Hard Bitten - Capítulo VI

CAPÍTULO SEIS

LA ESTACIÓN DE LA BRUJA


Me detuve en el casi vacío estacionamiento del restaurante. Las ventanas brillaban, y solamente un puñado de hombres y mujeres eran visibles a través del cristal.

Estacioné el Volvo y me dirigí dentro, mirando alrededor hasta que encontré a Mallory. Estaba sentada en una mesa frente a una computadora portátil y una pila de libros de un pie de alto, su lacio cabello color azul hielo metido detrás de sus oídos. Fruncía el ceño a la pantalla, un vaso de jugo de naranja medio lleno a su lado.

Levantó la vista cuando me acerqué y noté los oscuros círculos debajo de sus ojos.

“Hola,” dijo con alivio en su rostro.

Me deslicé en la cabina. “Luces cansada.” No había necesidad de ser equívoca cuando tu BFF estaba sufriendo, supuse.

“Estoy cansada.” Cerró la laptop y la apartó de su camino, luego unió sus manos en la mesa. “La especialización no es tan buena como dicen.”

Crucé mis piernas en el banco. “Trabajo duro?”

“Física y emocionalmente agotador.” Miró con mala cara la pila de libros. “Esto es como un campamento militar de hechicería – aprendiendo cosas que debería haber estudiado diez años atrás, atiborrándome con todo esto en un período de unos cuantos meses.”

“Son cosas útiles?”

“Sí. Quiero decir, lo he repasado tanto con mi tutor que es más como mi segunda naturaleza ahora.”

Antes de que tuviera tiempo para pestañear, el salero y el pimentero se estaban deslizando a través de la mesa frente a mí.

Levanté la vista y encontré a Mallory completamente inmóvil, su expresión suave. La había visto mover cosas antes-muebles, la última vez-pero no la había visto tan displicente al respecto.

“Eso es. . . impresionante.”

Ella se encogió de hombros, pero había algo oscuro en sus ojos. “Puedo hacerlo casi sin pensar en ello.”

“Y cómo te sientes sobre eso?” Ahí fue cuando las lágrimas comenzaron a verterse. Miró hacia arriba, como si ese sólo gesto evitara que las lágrimas cayeran. Pero corrieron por sus mejillas de todos modos. Y cuando las secó, me dí cuenta que sus dedos estaban rojos y en carne viva.

“Habla conmigo,” Le dije, luego miré a mi alrededor.

Nuestra esquina del restaurante estaba vacía, la única mesera a la vista estaba sentada en una mesa en la otra punta del lugar, envolviendo cubiertos en servilletas de papel.

“Estamos prácticamente solas tú y yo aquí.” Eso desató una nueva oleada de lágrimas. Mi corazón se estrujó con el pensamiento de que ella había hecho o visto cosas en el último par de semanas que la llevaron hasta las lágrimas-y que yo probablemente no podría haber evitado.

Me levanté y moví hasta su parte de la mesa, esperando a que se moviera antes de tomar asiento a su lado.

“Cuéntame,” le dije.

“Ya no sé quien soy.”

No lo pude evitar; sonreí. Si había algún problema que podía entender como una vampiro principiante, era ese. Presioné mi frente en su hombro.

“Continúa.”

Las compuertas de agua se abrieron. “Yo era esta chica, cierto? Haciendo mi cosa. Teniendo el cabello azul, trabajando mi talento de ejecutiva en publicidad. Y luego tú eres un vampiro, y Ethan Sullivan está tocando mi cabello y diciéndome que tengo magia. Y luego está Catcher y yo soy una bruja y estoy aprendiendo las Llaves, y cómo lanzar bolas flameantes de basura a los objetivos así estaré preparada cuando la mierda vampírica inevitablemente golpee el ventilador.” Aspiró aire, luego comenzó de nuevo. “Se suponía que sería una socia a los treinta, Merit. Tendría un piso en el lago. Tendría un bolso Birkin y estaría generalmente satisfecha con mi elegante suerte. Y ahora estoy haciendo”-ella miró alrededor-“magia. Y no es simplemente magia.”

Otra lágrima rodó por su mejilla.

“Qué quieres decir con que no es simplemente magia?”

Su voz cayó una octava. “Sabes sobre las cuatro Llaves, cierto?”

“Seguro. Poder, seres, armas, texto.”

“Correcto. Esas son las cuatro divisiones principales de magia. Bueno, resulta ser que no es tan simple-esas no son las únicas divisiones principales.”

Le fruncí el ceño. “Entonces cuáles son las otras?”

Se inclinó hacia mí. “Son magia negra, Merit. Cosas malas. Hay un sistema entero de magia negra que recubre las cuatro Llaves buenas.” Agarró una servilleta y destapó un bolígrafo. “Has visto el tatuaje de Catcher, cierto?”

Asentí. Estaba a través de su abdomen, un círculo dividido en cuadrantes.
Ella esbozó la imagen que yo había visto, luego señaló los cuatro segmentos. “Así que cada cuadrante es una Llave, cierto? Una división de la magia.”

Agarró otra servilleta del servilletero y la desdobló, luego dibujó otro círculo dividido. Cuando terminó, colocó la segunda servilleta encima de la primera.

“Son las mismas cuatro divisiones-pero todas magia negra.”

Esta vez, mi voz fue suave. “Dame algo con que continuar aquí. De qué tipo de magia negra estamos hablando? Del tipo de Elphaba, la Malvada Bruja del Oeste o del tipo Slytherin?”

Ella sacudió su cabeza. “No puedo decirte.”

“Puedes decirme lo que sea.”

Levantó la vista hacia mí, clara frustración en su cara. “No es que no quiera decirte, es que no puedo decirte. Hay un hechizo de la Orden funcionando. Sé cosas, pero no puedo hacerlas salir. Puedo armar las frases en mi cabeza, pero no puedo realmente darle voz a las palabras.”

No me gustaba como sonaba eso-el hecho de que la ya de por sí secreta Orden estaba usando magia para evitar que Mallory hablara de las cosas que la preocupaban. Cosas oscuras. Cosas que podría lamentar?

“Hay algo que pueda hacer?”

Sacudió su cabeza, los ojos en sus manos sobre la mesa.

“Es por eso que tus manos están tan agrietadas?”

Ella asintió. “Estoy cansada, Merit. Estoy entrenando, y estoy aprendiendo lo que puedo, pero esto-no lo sé-te usa de manera diferente.” Apretó sus manos en puños y luego las liberó de nuevo. “Es todo un nuevo tipo de cansancio. No sólo de cuerpo. No sólo de mente. Alma, también, supongo.” Sus cejas se unieron con preocupación.

“Has hablado con Catcher sobre algo de esto?”

Sacudió la cabeza. “Él no está en la Orden. No le puedo decir nada de lo que no te puedo decir.”

Repentinamente entendí por qué Catcher no era un gran fan de la Orden-y por qué importaba si era todavía un miembro o no.

“Cómo puedo ayudar?”

Tragó saliva. “Podríamos solamente sentarnos aquí por un ratito?” Suspiró rendida. “Estoy simplemente cansada. Y tengo exámenes acercándose, y hay tantas preparaciones por hacer-demasiadas expectativas puestas en mí justo ahora. Solo no quiero ir a casa. No quiero regresar a mi vida. Solo quiero sentarme en este restaurante de basura corporativa por otro par de horas.”

Puse mi brazo alrededor de sus hombros. “Tanto como quieras.”

Nos sentamos en la cabina por una hora, apenas hablando, Mallory tomando jugo de naranja de su vaso y mirando fuera por la ventana a los raros coches que pasaban por el restaurante.

Cuando su vaso estuvo vacío, golpeé su hombro de nuevo. “Él te ama, lo sabes. Incluso si se siente como algo que no puedas llevarle, puedes. Quiero decir, entiendo que no puedas darle los detalles, pero puedes decirle lo que está preocupándote.”

“Estás segura de eso?” Atrapé el pequeño hilo de esperanza en su voz.

“Estoy segura de ello. Es Catcher, Mallory. Locamente terco? Seguro. Hosco? Absolutamente. Pero también totalmente enamorado de ti.”

Se sorbió por la nariz. “Sigue.”

“Recuerdas cuando me hablaste sobre Ethan? Que yo merecía alguien que me quisiera desde el principio? Bueno, Catcher Bell es tu alguien. Partiría por la mitad a cualquiera que te atacara, y eso ha sido evidente desde el segundo que te conoció. No hay dudas en mi mente que está totalmente enganchado, y no hay nada que no puedas decirle. Bueno,” agregué con una sonrisa, “a menos que te conviertas en un vampiro. Eso probablemente sería una ruptura clara.”

Mal medio rió, medio lloró y limpió su rostro de nuevo.

“Asumo que no estás haciendo planes secretos para convertirte en vampiro?”

“No en este momento.”

“Bien. Creo que un vampiro en la familia es más que suficiente.”

“Coincido con eso. Es que. . .” Se detuvo, luego empezó de nuevo. “Hay muy pocas decisiones en mi vida de las cuales me arrepiento. No haber agarrado aquel Chanel vintage que vimos en ese almacén en División. No haber visto Buffy hasta la tercera temporada. Cosas menores, pero sabes de lo que hablo.” Sacudió su cabeza. “Pero esto. Ser identificada como una hechicera, estar de acuerdo en seguir con esta cosa, ser parte en cosas-no lo sé. Quizá debería haber simplemente ignorado la cosa entera. Continuar con la publicidad e ignorar a los vampiros y la hechicería y a Ethan tocando mi cabello. Quiero decir, quién hace eso? Quién toca el cabello de alguien y pronuncia que tiene magia?”

“Darth Sullivan.”

“Darth maldito Sullivan.” Rió un poco, luego puso su mano en mi hombro.

“Alguna vez deseaste poder alejarte? Rebobinar tu vida al día antes de volverte supernaturalmente inclinada y subirte a un tren Amtrak que vaya fuera de la ciudad?”

Sonreí un poco, pensando en lo que Ethan había dicho. “La idea se me ha ocurrido.”

“Bien,” ella dijo, poniendo sus palmas en la mesa y dejando salir aire. “Es tiempo para una charla de preparación. Prontos, listos, ya,”

Esa era mi llamada para actuar como adulta en la piscina de la lástima y sacarla fuera-y luego ofrecer un poco de magia motivacional propia.

“Mallory Carmichael, eres una hechicera. Te puede no gustar, pero es un hecho. Tienes un don, y no te vas a sentar en un Goodwin bebiendo café de cincuenta y nueve centavos porque tienes preocupaciones sobre tus asignaciones. Eres una hechicera-pero no eres un robot. Si tienes preocupaciones sobre tu trabajo, habla con alguien sobre ello. Si piensas que algo de lo que estás haciendo reprueba la prueba de olor, entonces para de hacerlo. Rompe la cadena de comando si eso es lo que se necesita. Tienes una conciencia, y sabes como usarla.”

Nos sentamos allí en silencio por un momento, hasta su asentimiento decisivo.

“Eso era lo que necesitaba.”

“Eso es el por qué me amas.”

“Bueno, eso y que usemos el misma talle de calzado.” Giró en su asiento y levantó una rodilla. Su pie, ahora apoyado en el asiento, estaba cómodo dentro de un par de Pumas verde lima, edición limitada. . .uno de los pares que había dejado en la casa de Mal cuando me mudé a Cadogan.

“Son esos-”

“Es que son tan cómodos.”

“Mallory Delancey Carmichael.”

“Hey, Street Fest es este fin de semana,” repentinamente dijo. “Quizá podríamos ir y paladear un poco de carne en brocheta.”

La Street Fest era la comilona anual de Chicago de finales de verano. Los restaurantes y las empresas de catering armaban sus carpas blancas de vinilo en Grant Park para vender su mercancía y celebrar el final del tostado calor y la humedad de Agosto. Normalmente, yo era una gran fan. Probar lo más fino de Chicago mientras escuchaba música en vivo no era exactamente una mala manera de pasar la noche.

Por otra parte, “Estás tratando de distraerme con carne asada?”

Ella bateó sus pestañas.

“En serio, Mallory. Esos championes son edición limitada. Recuerdas por cuánto traté de encontrarlos? Acosamos la Web como, por, tres semanas.”

“Crisis epistemológica aquí, Mer. Seriamente. Una no puede avanzar con precaución en una imitación barata de zapatillas cuando una está inmersa en una crisis.” Suspiré, sabiendo que había sido derrotada.

Como resultó ser, no necesitó dos horas, solamente veinte minutos más antes de que estuviera lista para regresar a su vida-a las Llaves, a la magia y a Catcher. Decidió hacer una llamada a Catcher que fue lo suficientemente dulce para enfermar y que la azúcar en mi sangre se elevara.

Sin importar cuan repugnante fuera, ella estaba sonriendo para el final de la llamada, así que tenía que darle mi apoyo a Catcher.

Intercambiamos abrazos en el aparcamiento, y la envié a su casa en Wicker Park y a los brazos ansiosos de un hechicero de ojos verdes.

Lo que funcionaba.

Era irónico, supuse, que yo me dirigiera de regreso a la Casa de un vampiro de ojos verdes, aunque definitivamente no-a su pesar-a sus brazos ansiosos.

Estaba casi de vuelta en el territorio de ese vampiro cuando mi teléfono sonó nuevamente.

“Merit,” contesté.

“Algo está en marcha esta noche,” Jonah dijo.

“Una rave?”

“Podría comenzar así. Pero si las cosas son tan violentas como han escuchado. . .”

No necesitó terminar la oración, desafortunadamente. La implicación era obvia-y mala.

“Cómo lo averiguaste?”

“Un mensaje de texto. Una filtración, justo como las otras.”

“Y esta vez lo obtuvimos lo suficientemente temprano?” Pregunté en voz alta.

“Esta vez tuvimos suerte y encontramos el teléfono,” Jonah dijo. “Alguien lo dejó en Benson.”

“Benson, como el Benson cruzando el Wrigley Field?”

“Sí. Ese es el bar de la Casa Grey.”


Siendo uno de los muchos bares alrededor del estadio que había instalado gradas en sus techos, Benson era, en mi opinión, el mejor lugar en la ciudad para obtener un vistazo del Wrigley Field sin una entrada.

“Felicitaciones por eso,” dije. “He pasado muchas noches en Benson.”

“Y entonces estuviste en compañía de vampiros antes de estar incluso enterada de ellos,” dijo. “Qué irónico.”

No pude evitar reírme. Podría ser pretencioso, pero Jonah aparentemente tenía sentido del humor, también.

“De todos modos, tenía el teléfono en mi oficina, y no habíamos pensando mucho sobre él hasta que recibimos el mensaje. El mismo formato, el mismo mensaje como los otros.”

“El teléfono es útil? Podemos rastrear el número o algo?”

“El teléfono era descartable, y no había estado en uso por mucho tiempo. Las llamadas salientes eran todas a negocios que no mantienen un registro de las llamadas de los clientes. Lo único entrante fue el mensaje. Llamamos al número pero ya estaba desconectado. No hemos sido capaces de encontrar cualquier otra información.”

Ah, pero ellos no tenían un Jeff Christopher.

“Puedes darme el número? Tengo un amigo con habilidades informáticas. No haría daño que lo mirara.”

Jonah me leyó los números; agarré un sobre y una lapicera de la guantera y los escribí, haciendo una nota mental para enviárselo a Jeff más tarde.

“Así que dónde es la rave?”

“En un penthouse en Streeterville.”

Streeterville era parte del centro de Chicago que se extendía desde la Avenida Michigan hasta el lago. Con un montón de rascacielos, un montón de dinero y un montón de turistas.

“No estoy loca por la idea de vampiros haciendo raves en Streeterville.”

“Aunque eso haría un buen título para un película de terror. ‘Vampiros en Streeterville,’ quiero decir.”

Un segundo chiste en cuestión de minutos. “Me alegra saber que tienes sentido del humor.”

“Soy un vampiro no un zombie.”

“Es bueno saberlo.”

“Si estás dentro, encuéntrame en la torre de agua. A las dos en punto.”

Comprobé el reloj del tablero-era apenas pasada la medianoche, lo cual me daba el tiempo suficiente para regresar a la Casa, cambiar de ropa, y salir de nuevo. “Estaré ahí,” Le aseguré. “Sabio en armas, qué debería llevar? Espada o una daga escondida?”

“Me sorprendes, Centinela. Los vampiros generalmente no usan espadas escondidas.”

Él tenía razón. Las espadas escondidas eran consideradas una manera deshonrosa de luchar. Escuché la pregunta en su voz: Eres una soldado honorable?

Es cierto que, llevar una espada escondida no pasaba la prueba de olor de la que acababa de hablarle a Mallory para que usara, pero qué debería hacer?

“El tabú de la espada escondida fue hecho antes de que Celina se pusiera salvaje y decidiera exponernos al mundo. Puedo pelear sin acero si es necesario, pero preferiría tener respaldo.” Creí haber probado ese punto bastante bien la última noche. Y me hace pensar que-sólo unos meses atrás, había sido una estudiante graduada en literatura Inglesa. Vaya uno a saber.

“Bien dicho.”

Un pensamiento se me ocurrió. “No puedo decirle a Ethan que estoy yendo a una rave sola, y ciertamente no puedo decirle que estoy yendo contigo si quieres mantener tu membresía en la GR como un secreto.”

“Tal vez deberías sustituirme por Noah en la versión que le cuentes a Ethan.”

Ya que de hecho Noah era el líder de los vampiros Rogue de Chicago, eso tenía sentido. Por supuesto, todavía tendría que mentirle a Ethan. No estaba emocionada por esa idea, pero no era justo depender de Jonah y su información y luego exponer su pertenencia a la GR.

“Probablemente sea una buena idea,” Concluí.

“Llamaré a Noah y lo informaré,” Jonah dijo. “Te veré esta noche. Llámame si necesitas algo.”

Me despedí temporalmente, sinceramente esperando poder atravesar las próximas horas antes de reunirme con Jonah sin haber tenido que llamarlo pidiendo ayuda.

Por supuesto, incluso si no llamaba a un vampiro por ayuda, todavía tenía que pedirle permiso a un vampiro.



El camión de comida ya no estaba cuando regresé a la Casa, y los humanos lucían cansados de nuevo.

Ethan probablemente no había contado con el segundo beneficio del camión-el coma alimenticio post-carne asada.

Pasé junto a los manifestantes con una sonrisa amistosa, a continuación troté hasta la Casa y me dirigí a la oficina del primer piso de Ethan. Encontré la puerta abierta, la oficina bullendo con actividad.

Helen, el enlace de la Casa para los novatos, estaba de pie en el medio de la habitación, carpeta rosa en mano, dirigiendo el flujo de mobiliario nuevo dentro de la oficina de Ethan. La habitación había sido mayormente vaciada después del ataque, la mayor parte de sus muebles reducidos a astillas. Pero eso estaba siendo remediado por los hombres y mujeres-presumiblemente vampiros, dada la política de Tate de la Casa libre de humanos-quienes estaban cargando piezas de una gigante nueva mesa de conferencias.

Otra vampiro que no reconocí revoloteaba alrededor, ofreciendo sugerencias sobre la colocación del mobiliario. Ya que ella usaba un traje rosa que combinaba perfectamente con el de Helen asumí que era su asistente.

Ethan estaba sentado detrás de su nuevo escritorio, con su silla retirada, un tobillo cruzado sobre una rodilla, su mirada en Helen. Observaba a las dos trabajar con una mezcla de diversión e irritación en su expresión.

Me acerqué y noté el papel brillante propagado en su escritorio-catálogos de decoración del hogar, menú de catering, planes de iluminación. “Qué está sucediendo?”

“Nos estamos preparando.”

Con las manos detrás de mi espalda, bajé mi mirada a uno de los menús de catering. “Para un baile de graduación? Déjame adivinar-‘Una noche bajo las estrellas’ es tu tema.”

Ethan me miró, una línea entre sus ojos. “Para la inminente llegada de Darius West.”

Eso me derribó. Darius West era la cabeza del Presidio de Greenwich. Desde que el PG tenía su sede cerca de Londres, no podía imaginar que la llegada de Darius a Chicago presagiara nada bueno. Eso se encargaba de convencer a Ethan de que no se nos uniera a mí y a Jonah a la rave esta noche. Darius me daba la excusa perfecta para mantener a Jonah en el closet. Pero eso no significaba que no tomara la oportunidad para pellizcar a Ethan. “Con todo, otra visita sorpresa a la Casa Cadogan?”

Mantuvo su voz baja. “Como hemos discutido, la visita de Lacey no fue una sorpresa, aunque fue de algún modo acelerada.” Me miró. “Y como también hemos discutido, tú eres la única en la que estoy interesado.”

No me interesaba tener esta conversación en una habitación vacía, mucho menos en una llena de vampiros, así que cambié de tema. “Cuando, nuestro estimado líder, estará aquí?”

“Evidentemente en dos horas.”

Pestañeé, sorprendida de que Ethan no obtuviera una notificación un poco más pronta de la llegada de un hombre al que debíamos llamar Señor. “Y estás justamente descubriéndolo ahora?”

Ethan humedeció sus labios, irritación cruzando su rostro.

“Darius aparentemente creyó que sería mejor si visitaba la Casa al natural, por así decirlo. No ser advertidos significaba no tener tiempo para fingir condiciones en la Casa, o preocupaciones. Él nos quiere ver en nuestro típico ambiente familiar.”

“Siendo los cavernícolas que usualmente somos?”

Esbozó una sonrisa. “Como dices. Está en un avión-lo ha estado desde antes del atardecer-y estará aquí en relativamente poco tiempo. Helen está preparando una cena. Hay. . . tradiciones que deben ser seguidas.”

“El sacrificio de una virgen?”

“Los mejores alimentos de maíz, carne de res del medio oeste. En copiosas cantidades para Darius y su séquito.”

Esa palabra hizo que mi estómago se estrujara. “Cuando dices séquito-”

“No estoy incluyendo a Celina. No traerá a ningún otro miembro del PG, solamente a su personal habitual. Él ya tiene un hombre en Chicago. Ellos se estarán alojando en el Trump.”

“Me sorprende que no se quede aquí si quiere mantener un ojo en las cosas.”

Ethan se burló. “La habitación más grande que tenemos disponible es la suite del consorte, y los gustos de Darius son un poco más refinados.”

No había desarrollado mucho respeto por el PG en los relativamente pocos meses que había sido una vampiro; esta información no estaba haciendo mucho por mi impresión de Darius West, tampoco.

Ahora que él había explicado el tema del mobiliario, era tiempo de darle a Ethan una segunda dosis de noticias divertidas. Hice un gesto hacia Helen y sus ayudantes. “Puedo hablarte en privado?”

“Para discutir qué?”

“Negocios de la Casa.”

Levantó la vista, encontrando mi mirada por un momento, evaluando mi petición. “Helen,” dijo, sus ojos todavía en los míos, “puedes darnos un momento?”

“Por supuesto,” Con una sonrisa, cerró su carpeta. Con un giro de su mano, hizo salir a su asistente y a los ayudantes.

“Tienes la palabra,” dijo cuando la puerta de la oficina se cerró detrás de ellos.

“La primera cuestión, mi padre quiere involucrarte en algún tipo de inversión. Siéntete libre de llamarlo o no; sólo prometí que te diría sobre ello.”

Ethan rodó sus ojos. “Eso explica su amabilidad en Creeley Creek.”

“Exactamente lo que pensé. Sobre los otros negocios en Creeley Creek, visité la oficina del Defensor del pueblo. No han oído nada sobre episodios violentos.” Me armé de voluntad y ofrecí la mentira que había preparado. “Ya que sospechábamos que las raves son operadas por Rogues, llamé a Noah.”

Ethan se detuvo, probablemente debatiendo si valía la pena regañarme por haber llamado al líder de los Rogue sin su consentimiento. Pero después de un momento, cedió. “Bien pensado.”

Era una mentira, eso es lo que era. Y eso no le sentaba bien ni a mi estómago ni a mi corazón. Pero tenía que ser hecho.

“Llamó unos minutos atrás,” agregué. “Consiguió una hora y un lugar para algún tipo de evento esta noche.”

“Una rave?”

Me encogí de hombros. “No lo sabe. Solamente consiguió una hora y un lugar. Un elegante lugar en Streeterville. A las dos A.m.”

Ethan empujó hacia atrás la manga de su camisa y miró su reloj. “Eso no nos deja mucho tiempo. Con Darius viniendo, no puedo ir y no puedo desperdiciar guardias.”

“Lo sé. Noah se ofreció a ir conmigo.”

Ethan me miró por un minuto. Nosotros usualmente terminábamos, por las circunstancias, juntos en nuestras variadas aventuras. Esta sería una primera vez para mí-una escapada con otro vampiro.

“La idea no me enloquece,” dijo.

“Si la información de Tate es correcta, estamos buscando algo más grande y más sucio que raves-quizá algo que las raves están involucrando. Tenemos que descubrir lo que es. Si no lo hacemos, estarás usando un traje naranja.”

“Lo sé.” Tomó una lapicera negra y la golpeó ausente en su escritorio antes de mirarme con sus ojos verdes translúcidos. “Serás cuidadosa?”

“No tengo interés en terminar del lado equivocado de una estaca de madera,” Prometí. “Y además, tomé dos juramentos para servir a tu Casa. No sería exactamente genuino de mi parte escaparme por tener miedo.”

Su expresión se suavizó con simpatía. “Lo tienes?”
“Prefiero evitar la violencia.”

“Conozco ese sentimiento.”

Por el golpe repentino de la puerta, ambos levantamos la vista. Dos vampiros, escoltados por Helen estaban de pie en el umbral, compartiendo el peso de un masivo pedestal de mármol.

Miré a Ethan, ceja levantada.

“Pertenecía a Peter Cadogan,” explicó secamente. “Lo teníamos almacenado, pero Helen pensó que añadiría brío a la habitación.”

“Lejos de mi intención estar en desacuerdo.”

“Podemos entrarlo?” uno de los vampiros preguntó.

Ethan los hizo pasar. “Por supuesto. Gracias.” Mientras ellos avanzaron, mármol en mano, él regresó su mirada a mí. “Buena suerte esta noche. Repórtate cuando regreses.”

Con eso, bajó su mirada a los papeles, excusándome de su oficina.

Me tomó un momento darme la vuelta y dirigirme a la puerta nuevamente. No es que esperara una despedida con lágrimas, pero nos habíamos convertido en reales compañeros. Podía entender su reticencia a hablar sobre raves frente a otros vampiros, pero unas cuantas palabras de sabiduría no habrían estado mal. Podrías ser una soldado, pero todavía seguía siendo una novata. . . e incluso los soldados vampiros se asustaban ocasionalmente.

***

Por mucho que amara lo casual, y tan húmedo como había sido Agosto hasta ahora, sabía que jeans y una remera de algodón no encajarían esta noche.

Nos dirigíamos a una rave. Si esperaba lo mejor, sería una fiesta para vampiros, y necesitaba lucir como una más; si esperaba lo peor, sería una batalla de vampiros, y necesitaría protección.

No, esta noche era una noche para cuero. Bueno, pantalones de cuero, al menos, ya que hacía demasiado calor para el conjunto entero.

Lo sé, el estereotipo de vampiro. Tenía ese pensamiento cada vez que sacaba el cuero fuera de mi armario. Pero pregúntale a cualquier conductor de Harley que haya experimentado la aspereza de la carretera, y él explicará por qué usa cuero. Porque funciona. El acero puede cortar, y las balas pueden perforar. El cuero hace que a esas cosas le sea más complicado traspasar.

Saqué una larga y fluida remera gris del armario y la combiné con los pantalones de cuero, luego me peiné con una coleta alta, dejando flequillo en mi frente. Me salteé la medalla Cadogan-estaba tratando de pasar desapercibida, después de todo-pero coloqué un largo collar hecho de filamentos de granos coloreados sobre la remera. Con mis botas negras, el conjunto lucía medio rebelde, medio chica fiestera. No gritaba vampiro soldado, lo cual supuse que solamente podía ayudar. Elemento sorpresa y todo eso. Deslicé mi daga, inscripta en un extremo con mi posición, dentro de mi bota derecha, luego coloqué mi teléfono y busca-persona en un pequeño bolso. No llevaría el bolso o el busca al evento, pero al menos no tendría que cargar las cosas al auto. En masa, no eran exactamente ergonómicos.

Acababa de ponerme rubor y brillo de labios cuando sonó la puerta. Luc, supuse, habiendo sido enviado arriba por Ethan para una sesión de estrategia de último minuto.

“Justo a tiempo,” dije abriendo la puerta.

Ojos verdes me miraron fijamente. Ethan no había enviado a Luc; había venido él mismo. Escaneó mi atuendo. “Noche de cita?”

“Estoy tratando de encajar con el resto de los asistentes,” Le recordé.

“Ya veo. Llevas armas?”

“Una daga, en mi bota. Cualquier otra cosa sería demasiado obvia.”

La emoción era clara en sus ojos, pero necesitaba mantenerme centrada. Mantuve mi voz neutral, mis palabras cuidadosas. “Estaré a salvo. Y Noah estará a mi espalda.”

Ethan asintió. “He informado a Luc. Los guardias están todos pendientes. Si llamas, irán corriendo, inmediatamente. Si necesitas algo, llama a uno de ellos. Si algo te pasa-“

“Soy inmortal,” interrumpí, recordándole el reloj biológico que él había detenido de hacer tic tac. “Y no tengo interés en tomarme libertades sobre mi inmortalidad.”

Asintió, arrepentimiento en sus ojos. Esa mirada hizo parecer que estaba buscando una discusión entre dos amantes, no entre jefe y empleado. Quizá realmente tenía sentimientos por mí. Reales, desatados por la obligación o posición. Pero incluso si estaba interesado en tomar la iniciativa, ahora no era el momento. Tenía una tarea que realizar.

Pero antes de que pudiera recordarle eso y enviarlo a su camino, atrapó mi rostro en sus manos.

“Tendrás cuidado.” Era otra orden que no admitía discusión. Eso era conveniente ya que las palabras me fallaron.

“Tendrás cuidado,” repitió, “y te mantendrás en contacto conmigo, Luc, o Catcher. Darius estará aquí, así que Malik y yo podríamos estar incapacitados. Contáctate con quien puedas. No tomes riesgos innecesarios.”

“Te prometo que no lo estaba planeando. No porque me lo hayas pedido,” Me apresuré a agregar, “sino porque me gusta estar viva.”

Evidentemente no se vio disuadido, y acarició mi mandíbula con su pulgar. “Puedes correr. Puedes correr hasta los confines de la Tierra. Pero no iré lejos por detrás tuyo.”

“Ethan-”

“No. nunca estaré lejos por detrás tuyo.” Tomó la punta de mi barbilla así no podría hacer nada más que mirar sus ojos. “Haz lo que necesites hacer. Aprende a ser vampiro, a ser una guerrera, a ser la soldado que eres capaz de ser. Pero considera la posibilidad de que haya cometido un error del cual me arrepiento-y del que continuaré arrepintiéndome y trataré de convencerte de que me des otra chance hasta que la Tierra deje de girar.”

Se inclinó hacia delante y presionó sus labios en mi frente, mi corazón se derritió incluso mientras mi lado más racional albergaba dudas.

“Nadie dijo que el amor fuera fácil, Centinela.”

Y entonces él se había ido y la puerta estaba cerrada nuevamente, dejándome de pie allí, atónita, mirándola.

Qué se suponía que hiciera con eso?

Traducido por Luu

Anónimo –   – (22 de mayo de 2011, 11:24)  

OH dios Oh dios!
Espero que en el próximo capi haya acción de la buena que ya va siendo hroa jajajaja
Muchas gracias Luu :)

Anónimo –   – (22 de mayo de 2011, 15:17)  

aaaaaaaaaaaaaaa
no puedo esperar me
muero !!! aaaaa

Anne Polet  – (22 de mayo de 2011, 16:05)  

ah!!!! no peude estar mejor este capitulo!!! gracias!!! porlos capitulos!!! y pucha si fera buena traduciendo de buena gana le ayudo !!! ojala que sueba el otro lueguito!!! aioz kisss

Anónimo –   – (22 de mayo de 2011, 18:15)  

noooooooo que amor es ethan, aunque merit tiene razon en hacerlo esperar jajaj espero que subas pronto!

Anónimo –   – (23 de mayo de 2011, 7:10)  

meeeeeeeeeeeeeeeeee...encanta....
Chicas lo haceis muy bien...Graias por traducir nosotros...
!!!!...ANIMOS...!!!

Anónimo –   – (23 de mayo de 2011, 16:59)  

ethan.... siempre tan preocupado x merit y a la vez tan ocupado en sus asuntos politicos... me vuelven loca!!

pero lo amoo0o0o (L)

y si io tmb pienso qe merit se aga mas del rogar... lo qe le izo a tan solo una noche de aver consumado su amor stubo malisimo!

Gracias!! x los capis los stan subiendo mui rapid0*

gisselle  – (24 de mayo de 2011, 8:56)  

oh por dios Ethan me dejo igual ke a Merit... al igual ke almudena kero ver acción jajaja ojala Merit se decida pronto en darle una oportunidad al guapicimo de Ethan
Gracias!!! XP

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