguna manera su satisfacción no había durado mucho. Ella siempre se hallaba a sí misma cambiando, luchando contra los límites, y arruinado las cosas para todos los que estaban a su alrededor.

“No siempre es mi culpa,” dijo ella suavemente. “Las cosas solo se complican a veces.”

“Bueno, confía en mí en esto, Tally. Ver a Zane va a volver las cosas realmente complicadas. Solo dale tiempo de hallar su camino fuera de ahí. No estás feliz con nosotros?”

Tally asintió lentamente -ella era feliz. Sus sentidos especiales hacían el mundo helado, y cada instante que pasaba en este nuevo cuerpo era mejor que un año siendo perfecta. Pero ahora que sabía que Zane estaba bien, su ausencia confundía todo. De pronto se sentía incompleta, irreal.
“Soy feliz, Shay-la. Pero recuerdas cuando Zane y yo nos escapamos de la cuidad la vez pasada? Y te dejamos atrás? Bueno, no puedo hacer eso de nuevo.”

Shay sacudió la cabeza. “A veces tienes que dejar a las personas ir, Tally-wa.”

“Así tengo que debí dejarte ir anoche, Shay? Dejar que te ahogaras?”

Shay gimió. “Gran ejemplo, Tally. Mira, esto es por tu propio bien. Créeme, tu no deseas esta complicación.”

“Entonces hagámoslo simple, Shay-la.” Tally colocó la punta de su pulgar entre sus afilados dientes y presionó. Con un pinchazo de dolor, el sabor metálico de la sangre se esparció por su lengua, y su mente se aclaró un poco.

“Una vez que Zane sea Especial, me detendré. Nunca haré las cosas complicadas otra vez.” Ella sostuvo su mano en alto.

“Es una promesa de sangre.”

Shay se quedó mirando la pequeña gota de sangre. “Lo juras?”

“Si. Seré una pequeña Cortadora buena, y haré lo que sea que tú y la Dra. Cable me digan. Solo dame a Zane.”

Shay lo pensó un momento, luego cortó su dedo con su cuchillo, observando pensativa como la sangre brotaba. “Todo lo que siempre quise fue que estuviéramos en el mimo bando, Tally.”

“Yo también. Solo quiero a Zane aquí con nosotros.”
“Cualquier cosa que te haga feliz.” Shay sonrió y tomó la mano de Tally, apretando sus pulgares juntos…….. con fuerza. “Promesa de sangre.”

Mientras el dolor la atravesaba, Tally sintió su mente más helada por primera vez en el día. Ella podía ver su futuro ahora, un camino claro, sin vuelta atrás ni confusiones. Ella había luchado contra ser fea y había luchado contra ser perfecta, pero eso se había acabado- ella solo quería ser Especial de ahora en adelante.

“Gracias, Shay-la,” dijo Tally suavemente. “Mantendré mi promesa.”

Shay la soltó, limpiando el cuchillo con unos rápidos golpes en su muslo, “Me aseguraré de que lo hagas.”

Tally tragó grueso, luego lamió su pulgar todavía sangrante. “Entonces puedo ir contigo esta noche, Jefa? Por favor?”

“Supongo que tienes que saber,” dijo Shay, sonriendo tristemente. “Pero quizás no te guste lo que veas.”


FIN DEL CAP.

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