Hard Bitten - Capítulo IV

CAPITULO 4

LA BESTIA SALVAJE


El aire era denso y húmedo, el olor fuerte de ozono indicaba lluvia. El lago parecía que ya estaba en medio de una tempestad: olas espumosas viajaban a través del agua como dientes irregulares, y algunas golpeaban la costa rocosa.

Miré hacia el cielo. Las señales de una tormenta gigantesca eran las exageradas nubes negras en el cielo del suroeste, visibles cada vez que brillaba un rayo a través de ellas.

Sin previo aviso, un crack se escuchó en el aire.

Salté y miré hacia atrás al edificio, pensando que había sido alcanzado por un rayo después de ver un relámpago. Pero el edificio estaba en silencio e inmóvil, y cuando otro crack rompió el silencio, me di cuenta de que el sonido venía de un grupo de árboles en el otro lado del edificio.

Di la vuelta para investigar y encontré a Ethan de pie debajo de un pino como un luchador frente a un oponente de doce metros de altura.

Sus puños estaban levantados, su cuerpo erguido.

"¡Cada vez!" gritó. "¡Cada vez que me las arreglo para poner las cosas bajo control, se enredan de nuevo en una mierda!"

Entonces se giró y empujó–golpeando el árbol.

Crack.

El árbol se tambaleó como si hubiera sido embestido por un camión, las ramas se movieron como agujas silbando. El olor a resina de pino – y sangre –se levantaba en la brisa. Y estas no eran las únicas cosas en el aire. Magia onduló fuera del cuerpo de Ethan en oleadas, dejando un hormigueo revelador alrededor de nosotros.

Y eso, pensé, explicaba por qué había conducido hasta aquí en lugar de ir a la Casa. Con tanto enojo acumulado, no había manera de que Ethan pudiera haber ido a casa. Los vampiros Cadogan -incluso aquellos que no eran tan sensibles a la magia como yo- hubieran sabido que algo andaba mal, y eso sin duda no iba a aliviar el anticipado estado de ánimo. Se trataba del obvio inconveniente de ser un Maestro vampiro –perder el control y no tener ningún lugar a dónde ir.

"¿Tienes alguna idea de cuánto tiempo – lo duro –que he trabajado para hacer esta Casa exitosa? Y este humano – este bache temporal en la cronología del mundo – amenaza con tirar todo por la borda. "

Ethan se echó hacia atrás para un segundo ataque, pero ya había abierto sus nudillos y el pobre árbol probablemente no estaría mucho mejor. Entendía la urgencia de huir cuando te culpaban por los males de otro, pero lastimarse a sí mismo no resolvería el problema. Era el momento de intervenir.

Estaba de pie en el césped entre el edificio y el lago, me imaginé que era un lugar perfecto para trabajar en liberar un poco de tensión. "¿Por qué no te metes con alguien de tu tamaño?" grité.

Él me miró, arqueó una ceja desafiante. "No me tientes, Centinela".

Me quité la chaqueta y la dejé caer al suelo, después puse mis manos en las caderas y, con suerte para esta ultima noche, saqué mi valentía vampiro. "¿Tienes miedo de no poder conmigo?".

Su expresión era indescifrable–partes iguales de tentación e irratibilidad–de un conflicto de masculinidad con la necesidad de aplacar el desafío a su autoridad. "Cuida tu boca".

"Es una pregunta legítima", repliqué. Ethan ya estaba caminando cerca, el olor de su sangre cada vez más fuerte.

No iba a negarlo–mi hambre se avivó. Había mordido dos veces antes a Ethan, y ambas ocasiones habían sido memorables. Sensuales, de una manera que no era cómoda de admitir. El olor de su sangre había disparado de nuevo los recuerdos, y sabía que mis propios ojos se habían plateado, aunque no estaba muy contenta de producir tentación.

"Fue una pregunta infantil", gruñó, dando otro paso hacia adelante.

"No estoy de acuerdo. Si quieres pelear, prueba con un vampiro".

"Tu intento de ser ingeniosa no te están sirviendo, Centinela".

Se movió de una manera sorprendente, la sangre goteando de su nudillo derecho, el cual se agrietó casi hasta el hueso. Deberían sanar, y rápidamente, pero le iba a doler.

"Y, aún así," dije, apretando mis manos en puños, "aquí estás".

Sus ojos se platearon. "Recuerda cual es tu lugar".

"¿Ponerme en mi lugar te hace sentir mejor?"

"Yo soy tu Maestro".

"Sí, lo eres. En Hyde Park, en Creeley Creek, y donde quiera que los vampiros se reúnan, tú eres mi Maestro. Pero aquí, sólo somos tú, yo y la astilla que Tate puso en tu hombro. No puedes volver a la Casa de este modo. Estás vertiendo magia, y eso preocupará a todos incluso más de lo que ya lo están. "

"Aquí afuera", dije en voz baja, "somos sólo tú y yo."

"Luego no digas que no te lo advertí." Sin ninguna advertencia, lanzó su movimiento favorito, una patada circular que tiró hacia mi cabeza. Pero lo reduje con mi brazo y hombro bloqueándolo.

En esa maniobra frustrada, Ethan recuperó su posición. "No seas engreída, Centinela. Sólo me has derrotado una vez".

Traté con una de mis patadas circulares, pero él la esquivó, agachándose y girando alrededor del golpe, antes de saltar de nuevo. "Tal vez sea así”, dije. "Pero, ¿cuántos novatos te han derrotado antes?"

Frunció el ceño y dio una combinación de puñetazos que fácilmente rechacé. Aún con todo el poder vampírico que estábamos arrojando en nuestros golpes, esta batalla no era real. Esta era una lucha de juego. La liberación de la tensión.

"No temas", dijo. "Es posible que lo hayas conseguido, pero he estado encima de ti antes, y estoy seguro de que lo voy a conseguir de nuevo."

Estaba siendo arrogante, quitando esa gentileza, la apariencia insistente que había estado usando últimamente se desprendió. Pero yo había logrado convertir su rabia en humo romántico, lo cual suavizaba sus golpes.

Rechacé un medio golpe. "No te hagas ilusiones. No estoy así de hambrienta".

"Mis ilusiones, como tu lo llamas, son constantes cuando estás alrededor".

"Entonces voy a tratar de permanecer más lejos," respondí dulcemente.

"Eso no será exactamente conducente con tu posición Centinela".

"Tampoco el ser arrestado," le dije, trayéndolo de regreso al punto.

Ethan pasó las manos por sus cabellos rubios, después enlazó los dedos juntándolos sobre su cabeza. “Estoy haciendo todo lo posible para mantener junta a la ciudad. Y es cada vez más difícil. Y ahora, en unas pocas horas, vemos el lado feo de la libertad de expresión, nos enteraremos que Chicago tiene una milicia, y descubrimos que Tate está en busca de sangre. Mi sangre".

Mi corazón se apretó en simpatía, pero me resistí a la necesidad de llegar a él. Somos colegas, me recordé a mi misma. Nada más.

"Sé que es frustrante," le dije, "y sé que Tate estaba fuera de lugar con la orden. Pero, ¿qué más podemos hacer además de tratar de resolver el problema?"

Frunció el ceño, Ethan se volvió hacia el lago, después caminó hacia el. El borde de la península eran terrazas de anillos de piedra que formaban pasos de gigante en el agua. Se quitó su chaqueta, colocándola con cuidado en la cornisa de piedra antes de sentarse junto a él.

¿Era un error de que estuviera un poquito decepcionada de que no se despojara también de su camisa?

Cuando me uní a él, cogió una piedra y la lanzó. Aún con el golpe, voló como una bala a través del agua.

"Esto no suena como una rave", le dije. "Lo que el señor Jackson describió, es decir, al menos no como la forma en que los has descrito antes. Esto no suena como si se tratara acerca de la seducción o el glamour. Esto no es un pasatiempo clandestino”. Mientras esperaba por su respuesta, me quité el fleco de la cara. El viento lo estaba revolviendo.

Ethan se tensó y lanzó otra piedra, la roca zigzagueo saltando hacia adelante. "Continua", dijo, y me relajé. Volvíamos de nuevo a la política y estrategia. Esa era una buena señal.

"He experimentado Primer Hambre y la Primer Hambre Parte Deux. Había un componente sensual en ambos, seguro, pero al final de ellas había algo acerca de la sangre–la sed. No se trata de conquistar a los seres humanos o matarlos. "

"Somos vampiros", señaló secamente.

"Sí, porque bebemos sangre, no porque somos psicópatas. No estoy diciendo que no haya vampiros psicópatas, o vampiros que no matarían por sangre si estuvieran hambrientos por ella, pero no suena como si eso hubiera sucedido aquí. Suena como a violencia, pura y simple".

Ethan se quedó callado por un momento. "El hambre de sangre es la antítesis de la violencia. En todo caso, se trata de la seducción, acerca de atraer al ser humano más cerca. Ese es el objetivo fundamental del glamour vampiro".

El glamour era de la vieja escuela vampiro–la capacidad de los vampiros para atraer a otros, ya sea mediante la manipulación de sus objetivos o por el ajuste de sus propias apariencias para hacerse más atractivos a sus víctimas. Maldición, no podía justificar al glamour, pero parecía que yo tenía cierta inmunidad hacia el.

"Esta es la segunda vez que los raves nos han metido en problemas", señalé. "Las hemos evitado hasta ahora, y es tiempo de que se acaben. Pero no podemos ir asumiendo que estas fiestas arremolinadas se fueron de las manos. Esto sólo suena... diferente. Y si quieres un poco de consuelo, al menos Tate te esta dando la oportunidad de resolver el problema".

"¿Dándome una oportunidad? Eso es decir poco. Él está haciendo precisamente lo que Nick Breckenridge ha tratado de hacer–chantajearnos para tomar acción".

"O nos está dando una oportunidad que no tuvimos antes".

"¿Cómo te has imaginado eso?"

"Él nos esta obligando a eso", le dije. “Lo cual significa que en vez de ir cautelosamente alrededor del GP y preocuparnos por la Casa o lo que pudieran pensar de nosotros, estamos obligados a salir y hacer algo al respecto. Vamos a gastar algo del capital político del que tú siempre estas insistiendo. "

Ethan arqueó una ceja imperiosamente. "Del que siempre estás hablando. Hablando de eso con un buen motivo y con tonos calculados".

Esta vez, rodó sus ojos.

"Mira”, continué. "La última vez que trabajamos en las raves, hiciste que me centrara en los riesgos medios. Esta noche, hemos demostrado que alguien preocupado por conocer el problema, en realidad no lo resuelve. Necesitamos ponernos delante de la cuestión. Tenemos que acabarlos. "

"¿Quieres decir que los vampiros ya no pueden participar en orgías de sangre humana?"

"Bueno, no iba a usar esas palabras, exactamente. Y tenía la intención de tomar mi espada".

Él sonrió un poco. "Eres una cosa verdaderamente a considerar cuando tienes acero en tus manos".

“Sí,” asentí. Toqué con una mano mi estómago. "Y ahora que estamos viendo el lado positivo, vamos a encontrar algo de comer. Me muero de hambre".

"¿No siempre te mueres de hambre?"

"Ja–ja". Le di un codazo en el brazo. "Vamos. Iremos a buscar un Italian beef".

Me miró. "¿Supongo que tiene un significado importante dentro de los círculos culinarios de Chicago?".

Me quedé allí, tanto me entristecía porque él no hubiera experimentado la alegría de un sándwich tipo italiano con carne–como también me irritaba ya que él había vivido en Chicago durante tanto tiempo y había estado totalmente apartado de todas las cosas que lo hacían Chicago.

"Tan importante como los Red Hots y los Deep Dish. Vamos, Liege. Es tu turno para ser educado. "

Él gruñó, pero aceptó.


***



Nos dirigimos hacía University Village, estacionamos en la calle, nos formamos en la línea junto con los trabajadores del tercer turno en la hora del almuerzo y los alumnos de la UIC necesitando bocadillos nocturnos. Eventualmente recogimos nuestras órdenes y nos movimos hacia el mostrador, donde le enseñé a Ethan la postura en la que Dios le hacia estar a los residentes de Chicago para poder sostenerse–pies separados, codos sobre la mesa, los sándwiches en la mano.

Ethan no había hablado desde que su sándwich italian beef de ocho pulgadas había sido entregado, aún goteaba por su baño en salsa. Cuando su primer bocado dejó un rastro de jugo en el suelo delante de sus pies–y no sobre sus zapatos italianos caros–sonrió grandiosamente hacía a mí.

"Bien hecho, Centinela".

Asentí mientras mordía un bocado de pan, carne y pimientos, feliz de que Ethan estuviera de mejor humor. Digan lo que sea sobre mi obsesión con todas las cosas con carne y carbohidratos, pero nunca subestimen la capacidad de la carne en rebanadas finas sobre un pan para hacer feliz a un hombre–vampiro o humano.

Y hablando de felicidad, me pregunté qué más se había estado perdiendo Ethan. "¿Has estado alguna vez en un juego de los Cubs?”.

Ethan se secó la boca con una servilleta de papel, y pude ver sus nudillos, ya recuperados de los golpes. "No, no he estado. Como sabes, no soy muy fanático del béisbol".

No era muy fanático, pero aún así había rastreado una pelota de béisbol firmada para reemplazar la que yo había perdido. Ese era el tipo de movimiento que me desequilibraba, pero me las arreglé para mantener las cosas livianas.

"Sólo estácame ahora," dije. "En serio, has estado en Chicago mucho tiempo y ¿nunca has estado en Wrigley? Eso es una vergüenza. Necesitas estar ahí. Es decir, para un juego en la noche, obviamente".

"Obviamente".

Un par de hombres grandes con bigotes y camisetas de los Bears se movieron hacia la barra cerca de donde estábamos, con sándwiches en la mano. Tomaron un lugar al lado de Ethan, extendieron sus pies, abrieron sus propios italian beefs, y los mordieron.
No fue hasta la mordida número dos que miraron y se dieron cuenta que dos vampiros estaban de pie junto a ellos.

El más cercano a Ethan pasó una servilleta por el bigote manchado, cambiando su mirada de mí a Ethan. "Ustedes dos me parecen familiares. ¿Los conozco?".

Desde que mi foto había salido en la primera página del periódico hace un par de meses, y Ethan había salido en las noticias locales más de una vez desde el ataque a Cadogan, probablemente les parecíamos familiares.

"Soy un vampiro de la Casa Cadogan," dijo Ethan.

Nuestra área del restaurante, que no estaba llena pero todavía había algunas personas, se quedó en silencio.

Esta vez, el hombre miró con recelo el sándwich. "¿Te gusta eso?"

"Es fantástico", dijo Ethan, y luego hizo un gesto hacia mí. "Ella es Mérit. Es de Chicago. Decidió que tenía que intentarlo".

El hombre y su compañero se inclinaron hacia adelante para mirarme. "¿Es cierto?”.
"Lo es".

Él se quedó callado por un momento. "¿Has probado un Deep Dish? ¿o un Red Hot?"
Mi corazón se calentó. Podríamos haber sido vampiros, pero al menos estos chicos reconocían que éramos originarios y principalmente residentes de Chicago. Conocíamos el Wrigley Field y el Navy Pier, a Daley y la hora pico del tráfico, Soldier Field en diciembre y Oak Beach Street en julio. Conocíamos las imprevisibles tormentas de nieve y las monstruosas oleadas de calor.

Pero sobre todo, conocíamos los alimentos: taquerías, Red Hots, Deep Dish, cervezas grandes. Horneábamos, freíamos, salteábamos, asábamos, y en nuestra búsqueda para disfrutar del sol y el calor mientras pudiéramos, compartíamos la comida juntos.

"Ambos", le dije. "Le hice probar la pizza de Saúl".

Las cejas pobladas del hombre se levantaron. "¿Sabes acerca de Saúl?"

Sonreí con picardía. "Queso crema y tocino doble".

"Oooh", dijo el hombre, sonriendo de oreja a oreja. Dejó caer su servilleta y levantó las manos en el aire. “Queso crema y tocino doble. ¡Nuestro amigo colmilludo aquí conoce lo mejor de Saúl! "Él levantó su gigante vaso de cartón de soda en un brindis. "Para ti, mi amigo. Buena provecho y todo eso".

"Y a ti," dijo Ethan, levantando su sándwich y tomando un bocado.

Carne caliente en el nombre de la paz. Me gustaba eso.


***




"Me sorprende que le dijeras que éramos vampiros," le dije a Ethan en el camino de regreso al coche. "Que lo admitieras, quiero decir, teniendo en cuenta lo que vimos temprano esta noche".

"A veces la única forma de ir en contra del prejuicio es recordándoles cuán similiares somos. Para cambiar sus percepciones de lo que significa ser vampiro... o humano. Además, él no habría preguntado quiénes éramos si por lo menos no lo hubiera sospechado, y mintiendo probablemente lo habría irritado más".

"Es posible".

Él sonrió espléndidamente. "Además, es evidente que lo halagó el hablar del queso crema y tocino doble".

"¿Quién no se dejaría seducir por una charla de queso crema y doble tocino? quiero decir, otros que no sean vegetarianos, supongo. Pero, como hemos establecido, el vegetarianismo no es mi fuerte".

Ethan abrió la puerta de mi coche. "No, Centinela, no lo es." Me metí dentro y él hizo lo mismo, pero no arrancó el coche de inmediato.

"¿Problemas?" le pregunté.

Frunció el ceño. "No estoy seguro de estar listo para regresar a la Casa. No es que prefiera estar en Creeley Creek, por supuesto, pero hasta que regrese a Hyde Park, el drama no será enteramente sólido". Él miró a mí. "¿Tiene sentido?".

Sólo un Maestro Vampiro de cuatrocientos años de edad preguntaría si un estudiante graduado podría entender sobre dilación. "Por supuesto que sí. La espera es un sentimiento muy humano".

"No estoy seguro de que los humanos tengan un monopolio del aplazamiento. Y, más importante, no estoy seguro de que esto cuente como un aplazamiento". Se volvió otra vez y comenzó la ignición. "A diferencia de lo que estás haciendo".

"¿Qué estoy haciendo?"

Sonrió solo un poco–una sonrisa divertida.

"Postergar las cosas", dijo. "evitar lo inevitable entre tu y yo".

"¿Cuánto tiempo lo 'inevitable' puede tomar cuando eres inmortal?"

Él sonrió y llevó el Mercedes hacia el bordillo de la acera. "Supongo que lo vamos a averiguar".

Una noche de verano en Chicago. Tres líneas juntas de batalla.



***



Los manifestantes aún estaban en la calle cuando volvimos, su odio aparente hacía nosotros no había disminuido. Por otra parte, su energía parecía ser un poco menos, esta vez, estaban sentados en la estrecha franja del césped entre la acera y la calle. Algunos se sentaron en sillas plegables de camping. Otros se sentaron sobre mantas de dos en dos, su cabeza en el hombro del otro, debido a lo tarde que era. El desvelo fastidioso al parecer era agotador.

Malik nos recibió en la puerta, con un archivo en mano; Ethan le había hecho una llamada de aviso en el coche de camino hacia la Casa.

Malik era alto, con piel de cacao, pálidos ojos verdes y cabello muy corto. Tenía el porte real de un príncipe en formación–hombros hacia atrás, mandíbula apretada, ojos exploradores y en alerta, como esperando merodeadores escalando los muros del castillo.

"Militares y órdenes de arresto", dijo Malik. "No estoy seguro de si conviene que ustedes dos dejen la Casa juntos otra vez".

Ethan hizo un bufido en acuerdo. "En ese punto, me gustaría estar de acuerdo contigo".
"¿Tate indicó que el supuesto incidente fue violento?"

"Tan excepcionalmente, consiguiendo el cuento de primera mano", dijo Ethan.
Una vez que estuvimos en la oficina de Ethan y hubo cerrado la puerta detrás de nosotros, llegó al punto central del asunto. "La historia es, los vampiros perdieron el control y mataron a tres humanos. Pero la descripción del señor Jackson sonó más a sed de sangre no controlada que de una típica rave".

"¿El Sr. Jackson?", preguntó Malik.

Ethan se dirigió a su escritorio. "Nuestro testigo. Posiblemente bajo influencia, pero lo suficientemente serio para que Tate estuviera aparentemente convencido. Y por convencido, me refiero a que está amenazando con arrestarme si no solucionamos el problema, o lo que sea".

Malik, tenía los ojos muy abiertos, miró entre nosotros dos. "Es serio, entonces".

Ethan asintió. "Ha dado la orden de retirarse. Y eso hace que este problema sea nuestro objetivo actual. Tate dijo que el incidente ocurrió en West Town. Mira a través de las acciones de la rave de nuevo. ¿Alguna conexión en ese barrio? ¿Alguna conversación sobre violencia? ¿Alguna cosa que sugiera la verdad del testimonio hablado?"

Con esa tarea dada, Ethan me miró. "Cuando el sol se ponga, habla con tu abuelo. Pregúntale si pueden averiguar algo acerca del incidente de Jackson, los vampiros involucrados, Casas, lo que sea, y cualquier nueva información que hayan recibido acerca de las raves. Esto no podría ser solo uno, pero por el momento esa es la mejor pista que tenemos. Y de una manera u otra", agregó, mirando entre nosotros, "vamos a acabar con estas cosas, ¿de acuerdo?"

“Liege”–asentí con una inclinación. Definitivamente iba a visitar a mi abuelo, pero mi círculo de amigos había crecido un poco más en los últimos meses. Recientemente me habían pedido unirme a la Guardia Roja, una especie de grupo guardián de vampiros que mantenían un ojo en los Maestros Vampiros y en el GP. Había rechazado la invitación, pero había hecho uso de ese recurso, llamando a la GR para apoyar la seguridad durante el ataque a la Casa. Este podría ser el momento para hacer una llamada de nuevo...

"¿Y este hombre McKetrick?", preguntó Malik.

"Él va a esperar", dijo Ethan, había determinación en sus ojos. "Él va a esperar hasta que el infierno se congele, porque no dejaremos Chicago".




***



Debía visitar a mi abuelo cuando el sol se pusiera. Pero primero, tenía un par de horas más de oscuridad y muchas horas de luz para pasar.

Todas las habitaciones en la Casa, en las cuales estaban alojados cerca de noventa de los trescientos vampiros Cadogan, parecían dormitorios pequeños. Una cama. Un escritorio. Una mesita de noche. Un pequeño closet, un cuarto de baño pequeño. No eran exactamente lujosos, pero nos daban un respiro del drama vampiro. Dado los problemas en los que nos tendemos a meter, estar libre de drama era definitivamente una buena cosa.

Mi habitación del segundo piso–al igual que el resto de la Casa–todavía olía como a construcción. Pintura nueva. Barniz. Yeso. Plástico. Olía bien de alguna manera, como un nuevo comienzo. Un fresco inicio.

La tormenta estalló en las alturas mientras cerraba la puerta, la lluvia golpeó la ventana cerrada en mi habitación. Me quité el traje y con la punta de los dedos mis zapatos Mary Jane, luego me dirigí a mi pequeño cuarto de baño, donde me froté la cara. El maquillaje era fácil de lavarse. Los recuerdos, por otra parte, no se iban a ninguna parte.

Esas eran las cosas difíciles de ignorar–los sonidos, las expresiones, la sensación de Ethan y su cuerpo. Había tratado de bloquear los recuerdos con distancia, para mantener mi mente limpia de ellos con el fin de hacer mi trabajo. Pero aún estaban allí.

Ellos ahora aturdían un poco menos, pero no podía ignorar la evidencia. Para bien o para mal, probablemente siempre tendría estos recuerdos conmigo.

Cuando me vestí de nuevo en una camiseta sin mangas y unos shorts, miré el reloj. Tenía dos horas para matar hasta el amanecer, significaba que tenía una hora para matar hasta mi cita semanal con mi otro vampiro rubio favorito.

Mi primera tarea–tomar cuidado de las necesidades básicas vampíricas. Caminé por el pasillo hacia la cocina del segundo piso, sonriendo a un par de vampiros vagamente familiares al pasarlos. En cada uno de lo pisos de la casa había una cocina, una cosa muy útil debido a que las emergencias vampíricas no consideran las horas de cafetería. Abrí la nevera y saqué dos bebidas de las cajas de sangre tipo A (preparado por el poco convincente nombre de Blood4You, nuestro servicio de entrega), después me dirigí de nuevo a mi habitación. La mayoría de los vampiros son lo suficientemente afortunados para mantener un buen dominio de su sed de sangre, yo incluida. Pero sólo porque no rasgué las uniones de la caja no quería decir que no necesitaba la sangre. La mayor parte del tiempo, la sed de sangre en los vampiros era parecida a la sed en los humanos; si se espera beber hasta que verdaderamente tuvieras sed, probablemente era demasiado tarde.


Mientras esperaba la llegada de su alteza, coloqué un sorbito en una de las cajas de bebida y busqué a través de la pila de libros que comenzaba a llegar cada vez más alto contra la pared de mi habitación. era mi pila PL-Por Leer. Los géneros habituales estaban allí. Chick lit. Acción. Un ganador del premio Pulitzer. Una novela romántica sobre un pirata y una damisela con una blusa escotada. (Qué? Incluso un vampiro disfruta de una pequeña rasgadura de blusas una que otra vez)

Aunque había gastado las últimas horas de unas pocas noches en mi dormitorio vampiro, mi pila PL no había disminuido. Por cada libro que terminaba, encontraba un reemplazo en la biblioteca de la Casa. Y de vez en cuando despertaba al atardecer para encontrar un montón de libros afuera de mi puerta, presumiblemente dejados por el bibliotecario de la Casa, otro Vampiro Noviciado. Sus selecciones estaban usualmente relacionados con la política: historias sobre antiguos conflictos entre vampiros y cambia-formas; biografías de más de cien amistosos vampiros políticos en la historia occidental; líneas del tiempo de eventos vampíricos en la historia. Desafortunadamente, no importaba cuan de serio era el tema; los nombres por lo general eran una tontería.

Vaya al punto: Contribuciones vampiro en la arquitectura occidental.

Colmillos y balances: Los vampiros políticos en la historia.

Beber o no beber: una dialéctica vampiro.

Salchicha Sangrienta, Estofado de Sangre, Sangre Naranja: Alimentos para todas las estaciones.

Y el muy nombrado Plasmatlas, que contiene mapas de los lugares importantes con vampiros.

Tal vez el jefe de redacción de la prensa vampiro era el mismo que escribió los títulos de los capítulos para el Canon de las Casas de América del Norte, mi guía vampiro. Ambas eran igualmente un juego de palabras–y tan ridículas.

Aparte de los nombres, siendo honestos–con Ethan corriendo por la casa, había ciertas ventajas en leer en mi habitación. ¿Era para evitar al Maestro? absolutamente. Pero cuando enfrentarse a la tentación era algo que no podía suceder, ¿por qué no encontrar algo más productivo que hacer? dicho de otro modo, ¿por qué ordenar postre si no podías tomar un bocado?.

Así que ahí estaba yo–en una camiseta y bóxers–con las piernas cruzadas sobre mi cama con Beber o No Beber en la mano, la lluvia golpeando el techo por encima de mí. Suspiré, me recosté contra las almohadas, y me hundí en las palabras, con la esperanza de que podría encontrar algo moderadamente edu–tretenido. O info–tretenido. O lo que sea.


***


Una hora más tarde, Lindsey tocó, y doblé una de las esquinas de la pagina del libro (una mala costumbre, lo sé, pero nunca tuve un marcador útil).

El libro en realidad había sido informativo, discutían los primeros casos registrados de una condición a la que el autor llamaba hemoanhedonia–a la incapacidad de tener placer al beber sangre. Los vampiros con tendencia a esta condición satanizaban a aquellos que bebían. Añade el hecho de que era una "práctica" vampiro ciertamente peligrosa–los humanos no suelen ser amables cuando son tratados como vasitos–y los vampiros comenzaban a beber juntos en privado, lejos de la crítica. Abracadabra, las raves nacen.

Con esa pepita de oro histórica en mente, puse el libro en la mesita de noche y abrí la puerta. Lindsey, compañera de guardia y mi mejor amiga en la casa (suponiendo que Ethan no contaba, y no pensaba que lo fuera), estaba en el pasillo con una rubia cola de caballo, figura matadora, y una sonrisa tonta en su cara. Llevaba unos jeans y una camiseta negra con la impresión CADOGAN en letras mayúsculas blancas a través de la parte delantera. Sus pies estaban desnudos, las uñas pintadas de reluciente oro.

"Hola, rubia".

"Merit. Me gustan esos trapos". Ella emitía una valoración de mi camiseta sin mangas ¡ILLINOIS ES PARA AMANTES! y mis shorts de los Cubs estampados con tréboles.

"La Centinela Cadogan fuera de servicio a sus órdenes. Vamos entra".

Se dejó caer en la cama. Cerré la puerta tras ella. Una de nuestras reuniones más recientes como nuevas amigas había sido una noche en su habitación con pizza y un reality por televisión. No fue exactamente intelectual, pero nos dio la oportunidad de ser tontas por un rato, estar preocupadas por cuál celebridad estaba saliendo con una estrella de rock o quién estaba ganando en esta semana un desafío loco... en lugar de preocuparse por cuál grupo de personas estaban tratando de matarnos. Esto último era agotador después de un tiempo.

Encendí mi televisor pequeño (mi remuneración como trabajo de Centinela) y cambié el canal a un reality de noche, que involucraba a participantes masculinos resolviendo acertijos para poder escapar de una isla de ex-novias.

Era material de alta calidad. Material con clase.

Me uní a Linds en la cama y saqué una almohada detrás de mi cabeza.

"¿Cómo estuvo la reunión con Tate? preguntó ella.

"Drama, drama, drama. Luc te informará de eso. Basta decir, que Ethan podría estar en la cárcel del Condado Cook la próxima semana".

"Sullivan podría tener un corazón de carbón, pero apuesto a que se ve muy bien en naranja. Y con rayas. Rawr", dijo, encrespando los dedos como un gato.

Lindsey estaba aún menos convencida de que Ethan hubiera tenido un verdadero cambio post–ruptura de corazón. Pero eso no lo hacía menos bonito.

"Estoy segura de que disfrutará de tus elogios cuando está metiéndose en ese traje", le dije. "Aunque Luc podría tener celos".

Como guardia, Luc era el jefe de Lindsey. Era alto y con pelo despeinado, su melena rubia oscura tenía algunos reflejos por el sol debido a los años, me imaginaba, como un vaquero usando botas en un rancho donde el ganado y los caballos superaban a los humanos y a los vampiros. Luc mantuvo las botas después de convertirse en vampiro, y había desarrollado un monumental enamoramiento por Lindsey. Una larga historia por lo menos, nada había pasado hasta el ataque a la Casa. Después, comenzaron a pasar más tiempo juntos.

No creía que fuera tan serio–más como una noche de película por aquí, un bocadillo al atardecer por allá. Pero, parecía como si finalmente él hubiera conseguido empujar las barreras emocionales que ella había levantado para mantenerlo a distancia. Apruebo totalmente ese cambio. Luc lo había tenido bastante difícil, ya era hora de que saboreara su victoria.

"Luc puede cuidarse a sí mismo", dijo Lindsey, con voz seca.

"Él lo disfrutaría más si estuvieras al cuidado".

Lindsey levantó una mano. "Suficiente de palabras sobre chicos. Si sigues insistiendo sobre Luc, te voy a pegar con una combinación uno–dos Sullivan, en cuyo caso te voy a estar interrogando sobre su cuerpo caliente y su frialdad emocional por el resto de la noche".

"Aguafiestas". Hice un puchero, pero lo dejé pasar. Sabía que ella no estaba completamente convencida sobre Luc, incluso si ella pasaba más tiempo con él, y no quería empujarla demasiado lejos y demasiado rápido. Y para ser justos, solo porque pensé que ellos estarían bien juntos no quería decir que ella estaba obligada a salir con él. Era su vida, y podía respetar eso.

Así que lo dejé pasar y me instalé en una posición cómoda junto a ella, luego dejé que mi mente fuera a la deriva en las olas de pregrabados, televisión basura. Era como una relajación, no exactamente como un masaje Hotrock y un baño de barro de calidad, pero un vampiro tomaba lo que un vampiro podía conseguir.

Traducido por Chelo

Corregido por Lu

Camila  – (15 de mayo de 2011, 16:34)  

Excelete traducción chicas! felicitaciones. Ya se está poniendo buena la historia, me gusta ver a Ethan arrepentido!

un beso

Anónimo –   – (16 de mayo de 2011, 7:26)  

Ánimo chicas! Vuelvo otra vez a seguir sus traducciones, genial me encanta esta saga, increible!
Besos :D

mirigemma16  – (16 de mayo de 2011, 9:34)  

Mil gracias por el trabajo que os tomáis para traducirlo, espero ansiosa más capítulos!!

Anónimo –   – (16 de mayo de 2011, 10:22)  

GRACIAS POR LA TRADUCCIÍN DE ESTE EXCELENTE LIBRO.. OJALA ONTINUEN CON ESTO..
MIL GRACIAS

Anónimo –   – (16 de mayo de 2011, 11:39)  

que bueno que sigan subiendo, suerte qe lo traducen chicas!!! espero que continuen :)

loli  – (17 de mayo de 2011, 12:17)  

me a gustado mucho tu blog y me gustaria que te pasaras por mi blog y nos seguimos es http;//mundoatrayente.blogspot.com

Anónimo –   – (18 de mayo de 2011, 6:31)  

gracias por su trabajo

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