Twice Bitten- Capítulo 15

CAPÍTULO QUINCE: (CEV) CONSIGUE EL VAMPIRO


Incluso cuando el sol descendía nuevamente, me tendí en la cama unos buenos quince minutos. Han notado que por muy incómoda que hayas estado cuando te fuiste a la cama – la habitación demasiado calurosa o demasiado fría; las almohadas no del todo bien; el colchón lleno de bultos; las sábanas rasposas – en el momento que debes levantarte, tu cama se ha transformado en la cama platónicamente ideal? La habitación es fría, la cama es suave, y la almohada también podría haber sido el reposacabezas de Dios. La inevitable transformación ocurre, por supuesto, cuando estás obligada a levantarte y salir, cuando nada suena mejor que resguardarse en un montón de algodón frío – especialmente cuando te enfrentas a tu reciente aventura y su antigua amante es la otra opción. Pero incluso los Centinelas tienen que actuar como adultos, así que me senté y quité las mantas.


Había sido una buena semana desde que fui a correr. Ya que tenía un par de horas antes que nos encontráramos para asistir a la convocatoria, me puse un sujetador deportivo, una camiseta, y pantalones cortos para correr así podía disfrutar de tres millas por Hyde Park. Entrenando con Ethan o los guardias era ejercicio, ciertamente, pero no del tipo que relajara tus huesos y mente, sacando todo excepto el martilleo de la acera, el ritmo de tu respiración, y un buen sudor anticuado.


Pero primero, necesitaba algo de combustible para el depósito. No estaba lista para enfrentarme al resto de los vampiros en la Casa, o arriesgar la posibilidad de un encuentro Sheridan-Sullivan. Así que opté por evadir cualquier drama que pudiera estar esperándome abajo y hurgué por desayuno en el segundo piso. Me dirigí por el pasillo y a través de una puerta vaivén hasta la pequeña cocina rectangular. Gabinetes de arce revestidos de granito alineados a lo largo de la habitación, y un refrigerador y otros aparatos estaban integrados en los gabinetes en la misma madera de arce. Los mesones tenían una cesta de servilletas y otros aparatos más pequeños. El refrigerador estaba cubierto de magnetos y menús para llevar Chinos, Griegos, y sitios de pizza en Hyde Park. Esa era la ventaja de vivir cerca de U de C – los estudiantes mantenían el negocio de reparto de comida a todas horas, y eso era bueno para el resto de nosotros.


Fui al refrigerador y lo abrí. No era distinto a algo que puedas haber visto en un edificio de oficinas – un montón de sobras preparadas, envases de yogurt, y postres a medio comer con las iniciales marcadas encima. Era todo el detrito de comidas y fechas de vampiros previos, etiquetados para mantener alejados otros colmillos.


Pero ahí también había dulces para la casa, incluyendo montones y montones de sangre vertidas bolsa de una pinta y cajas para beber más pequeñas. Tomé un segundo para evaluar mi necesidad y decidir que era tiempo de abastecerme. Agarré dos cajas para beber, la agité y metí la pajilla que venía adjunta, di un sorbo… e hice una mueca. Morder a Ethan fue como beber un extraño clásico – rico, complejo, intoxicante. Ahora beber de una caja de plástico sabía exactamente como eso – plano, plástico, estéril. De alguna manera sabía a muerte, como si la sangre hubiese perdido la infusión de energía que obtienes al beber de la fuente directa, por decirlo de alguna manera.


Pero ya que ese suministro había sido cortado, me la bebí, luego hice lo mismo con la segunda caja. Este no era el momento para dejar que la preferencia personal sea un obstáculo de la necesidad biológica, especialmente debido a los desafíos físicos y emocionales que podía enfrentar en un par de horas.


Arrojé las cajas vacías a la basura y por curiosidad abrí un par de gabinetes superiores. Estaban llenos con tentempié saludables – bolsas de granola, frutos secos, cereales de alta proteína, y palomitas de maíz.


“Puaj”, murmuré, luego cerré las puertas del gabinete nuevamente y atravesé la puerta giratoria. Cuando llenaran los gabinetes con Twinkies, regresaría. Hice una nota para hablar con Helen, la guarida de mamá en la casa, sobre eso.


Desayuno en la bolsa, me dirigí al exterior. era una tibia y pesada noche de Junio. No terriblemente tarde, pero las calles aún estaban tranquilas. Pensé en evadir al paparazzi arriesgado por completo haciéndolo un poco demasiado interesado en las actividades vampíricas, así que bajé la calle por la derecha y hacia el grupo en la esquina. Sonreí y moví la mano, luces de flash destellaban mientras me acercaba más.


“Hey”, gritó uno, “es la Vengadora Encoletada!”.


“Buenas noches, caballeros”.


“Algún comentario del tiroteo en el bar, Merit?”.


Sonreí pensativa al reportero, un chico joven en pantalones y una camiseta, una insignia de prensa de plástico alrededor de su cuello- “Solo que espero que los perpetradores sean capturados”.


“Algún comentario de los estacamientos en Alabama?”, preguntó.


Mi sangre se enfrió. “Qué estacamientos?”.


El hombre a mi lado – más viejo, regordete, con una masa de cabello blanco encrespado y similar a un bigote – gesticuló con su pequeño cuaderno estilo reportero. “Cuatro vampiros fueron atacados en un , bueno, lo llaman un ‘nido’ de vampiros. Aparentemente es una especie de movimiento clandestino anti-colmillos”.


Entonces la preocupación de Gabriel sobre estruendos, claramente habían sido reales. Quizás solo fue un incidente aislado. Quizás fue un horrible, pero al azar, acto de violencia que no señalaba el cambio de marea para el resto de nosotros.


Pero quizás no lo era.


“No lo he oído”, dije tranquilamente, “pero mis pensamientos y oraciones van a sus amigos y familias. Ese tipo de violencia, el tipo que crece del prejuicio, es intolerable”.


Los reporteros estuvieron callados por un momento mientras escribían mis comentarios. “Debería marcharme. Gracias por la primicia, caballeros”.


Ellos gritaron mi nombre, intentando hacer preguntas adicionales antes de que trotara a la noche, pero hice mi deber. Necesitaba la carrera, la oportunidad de limpiar mi cabeza, antes de dirigirme de regreso a la Casa Cadogan y el drama que sin duda me esperaba allí – político o de lo contrario.



La primera milla fue incómoda, factible, especialmente como un vampiro, pero dolorosa, en el modo en que las primeras millas lo eran. Pero finalmente, encontré un ritmo, mi respiración y las pisadas alineadas y di una vuelta por el vecindario. Bordeé la Universidad de Chicago, la herida de no estar ya inscrita en mi supuesta madre nutricia, aún estaba abierta.


Una brisa se levantó en el momento en que llegue a la Casa Cadogan, y asentí con la cabeza a los guardias mientras volvía a entrar en los jardines, tratando de disminuir mi respiración, con las manos en mis caderas. Tuve que correr más rápido que un vampiro, para aumentar mi ritmo cardíaco. Y no estaba realmente segura de cuan bueno fue, pero me sentí mejor por haberlo hecho. Se sentía bien escapar por un tiempo de los confines de la Casa Cadogan, para centrarme sólo en mi velocidad, mi ritmo y patear.


Comprendiendo que la limpieza era lo siguiente en mi lista por hacer, volví a mi habitación para tomar una ducha.


Llegué a mi puerta.


Había un pequeño tablón de anuncios en cada habitación de la Casa Cadogan. Un folleto estaba pegado en el mío – un grueso trozo de cartulina portaba un anuncio en letras elaboradas:



Saluda al Maestro!

Unete a nosotros el Sábado a las 10:00 p.m.

Para darle la bienvenida a Sheridan,

Maestro de la casa Sheridan,

Cocteles y música

Atuendo casual.




Rodando mis ojos, retire la invitación de la puerta, luego retrocedí para mirar por el pasillo. El mismo folleto negro y blanco estaba puesto en cada puerta que podía ver – un esfuerzo CEV que no tenía nada que ver con votación o democracia. Me pregunté si esto había sido su idea – una oportunidad para mostrar a los Noviciados de la Casa Cadogan en que equipo estaba él?


Quizás más importante, cuan obligatorio era algo como esto? Era requerida para hacer una aparición? Brindar por Lacey Sheridan? Llevarle un obsequio?.


Arrugué la tarjeta en mi mano, luego abrí mi puerta y entré, pero antes de que pudiera cerrarla de nuevo, escuché pasos en el pasillo. Raramente había vampiros pasando por esta parte del edificio, así que de manera entrometida eché un vistazo por la grieta… y tuve un vistazo.


Ethan y Lacey caminaban lado a lado por el pasillo. Ethan llevaba vaqueros y una acogedora camiseta de manga larga en un verde pálido. Su cabello estaba hacia atrás, la medalla Cadogan en su cuello. El conjunto era lo suficientemente casual que asumí que lo usaría en la convocatoria.


Lacey llevaba un vestido tweed gris con un moderno escote y un par de zapatos de taco negro estampados. Cada mechón de cabello rubio estaba en su lugar, y su maquillaje era tan perfecto como cualquier modelo de portada.


“Debería preocuparte”, decía Lacey.


“Significado?”, preguntó Ethan.


“Centinela o lo contrario, ella es común, Ethan. Un soldado común. Y tengo que decir que realmente no entiendo todo el alboroto”.


Mis labios se separaron. Acaba de decirme común?


“No estoy seguro que ‘común’ sea una palabra que compararía a Merit, Lacey. No niego que es un soldado, pero no creo que ‘común’ le de el debido crédito”.


“Aún así – la fuerza no te hace un Maestro”.


“Bueno, ella tomará la prueba un día, o no”.


Lacey rió entre dientes. “Quieres decir, si la nominarás o no”.


Lacey era la única Maestro vampiro que Ethan había nominado es sus casi cuatroscientos años como vampiro. Ni siquiera le había hecho una Prueba. Los Maestros como Ethan y Morgan, quienes ascendieron en categoría cuando sus propios Maestros fueron asesinados, se les permitió saltar el examen.


Ella sonó irritantemente confiada de que Ethan no me nominaría.


“La verdad, es joven”, dijo Ethan. “Ella tiene un montón que aprender antes de que esté lista – un montón de inmortalidad que comprender antes de que esté lista. Y solo el tiempo lo confirmará. Pero creo que probará ser capaz”.


Él escogió ese momento para levantar la mirada – y encontrar mis ojos a través de la grieta en la puerta. Tomé una decisión de fracción de segundo y abrí la puerta como estuviera saliendo.

Ethan levantó sus cejas en sorpresa. “Mer – Centinela?”.


Lacey se puso detrás de él.


Hice mi inocente. “Oh, hola. Justo estaba saliendo”. Ambos miraron mi conjunto de entrenamiento sudado, y me sentí como la heroína en una película de John Hughes, toda la incomodidad y con cara de cordero degollado.


“Saliendo?”, repitió.


Piensa! Me exigí en silencio, y cuando la genialidad atacó, asentí, alcancé detrás de mi, y levanté mi pie derecho, imitando un estiramiento. “Solo corría, así que me dirigí a las escaleras a hacer unos estiramientos”.


Las cejas de Ethan se fruncieron, la preocupación repentina en sus ojos. Le importaba si escuchaba? Le importaría si ella me hubiese herido?.


“Vas a presentarnos?”, preguntó Lacey.


Por una fracción de segundo, el suficiente para dudar pero no tanto para que ella lo notara. Incliné mi cabeza hacia él, dejándolo ver la fastidiosa pregunta en mis ojos: Si, Ethan. Vas a presentarnos?.


“Lacey Sheridan”, dijo ella, dejando a Ethan sin elección. No extendió la mano, sino que solo se quedó ahí engreída, como si la mera mención de su nombre fuese a bloquearme un par de estacas.


“Merit. Centinela”, añadí, en caso que ella necesitara el recordatorio de que ahora estaba en la Casa de Ethan. Contuve una sonrisa ante el movimiento nervioso de su quijada.


“Yo también fui un guardia”, dijo ella, su mirada inspeccionando mi cuerpo mientras me evaluaba, un oponente preparándose para la batalla. Estábamos peleando por Ethan? Por alguna especie de superioridad en la Casa? Cualquiera que sea la razón, no iba a jugar a eso. Ya estaba cansadísima, y perdí todo mi montón de papas fritas en el negocio.


“Eso es lo que supe”, dije cortésmente. “Soy amiga de Lindsey. Ustedes dos estuvieron juntas de guardias, entiendo, antes de que tomaras la prueba”.


“Si, conozco a Lindsey. Es un guardia sólido. Particularmente buens descubriendo motivaciones”. ella proporcionó la evaluación de Lindey como si, en lugar de discutir de un amigo o colega, le hubiesen pedido una referencia profesional.


Cambié mi mirada de regreso a Ethan. “Asumo que supiste lo de Alabama?”.


Su expresión se nubló. “Si. Los rumores de Gabriel?.


Asentí. “Esa fue mi suposición””.


Él dejó salir un respiro, luego asintió. “Es lo que es. Me gustaría ir a la iglesia dentro de la hora”.


“Liege”, dije de nuevo, con obediencia en mi voz.


Él no gruñó, exactamente, pero la aquiescencia claramente lo irritó. Sonreí mientras me alejaba.


Estaba bañada y vestida – pantalones, botas, y una camiseta debajo de mi chaqueta de cuero – y en mi camino al piso de abajo a la oficina de Ethan cuando mi teléfono sonó. Lo saqué de mi bolsillo y chequeé la pantalla. Era Mallory.


“Hey”, contesté.


“Sé a donde te diriges, pero estoy a punto de estacionarme en frente de la Casa Cadogan. Catcher quiere hablar con Ethan, y tengo algo para ti”.


“Algo apetitoso?”.


“Solo me quieres por mi comida de primera?”.


“Bueno, no, pero admitiré que es una de las razones”.


“Siempre y cuando las razones sean muchas y variadas. Trae tu trasero aquí”.


Sabiendo cuando tomar una orden, cerré y guardé el teléfono, luego completé mi viaje a la puerta principal. El vestíbulo estaba libre del Maestro vampiro, así que salí al exterior con una placentera carencia de drama.


Mal estaba de pie en la entrada en pantalones de pitillo y una camiseta larga, las manos en sus caderas. Ella parecía estar interrogando al guardia. Esperé bajo las escaleras, luego tomé la acera hasta la entrada. Catcher se puso a su lado justo mientras me acercaba, probablemente acababa de aparcar el auto, una mezcla de regocijo y derrota en su expresión.


“Y supe que su pueblo era realmente genial en la Tercera Llave”, decía. “Tienens algún consejo para mi?”.


La hada mercenaria en la entrada la miró con maldad en sus ojos. “Pueblo?”.


Mallory sonrió. “Lo siento, es solo, que sus tradiciones son tan interesantes. Tan naturales. Tan aldeano. Estarías dispuesto a sentarte conmigo y quizá compartir –”


“De acuerdo”, interrumpió Catcher, poniendo sus manos sobre sus hombres y volteándola hacia la Casa. “Es suficiente de eso. Mis dispculpas”, le ofreció al guardia, luego llevó a Mallory por la acera.


“Haciendo nuevos amigos?” le pregunté.


“Son personas realmente fascinantes”.


“Apuesto a que les gustaría ser llamados por sus nombres”.


Mallory deslizó una mirada sosa a Catcher. “Sabes su nombre?”.


Él me miró. Me encogí de hombros. “Solo trabajo aquí”.


“Las especies entre los supernaturales realmente son el ultimo bastión de prejuicio aceptable en este país”, dijo Mal, luego pareció darse cuenta que estaba vestida en cuero y sosteniendo mi espada. “Te ves lista para perseguir a algunos cambiaformas”.


“Esperemos que no llegue a eso. No estás en Schaumburg esta noche?”.


Ella negó con la cabeza. “Esta noche tengo pasantía otra vez, lo que significa que debo estar en casa haciendo pociones y todo eso”.


“Buena suerte con eso”.


“Buena suerte con tus cambiaformas. Y eso es por lo que estoy aquí”. Metió sus dedos en un bolsillo ceñido en su cadera y hurgó. “Extiende tu mano”.


Arqueé escéptica una ceja, pero lo hice mientras estaba dirigida. Mallory sacó algo, luego lo depositó en mi mano.


Era un brazalete antiguo – una cadena de oro, negra del uso, que cargaba un particular medallón. Lo sujeté. La imagen de un pájaro estaba grabada en la superficie.


“Es un apotrope”, dijo orgullosamente.


“Es un qué?”.


“Apotrope. Es un amulet para la suerte, para prevenir la magia negra”. Ella se inclinó hacia adelante y apuntó a la inscripción. “Eso es un cuervo. Es un símbolo d eprotección. Encontré el brazalete en una tienda en un distrito Escandinavo”.


Fruncí el ceño, confundida. “Chicago tiene un distrito Escandinavo?”.


“Nop”, dijo Catcher. “Pero la tienda estaba al lado de un restaurante que vendía arenque en escabeche. Ella decidió que era un Distrito Escandinavo”.


“Primero cambias muebles; luego cambias vecindarios”.


“Soy prometedora”, dijo ella. “De todas manera, trabejé un poco la acción de Segunda Llave por mi cuenta, y ahí tienes”.


“Bueno, eso fue muy considerado, aunque sin el injustificado plan urbano. Gracias, Mal”.


Ella se enogió de hombros. “Quería darte una tintura de acónito, pero el aguafiestas de aquí dijo que no”.


“Acónito?”, pregunté, mirando a ambos.


“Es venenoso para los cambiaformas”, dijo Catcher, casi rodando los ojos.


Asentí. “Si, puede ser algo malo llevar veneno de acónito para una convocatoria de cambiaformas”.


“Solo habría puesto un poco ahí”, dijo Mallory. “No lo suficiente para darle al cualquiera un dolor de estómago, mucho menos matar a alguien. Y nadie tiene que saberlo”.


“Mejor me quedo con el cuervo. Gracias por traerlo”. Extendí mi muñeca derecha así ella pudo abrochar el brazalete, pero levanté la mirada cuando Catcher hizo un silbido bajo de advertencia.


“Compañía”, dijo él, y ya que su mirada estaba en la puerta, supuse quien podía ser.


“Ooh, es hermosa”, susurró Mal, levantando la mirada una vez que aseguró el brazalete.


“Quien es?”.


“Esa sería Lacey Sheridan”.


Mallory parpadeó. “Lacey Sheridan? La vampiro que Ethan –”


La interrumpí con un asentimiento.


“Ibas a dejarme saber que su antigua novia estaba en la ciudad?”.


“Pensé que ya habías tenido una buena dosis de humillación Merit por la semana”.


Me dio palmaditas en el brazo. “No seas tonta. La humillación vampírica es como un vino fino. Debería ser compartida entre amigos”.


Saqué la lengua, pero Catcher negó con la cabeza. “Aquí vienen”, advirtió. “Pon tu cara feliz”.

Enlucí una sonrisa falsa para saludarlos. Su katana en una mano, usó la otra para gesticular hacia Lacey.


“Mallory Carmichael y Catcher Bell”, dijo. “Catcher, creo que tu y Lacey se conocieron cuando ella estaba en la Casa”.


“Sip”. Eso fue todo lo que dijo Catcher. No se molestó en estirar una mano.


“Es bueno verte otra vez, Catcher”.


Él apenas reconoció el saludo, y mi corazón se entibió. Catcher era brusco, seguro, pero eso usualmente no involucraba ignorar rotundamente a la gente, al menos en mi experiencia. Pude haberle dado a él y Mallory un montón de mierda sobre sus shenanigans desnudos, pero él sabía en que equipo estaba.


“Malory es la antigua compañera de piso de Merit”, dijo Ethan a Lacey, “y una nueva hechicera identificada. Actualmente está entrenando con una Orden representativa en Schaumburg”.


Lacey inclinó su cabeza. “Pensé que la Orden no tenía representantes en el area de Chicago”.

Mallory puso una mano sobre el brazo de Catcher antes de que le pudiera gruñir a Lacey, pero podías ver las ansias de dar un paso adelante en su expresión. Catcher había sido expulsado de la Orden bajo circunstancias que no estaban del todo claras para mi, pero la carencia de una oficina de la Orden en Chicago tenía algo que ver con ello.


“Es una larga historia”, dijo Mallory, “Y es un gusto conocerte”. Miró a Ethan.


“Vas a cuidar de mi chica está noche?”.


“Siempre cuido a mis vampiros”.


Mallory sonrió tiernamente. “Toda la evidencia muestra lo contrario”.


Catcher puso una mano sobre el hombre de Mallory y miró a Ethan con gravedad. “De hecho vinimos por una razón además de espetarte, y no son buenas noticias. Un cuerpo fue encontrado en un almacén a unas ocho cuadras del bar. Era Tony”.


Ethan dejó salir un respiro lento. “Estoy molesto por eso en un número de niveles, no siendo el menor de ellos el hecho de que él sea nuestro principal sospechoso”.


“Aún él puede estar detrás del golpe”,indiqué. “Pero alguien más puede no haber estado feliz con ello – o quiso mantenerlo callado”.


Catcher asintió. “Al menos, hay más de una persona involucrada en lo que sea que esté ocurriendo en el asunto de los cambia formas”.


“Gabriel lo sabe?”, preguntó Ethan.


“Este no es el tipo de información que me gusta tener dos horas antes de la convocatoria”.


“No”, concordó Catcher, “no lo es. Y probablemente no sea el último de tus problemas esta noche”.


“Esperaba problemas”, dijo Lacey, aparentemente uniéndose a la conversación. “Es muy poco probable que el primer ataque fuera al azar, y ya que los perpetradores no han logrado impedir la reunión, he predicho que un segundo golpea sea inminente”.


“Hemos conseguido respaldo”, dijo Ethan, pero su mirada estaba en el césped, su expresión en blanco, como si estuviera contemplando cosas desagradables. “Los guardias de Grey y Navarro. Tendremos las comunicaciones abiertas”.


“Lo mejor que puedes hacer”, dijo Catcher.


Nos quedamos ahí por un momento, probablemente todos preguntándonos lo que nos deparaba la noche.


“Voy a llevar a Lacey a instalarse así puede trabajar en mi oficina mientras no estamos”, dijo Ethan, mirándome. “Nos vemos en las escaleras del primer piso en cinco”.


“Liege”, dije, inclinando mi cabeza con una elegante condescendencia perfecta.


Su labio superior se curvó en insatisfacción, pero después un saludo con la mano para Mallory y Catcher y alguna despedida incómoda entre Lacey y Mallory, él escoltó a Lacey de regreso por la acera.


“Liege?” repitió Catcher. “Apuesto que puedo contar con una mano las veces que te he escuchado decir eso”.


“Estoy optando por la aquiescencia”, dije, mi mirada aún en los Maestros.


Catcher sonrió pero un poco pícaro. “Apuesto que eso lo cabrea”.


Le di una sonrisa. “Creo que lo odia. Lo que lo hace más agradable”.


“Y ya que desea a Merit la aquiescente desde el dia en que pusiste un pie en la Casa Cadogan”, señaló Mallory, “ni siquiera es inmaduro. Solo le estás dando lo que pidió”.


“Precisamente”, concordé con un asentimiento, aunque no estaba de acuerdo completamente – era divertido, seguro, y apropiado en su modo, pero aún así inmaduro.


“Sabes”, dijo Malloy, su cabeza inclinada mientras los veíamos caminar, “ella es toda rubia y anticuada… como un abogado o algo por el estilo. Y eso no es un cumplido”.


“Chupasangres de todas formas”, dijo Catcher entre dientes.


Le di palmaditas en su brazo. “Sabes, eso fue muy tierno, lo que hiciste. Ser rudo con la Pequeña Señorita Brillo de Sol”.


“No te alegres tanto. No es que esté de tu lado”, dijo Catcher, entonces asintió hacia Mallory. “Pero habría dormido en el sofá por una semana si no tomaba su lado”.


“Y mi lado es tu lado”, concluyó Mallory, luego estiró sus manos. “Necesitamos correr. Necesito comenzar a cocinar. Que pases una Buena noche, de acuerdo?”.


Di un paso al frente y la abracé, luego retrocedí nuevamente. “Seré tan buena como me sea posible, y pediría lo mismo para ustedes”. Les di mi mejor mirada materna.


Catcher resopló. “Si no jugamos Twister desnudos, estaremos perdiendo nuestras horas despiertos”.


“Sip”, dijo Mallory mientras lo jalaba por la acera, “Ese es el amor de mi vida. Él es un romántico de corazón”.


Fiel a su palabra, Ethan se encontró conmigo en el vestíbulo cinco minutos más tarde, sin el Maestro de la Casa Sheridan. Pero fue seguido por Luc y Malik. Luc estaba en vaqueros y una camiseta blanca. Malik – alto, de piel oscura, y ojos verdes – llevaba pantalones negros d evestir, zapatos d punta cuadrada negro, y una escueta camisa blanca abotonada, el botón superior de su camisa abierto para revelar su medalla Cadogan. Malik, el único vampiro casado en mi aquiescente, también era uno de los más atractivos – cabeza afeitada, ancho, ojos claros, pómulos marcados. Pero tenía el semblante más solemne que haya visto en algún vampiro.





“Creo que estamos listos,” dijo Ethan, mirando entre ellos. “Malik, La Casa es dejada a tu cuidado y confianza. Luc, regístrate en nuestro equipo. Si Dios quiere, la necesidad de ellos no hará falta. Pero solo en caso . . .”


“Ya está hecho,” dijo Luc. “Hicimos en enlace antes, y todos estamos en contacto. Grey y Navarre están n espera. Ambos tienen sus auriculares?”.


Como estudiantes obedientes, sacamos nuestros auriculares, los cuales habíamos atesorado en nuestros bolsillos, y se los mostramos a Luc.


“Buenos niños”, dijo con una risa entre dientes. “No necesitan ponérselos hasta que estén en el lugar. Pueden querer hacer eso en un momento privado, y no con cmabiaformas respirand bajo sus cuellos, n sea que ellos crean que somos incluso más intrigantes de que ya creen que somos. Cuando los hagan entrar, nosotros estaremos en la otra salida”.


“Quieres que intente de nuevo con Darius?”.


Todos nos volteamos a Malik. Darius era la cabeza del Prsdo Greenwich, el onsulado Europeo del Oeste.


Ethan negó con su cabeza. “No ahora. Hemos intentado ponernos en contacto con él, y no nos responde. En este punto, es mejor pedir disculpas después que permiso ahora”.


“Crees que él pueda decir que no?”, pregunté. Ethan me fulminó con la mirada.


“Creo que GP es impredecible en su actual forma. Le diremos que estábamos en contacto con cambiaformas - que ofrecemos apoyo estratégico a cientos de cambiaformas – y que presionamos el botón de pánico de GP”.


“Invitamos una calamidad,” tradujo Luc.


Asentí mi entendimiento. Ethan dejó salir un respiro. “Si estás del todo cómodo con tu estación respectiva, nosotros saldremos.”


“Buena suerte,” dijo Luc, luego me dio una palmada en el hombre. “Patea sus traseros, Centinela.”


“De verdad espero que no llegue a eso.”


“Ya somos dos,” dijo Ethan. Él y Malik susurraron algo — el acto era probablemente uno de los rituales relacionados a Ethan dejando la Casa del cuidado de Malik — luego tomó las escaleras al sótano.

Traducido por Dana con la ayuda de xEmilyx

Camila  – (10 de agosto de 2010, 14:45)  

aww chicas! excelente traducción!
me he llevado una sorpresa al descubrir la actualización del blog, con lo de la enfermedad de Chloe.

Muchas gracias por el capítulo, y animo a Chloe con su mano.

Besos y..maldita Lacey! XD

Unknown  – (10 de agosto de 2010, 20:32)  

Gracias por el capitulo , de verdad son geniales;)



Animo Chloe, tu puedes!

Brody  – (11 de agosto de 2010, 8:27)  

wooo gracias por los cap estubieron geniales xd :) son unas geniasss xao xd

Almudena :D –   – (11 de agosto de 2010, 9:34)  

ohh se os quiere chicas! Gracias por el capituloo de verdadd! Sois las mejoress!
Besos y estupenda traduccion!

Anne Polet  – (12 de agosto de 2010, 18:43)  

hey!!! gracias por los nuvos kapitulos!!!
mil gracias saludos!!!

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