Drink Deep - Capítulo Cinco

CAPÍTULO CINCO
TORRES DE PAPEL


La biblioteca estaba en el segundo piso de la Casa, no muy lejos de mi habitación. Tenía dos pisos–el primero albergaba a la mayoría de los libros y una galería rodeada de una barandilla de hierro contenía a la otra colección. Era un desfile de tomos, todos en filas impecables, con cubículos de estudio y mesas hechas a la medida. Era mi hogar lejos del hogar (fuera de casa).

Entré y me detuve por un momento para respirar el olor a papel y polvo–los perfumes del conocimiento. La biblioteca estaba vacía de usuarios hasta donde podía decir, pero podía escuchar el chirrido rítmico de un carro de libros en algún lugar de los pasillos. Lo seguí hasta que encontré al vampiro de cabello-oscuro colocando libros con precisión mecánica. Lo conocía sólo como "el bibliotecario". Él era una fuente de información, y tenía cierta inclinación por dejar libros fuera de mi puerta.

Me aclaré la garganta para llamar su atención. Alzó la vista, los ojos entrecerrados, probablemente preparado para darme una lección sobre hacer ruido en la biblioteca. (Un conjunto de reglas dentro de la puerta advertía, entre otras cosas, que las pastillas para la tos eran necesarias para usuarios con la garganta irritada. El bibliotecario no quería interrupciones auditivas dentro de su dominio).

Pero cuando se dio cuenta de que era yo, levantó una mano y se agachó a la parte inferior de su carro. Apareció de nuevo con un montón de libros, que levantó hacia mí.

"Para ti", dijo. Analicé los títulos; eran, por desgracia, más libros de política de vampiros. Ya me había dado tantos de esos libros, que parecía difícil alcanzar el número real de libros escritos actualmente sobre política de vampiros. Éramos un grupo político, y al parecer nos gustaba meditar sobre esa obsesión en particular.

Pero era un hombre que me podía ayudar con mi problema actual, así que a caballo regalado no se le mira los dientes.

"Gracias", dije, y tomé los libros. "Una pregunta–¿qué me puedes decir sobre la sirena del lago?"

El bibliotecario hizo un sonido desdeñoso, y luego abandonó su carro para dirigirse al pasillo.

Dejé los libros en un espacio vacío sobre un estante y lo perseguí por el pasillo, crucé la sala hacia las escaleras que llevaban a la galería.

Lo seguí, las escaleras eran tan estrechas y empinadas que mi nariz estaba prácticamente en la parte posterior de sus rodillas. Cuando llegamos al segundo piso, pasó un par de filas antes de detenerse en un estante de libros de gran tamaño y deslizó uno.

Afortunadamente, este no era un tratado sobre política. Era un libro de arte, un catálogo de pinturas de hermosas doncellas pelirrojas cerca de los arroyos y charcos de agua.

"Estas son las ninfas y sirenas", explicó el bibliotecario, hojeando a través de algunas de las pinturas. "Las ninfas viven en los ríos. Las sirenas viven en los lagos. Son los seres sobrenaturales que rigen esas áreas. Ellos encarnan las esencias de los cuerpos de agua. Íntimamente ligada a ellos, parte de ellos."

"¿Y los trolls de Río rigen sobre las ninfas?"

"Muy bien, Centinela," dijo, luego frunció el ceño distraído. "No conozco las imposiciones sobre las sirenas. Ambos tienden a protegerse a sí mismos–excepto su extraña relación con los cambia-formas."

"Un barril de pólvora", sugerí.

"Una reacción química de algún tipo, sin duda. En cualquier caso, mientras que las ninfas y los cambia-formas tienen una conexión, las ninfas y sirenas definitivamente no. Lo llaman una cuestión de competencia. Las ninfas creen que los ríos son mejores que los lagos: el agua fluye constantemente, mueven el comercio, etcétera. Las sirenas creen que los lagos son mejores que los ríos. Tienen más volumen. Son mejores para la recreación, apoyan mas a la pesca".

"Lagos contra ríos parece un tema menor. Las ninfas se comportaban como que odiaban a Lorelei".

"No es un asunto menor cuando se es un ser sobrenatural ligado al agua. La naturaleza de este cuerpo de agua importa."

"¿Y si el agua está absorbiendo la magia de la ciudad?"

"Entonces tienes un problema que amenaza con desestabilizar aún mas las relaciones sobrenaturales en la ciudad".

Eso no era exactamente noticia. "Se supone que debo visitar mañana a Lorelei. ¿Qué debo esperar?"

El bibliotecario cerró el libro de arte otra vez y lo metió de nuevo al estante, luego caminó unos metros por delante, sacó unas hojas grandes de papel de un cajón ancho y plano. Pasó a través de ellos, después me señaló hacia adelante. Había seleccionado un mapa de la región de los Grandes Lagos, pero a diferencia de los mapas normales, sólo los cuerpos de agua estaban etiquetados.

"Se rumorea que La Isla esta forestada," dijo, señalando un punto verde en el centro del lago Michigan, "pero la casa tendrá que tener algún tipo de fuente de agua. Una piscina, una cascada, etc. El agua no sólo es importante para una sirena–es una necesidad."
"¿Acuarios?" pregunté. Me imaginaba un acuario del tamaño de una pared llena con un arcoíris de peces tropicales, o tal vez un estanque de carpas en el patio trasero.

El bibliotecario sacudió la cabeza. "Ningún acuario. Los espíritus del agua creen firmemente que los animales deben permanecer en sus hábitats naturales."

"¿Qué pasa con los puntos fuertes? ¿Debilidades?"

"Ambos relacionados con el agua. Tanto las ninfas y sirenas necesitan mantenerse en contacto relativamente cercano con el agua, ya sea geográfica o cronológicamente."

"Quieres decir, que pueden estar por un tiempo sin tocar el agua, o pueden ir un poco más lejos del agua, pero no por mucho tiempo."

Él asintió. "Exactamente. En cuanto a los poderes, están regulados por el agua, significa que pueden sentirla. Entienden su salud, sus problemas".

"Así que sí el río está contaminado, ¿lo sienten las ninfas?"

"Exactamente. Supongo que el agua contaminada las está afectando profundamente".

Asentí. "Están muy molestas. También están cada vez más débiles, y la proximidad al agua parece empeorar las cosas."

"Esas son malas noticias."

Estuve de acuerdo, pero aún no tenía una solución. "¿Algo más?"

"Las sirenas también tienen el típico poder de la mujer del agua." Él levantó las cejas sugestivamente.

"¿Seducir y capturar a los hombres? Sí, siento que estoy bastante segura sobre eso. Es por eso que estoy volando en solitario en este caso."

Con un guiño terminando-el-asunto, deslizó el mapa cerrando el cajón, y luego señaló de nuevo al estante de libros de arte. "Toma unos pocos de esos y hojéalos. Presta atención a las características de la mujer en la pintura. Sus expresiones. Su ropa. ¿Está portando armas?".

"Pero estos son libros de arte. ¿Son confiables?"

El bibliotecario resopló. "Todos los artistas tienen modelos, Merit. Si tú eres un espíritu del agua, ¿a quién deberías revelarte más que a un artista para hacerte inmortal? Solo mantén una cosa en mente."

"¿Cuál es?"

"Si tarda demasiado tiempo el regresar el agua a su estado normal, puede que no seas capaz de regresarlos del abismo."

No es que hubiera ningún tipo de presión.

***********
Pasé las siguientes horas haciendo lo que cualquier adulto maduro haría–esconderse en la biblioteca, así que no tendría que hacer frente al administrador-receptor. No es sólo que no quiera jugar a justificar-la-existencia con Frank–no quería jugar a justificar-la-existencia con el hombre a cargo de catalogar los fallos de Ethan.

Ese era un umbral que no quería cruzar–un puente entre mi vida con Ethan y mi vida sin él. No sólo emocionalmente, sino porque Ethan me había iniciado en su Casa y me enseñó a ser Centinela.

Frank, por su parte, era un intruso, una interrupción. Cuando me reuniera con él, ya no podría negar cuantas cosas habían cambiado en la Casa. Esa era una admisión que no estaba dispuesta a hacer.

Tampoco estaba lista para hablar de la noche en que Celina y Ethan habían sido asesinados. No creo que sea posible que Frank, un representante del PG, no mencionara mi papel en la muerte de dos vampiros Maestro. Había estado esperando el día en que el PG impusiera las muertes en mi puerta, echándome la culpa de lo que había sucedido a pesar de que Tate había estado controlando a Celina, y Celina había matado a Ethan. No tenía ganas de informarlo sobre esos eventos.

Así que estaba sentada en un escritorio en un escondite perfecto, un cubículo escondido detrás en el montón de filas hasta el fondo, casi completamente oculta a la vista.

Estaba examinando un libro de pinturas de la Casa de agua y notas de garabatos sobre las características de los espíritus cuando escuché el eficaz clip-clap de suelas de zapatos dirigiéndose en mi dirección.

Miré hacia arriba.

Helen, el enlace de la Casa para los nuevos vampiros y una matriarca para la Casa, quedó a la vista. Era muy exigente, estaba vestida para la noche con un conjunto gris combinado con tacones altos y pendientes clásicos en forma de “X” que tal vez costaban una fortuna. Desde que tenía la mirada fija en mí, supuse que estaba aquí en una misión.

"¿Sí?" pregunté.

"El Sr. Cabot está listo para hablar contigo. Por favor reúnete con él en la oficina." No esperó una respuesta, dio media vuelta y caminó hacia la puerta.

Ugh. Detenida.

Helen era del tipo que irradiaba sólo calor o frío, y en los canales no ofrecieron ninguna advertencia acerca de cuál podría ser la temperatura en cualquier día. Ella podía halagarte sobre un nuevo par de zapatos un día y tratarte como a un extraño al siguiente, apenas reconociendo tu existencia. Era un bicho raro, pero desde que no suelo interactuar con ella, no me preocupé demasiado por ello.

Frank, por otro lado, aparentemente la utilizó como a la chica de los recados.

Dejé caer mi frente sobre la mesa de la biblioteca, preparándome para una reunión que sabía que no iba a disfrutar. Después de un momento, cerré el libro, me levanté y acomodé la silla debajo de la mesa. Di al bibliotecario un guiño al pasar, después me dirigí a las escaleras y hacia la morada de Frank en el primer piso.

¿Por qué hice todas esas cosas? Porque a veces, sobre todo para los vampiros, el drama era inevitable. Y en esos días, una chica solo tenía que aguantar.

********
Por alguna razón, mi juego favorito cuando era niña había sido jugar a la escuela. Excepto que yo no pretendí dar una clase o ser estudiante. Jugué al director de la clase. Puse pegatinas de ¡GRAN TRABAJO! en tareas falsas. Escribí los nombres de los estudiantes y los registros de asistencia en los libros de la antigua clase. Organicé los papeles en montones, incluyendo talones de boletos y papeles con membrete del hotel de los viajes de negocios de mi padre.

No estoy segura de por qué, pero me encantaba el papel, las plumas, los marcadores y los sellos, todo tipo de material efímero. Como adulto, se tradujo en la apreciación de plumas de lujo y portátiles elegantes. Sin embargo, tan grande fue mi amor por el trabajo, que no era nada en comparación con el de Frank.

Había llenado la oficina de Ethan con mucho papel. Los árboles habrían llorado al verlo. La abundancia hizo preguntarme si Frank imaginaba que las pilas de papel son la fuente de algún poder secreto, como si su capacidad de acumular papel (amontonarlos en columnas ordenadas) eran las llaves del reino de Cadogan.

Estaba de pie en el umbral, mirando el bosque blanco, cuando Frank me saludó desde la mesa de conferencias que llenaba la mitad trasera de la oficina.

Él era atractivo, pero sus rasgos eran demasiado aristocráticos, como que el haber nacido en la riqueza los hubiera agudizado. Su cabello castaño era corto y cuidadosamente peinado. Vestía pantalones de color caqui y una camisa de vestir blanca fajada. Un reloj de oro caro estaba envuelto alrededor de su muñeca derecha. Supuse que si me asomaba debajo de la mesa me encontraría con mocasines marrones con flecos en la parte superior.

"Entra", dijo Frank. "Toma asiento".

Hice lo que me dijo, tomando la silla frente a él. No perdió el tiempo.

"Saliste de la Casa esta tarde por orden del Capitán de la Guardia para investigar el" –hizo una pausa para mirar abajo hacia una hoja de papel sobre la mesa-"incidente del Lago Michigan ¿volviéndose negro?"

"Sí," dije. "Debido a que la preocupación humana automáticamente culparía a las poblaciones sobrenaturales de la ciudad."

Solo hizo un sonido vago indicando que encontraba la idea ridícula. "Entiendo que previamente Darius ordenó que no te involucraras en asuntos de la ciudad."

"No es sólo un asunto de la ciudad si a los vampiros se les culpa", señalé. "Y eso provocó que fuera publicado antes que perdiéramos otro guardia. El equipo de guardias esta corto de personal, y soy la siguiente de la de la línea del SI para ayudar."

Él hizo aquel sonido de nuevo. "Merit, como sabes, he sido encargado por el PG para evaluar la estabilidad y la integridad de la Casa, tanto en términos de contabilidad financiera y de su personal. Al hacer esto, estoy entrevistando a todos los miembros de la Casa para entender mejor sus funciones." Se arrastró a través de algunos papeles, y luego sacó un documento en el que una foto mía había sido pegada.

Lo revisó por un momento, lo colocó de nuevo sobre la mesa y juntó los dedos sobre la mesa.

"Tu puesto es ser Centinela", dijo. Su voz tenía la clara impresión de desaprobación.

"Así es".

"Y ¿te convertiste en vampiro en abril de este año?"

"Sí." No vi ninguna razón para más detalles.

"Mmm", dijo. "Y fuiste nombrada Centinela en tu Iniciación, después de que hubieras sido un vampiro por una cuestión de, ¿que, esencialmente, una semana?"

"Aproximadamente".

"¿Estabas en las fuerzas armadas antes de ser Centinela?"

Él estaba haciendo preguntas a las que sin duda sabía la respuesta. No estaba confundido acerca de lo que yo había hecho antes de convertirme en Centinela; estaba reuniendo pruebas de la mala gestión de Ethan. Por desgracia, no pude encontrar una manera de evitar el juego.

"No lo estaba", le contesté. "Era una estudiante graduada que trabajaba en mi tesis doctoral en literatura Inglesa."

Frunció el ceño, fingiendo confusión. "Pero trabajas como Centinela–un guerrero de la Casa. Un protector. Sin duda, ¿Ethan habría llenado la posición con alguien capacitado y listo para asumir el reto?" Frank inclinó la cabeza, el ceño todavía fruncido, pero con un destello de ‘te atrapé’ en sus ojos.

Y ahora era el momento de elaborar... y lanzar de nuevo esta farsa que él estaba cometiendo.

"Estoy segura que has visto mi archivo. Estoy segura que sabes que soy una Medium Muy Fuerte, una Buena Estratega, y una Psíquica Fuerte porque puedo resistir el glamour. Era fuerte el día en que me hicieron vampiro, y sólo me he vuelto más fuerte desde entonces. He sido entrenada con la katana, tengo conexiones políticas y financieras a lo largo de esta ciudad, y soy lo suficientemente fuerte como para superar a Ethan en el entrenamiento. Estoy bien educada y tomo en serio el juramento que he dado a esta Casa. ¿Qué más quieres que haga?"

"No eres un soldado de infantería. No estas entrenada para el combate."

"Soy Centinela de la Casa, encargada de proteger a la Casa como a una entidad. No soy capitán de la Guardia de la Casa, y no es mi trabajo crear la estrategia militar. Lucho sólo como último recurso, cuando todas las demás opciones han fracasado. Descubrí que muchas personas dispuestas a saltar a la lucha por lo general tienen un motivo oculto para hacerlo."

Frank se sentó en la silla de Ethan, la frente apretada mientras consideraba su próxima jugada. "Tus vínculos con el alcalde Tate no hicieron nada para ayudar a esta Casa."

"El alcalde Tate tenía la intención de usar a los vampiros para sus propios fines. Él creó un imperio de drogas ilegales con el permiso de su oficina. No había nada que pudiera haber hecho para detener eso. Pero lo descubrí, y puse fin a eso. Y debido a mi trabajo, él no esta fabricando mas drogas o usándolas para controlar a los vampiros."

"Tu participación llevó a la muerte a dos vampiros Maestro".

Consideré una variedad de respuestas–lanzando un ataque; ofreciendo de nuevo pruebas de mi inocencia, que había hecho todo lo que pude; quejarse de la falta de apoyo del PG cuando las cosas iban mal en Chicago. Pero ignoré todas esas opciones.

Sabía que había bajado a esa habitación, y tenía también una idea bastante buena de lo que hizo el PG. Ellos pudieron apoyar a Celina, y podrían esperar a la asimilación tranquila de Chicago, pero no eran estúpidos. No iba a jugar su juego, y no iba a darles el álamo para estacarme.

"Estoy segura de que ha sido bien informado sobre lo que ocurrió en la casa del alcalde," dije amablemente. "¿Hay alguna información específica que necesitas que te proporcione?"

Frank me miró durante un largo rato. No, no me miró–me examinó. Me consideró, me evaluó, estimó qué era y qué podría ser capaz de hacer.

No sólo era un administrador de Casas. Él era un administrador de vampiros.

"Merit, voy a ser franco."

Tuve que morderme los labios para no hacer un comentario sarcástico sobre la forma inadecuada de su nombre.

"El PG existe para asegurar que ningún vampiro o Casa cambie el balance contra el resto de nosotros. La Casa Cadogan, sin embargo, es un niño en problemas. Tienes ya un demérito en tu archivo, lo que significa que sabes muy bien acerca de los sentimientos del PG sobre el caos que esta Casa ha causado".

Había "ganado" un demérito porque había intervenido en una pelea inducida-por-drogas que puso a la Casa Cadogan en primera plana. Fue una coincidencia que hubiera estado allí, pero el PG había estado buscando a alguien a quien culpar. ¿Y no era eso de lo que se trataba todo?

"Imagino que el PG no está contento con el hecho de que los vampiros estén ahora fuera del closet", admití. "Pero eso fue lo que hizo Celina. Ni Ethan ni la Casa Cadogan tuvieron algo que ver con eso. Si quieren culpar a alguien, hagan una visita a la Casa Navarro".

"Ah, pero no es como si yo pudiera hablar con Celina, ¿verdad?"

Mi pecho se estrujó, y lancé de regreso alguna hostilidad. "Desde que la estaqué después de que ella mató a mi Maestro, no. No se puede hablar con ella."

"Esa es tu versión de la historia, por supuesto."

El cabello de la parte de atrás de mi cuello se erizó. "¿Esa es mi versión de la historia? Eso es lo que pasó."

Frunciendo el ceño, Frank se revolvió en su silla. "Hemos recibido información de otros."

"¿De quién? Sólo había cinco de nosotros en la habitación, y dos de ellos están muertos."

Me miró por un momento, sólo el tiempo suficiente para que la lámpara se encendiera.

"Has hablado con Tate."

"Lo hicimos. Y dijo una historia interesante sobre ti irrumpiendo en su oficina, amenazándolo a él y a sus asociados. Según Tate, todo el drama que ocurrió fue que tu lo hiciste, las muertes son tu responsabilidad".

Pedí prestado un Ethanismo y arqueé una ceja burlona a Frank. "Interrumpí a Tate por refugiar a un fugitivo y controlar a Celina con drogas y magia. Celina trató de matarme." La siguiente parte fue difícil de decir y difícil de admitir. "Ethan saltó delante de la estaca para salvarme, pero Celina seguía llegando, y la maté en defensa propia."

"Eso suena terriblemente conveniente para mí. ¿Supongo que no tienes ninguna inclinación por ascender en la cadena de mando de la Casa?"

Me tomé un momento para serenarme, y luego miré a Frank otra vez. "No tengo ningún interés en ser el Maestro de la Casa Cadogan."

"Eso no es lo que insinuó Tate. Sugirió, en efecto, que tenías un plan específico para lidiar con el resto de la jerarquía de la Casa."

Mi sangre hirvió. Seth Tate y yo sin duda intercambiaríamos algunas palabras. "Tate mintió, y no tengo nada más que respeto por Malik. Tate es el único con un plan secreto. Y con todo respeto, la muerte de Ethan pasó hace dos meses. Si tuvieras alguna duda legítima sobre los acontecimientos de esa noche, el PG tendría que estacarme o excomulgarme ahora".

La expresión de Frank se endureció, sus ojos arrasando en disgusto. Señalaría su engaño, desafiándolo a mostrar sus cartas. Él era un representante del PG, pero pensaba que tal vez todavía tenía pocas pruebas en mi contra, Ethan, y la Casa.

"El PG actuará como lo considere apropiado".

Como nunca antes, tuve una repentina empatía por Jonah, Noah y todos los demás involucrados en la Guardia Roja. Esa era precisamente la actitud contra la que estaban luchando–el sentido de que el PG era infalible, y el hecho de que no había otro control sobre su poder.

"Estoy segura de eso," dije.

Frank apretó la mandíbula por un momento antes de volver su atención a la pila de papeles delante de él. Los recogió y colocó juntos, luego se deslizó a un lado, a otra torre de papel. “El PG se muestra muy preocupado por las acciones de esta Casa. Bajo mi autoridad, funcionará como estaba destinada–como una de las doce Casas. No será un espectáculo de sí misma. ¿Se entiende?"

"Perfectamente".

"Hablaremos de nuevo", me aseguró, y agitó una mano desdeñosa.

Tomé eso como mi señal para salir; me puse de pie, eché hacia atrás la silla y me dirigí hacia la puerta.

"Merit".

Como lo hice en otras tantas ocasiones, miré desde la puerta de la oficina que había sido de Ethan. Pero la habitación, con sus torres de papel e intruso ignorante, era diferente.

"De una forma u otra", dijo Frank, "la verdad saldrá".

"Eso espero", dije. "Realmente lo espero."

*******
El amanecer estaba en camino, pero el sol aún no había salido. Encontré los libros que había dejado en la biblioteca fuera de mi puerta, por lo que los llevé a mi habitación. El hambre me atormentaba, la comida thai me dejó con ganas de comer, así que deambulé por la cocina para tomar algo que fuera apetitoso de lo que Frank había permitido.

Por curiosidad, comprobé también la nevera, que por lo general estaba completamente abastecida con sangre. Esta vez, sólo había tres tristes bolsas de Blood4You en el estante superior. El hecho de que Frank pensara que era sólo para privar a los vampiros de sangre–hacerlos conscientes con cada respiración de cuánto estaban en deuda con él–me llenaba con un exceso de ira. Era francamente sádico.

Carcomí mis labios, consideré saltar sobre una de las bolsas. Mi hambre aún no había surgido, pero estaba empezando a corroer mi pecho. También iba a enfrentarme a la sirena del lago mañana, y sólo Dios sabía lo que podría implicar. Necesitaba sangre–pero odiaba tomar un poco de otra persona. Por otro lado, un Centinela loco-por-sangre no iba a ayudar a nadie.

Cogí una bolsa de la nevera y me dediqué a saciar mi otra hambre. Abrí de un tirón una caja al azar e hice una mueca ante la escena. Tal como Lindsey lo había predicho, todo a la vista estaba lleno de bondad orgánica y sin una sola saturación o hidrogenación.

"Miserable, ¿no?"

Miré detrás de mí. Margot, chef principal de la Casa, estaba en la puerta con una expresión adusta. Llevaba el blanco chef y zapatos de goma, su elegante corte de pelo negro brillante, más corto en la parte de atrás que de adelante, el flequillo en pico descansando entre sus felinos ojos de color ámbar. Sus ojos, sin embargo, parecían un poco llorosos, y estaban marcados debajo de unos círculos oscuros.

¿Era ese un efecto del racionamiento de sangre?

"Miserable", estuve de acuerdo.

Margot empujó un carro pequeño a la cocina, con los estantes superior e inferior cargados de bocadillos saludables y el tipo de vegetales crujientes que sólo sabían bien cuando se ahogaban en un cremoso aderezo de eneldo.

Sé que yo no era un modelo para la alimentación saludable. Pero había sido cuidadosa sobre mi peso toda mi vida. Ahora, debido a mi metabolismo vampiro, no podía ganar una libra. Consideré eso un reto.

"Me gusta cocinar," dijo ella, abriendo un armario y llenando las estanterías, "y disfruto de mis frutas y verduras, pero eso no quiere decir que no me gusten los carbohidratos envueltos en plástico de vez en cuando."

"Estoy segura que piensa que está haciendo lo correcto."

Margot se detuvo, una mano sobre una bolsa de bocadillos de fruta seca natural que probablemente sabrían como a espuma de poliestireno, y me miró. "¿De verdad crees eso?"

"Por desgracia, sí. Creo que él realmente piensa que está haciendo las cosas correctas para el PG."

Ella bajó la voz. "Tal vez entonces es con el PG con el que debemos discutir."

Hice un sonido en acuerdo.

Margot surtió el gabinete, luego abrió la puerta del refrigerador. "No es mucha sangre", dijo, frunciendo el ceño mientras miraba por encima de las bolsas que habían quedado.

"Racionamiento, supongo."

"Debes tener razón. Está reducido el suministro de nuestro Blood4You en un cuarenta por ciento".

"Creo que está esperando a que alguien se pierda," predije silenciosamente. "Que alguien vaya detrás de un humano, o volverse loco de hambre delante de las cámaras".

"Así él puede probar al PG los defectos de la Casa. Convencerlos de dejarlo a él para siempre."

Asentí. Margot y yo compartimos una mirada de preocupación, antes de que repentinamente se iluminara.

"En realidad, podría haber un poco de algo para levantarte el ánimo," dijo, arrodillándose para cavar alrededor del estante inferior del carro. Cuando se puso de pie otra vez, ella tenía una caja brillante en sus manos.

"¡Mallocakes!" Susurré, mis ojos probablemente se iluminaron como velas romanas. No me habría sorprendido si mis colmillos hubieran descendido de pura emoción. Los Mallocakes eran mis bocadillos-pastel favoritos para deleitar, barras de chocolate de bondadoso relleno esponjoso con crema de malvavisco.

"Contrabando", corrigió ella, luego sacó la tira de papel de la caja y sacó un Mallocake. Con mucha reverencia, me lo entregó. "Sólo soy lo suficientemente valiente como para colar estos una caja a la vez," dijo ella en voz baja, ocultando la caja de nuevo en la confusión del estante inferior. "Pero todos necesitamos un poco de algo para pasar el día. Y si esto es lo que se necesita, que así sea. Encuéntrame cuando necesites una solución."

Y así empezó todo, pensé, la primera ola de una revolución contra la opresión, luchada con jarabe de maíz y chocolate.

"Te lo agradezco", dije. "Y tu secreto está a salvo conmigo."

Margot rodó su carrito por el pasillo. Me dirigí a mi habitación y bebí la sangre de inmediato. Me quedé mirando el Mallocake en mi mano por un momento, pero al final lo metí en un cajón. Habría un momento, sin duda, en que lo necesitaría aún más que ahora.

Chicago–en especial con los vampiros–sólo parecían funcionar de esa manera.


Traducido por Hishiru (Chelo)

Anónimo –   – (31 de diciembre de 2011, 3:08)  

me gusto suban el otro capitulo

Tabaen  – (31 de diciembre de 2011, 11:04)  

este es el primer comentario que te hago aunque ya me he pasado por esta pagina varias veces (Lo se, debí de comentar hace tiempo ;) lo siento), gracias por tu trabajo, me encanta, felicitaciones por graduarte y todo y feliz Navidad :-) pero ya por estos tiempos mejor te dijo Feliz año.

Lucía  – (1 de enero de 2012, 15:04)  

Muchisimas graciassssssss♥ me alegra que comenten, despues de todo es por ustedes que hago esto! FELIZ AÑOOOOOOOOOOOOOO!

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