Premios :)

Graaaaaacias Maika por los premios♥










Se los doy a María Y a Mariana :D Felicitaciones chicas por sus excelentes blogs

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Especiales/ Capítulo 39

CAPITULO 39

Traducido por: Isabella


MANIFIESTO

No necesito ser curada. Al igual que no necesito cortarme para sentir o pensar. De ahora en adelante, nadie reconfigurara mi mente excepto yo.

De vuelta a Diego, los medicos dijeron que yo podia aprender a controlar mi comportamiento y lo he hecho. Todos ayudaron, de una forma u otra.

Pero sabes que? No es mi comportamiento lo que mas me preocupa. Es el tuyo.

Es por eso que no podemos vernos por un tiempo , quizas un largo tiempo. David y yo nos quedaremos aqui, en la naturaleza.

Todos vosotros decis que nos necesitais. Bien, quizas si , pero no para ayudaros. Teneis suficiente ayuda, con las millones de nuevas mentes burbujeantes a punto de ser desatadas, con todas las ciudades que desperataran proximamente. Juntos , sois mas que suficientes para cambiar el mundo sin nosotros.

Asi que de ahora en adelante ,David y yo estaremos aqui en vuestro camino. Vereis , la libertad tiene una forma de destruir cosas.

Teneis el nuevo humo, nuevas ideas, un conjunto de nuevas ciudades y nuevos sistemas.

Bien... nosotros somos las nuevas circunstancias especiales.

Cada vez que presiones de nuevo la naturaleza, estaremos aqui esperando, preparados para empujar.

Recordadnos cada vez que decidais introducir un nuevo fundamento, un rio, una presa, o cortar un arbol.

Preocuparos por nosotros. Sin embargo para la raza humana que se convierte ahora que los perfectos estan despertando, la naturaleza tiene dientes. Dientes especiales, dientes feos. Nosotros.

Vamos a estar aqui en algun lugar - observandoos. Preparados para recordaros el precio que pagaron los Oxidados por ir demasiado lejos.

Os quiero a todos. Pero es momento de decir adios, por ahora.

Tened cuidado con el mundo, o la proxima vez que nos reunamos, se podria poner feo.

- Tally Youngblood.


-FIN-

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Especiales/ Capítulo 38

CAPITULO 38

Traducido por: Lexie22


EL PLAN

"¿Dónde estabas?" dijo adormilada.
Él Bajo de su deslizador, agotado y sin afeitar. Pero los ojos de David eran amplios. "He estado tratando de entrar en la ciudad. Tratando de encontrarte".
Tally frunció el ceño. "Las fronteras están abiertas de nuevo, ¿no?"
"Tal vez si sabes cómo funcionan las ciudades ..." Ella se rió. David había pasado todos sus dieciocho años en el medio silvestre. No sabía qué hacer con cosas simples como los aviones teledirigidos de seguridad.
"Finalmente lo logré", continuó. "Pero entonces he tenido algunos problemas para encontrar la sede de Circunstancias Especiales". Se sentó cansado.
"Pero viste mi bengala".
"Sí, lo hice". Él sonrió, pero él estaba observándola muy de cerca. "La razón por la que estaba tratando de ..." Tragó. "Puedo recoger las señales de la ciudad en mi antena. Se dijo que iban a cambiarlo a todos ustedes. A convertirte en algo menos peligroso. ¿Todavía eres...?"
Ella lo miró. "¿Tú que crees, David?"
Él miró la a los ojos durante un largo rato, luego suspiró y sacudió la cabeza. "Apara mi solo te ves como Tally ".
Ella miró hacia abajo con su visión borrosa.
"¿Qué te pasa?"
"Nada, David." Sacudió la cabeza. "Acabas de terminar con cinco millones de años de evolución de nuevo."
"¿Yo qué? ¿Dije algo malo?"
"No." Ella sonrió. "Dijiste lo correcto".
Se comieron comida de la ciudad, Tally canjeó la SpagBol en su compartimiento de almacenamiento por una lata de Pad Thai de David.
Ella le contó que ella había usado su inyector para cambiar el Dr. Cable, y acerca de su mes de cautiverio, y la forma en que finalmente se había escapado. Explicó que los debates que David había oído en el suministro de noticias significaba que la cura se estaba arraigando, transformando la ciudad al menos.
Los Smokies habían ganado, incluso aquí.
"¿Así que todavía eres especial?" , preguntó finalmente.
"Mi cuerpo lo es. Pero el resto de mí, creo que esta todo ..." Ella tuvo que tragar antes de usar la palabra de Zane. "Recableado".
David sonrió. "Sabía que lo ibas a admitir".
"Es por eso que esperabas aquí, ¿no?"
"Por supuesto. Alguien tenía que hacerlo." Se aclaró la garganta. "Mi madre piensa que estoy ocupado en ver el mundo, difundiendo de revolución".
Tally miró la ciudad en ruinas. "La revolución va muy bien por su propia cuenta, David. Es imparable ahora."
"Sí". Luego suspiró. "Pero no es que hice un buen trabajo salvandote."
"Yo no soy quien necesita ser salvado, David," Tally. "Ya no más. ¡Oh, bien! Me olvidé mencionarlo, Maddy me envió un mensaje para ti."
Sus cejas se levantaron. "Ella le envió un mensaje para mí?"
"Si." Te amo ... "" Tally volvió a tragar. "Ella dijo que te dijera eso. Así que quizá ella sabe dónde te encuentras, después de todo."
"Tal vez".
"Ustedes randoms pueden ser terriblemente predecibles", Tally dijo, sonriendo. Ella había estado observandolo de cerca, con los ojos de catalogando todas sus imperfecciones, la asimetría de sus características, los poros de su piel, su nariz demasiado grande. Su cicatriz.
No era un feo más; para ella era sólo David. Y tal vez tenía razón. Tal vez no tenía que hacer esto sola.
David odiaba las ciudades, después de todo. No sabía cómo usar una interfaz o llamar a un deslizador, y su ropa hecha a mano siempre lucia bastante falsa en una fiesta. Y ciertamente no estaba hecho para vivir en un lugar donde la gente tenía serpientes en vez de meñiques.
Lo más importante, Tally sabía que no importaba cómo resultara su plan, todo lo horrible que el mundo le obligara a hacer, David iba a recordar quién era ella realmente.
"Tengo esta idea", dijo.
"¿Acerca de dónde vas ahora?"
"Sí". Tally asintió. "Es una especie de este plan ... para salvar al mundo".
David se detuvo, los palillos a medio camino de su boca, la Spag Bol deslizándose fuera de ellos y de nuevo en el contenedor. Su rostro cambió a través de las emociones, tan fácil de leer como cualquier feo: la confusión, la curiosidad, a continuación, una pizca de entendimiento. "¿Puedo ayudarte?" le preguntó simplemente.
Ella asintió. "Por favor. Tú eres el hombre adecuado para el trabajo".
Y entonces le explicó todo.
Esa noche, ella y David se deslizaron hasta el borde mismo de la ciudad, frenando cuando la red de repetidores recogió su skintenna. Los tres mensajes de Shay, Pens y Maddy todavía estaban allí, esperando por ella. Tally flexionó los dedos nerviosamente.
"¡Mira eso!" David dijo, señalando.
El rascacielos de la Nueva Ciudad Pretty resplandecía, con cohetes tirando alto y rompiendo en grandes flores brillantes de color rojo y púrpura. Los fuegos artificiales estaban de vuelta.
Tal vez estaban celebrando el final del gobierno del Dr. Cable, o las nuevas transformaciones radicales a través de la ciudad o el final de la guerra. O tal vez esta muestra marcaba los últimos días de Circunstancias Especiales, ahora que la última especial se había escapado a lo silvestre.
O tal vez no eran más que actuaban como bubbleheads de nuevo.
Ella se rió. "Haz visto los fuegos artificiales antes, ¿no?"
Sacudió la cabeza. "No muchos. Son increíbles."
“Sí. Las ciudades no son tan malas, David. " Tally sonrió, con la esperanza de que la muestra de fuegos artificiales todas las noches hubiera regresado ahora que la guerra estaba terminando. Con todas las convulsiones a punto de provocar perturbaciones en su ciudad, tal vez una tradición que no debía cambiar. El mundo necesitaba más fuegos artificiales, sobre todo ahora que iba a haber escasez de cosas bellas e inútiles.
Cuando se preparaba para hablar, un escalofrío de nervios se produjo a través de Tally. Si era una jefa de especiales o no, era necesario que este mensaje saliera frio y convincente. El mundo dependia de ello.
Entonces, de repente, estaba lista.
Mientras estaban allí viendo el resplandor de la ciudad de Nueva Pretty, sus ojos seguían la lenta subida de los cohetes y su repentino florecimiento, Tally habló claramente sobre el rugido del agua, dejando que el chip en su mandíbula captara sus palabras.
Ella lo envió a todos ellos-Shay, Maddy, y Peris-la misma respuesta ...

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Especiales/ Capítulo 37

CAPITULO 37

Traducido por:Jhos


RUINAS

Antes de dejar la ciudad encendió su EARCAN, y encontró tres mensajes esperando por ella.

El primero era de Shay. Le decía que los Cortadores estaban quedándose en Diego. Luego de su ayuda en el ataque el Ayuntamiento, se habían convertido en la fuerza de defensa de la ciudad, sin mencionar sus trabajos de rescate como bomberos y héroes de último recurso. El Consejo de la Ciudad había cambiado las leyes para mantener, por el momento sus violaciones morfológicas.

Excepto las uñas y dientes. Esos tuvieron que irse.

Con el Ayuntamiento todavía vuelto escombros, Diego necesitaba toda la ayuda que pudiera obtener. Aunque la cura ya estaba invadiendo otras ciudades, cambiando lentamente todo el continente, nuevos fugitivos aún llegaban a Diego todos los días, listos para abrazar el Nuevo Sistema.

La vieja y estática cultura de cabezas burbujeantes había sido reemplazada por un mundo donde el cambio era supremo. Así que un día las otras ciudades los alcanzarían- de ahora en adelante la moda cambiaría- pero por el momento, Diego todavía era el lugar que evolucionaba más rápido que cualquier otro. Era el lugar para estar, y crecer todos los días.

Al mensaje original de Shay se le había anexado por hora, un diario de los desafíos que enfrentaron los Cortadores mientras ayudaban a reconstruir una ciudad aún cuando se transformaba ante sus ojos. Parecía que Shay quería que Tally supiera todo, así podría saltar dentro y ayudar cuando fuera liberada al fin.

Shay estaba preocupada sobre una cosa, sin embargo. Todos habían oído sobre la desespecialización. Eran de conocimiento público, un gesto de paz. Los Cortadores querían venir desesperadamente y rescatar a Tally, pero no podían apresurarse y atacar la ciudad ahora que se habían convertido en las fuerzas defensivas oficiales de Diego. No podían reiniciar esta guerra cuando estaba tan cerca de finalizar. Tally vería eso, cierto?

Pero Tally Youngblood siempre sería una Cortadora, así fuera especial o no…

El segundo mensaje era de la madre de David.

Ella decía que David había dejado Diego, había desaparecido en medio de la naturaleza. Los habitantes del Humo se estaban esparciendo a lo largo del continente, todavía trabajando para contrabandear la cura en esas ciudades que se aferraban a la operación de cabezas burbujeantes. Dentro de no mucho, enviarían una expedición al sur y otra a través de los mares a los continentes Orientales. En todos lados, parecía que los fugitivos ya fluían de sus ciudades, estableciendo sus propios Nuevos Humos, inspirados por rumores lejanos.

Había todo un mundo esperando a ser liberado, si Tally quería echar una mano.

Maddy terminó con las palabras, “Únetenos. Y si ves a mi hijo, dile que lo amo.”

El tercer mensaje era de Peris.

Él y otros Crims habían dejado Diego. Estaban trabajando en un proyecto especial para el gobierno de la ciudad, pero no les gustaba quedarse en la ciudad. Resultó que era muy corriente vivir en una ciudad donde todos eran Crims.

Así que viajaban a través de la naturaleza, recogiendo a los aldeanos que los del Humo habían liberado. Les enseñaban de la tecnología, como trabajaba el mundo fuera de su reserva, y a no empezar incendios forestales. Eventualmente, los aldeanos con los que trabajaban volverían con su gente y los ayudarían a ver el mundo.

A cambio, los Crims estaban aprendiendo todo sobre la naturaleza, como cazar y pescar y vivir en la tierra, reuniendo los conocimientos de los pre-Oxidados antes de que se perdiera de nuevo.

Tally sonrió mientras leía las líneas:

Este tipo, Andrew algo, dice que te conoce. Como sucedió eso? Quiere que te diga, “Continúa retando a los dioses.” Sea lo que sea.

De cualquier manera, te veo pronto Tally-wa. Mejores amigos por siempre, finalmente!

- Peris.

Tally no le respondió a ninguno, no todavía. Ella sobrevoló el río, dando un último paseo por los rápidos que nunca vería otra vez.

La luz de la luna iluminaba el agua, cada ráfaga de rocío brillaba a su alrededor como una explosión de diamantes. Los carámbanos se habían fundido en el aire caliente de principios de verano, liberando olor a pino del bosque para cubrir su lengua como jarabe. Tally no colocó su visión infrarroja, dejando que sus otros sentidos sondearan la oscuridad sin ayuda.

En medio de toda esta belleza, Tally sabía exactamente lo que tenía que hacer.

Sus aspas de elevación tomaban vida mientras ella se encaminaba hacia y el viejo y conocido sendero que conducía a la vena natural de hierro descubierta por algún feo truculento hace generaciones. Ella pasó rozando su magnetismo, hasta el cuenco oscuro de ruinas Oxidadas.

Los edificios abandonados se levantaban a su alrededor, enormes monumentos a la gente que alguna vez se había permitido a si misma crecer demasiado y demasiado ambiciosos, millones de ellos hambrientos propagándose alrededor del mundo.

Tally observó mientras pasaba los coches quemados y las ventanas abiertas, sus ojos especiales le regresaban la mirada de un cráneo en ruinas. Ella no quería olvidar este lugar.

No con todos estos cambios que se avecinan…

Su aerotabla subió la estructura metálica del edificio más alto, el lugar al que Shay la había traído esa primera noche que ella había estado Afuera, casi exactamente hace un año. En silencio magnético, Tally se deslizó a través de su caparazón vacío, la silenciosa ciudad se esparcía a su alrededor a través de los marcos vacíos de las ventanas.

Pero cuando alcanzó la cima, David se había ido.

Su saco de dormir y otros equipos habían desaparecido, solo vacíos de comida deshidratada permanecían esparcidas alrededor del piso medio derrumbado. Había muchas de ellas- él había esperado por ella mucho tiempo.

También se había llevado la antena improvisada con la que la había llamado.

Tally encendió su EARCAN y lo sintió llegar a lo largo de la vacía y abandonada ciudad, esperando con los ojos cerrados alguna clase de respuesta.

Pero ningún llamado llegó. Un kilómetro no era nada en la naturaleza.

Ella subió más, hasta la cima de la torre, deslizándose a través de uno de los agujeros del techo hacia el impetuoso viento. Su tabla siguió subiendo hasta que su magnetismo perdió su control sobre el marco de hierro del rascacielos. Luego sus aspas de elevación se activaron, volviéndose rojo caliente mientras luchaban para llevarla más alto.

“David?” dijo ella suavemente.

Ninguna respuesta.

Luego recordó el viejo truco de Shay de los días de fea.

Tally se arrodilló en la tabla vacilante por el viento y extendió una mano al compartimiento de almacenamiento. La Dra. Cable lo había cargado con medspray, plástico inteligente, encendedores, e incluso una comida de SpagBol, solo para recordar viejos tiempos.

Luego los dedos de Tally se cerraron alrededor una bengala.

La encendió, levantando una mano, la fuerza del viento dispersaba un montón de chispas detrás de ella como la cola de un cometa. “No estoy sola,” dijo ella.

La sostuvo allí hasta que la aerotabla se volvió incandescente bajo sus pies, la llamarada finalmente se había reducido solo a brasas brillantes en sus manos.

Luego Tally se dejó caer dentro del rascacielos de los Oxidados y se acurrucó en la planta alta de piso resquebrajado, de repente abrumada por su escape, casi demasiado exhausta para importarle si alguien había visto su señal.

David llegó al amanecer.

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Especiales/ Capítulo 36

CAP 36
LÁGRIMAS
Traducido por Sidonie



Ella se veía mil años más vieja. Sus ojos habían perdido la negrura en sus
profundidades, su brillo malvado. Como Fausto, se había convertido en champán sin burbujas. Curada al fin.

Pero aún consigue mirar con desprecio.

Haciendo esfuerzos para respirar, Tally dijo, “¿Qué estás…?”

“Rescatándote,” dijo la Dra. Cable.

Tally miró hacia la puerta, esperando escuchar alguna alarma, algunas pisadas.

La vieja mujer negó con la cabeza. “Yo construí este lugar, Tally. Conozco sus trampas. Nadie viene. Déjame descansar un momento.” Ella se sentó pesadamente en el suelo. “Soy demasiado vieja para esto.”

Tally miró detenidamente a su vieja enemiga, las manos aún curvadas como mortíferas mandíbulas. Pero la Dra. Cable estaba resoplando, un corte en su labio empezando a sangrar. Se veía como una vieja muy destrozada, una cuyos tratamientos para la prolongación de la vida estaban agotándose.

Salvo por los tres doctores inconscientes que están tumbados a sus pies.

“¿Todavía tienes reflejos de especial?”

“No soy especial en absoluto, Tally. Soy patética.” La vieja mujer se encogió de hombros. “Pero aún soy peligrosa.”

“Oh.” Tally se limpió más solución operatoria de los ojos. “Aunque, te llevó mucho tiempo.”

“Sí, eso fue inteligente Tally, quitar primero el tubo de respiración.”

“Seguro, un plan genial, dejarme allí dentro hasta que ellos casi...” Tally parpadeó. “Um, ¿por qué dices que estás haciendo esto?”

La Dra. Cable sonrió. “Te lo diré, Tally, si me respondes una pregunta primero.” Sus ojos se volvieron más vivos durante un momento. “¿Qué me hiciste?”

Era el turno de Tally para reír. “Te curé.”

“Eso lo sé, pequeña tonta. Pero ¿cómo?”

“¿Recuerdas cuando me pillaste el transmisor? No era un transmisor en absoluto – era un inyector. Maddy ha hecho una cura para Especiales.”

“Esa miserable mujer de nuevo.” La mirada de la Dra. Cable se clavó en el suelo empapado. “El ayuntamiento ha reabierto las fronteras de la ciudad. Sus pastillas están por todas partes.”

Tally asintió con la cabeza. “Lo sé.”

“Todo se viene abajo,” siseó la Dra. Cable, mirando furiosa a Tally. “No tardarán en comenzar a arrasar la naturaleza, lo sabes.”

“Sí, lo sé. Justo como en Diego.” Tally suspiró, recordando el fuego forestal de Andrew Simpson Smith. “Supongo que la libertad tiene una manera de destruir cosas.”

“¿Y tú llamas a eso una cura, Tally? Es dejar suelto un cáncer en el mundo.”

Tally negó con la cabeza lentamente. “¿Entonces es por eso por lo que estás aquí, Dra. Cable? ¿Para culparme de todo?”

“No. Estoy aquí para dejarte marchar.”

Tally levantó la mirada – eso tenía que ser una trampa, alguna forma para que la Dra. Cable consiga su venganza final. Pero el pensamiento de estar fuera bajo el cielo abierto envió un chasquido doloroso de esperanza a través de ella.

Ella tragó saliva. “¿Pero no he, ya sabes, destruido tu mundo?”

La Dra. Cable la miró fijamente durante mucho tiempo con sus ojos desenfocados y acuosos. “Sí. Pero tú eres la última, Tally. He visto a Shay y los otros en los medios de comunicación de Diego – ya no están bien. La cura de Maddy, supongo.” Ella suspiró lentamente. “Ellos ya no están mejor que yo. El Ayuntamiento nos ha desespecializado casi a todos.”

Tally asintió. “¿Pero por qué yo?”

“Tú eres la única Cortadora verdadera que queda,” dijo la Dra. Cable. “La última de mis Especiales diseñadas para vivir en la naturaleza, para existir fuera de las ciudades. Puedes escapar de esto, puedes desaparecer para siempre. No quiero que mi trabajo se extinga, Tally. Por favor…”

Tally parpadeó. Ella nunca había pensado en sí misma como alguna clase de animal en peligro de extinción. Pero no iba a discutir. El pensamiento de la libertad hizo que su cabeza diera vueltas.

“Simplemente sal, Tally. Coge cualquier ascensor hasta el tejado. El edificio está casi vacío, y he desconectado la mayoría de las cámaras. Y francamente, nadie puede pararte. Márchate, y por mí, mantente especial. El mundo puede necesitarte, algún día.”

Tally tragó saliva. Tan sólo salir caminando parecía demasiado simple. “¿Qué tal una aerotabla?”

“Está esperándote en el tejado, por supuesto.” Resopló la Dra. Cable.
“¿Qué pasa con los modales y esas cosas?”

Tally bajó la mirada hacia las tres formas inconscientes sobre el suelo.

“Ellos estarán bien,” gruñó Cable. “Soy doctora, lo sabes.”

“Claro que sí,” murmuró Tally, arrodillándose para quitar amablemente la bata a uno de los camilleros. Cuando se la puso, la solución de la operación la empapó con manchas oscuras, pero al menos ya no estaba desnuda.

Ella dio un paso hacia la puerta, pero se volvió hacia la Dra. Cable.

“¿No te preocupa que pueda curarme a mí misma? Entonces no quedaría ninguno de nosotros.”

La mujer levantó la mirada, y su expresión de derrota cambió, un destello de la vieja malvada volvió a sus ojos. “Mi fe en ti siempre ha sido recompensada, Tally Youngblood. ¿Por qué empezaría a preocuparme ahora?”



Cuando salió a cielo abierto, Tally permaneció de pie durante un largo minuto mirando el cielo oscuro. Ella no se preocupó por perseguidores. Cable tenía razón: ¿Quién quedaba para detenerla?

Las estrellas y la luna creciente brillaban tenuemente, el viento transportaba aromas de la naturaleza. Después de un mes de aire reciclado, la fresca brisa veraniega sabía viva en su lengua. Tally respiraba en el mundo helado.

Finalmente ella estaba libre de su celda, del tanque de operaciones, de la
Dra. Cable. Nadie la cambiaría en contra de su voluntad, nunca más. No
habría más Circunstancias Especiales.

Pero aún cuando el alivio se extendía por todo su cuerpo, Tally se sentía sangrando por dentro. La libertad estaba cortándola.

Zane todavía estaba muerto, después de todo.

El sabor de la sal se abrió camino entre los labios de Tally, un recuerdo de ese último beso amargo junto al mar. La escena que ella había recordado cada hora en su celda subterránea: la última vez que le había hablado, la prueba que ella había fallado, alejándolo. Pero de alguna forma la memoria actuó de manera diferente esa vez, largo y lento y dulce en su mente – como si ella no hubiera sentido a Zane temblar, como si hubiera dejado ese beso seguir y seguir. …

Ella saboreó la sal otra vez, y finalmente sintió el calor bajando por sus mejillas. Tally alzó sus manos, no creyendo del todo hasta que vio sus propias yemas de los dedos brillando con la luz.

Los Especiales no lloraban, pero sus lágrimas finalmente habían surgido.

-fin cap-

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Especiales/ Capítulo 35

CAPÍTULO 35

Traducido por Luu

OPERACIÓN

Ella los oyó fuera, dos voces nerviosas. Tally salió de la cama y fue hasta la puerta, colocando su palma contra la pared de cerámica a prueba de Especiales.
Los chips en sus manos convirtieron los murmullos en palabras. . .

“Estás seguro que esto funcionará en ella?”

“Hasta ahora ha funcionado.”

“Pero no es ella, tú sabes, algún tipo de superfreak?”

Tally tragó. Por supuesto que lo era. Tally Youngblood era la más famosa psicópata de dieciséis años en el mundo; los detalles letales de su cuerpo eran conocidos por todos.

“Relájate, ellos soltaron ese lote especial solo para ella.”

Lote de qué? Se preguntó.
Luego oyó un sonido . . . gas filtrándose en la celda.

Tally retrocedió de la puerta, tomando un poco de aire antes de que el gas se propagase por toda la celda. Se volvió frenética, mirando a las cuatro aplastantes paredes familiares, tratando por millonésima vez de encontrar alguna debilidad. Buscando de nuevo una forma de escapar. . .

El pánico creció en Tally. Ellos no le podían hacer esto a ella, no de nuevo. No era su culpa cuán peligrosa era. Ellos la habían hecho de ese modo!

Pero no había escapatoria.

Mientras contenía la respiración, la adrenalina pasando a través de ella, la visión de Tally comenzó a llenarse de puntos rojos. No había respirado en casi un minuto, y la frialdad de su pánico estaba desapareciendo. Pero no podía rendirse.

Si solo pudiera pensar. . .

Miró hacia su brazo, a la fila de cicatrices. Había pasado más de un mes desde su último corte, y se sentía como si su pulso estuviera listo para estallar en sus venas. Quizá si se cortaba una vez más, podría pensar una manera de escapar.

Al menos sus últimos momentos como Especial serían helados . . .

Puso sus uñas contra la carne y apretó sus dientes afilados. “Lo siento Zane,” susurró.

“Tally!” siseó una voz en su cabeza.

Pestañeó. Por primera vez desde que la habían tirado en esa celda, su skintenna no estaba colapsada.

“No te quedes simplemente allí, tú pequeña idiota! Actúa como si te hubieras desmayado!”

Los doloridos pulmones de Tally aspiraron. El olor del gas llenó su cabeza. se sentó en el suelo, puntos rojos pululando en su visión.

“Sí, mucho mejor. Continúa fingiendo.”

Tally respiró profundamente-apenas lo podía evitar. Pero algo extraño estaba sucediendo: Las nubes oscuras estaban desapareciendo de su visión, el muy necesitado oxigeno haciéndola estar más alerta.

El gas no estaba teniendo efecto.

Se apoyó contra la pared, ojos cerrados, corazón todavía latiendo fuerte. Qué estaba sucediendo aquí? Quién estaba en su cabeza? Shay y los otros Cortadores? O era . . .
Recordó las palabras de David: “No estás sola.”

Tally cerró sus ojos y se dejó caer a un lado, su cabeza golpeando contra el suelo. Esperó allí, inmóvil.

Un momento después la puerta fue abierta.

“Eso tomó bastante tiempo.” La voz sonaba nerviosa, vacilando en el pasillo.

Unos cuantos pasos. “Bien, como dijiste, ella es algún tipo de superfreak. Pero será conducida a normalville ahora.”

“Y estás seguro de que no va a despertar?”

Un pie le dio un empujón en un costado. “Ves? Está frita.”

La patada envió un destello de rabia a través de Tally, pero en sus meses de soledad había aprendido a controlarse a sí misma. Cuando el pie la golpeó de nuevo, Tally permitió que la voltearan.

“No te muevas, Tally. No hagas nada. Espera por mí . . .”

Tally quería susurrar, Quién eres? Pero no se atrevió. Los que le habían lanzado el gas estaban en cuclillas sobre ella, colocando su peso sobre un transportador.

Les dejó que la alejaran.

Tally escuchó los ecos cuidadosamente.

Los pasillos de Circunstancias Especiales estaban mucho más vacíos ahora; la mayoría de los crueles perfectos ya habían sido cambiados. Atrapó unas pocas palabras de una conversación, pero ninguna tenía el sonidos afilado de las voces de los Especiales.

Se preguntó si la habían dejado para lo último.
El viaje en elevador fue corto, probablemente solamente un piso por arriba, donde estaban los principales salones de operaciones.

Oyó cuando se abrieron las puertas dobles, y sintió que su cuerpo era girado en un ángulo extremo.

El portador se deslizó dentro de una pequeña habitación llena de superficies metálicas y olores antisépticos. Todo su ser dolió al saltar desde el transportador, por pelear su camino hasta la superficie. Había escapado de este edificio como una fea. Si todos los otros Especiales realmente se habían ido, nadie podía detenerla ahora. . .

Pero mantuvo el control, esperando que la voz le dijera que hacer.

Repitiéndose a si misma: No estoy sola.

Le arrancaron sus ropas y la metieron en un tanque de operaciones, los sonidos de la habitación quedaron silenciados por sus paredes de plástico. Sintió la fría suavidad de la mesa contra su espalda, la garra de metal de un servo-brazo en su hombro. Se imaginó sosteniendo un bisturí, cortando al Cortador una última vez, desgarrando su especialidad fuera de ella.

Una trenza cutánea fue presionada contra su brazo, sus agujas extendiendo un destello de analgésico local antes de caer en sus venas. Se preguntó cuándo empezarían a bombear anestésicos graves en ella, y si su metabolismo la mantendría despierta.

Cuando el tanque fue cerrado, la respiración de Tally creció por el pánico. Esperó que no notaran sus tatuajes flash girando por todo su rostro.

Ellos sonaban ocupados, de todos modos.

Las máquinas estaban todas trabajando, soltando pitidos y zumbidos, servo-brazos colocándose a su alrededor, sus pequeñas sierras zumbando a través de patrones de prueba.

Dos manos se extendieron y metieron un tubo para respirar en su boca. El plástico sabía a desinfectante, y el aire que fluía de él era estéril y artificial. Mientras el tubo comenzaba a funcionar, llevaba zarcillos a su nariz y cabeza, casi la hacía vomitar.

Ella quería arrancar la cosa y luchar.

Pero la voz le había dicho que esperara.

Quien sea que la hizo resistir al gas debía de tener un plan. Tenía que conservar la calma.

Luego el tanque comenzó a llenarse.

Líquido vertido de todos lados, flotando alrededor de su cuerpo desnudo, grueso y viscoso, lleno de nutrientes y nanos para mantener sus tejidos vivos mientras los cirujanos la fragmentaban en pedazos. Su temperatura combinaba con la de su cuerpo, pero cuando la solución entró en sus oídos, un escalofrío viajó a través de Tally.

Los sonidos de habitación fueron casi anulados hasta el silencio.

El fluido se elevó hasta sus ojos, sobre la punta de su nariz, cubriéndola completamente. . .

Absorbió el aire reciclado del tubo, luchando por mantener sus ojos cerrados. Ahora que prácticamente estaba sorda, mantenerse ciega era una tortura.

“Estoy en camino, Tally,” la voz en su cabeza siseó. O solamente lo había imaginado?

Ella estaba atrapada ahora, inmovilizada, y la ciudad podría tomar su venganza final en ella: rectificando sus huesos para reducirla a la altura promedio de un perfecto; cortando los ángulos duros de sus mejillas; estropeando los hermosos músculos y huesos, los chips en su mandíbula y manos, sus letales uñas, remplazando sus negros y perfectos ojos. Haciéndola una cabeza burbujeante nuevamente.

Solamente que esta vez iba a estar despierta, y lo sentiría todo. . .

Luego Tally oyó un sonido, algo golpeando fuerte contra el lado plástico del tanque-abrió los ojos.

La solución para operar hizo todo borroso, pero a través de las paredes transparentes del tanque vio movimiento furioso, oyó otro ruido sordo. Una de las parpadeantes máquinas se volcó.

Su rescatador estaba aquí.

Tally saltó en movimiento, rompiendo la malla cutánea de su brazo, luego tironeó del tubo de respiración en su boca. El dispositivo se retorció, sus zarcillos se apretaron en la parte posterior de su cabeza, tratando de resistir. Hundió sus dientes en él, sus dientes de cerámica rasgando el plástico, y éste murió en su mano, soltando las burbujas finales en el rostro de Tally.

Se arrastró para agarrar uno de los bordes, tratando de tirar de ella hacia arriba y afuera. Pero una barrera transparente le cerraba el paso.

Mierda! Pensó, dedos buscando cualquier lugar en las paredes de plástico. Nunca había visto un tanque de operaciones en uso; cuando estaban vacíos, la parte superior estaba siempre abierta! Tally arañó los lados con sus uñas, rompiéndolas mientras su pánico crecía.

Pero las paredes no se rompían. . .



Su hombro rozó el bisturí de un servo-brazo, todavía desplegado, y una nube rosa de sangre llenó su visión. A los nanos en el fluido de operación les tomaría solamente segundos en detener la hemorragia.

Bueno, eso es conveniente, pensó. Por supuesto, respirar sería agradable también!

Miró a través de la solución borrosa. La lucha continuaba, una figura contra muchas.

De prisa! Pensó, luchando para encontrar el tubo de respirar nuevamente. Se lo metió en la boca, pero estaba muerto, obstruido por el fluido para operar.
En la parte superior del tanque había unos centímetros de espacio, y Tally se empujó para succionar por el pequeño espacio en busca de oxígeno. Pero no iba a durar mucho. Tenía que salir de esta cosa! Trató de encontrar su camino a través de las paredes del tanque, pero la solución era demasiado gruesa y viscosa.

Los puños de Tally se movían lentamente, como golpeando a través de melazas.
Puntos rojos brillaban en los bordes de su visión . . . sus pulmones estaban vacíos.

Entonces vio una figura borrosa tropezando directo hacia ella, volando directo de la lucha. Se estrelló contra el lado del tanque, haciendo que la cosa entera se bamboleara en su lugar.

Quizá ese era el modo.

Tally comenzó a mecerse de un lado a otro, la solución salpicando a su alrededor, el tanque balanceándose un poco más cada vez. Escalpelos hundiéndose en sus hombros mientras ella se tiraba de un lado al otro, el zumbido de los nanos de reparación combinando con el enjambre de puntos rojos ante sus ojos, un tinte rosado llenando el líquido.

Pero finalmente el tanque se volcó.

El mundo parecía inclinarse a su alrededor, líquidos girando mientras se tambaleaba, el tanque entero girando mientras caía. Tally oyó el golpe sordo del plástico mientras ella golpeaba el suelo, vio las paredes del tanque agrietarse. La solución se desparramaba a su alrededor, el sonido llenando de nuevo sus oídos mientras obtenía su primer bocanada de aire. Clavó sus uñas en el plástico, lo fracturó y se rompió, tirando para liberarse del tanque de operaciones.

Sangrando y desnuda, Tally tropezó hacia delante, buscando más aire, la solución colgando de ella como si hubiera salido de una bañera llena de miel. Los doctores inconscientes y los otros yacían en una pila, la solución rodando sobre ellos.

Su salvador se mantenía de pie ante ella. “Shay?” Tally escurrió el líquido de sus ojos. “David?”

“No te dije que te quedaras quieta? O siempre tienes que destruir todo?”

Tally pestañeó, incapaz de creerle a sus ojos. Era la Dra. Cable.

-FIN DEL CAP-

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FEEEEELIZ CUMPLE!



Feliz cumple Marta! Te deseo lo mejor en tu día, y espero que lo estés pasando muy bien, quiero que sepas que sos una persona muy especial y te merecés lo mejor del mundo♥ Y que me alegro de que seamos amigas, aunque sea cibernéticamente XD te quiero.

FEEEEEEEEEEEEEELIZ CUMPLE

Y para el resto, feliz San Valentín!

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Especiales/ Capítulo 34

CAPITULO 34

Traducido por: Isabella


Tally vio todo lo que sucedio desde su celda.

Los cambios ocurrieron lentamente al principio. Durante dias , la Dra Cable parecia usualmente psicotica cuando la visitaba, con arrogancia pidiendo informacion acerca de lo que estaba sucedido en Diego. Tally estaba contenta de verse obligada a contar como se desmoronaba el nuevo sistema, mientras veia los signos de la cura.

Pero decadas de vanidad y crueldad se desvanecian lentamente y el tiempo mismo parecia llegar a su fin dentro de las cuatro paredes de la celda de Tally.Los cutters no estaban echos para vivir en interiores, sobre todo , en espacios pequeños y Tally tuvo que centrar la mayor parte de sus fuerzas en no volverse loco.

Miro la puerta de la celda , llena de desesperacion , luchando contra la rabia que llegaban en oleadas desde su interior, siempre resistiendo la necesidad de cortarse a si misma con sus pripias uñas y dientes.

Asi fue como ella habia conseguido reconfigurarse a si misma por Zane - sin cortarse mas - y no podia ceder ahora a la debilidad.

Mas dificil fue cuando Tally penso cuan por debajo de la tierra estaba , doce pisos mas abajo, como las celdas de los ataudes enterradas bajo tierra. Como si hubiera muerto , pero algunos mecanismos malignos de la Dra Cable la mantenian consciente, incluso en la tumba.

La celda le recordaba la forma en que habia vivido los oxidados - las habitaciones de las ruinas , pequeñas y sucias , sus ciudades superpobladas como prisiones llegando hacia el cielo. Cada vez que se abria la puerta , Tally esperaba que le pusiera el cuchillo para despertar como una cabeza burbujeante o como algo todavia mas psicotico de una forma especial. Casi estaba contenta cuando vino la Dra Cable dispuesta a interrogarla de nuevo , cualquier cosa era mejor que estar sola en la celda vacia.

Y finalmente , empezo a ver que la cura estaba funcionando... lentamente. Poco a poco , la Dra Cable parecia cada vez menos segura de si misma , menos capaz de tomar decisiones.

"Le estan diciendo a todo el mundo mis secretos!" empezo ella a murmurar un dia , pasando los dedos por su cabello.

"Quienes?"

"Diego," La Dra Cable escupio la palabra. "Anoche puso a Shay y a Tach en el mundo de a pie. Enseñando sus cicatrices de cutters y llamandome monstruo."

"Que falses ellos," dijo Tally.

La Dra Cable la miro. "Y ellos estan transmitiendo detalles del analisis de su cuerpo , llamandote violacion morfologica!"

"Quieres decir que soy famosa de nuevo?"

Cable asintio. "Tu eres infame,Tally. Todo el mundo te tiene miedo. El nuevo sistema tiene a las otras ciudades nerviosas , pero parecen pensar que mi pandilla de psicoticos de dieciseis años es peor."

Tally sonrio. "Hemos sido bastante glaciares."

"Entonces, como dejaste que Diego te capturara!"

"A, ese detalle," Tally se encogio de hombros. "Y eran solo unos cuantos guardias. Tenian esos uniformes estupidos que les hacen parecer abejorros."

La Dra Cable la miro fijamente , empezando a temblar como el pobre Zane hacia. "Pero eras tan fuertes , Tally. Tan rapida!" Tally se encogio de hombros de nuevo.

"Todavia lo soy."

La Dra Cable sacudio la cabeza."Por ahora , Tally. Por ahora."

Despues de dos semanas de solitario silencio , alguien tuvo inesperada misericordia por el aburrimiento de Tally y la pantalla de la pared se encendio. Se sorprendio al ver lo rapido que la Dra Cable habia calado en la ciudad. Uno por uno , el ajuntamiento estaba dejando los nuevos reglamentos.

Al parecer , la cura de Mary se habia apoderado de la mente de Cable justo a tiempo: el segundo ataque en Diego no se habia materializado.

Por supuesto, las otras ciudades podian haber tenido algo que ver con eso. Nunca le habia gustado el nuevo sistema, pero estaban poco emocionados por ua guerra real. Gente habia muerto , despues de todo.

Cuando los experimentos quirurjicos de la doctora cable se volvieron inpopulares , las repetidas negativas de Diego de atacar iban ganando credibilidad.Los feeds empezaron a cuestion lo que realmente habia ocurrido esa noche , especialmente despues de que un conservador de museo que habia presenciado el ataque hiciera publica su historia , afirmando que algun tipo de nano rusty habia sido liberado , no por un ejercito invasor si no por dos de los atacantes que parecian mas jovenes y atolondrados que serios.

Entonces las historias simpatizantes de Diego empezaron a aparecer en la gente , incluyendo entrevistas con los supervisores heridos de la huelga del ayuntamiento. Tally siempre pasaba rapido estos trozos finales , que por lo general terminaban con una lista de diecisiete personas que habian muerto en el ataque - especialmente una victima , que ironicamente era un fugitivo de esa ciudad.

Siempre enseñaban su imagen tambien.

Los argumentos acerca de la guerra - y acerca de todo lo demas - empezaron a entrar en erupcion. Los desacuerdos crecian mas intensamente mientras Tally miraba, menos educado y medido cada dia, hasta que todo el debate sobre el futuro de la ciudad se volvio realmente feo. Se hablo de nuevos standares morfologicos, dejar que se mezclaran feos y perfectos, incluso en la expansion de la naturaleza.

La cura estaba arraigada aqui , tal como lo habia sido en Diego y Tally se pregunto que clase de futuro habia ayudado a soltar. Las ciudades perfectas empezaran a actuar como Rustles ahora? Entre la naturaleza, superpoblando la tierra, nivelando todas las partes? Quien estaria para detenerlos?

La misma Dra Cable parecio desaparecer de las noticias, su influencia decrecia, su personalidad se redujo ante los ojos de Tally. Dejo de ir a la celda y no mucho despues de esto , el ajuntamiento la quito del poder , diciendo que la crisis y su mandato como presidenta habia terminado.

Entonces, la charla de desespecializavion empezo. Los especiales eran peligrosos, eran potencialmente psicoticos y la idea de una operacion especial era injusta. La mayoria de las ciudades nunca habian creado tales criaturas, a excepcion de unos pocos reflejos para potenciar a los bomberos y guardaparques. Tal vez , a raiz de esta mal considerada guerra , era el momento de deshacerse de todos ellos.

Despues de un largo debate, la propia ciudad de Tally empezo el proceso - un gesto de paz con el resto del mundo. Uno por uno , los agentes de circunstancias especiales fueron vueltos normales , ciudadanos sanos y la Dra Cable ni siquiera levanto la voz en protesta.

Tally sentia las paredes de la celda presionando cada dia mas , como si la idea de ser cambiada una vez mas la aplastara. Se miro en la pared de vision , imaginando los ojos llorosos de Wolfem. Incluso las cicatrices de cutter en los brazos desaparecerian y Tally se dio cuenta de que no queria perderlas. Ellas eran un recordatorio de todo lo qeu habia sucedido , de lo que habia logrado superar.

Shay y los otros estaban aun en Diego, seguian libres y tal vez podrian escapar antes de que esto les pasara a ellos. Ellos podian vivir en cualquier lugar: los Cutters habian sido diseñados para la naturaleza, despues de todo.

Pero Tally no tenia donde correr , ni forma de salvarse a si misma.

Finalmente , una noche , los medicos vinieron por ella.

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Contest :)



Prizes (premios)

1 Finished copy of The Sky is Everywhere by Jandy Nelson
1 Finished copy of The Sight by Judy Blundell
1 Finished copy of Voices of Dragons by Carrie Vaughn
1 Finished copy of Shade by Jeri Smith-Ready
1 Finished copy of The Line by Teri Hall
1 Finished copy of The Unwritten Rule by Elizabeth Scott
1 Finished copy of The Body Finder by Kimberly Derting
1 Finished copy of Brightly Woven by Alexandra Bracken
1 Finished copy of Forget-Her-Nots by Amy Brecount White
1 Finished copy of Before I Fall by Lauren Oliver

ONE WINNER TAKES ALL

Rules:

-Open to EVERYBODY!
-This contest will end on March 10 at 4pm (GMT+8) unless this contest doesn't meet at least 35-40 entrants...then, it will be extended.
-If you are under 13 years old, you must have permission from your parents or guardian.

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Especiales/ Capítulo 33

CAPÍTULO 33
CONFESIÓN

TRADUCIDO POR JHOS


La oscuridad absoluta duró por lo que parecieron horas. Una ira incandescente construida dentro de Tally, un incendio forestal ganando fuerza con cada segundo que pasaba. Ella luchó contra las ganas de correr a ciegas en la oscuridad, destruyendo todo a lo que pudiera ponerle las manos encima, abriéndose camino a través del techo y luego al siguiente nivel, hacia arriba hasta alcanzar el cielo abierto.

Pero Tally se obligó a si misma a sentarse en el suelo, respirando profundo y tratando de permanecer calmada. El pensamiento siguió dando vueltas en su cabeza, ella iba a perder ante la Dra. Cable una vez más. Tal como había perdido cuando el Humo había sido invadido, cuando ella se había entregado a si misma para que la hicieran perfecta, y cuando ella y Zane escaparon juntos, solo para ser capturados.

Una y otra vez, Tally empujó la ira hacia abajo, apretando su puño con tanta fuerza que sentía como si sus dedos se fueran a romper. Ella se sintió imponente, al igual que cuando Zane había estado tendido ante ella, muriendo…

Pero ella no podía permitirse perder otra vez. No esta vez, cuando el futuro estaba en juego.

Así que esperó en la oscuridad, luchando.

Finalmente, la puerta se abrió, enmarcando la silueta familiar de la Dra. Cable. Del techo, cuatro reflectores se encendieron, incidiendo directamente en los ojos de Tally. Cegada por un momento, escuchó a más especiales deslizarse antes de que la puerta se cerrara detrás de ellos.

Tally saltó sobre sus pies. “Donde está el Ayuntamiento de la ciudad? Es urgente que hable con ellos.”

“Me temo que lo que tu tienes que decir quizás los moleste, y no podemos permitir eso. Muy nerviosos estos días, el Consejo.” Una risa vino de la silueta de la Dra. Cable. “Están en el nivel H, aún susurrándose unos a otros.”

Dos pisos más arriba… Había llegado tan cerca, solo para volver a fracasar.

“Bienvenida a casa, Tally,” dijo suavemente la Dra. Cable.

Tally miró el auditorio vacío. “Gracias por la fiesta sorpresa.”

“Tu eras la que planeaba una sorpresa para nosotros, creo.”

“Que, diciendo la verdad?”

“La verdad? De ti?” la Dra. Cable se rió. “Que podría ser más sorprendente?”

Un destello de ira atravesó a Tally, pero ella tomó una respiración larga y lenta. “Como lo sabe?”

La Dra. Cable dio un paso hacia la luz, sacando un pequeño cuchillo de su bolsillo. “Creo que esto es tuyo.” Lanzó el cuchillo al aire, giró, brillando bajo los reflectores, y se hundió en el suelo entre los pies de Tally. “Las células de piel que encontramos en él sin duda lo fueron.”

Tally miró el cuchillo.

Era el que Shay había arrojado para provocar la alarma en la Armería, el mismo que Tally había usado para cortarse a si misma esa noche. Tally abrió su puño y miró su palma; los destellos de los tatuajes todavía se tejían con su ritmo entrecortado, quebrado por la cicatriz. Ella había visto a Shay limpiar sus huellas dactilares, pero algún rastro de su carne debe haber permanecido…

Deben haberlo encontrado y comparado con su ADN, poco después del ataque, y sabido todo este tiempo que Tally Youngblood había estado allí en la Armería.

“Sabía que esos desagradables hábitos eventualmente meterían los Cortadores en problemas,” murmuró la Dra. Cable. “De verdad se siente maravilloso, cortarse a si mismo? Debo tomar eso en cuenta la próxima vez que haga Especiales tan jóvenes.”

Tally se arrodilló y sacó el cuchillo del suelo, sopesándolo en su mano, preguntándose si un tiro certero podría encontrar su camino hacia el cuello de la Dra. Cable. Pero la mujer era igual de rápida que Tally, igual de especial.

Ella no podía permitirse pensar como Especial más tiempo. Tally tenía que pensar la manera de salir de esto.

Ella lanzó el cuchillo a un lado.

“Solo respóndeme algo,” dijo la Dra. Cable. “Por qué lo hiciste?”

Tally sacudió su cabeza, Decirle toda la verdad significaría traer a Zane a colación, lo cual solo le haría más difícil mantener el control.

“Fue un accidente.”

“Un accidente?” la Dra. Cable se rió. “Es un verdadero accidente, destruir la mitad de la cede militar de la ciudad.”

“No planeamos soltar los nanos.”

“Nosotros? Los Cortadores?”

Tally sacudió la cabeza- tampoco tenía sentido mencionar a Shay. “Una cosa más o menos llevó a la otra…”

“De hecho. Así es como siempre funciona contigo, no Tally?

“Pero, por qué le mintió a todos?”

La Dra. Cable suspiró. “Eso debería ser obvio, Tally. No podía muy bien decirles que tú casi desmantelas las defensas de la ciudad. Los Cortadores era mi orgullo y dicha, mi Especiales especiales.” Su afilada sonrisa se esparció en su rostro. “Además me diste una oportunidad espléndida para deshacerme de un viejo oponente.”

“Que le hizo Diego a usted?”

“Ellos apoyaron el Viejo Humo. Les han dado asilo a los fugitivos por años. Luego Shay reportó que alguien le estaba suministrando a los del Viejo Humo trajes de camuflaje y grandes cantidades de esas terribles píldoras. Quien más podría haber sido?” Su voz de volvió más fuerte. “Las otras ciudades solo esperaban que alguien acabara con Diego, con su Nuevo Sistema y su incumplimiento de las reglas morfológicas estándar. Tu solo me diste el argumento. Siempre has sido tan útil, Tally.”

Tally cerró los ojos, las deliberadas palabras de la Dra. Cable de alguna manera deben ser oídas en la reunión del consejo. Si solo supieran que fueron engañados…

Pero esta ciudad estaba demasiado aterrada para pensar claramente, demasiado conmocionados por su propio contraataque, demasiado dispuestos a aceptar el dominio de esta mujer retorcida.

Tally sacudió su cabeza. Había pasado los últimos días centrada en reconfigurarse a si misma, pero ella necesitaba reconfigurar a todos.

O quizás solo a la persona correcta…

“Cuando se acaba todo?” preguntó calmadamente. “Cuando tiempo durará esta guerra?”

“Nunca termina, Tally. Estoy obteniendo mucho más de lo que jamás había podido, y créeme, los cabezas burbujeantes se están divirtiendo de lo lindo viéndolo en las noticias. Y todo lo que se necesitó fue una guerra, Tally. Debí haberlo pensado hace años!” La mujer se acercó, su cruel belleza de cara al borde de los reflectores. “No lo ves, hemos entrado a una nueva era. De ahora en adelante, cada día es una Circunstancia Especial!”

Tally asintió lentamente, luego dejó que una sonrisa se formara en su rostro. “Amable de su parte explicármelo a mi. Y a todos.”

La Dra. Cable levantó una ceja. “Perdón?”

“Cable, yo no vine aquí a decirle al Consejo de la Cuidad lo que está pasando. Son un montón de endebles, si te ponen a cargo. Vine aquí para asegurarme que todos supieran tus mentiras.”

La mujer dejó escapar una risa grave y retumbante. “No me digas que hiciste alguna clase de video de ti misma, Tally, explicando que tu empezaste la guerra? Quien te creerá? Quizás fuiste famosa una vez entre los cabeza burbujeante y los feos, pero nadie con más de veinte sabe siquiera que existes.”

“No, pero te conocen a ti, ahora que te has puesto a ti misma a cargo.” Tally buscó en el bolsillo de su traje de camuflaje y sacó el inyector. “Y ahora que te han visto explicar que todo esta guerra es una falsa, ellos te recordarán por siempre.”

La Dra. Cable frunció el ceño. “Que es esa cosa?”

“Un transmisor por satélite, uno que no puede interferirse.” Tally levantó la tapa del inyector mostrando la aguja. “Ve esa pequeña antena? Impresionante, no?”

“No podrías…no desde aquí.” Los ojos de la Dra. Cable se cerraron, sus párpados revoloteaban mientras comprobaba el cebo.

Tally siguió hablando, sus propios dientes desnudos con una sonrisa cada vez mayor. “Hicieron la cirugía más loca en Diego. Reemplazaron mis ojos con cámaras, y mis uñas con micrófonos. Toda la ciudad te ha visto explicar lo que has hecho.”

Los ojos de la Dra. Cable se abrieron. Ella resopló. “No hay nada en el cebo, Tally. Tu pequeño juguete no funciona.”

Tally levantó sus cejas, mirando la parte inferior del inyector perpleja. “Oops. Olvidé presionar enviar.” Movió sus dedos…

La Dra. Cable saltó hacia delante, con una mano precipitándose hacia el inyector, y en la misma fracción de segundo volvió la aguja en el ángulo exacto…

El golpe impactó contra el inyector en su mano, y Tally lo escuchó castañear en la esquina, roto en pedazos.

“De verdad Tally,” dijo la Dra. Cable sonriendo. “Para alguien tan inteligente, eres una pequeña tonta a veces.”

Tally bajó su cabeza y cerró los ojos. Pero estaba tomando aire lentamente por la nariz buscando aire…

Luego olfateó- la esencia pura de la sangre.

Abrió sus ojos y vio a la Dra. Cable mirando su mano, ligeramente molesta por el pinchazo de la aguja. Shay había dicho que apenas había notado la cura al principio, que tardó días en manifestarse.

Mientras tanto, Tally no quería a la Dra. Cable preguntándose como se había apuñalado a si misma con la “antena,” y mirando de cerca el inyector roto. Tal vez una distracción era lo que necesitaba.

Tally estableció una mirada de rabia en su rostro. “Me estás llamando tonta?”

Arremetió con un pie, dándole a la Dra. Cable en el estómago y sacándole el aire.

Los otros Especiales reaccionaron instantáneamente, pero Tally ya estaba en movimiento, precipitándose hacia donde había visto caer el inyector. Plantó un pie firmemente sobre los restos, aplastándolo tan fuerte como pudo, luego se volvió con una patada voladora que aterrizó en la mandíbula de su perseguidor más cercano. Se levantó de un salto sobre la primera fila de asientos, corriendo a lo largo de los espaldares sin tocar el suelo.

“Agente Youngblood,” dijo otro guardia. “No queremos lastimarla!”

“Me temo que tendrán que hacerlo!” Ella giró de regreso hacia donde estaba tendido el primer guardia. La puerta de la sala se abrió de pronto, un enjambre de uniformes de seda gris irrumpió en la habitación.

Tally saltó hacia abajo cerca del guardia caído, aterrizando una vez más en los fragmentos del inyector. El otro guardia en atavíos de batalla atizó un golpe en su hombro, haciéndola rodar dentro de la primera fila de asientos. Se levantó de un salto y se arrojó hacia él, ignorando el montón de Especiales descendiendo sobre ella.

Pocos segundos después, Tally se encontró a si misma tirada boca abajo sobre el suelo, sus brazos atrapados debajo de ella. Ella se agitó aplastando las últimas piezas del inyector bajo ella hasta volverlas polvo. Luego, alguien le dio una patada en las costillas, sacándole el aire en un gruñido.

Más de ellos se apilaron, como un elefante sentado en su espalda. La habitación se nubló. Tally se sentía aplastada contra el borde de la conciencia.

“Está bien, Doctora,” dijo uno de los Especiales. “La tenemos bajo control.”

Cable no respondió. Tally estiró el cuello para ver. La Doctora estaba doblada, todavía recuperando el aliento.

“Doctora?” preguntó el Especial. “Está bien?”

Solo dale tiempo, pensó Tally. Y ella estará mucho, mucho mejor…

FIN DEL CAP.

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Especiales/ Capítulo 32

CAPÍTULO 32
REUNIÓN DE EMERGENCIA

TRADUCIDO POR LEXIE22


Tomó la casa del río.
Estrellándose a través de aguas blancas, el horizonte familiar de la Nueva Ciudad Pretty estaba ante ella, Tally se preguntó si esta sería la última vez que vería su hogar desde el exterior. ¿Cuánto tiempo te encierran por atacar tu propia ciudad, accidentalmente destruyendo sus fuerzas armadas, y consiguiendo una guerra falsa?
En el momento en localizó la red repetidora de la ciudad, el suministro de noticias se volcó en la skintenna Tally como un maremoto. Más de cincuenta canales cubrian la guerra, describiendo sin aliento como el aerodeslizador de la Armada había roto las defensas de Diego y envió a su Ayuntamiento al suelo.
Todo el mundo estaba tan feliz, como si el bombardeo de un enemigo impotente hubiera sido los fuegos artificiales al final de alguna tan esperada celebración.
Era extraño oír circunstancias especiales mencionada cada cinco segundos- la forma en que había intervenido después de que la Armería hubiera sido destruida, cómo iban a mantener a todos seguros. Hasta hace una semana, la mayoría de la gente ni siquiera creía en Especiales, y de repente eran los salvadores de la ciudad.
La nueva normativa de tiempos de guerra en realidad tenía su propio canal, una triste lista desplazable de las normas para ser memorizada. Las restricciones de toque de queda para feos eran más estrictas que nunca, y por primera vez en la memoria de Tally, los nuevos Bonitos tenían límites en donde podían ir y lo que podían hacer. Viajar en globo estaba completamente prohibido, los aerodeslizadores estaban restringidos a los parques y campos deportivos. Y desde que la desintegración de la Armería había iluminado el cielo nocturno de la Nueva Ciudad Pretty, los espectáculos de fuegos artificiales habían sido cancelados.
Nadie parecía estar quejándose, sin embargo, ni siquiera pandillas como la Hot-airs, que prácticamente vivían en sus globos durante el verano. Por supuesto, incluso si doscientas mil personas habían sido curadas, que aún quedaban alrededor de un millón cabezas burbujeantes. Tal vez aquellos que querían protestar estaban todavía demasiado superados en números como para hacerse oír.
O tal vez estaban demasiado atemorizados de Circunstancias Especiales para elevar sus voces.
Al pasar por el anillo exterior de Crumblyville, la skintenna de Tally se conecto con un avión no tripulado patrullando los límites de la ciudad. La máquina le dio un cacheo electrónico rápido antes de darse cuenta de que era un agente de Circunstancias Especiales.
Se preguntó si alguien había encontrado la manera de pasar las patrullas nuevas, o si todos los feos problemáticos se habían ido ya, corriendo a Diego o reclutados en Circunstancias Especiales.
Todo había cambiado mucho en las pocas semanas que había estado ausente. Cuanto más cerca estaba de la ciudad, menos se sentía como que estaba en casa, especialmente ahora que Zane no volvería a ver este nuevo horizonte ...
Tally respiró hondo. Es hora de terminar con esto. "Mensaje al Dr. Cable".
El sonido rebotó para anunciar que la interfaz de la ciudad la había puesto en cola.
Al parecer, el jefe de Circunstancias Especiales estaba muy ocupado en estos días.
Pero un momento después, otra voz respondió: "¿Agente Youngblood?"
Tally frunció el ceño. Era Maxamilla Feaster, uno de los subcomandantes de Cable. Los Cutters siempre reportaban directamente a Dr. Cable.
"Déjame hablar con la doctora," Tally dijo.
"Ella no está disponible, Youngblood. Ella esta en reunión con el Ayuntamiento".
"¿Ella esta en el centro?"
"No. En la sede".
Tally ralentizó su deslizador hasta detenerse. "¿ El Cuartel general de Circunstancias Especiales? ¿Desde cuándo el Ayuntamiento se reúne allí?"
"Desde que fuimos a la guerra, Youngblood. Mucho ha ocurrido mientras usted y sus malhechores han deambulando en estado salvaje. ¿Dónde diablos tus Cutters han estado?"
"Esa es una larga historia, que he de decir a la doctora cara a cara. Dile que me voy, y que lo que tengo que decir que es muy importante. "
Hubo una breve pausa, luego la voz de la mujer regresó, molesta. "Escucha, Youngblood. Estamos en guerra, y la Dr. Cable está actualmente en calidad de presidente del Consejo. Ella tiene toda una ciudad a manejar, y no tiene tiempo para darle a tus Cutters tu tratamiento especial normal. Así que dime lo que este se trata, o no verás 'al Doctor' pronto. ¿Entiendes? "
Tally tragó. ¿ La Dr. Cable dirigía toda la ciudad? Tal vez confesarse a ella no iba a ser suficiente. ¿Y si ella estaba disfrutando demasiado de estar a cargo para creer en la verdad?
"Está bien, Feaster. Sólo dígale que los Cutters han Diego en la última semana luchando contra la guerra, ¿de acuerdo?-Y que tengo una inteligencia muy importante para el Consejo. Se trata de la seguridad de la ciudad. ¿Es eso suficiente para usted? "
"¿Has estado en Diego? ¿Cómo?" la subcomandante comenzó, pero Tally ordenó cortar la comunicación. Ella había dicho lo suficiente para llamar la atención de la mujer.
Se inclinó hacia adelante y encendió los ventiladores de elevación del deslizador, dirigiéndose al cinturón de fábricas a toda velocidad, con la esperanza de llegar allí antes de que la reunión del Consejo de la Ciudad hubiera terminado.
Eran la audiencia perfecta para su confesión.
La sede de Circunstancias Especiales se extendía por la llanura del cinturón de fábricas, baja, plana y poco impresionante. Pero era más grande de lo que parecía, descendiendo doce pisos abajo en la tierra. Si el Ayuntamiento tenía miedo de otro ataque, era el lugar lógico para ocultarse. Tally estaba segura de que la Dr. Cable había acogido con beneplácito el Consejo con los brazos abiertos, feliz de tener el gobierno de la ciudad encogido de miedo en su sótano.
Tally se quedó mirando desde la cima de la colina de larga e inclinada que pasaba por alto la sede. En la época fea, ella y David habían saltado en aerodeslizadores de aquí hasta el techo. Desde entonces, sensores de movimiento se habían instalado para evitar que otra entrada como la de ellos volviera a suceder. Pero ninguna fortaleza era diseñada para mantener fuera a uno de los suyos, sobre todo cuando había noticias importantes para entregar.
Tally abrió la alimentación skintenna de nuevo. "Mensaje al Dr. Cable".
Esta vez, la respuesta la subcomandante Feaster fue instantánea. "Deja de jugar,
Youngblood ".
"Déjame hablar con Cable".
"Ella todavía con el Consejo. Tienes que hablar conmigo primero."
"No tengo tiempo para explicar todo dos veces, Maxamilla. Mi informe implica a todo el Consejo." Hizo una pausa para tomar una respiración larga, lenta. "Habrá otro ataque."
"¿Otro qué?"
"Un ataque, y muy pronto. Dígale la doctora que estaré allí en dos minutos. Iré directamente a la reunión del Consejo."
Tally cortó la alimentación skintenna de nuevo, estrangulando más respuestas molestas. Se volvió a su aerodeslizador y se disparó por el largo lado pendiente de la colina, entonces se volvió hacia la cumbre, una vez más, flexionando los dedos.
El truco consistía en hacer su entrada tan espectacular como fuera posible, encolerizando a todos y pasando directamente a la reunión del Consejo de la Ciudad. La Dr. Cable probablemente disfrutaría que uno de sus mascotas Cutters corriera para entregar información vital de inteligencia, la prueba de que Circunstancias Especiales estaba en el trabajo.
Por supuesto, el anuncio no iba a ser lo que la Dr. Cable esperaba.
Tally instó a su aerodeslizador a avanzar, los ventiladores y magnetismo plenamente funcionando. Subió la colina, aumentando la velocidad todo el camino.
En la parte superior, el horizonte de repente se deslizó el suelo desapareciendo debajo de ella, y Tally se elevó hacia el cielo.
Cortó los ventiladores y dobló las rodillas, agarrando el tablero con los dedos.
El silencio se prolongó, el techo de la sede creciendo mientras Tally caía. Sintió una sonrisa propagándose en su rostro. Esta podría ser la última vez que iba a hacer algo tan fria, con todos sus sentidos especiales succionando el mundo, que bien podría disfrutar ella.
A cien metros del impacto, sus ventiladores elevación volvieron a la vida. Ellos presionaron el deslizador en contra de ella, luchando para que Tally se detuviera. Sus pulseras de impacto fueron empujadas contra las muñecas, luchando con la fuerza de la caída.
El aerodeslizador golpeó duro y plano contra el techo, y Tally rodó de su superficie y fue directamente en una carrera. Las alarmas sonaban a su alrededor, pero con un solo gesto, su skintenna aplaco el sistema de seguridad. Ella gritó para el acceso de emergencia a través de las puertas de autodeslizadores delante de ella.
Hubo una breve pausa, luego la voz de ansiedad Feaster contestó, "¿Youngblood?"
"¡Necesito entrar, doblemente rápido!"
"Le dije a doctor Cable lo que dijo. Ella quiere que vaya directamente a la reunión del Consejo. Están en el teatro de operación nivel j".
Tally se permitió sonreír. Su plan estaba funcionando. L tengo. Abre la puerta. "
"Correcto". Con un lío de metal dando bandazos, la pista de aterrizaje debajo de Tally comenzó dividirse, como si el techo se dividiera en dos. Se dejó caer a través de la amplia de la costura, cayendo de la luz del sol en la penumbra y aterrizando sobre un aerodeslizador de Circunstancias Especiales. Haciendo caso omiso de los sorprendidos trabajadores en el hangar a su alrededor, Tally rodó por el suelo y siguió corriendo.
La voz le vino a su oído de nuevo. "Tengo un ascensor de espera. Justo en frente de ti."
"Demasiado lento," Tally jadeó, deteniéndose ante los ascensores. "Sólo tiene que abrir un pozo vacío".
"¿Estás bromeando, Youngblood?"
" ¡No! Los segundos cuentan. ¡Hazlo!"
Un momento después, otra puerta se abrió, revelando la oscuridad.
Tally entró en el eje.
Sus zapatos con suela de agarre chillaron mientras rebotaba de un lado del eje al otro, la caída apenas controlada, descendiendo diez veces más rápido que cualquier otro ascensor. En el canal skintenna de la sede, oyó la voz de Feaster alertando a todos que se apartaran de su camino. La luz se derramaba en el eje de la puerta del Subnivel J ya abierta para ella.
Tally atrapó la cornisa del piso de arriba y se giró a sí misma a través de la apertura, aterrizando a la carrera. Se precipitó por el pasillo a toda velocidad, con Especiales presionándose contra la pared para darle paso, como si Tally fuera algún mensajero pre-Rusty con noticias para el rey.
En la entrada al teatro principal de operaciones de la planta, Maxamilla Feaster esperaba con dos Especiales en equipo de combate completo. "Es mejor que sea importante, Youngblood".
"Créame, lo es."
Feaster asintió con la cabeza, y abrió la puerta. Tally corrió adentro.
Se detuvo de golpe. El teatro estaba en silencio, un gran anillo de asientos vacíos mirándose desde todas las direcciones, sin La Dra. Cable sin el Ayuntamiento.
Nadie sino Tally Youngblood, sin aliento y sola.
Se dio la vuelta. "¿Feaster? ¿Qué es esto?"
La puerta se cerró, atrapándola en la habitación.
A través de su skintenna, podía oír la diversión en la voz de Feaster. “Espera ahí, Youngblood. La Dra. Cable estará contigo una vez que termine con el Consejo. "
Tally sacudió la cabeza. Su confesión sería inútil si Cable no quería creerlo. Ella necesitaba testigos. "¡Pero esto está sucediendo ahora! ¿Por qué crees que corrí todo el camino?"
"¿Por qué? Tal vez para decirle al Consejo que Diego no tenía nada que ver con el ataque a la Armería? Que realmente eras tu?"
La boca de Tally cayó abierta, su motivo próximo silenciado en los labios. Ella repitió las palabras de Feaster en su mente poco a poco, incapaz de creer que realmente lo que había escuchado.
¿Cómo iban a saberlo?
"¿De qué estás hablando?" finalmente logró decir.
El cruel sonido del creció en la voz de Maxamilla Feaster's. "Se paciente, Tally. La Dra. Cable te lo explicara."
Entonces las luces se apagaron, dejándola en total oscuridad. Tally empezó a hablar de nuevo, pero se dio cuenta de que su skintenna había muerto.

FIN DEL CAP.

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Especiales/ Capítulo 31

CAP 31

DAVID

Traducido por Sidonie



“¿Qué estás haciendo aquí?” gritó ella.

“Esperándote. Sabía que vendrías por este camino... a través de las ruinas una vez más.”

Tally escaló hacia él, balanceándose de una viga de hierro a la siguiente, cubriendo la distancia en unos pocos segundos. Él estaba apiñado en la esquina de una planta que no se había derrumbado completamente, apenas suficiente espacio para el saco de dormir extendido a su lado. Su traje de camuflaje estaba activado para ajustarse a las sombras de las ruinas.

Un auto-calentador de alimentos en su mano repicaba que ya estaba listo, y el repugnante olor a SpagBol golpeó a Tally de nuevo.

Ella sacudió su cabeza. “¿Pero cómo has…?”

David sostuvo en alto un rudimentario artefacto en una mano, una antena direccional en la otra. “Después de que lo curamos, Fausto nos ayudó a improvisar esto. Cada vez que vosotros os acercáis, nosotros detectamos vuestras EARCANs. Incluso podemos escuchar.”

Tally se agachó sobre una viga de hierro oxidada, su cabeza dando vueltas repentinamente por tres días de constante viaje. “No te preguntaba cómo me habías detectado. ¿Cómo llegaste aquí tan rápido?”

“Oh, fue fácil. Cuando partiste sin ella, Shay se dio cuenta de que tenías razón: Diego la necesitaba más que tú. Pero ellos no me necesitaban.” Él aclaró su garganta. “Así que cogí el siguiente helicóptero hacia un punto de recogida a mitad de camino de aquí.”

Tally suspiró, cerrando sus ojos. “Cabeza-Especial” la había llamado
Shay. Ella podía haber tomado un vuelo la mayor parte del camino. Ese era uno de los problemas de las salidas dramáticas: A veces acababan haciéndote ver como un cabeza hueca. Pero estaba aliviada de oír que sus miedos sobre los fugitivos habían sido infundados. Diego no los había abandonado aún.

“¿Entonces por qué has venido exactamente?”

David tenía una mirada decidida. “Estoy aquí para ayudarte, Tally.”

“Escucha, David, sólo porque nosotros estamos en cierto modo del mismo bando ahora no significa que quiera tenerte alrededor. ¿No deberías estar en Diego? Allí hay una guerra en marcha, ya sabes.”

Él se encogió de hombros. “No me gustan demasiado las ciudades, y no sé nada de guerras.”

“Bueno, yo tampoco, pero estoy haciendo lo que puedo.” Ella señaló a su tabla, que todavía revoloteaba debajo. “Y si Circunstancias Especiales me cogen con uno del Humo, no va a hacer que sea más fácil convencerles de que digo la verdad.”

“Pero Tally, ¿estás bien?”

“Es la segunda vez que alguien me hace esa estúpida pregunta,” dijo ella en voz baja. “No, no estoy bien.”

“Sí, supongo que era estúpida. Pero nosotros estamos preocupados por ti.”

“¿Nosotros quiénes? ¿Tú y Shay?”

Él negó con la cabeza. “No, mi madre y yo.”

Tally dejó salir una corta y ácida risa. “¿Desde cuándo se preocupa Maddy por mí?”

“Ella ha estado pensando en ti bastante últimamente,” dijo él, dejando sobre el suelo sus SpagBol sin tocar. “Ha estado estudiando la operación especial para curarla. Ella sabe bastante sobre cómo es ser como tú.”

Tally se levantó de un salto, curvando las manos, y saltó a lo largo del vacío entre ellos en un solo salto, enviando una lluvia de óxido abajo hacia el abismo del corazón del edificio. Enseñando sus dientes, ella dijo directamente en su cara, “Nadie sabe cómo es ser como yo justo ahora, David. Te lo prometo: nadie.”

Él mantuvo su mirada sin estremecerse, pero Tally podía oler su miedo, toda su debilidad emanando de él.

“Lo siento,” dijo él con calma “no me refería de esa forma… Esto no es sobre Zane.”

Al sonido de su nombre, algo se rompió dentro de Tally, y su furia desapareció. Se dejó caer sobre sus piernas, respirando irregularmente. Durante un momento, sintió como si el arranque de cólera hubiera transferido algo denso y pesado dentro de ella. Era la primera vez desde la muerte de Zane que cualquier cosa, incluso la furia, había atravesado su desesperación.

Pero el sentimiento había durado sólo unos segundos, luego el cansancio de los días de viaje sin interrupción le cayó encima.

Ella bajó su cabeza a sus manos. “Lo que sea.”

“Te he traído algo. Podrías necesitarlo.”

Tally levantó la mirada. En la mano de David había un inyector.

Ella negó con la cabeza cansadamente. “No quieres curarme, David. Circunstancias Especiales no me escuchará a menos que sea uno de ellos.”

“Lo sé, Tally. Fausto nos explicó tú plan.” Él puso un capuchón sobre la aguja, cerrándolo de golpe. “Pero mantén esto. Tal vez después de contarles lo que pasó, quieras cambiarte a ti misma.”

Tally frunció el ceño. “No parece haber mucho punto en pensar qué pasa después de que confiese, David. La ciudad podría estar un poco enfadada conmigo, así que podría no tener mucho que decir al respecto.”

“Lo dudo, Tally. Eso es lo realmente asombroso de ti. No importa lo que tu ciudad te haga, tú siempre pareces tener una opción.”

“¿Siempre?” resopló ella. “No pareció que tuviera una opción cuando Zane murió.”

“No...” David sacudió su cabeza. “Lo siento, otra vez. Sigo diciendo estupideces. ¿Pero recuerdas cuando eras una perfecta? Te cambiaste a ti misma, y tú condujiste a los Rebeldes fuera de la ciudad.”

“Zane nos condujo.”

“Él había tomado una pastilla. Tú no.”

Ella gimió. “No me lo recuerdes. ¡Así es como terminó en ese hospital!”

“Espera, espera.” David levantó sus manos. “Estoy intentando decir algo. Tú fuiste la que averiguó la forma de dejar de ser perfecta.”

“Sí, lo sé, lo sé. Un gran bien que me hizo. O a Zane.”

“En realidad, hizo más que un gran bien, Tally. Después de ver lo que habías hecho, mi madre se dio cuenta de algo importante sobre cómo la operación podía invertirse. Sobre la cura para cabezas-huecas.”

Tally alzó la vista, recordando las teorías de Zane en los días de perfectos. “¿Te refieres a hacerte chispeante a ti mismo?”

“Exactamente. Mi madre se dio cuenta de que no teníamos que deshacernos de las lesiones, todo lo que teníamos que hacer era estimular el cerebro para trabajar entorno a ellas. Eso es por lo que la nueva cura es mucho más segura, y por lo que funciona tan rápido.” Él hablaba rápidamente, sus ojos brillaban en las sombras. “Así es como conseguimos que Diego cambiara en sólo dos meses. Por lo que tú nos mostraste.”

“¿Así que tengo la culpa de que esa gente convierta sus pequeños dedos en serpientes? Genial.”

“Tienes la culpa de la libertad que ellos han encontrado, Tally. Por el final de la operación.”

Ella se rió con amargura. “El final de Diego, querrás decir. Una vez que Cable ponga sus manos sobre ellos, desearán no haber visto nunca las pequeñas pastillas de tu madre.”

“Escucha, Tally. La Dra. Cable es más débil de lo que tú crees.” Él se inclinó más cerca. “Eso es lo que vine a decirte: Después de que el Nuevo Sistema entrara en vigor, algunos de los directores industriales de Diego nos ayudaron. Producción en masa. Hemos pasado de contrabando doscientas mil pastillas en tu ciudad en e último mes. Si pudieras desequilibrar a Circunstancias Especiales, siquiera durante unos pocos días, tu ciudad empezará a cambiar. El miedo es lo único que evita que un Nuevo Sistema se establezca aquí también.”

“Miedo a quienquiera que atacó la Armería, quieres decir.” Ella suspiró. “Así que todo es culpa mía de nuevo.”

“Quizás. Pero si pudieras disipar ese miedo aquí, cada ciudad en el mundo empezará a prestar atención.” Él cogió su mano. “No sólo estás deteniendo la guerra, Tally. Estás a punto de arreglar todo.”

“O arruinarlo todo. ¿Alguien ha pensado lo que le sucederá a la naturaleza si todos se curan de repente?” Ella negó con la cabeza. “Todo cuanto sé es que tengo que para esta guerra.”

Él sonrió. “El mundo está cambiando, Tally. Tú lo hiciste posible.”

Ella se apartó, permaneciendo en silencio durante un momento. Cualquier cosa que dijera podría desencadenar otro discurso sobre lo maravillosa que es. Ella no se sentía maravillosa, tan sólo agotada. David parecía dispuesto a sentarse allí, probablemente pensando que sus palabras le habían causado impresión, pero el silencio de Tally no quería decir nada salvo que ella estaba demasiado cansada para hablar.

Para Tally Youngblood, la guerra ya había ido y venido, dejando una estela de ruinas humeantes. Ella no podía arreglarlo todo, por la simple razón de que la única persona por la que se preocupaba estaba lejos de arreglarse.

Maddy podía curar a todos los cabezas huecas del mundo, y Zane aún estaría muerto.

Pero una cuestión estaba molestándola. “Entonces, ¿estás diciendo que realmente le gusto a tu madre ahora?”

David sonrió. “Finalmente se da cuenta de lo importante que eres. Para el futuro. Y para mí.”

Tally negó con la cabeza. “No digas cosas como esa. Sobre tú y yo.”

“Lo siento, Tally. Pero es cierto.”

“Tu padre murió por mi culpa, David. Porque traicioné al Humo.”

Él negó con la cabeza lentamente. “No nos traicionaste – fuiste manipulada por Circunstancias Especiales, al igual que mucha otra gente. Y fueron los experimentos de la Dra. Cable los que mataron a mi padre, no tú.”

Tally suspiró. Estaba demasiado cansada para discutir. “Bueno, me alegra que Maddy ya no me odie. Y hablando de la Dra. Cable,
tengo que ir a verla y parar esta guerra. ¿Hemos terminado aquí?”

“Sí.” Él recogió su comida y palillos, dejando caer sus ojos en la comida, su voz suave. “Eso es todo lo que quería decirte. Salvo…”

Ella gimió.

“Escucha, Tally, no eres la única persona que ha perdido a alguien alguna vez.” Sus ojos se estrecharon. “Después de que mi padre muriera, yo también quise desaparecer.”

“No estoy desapareciendo, David, No estoy huyendo. Estoy haciendo lo que debo, ¿de acuerdo?”

“Tally, simplemente estoy diciendo: Estaré aquí cuando hayas acabado.”

“¿Tú?” Ella negó con la cabeza.

“No estás sola, Tally. No finjas que lo estás.”

Tally intentó levantarse, para alejarse de esas locuras, pero repentinamente la torre arruinada pareció balancearse a su alrededor. Ella se dejó caer nuevamente sobre sus piernas.

Otra salida dramática poco convincente.

“Vale, David, resulta que no voy a ir a ninguna parte hasta que duerma un poco. Supongo que debería haber tomado ese helicóptero.”

“Usa mi saco de dormir.” Él se hizo a un lado y sostuvo en alto la antena. “Te despertaré si alguien husmea alrededor. Aquí estás a salvo.”

“A salvo.” Tally pasó a David, durante un momento sintiendo el calor de su cuerpo y recordando ligeramente su olor de cuando ellos habían estado juntos, lo que parecía años atrás.

Era extraño. Su cara imperfecta le había repugnado la última vez que la había visto, pero después de ver tantas cirugías locas en Diego, la cicatriz de su ceja y sonrisa torcida parecían como una declaración más de moda. Y no una horrible.

Pero él no era Zane.

Tally gateó dentro del saco de dormir, luego miró hacia abajo a través de las plantas podridas del edificio hasta la base llena de escombros unos cien metros más abajo.

“Um, no dejes que me de la vuelta mientras duermo, ¿vale?”

Él sonrió. “De acuerdo.”

“Y dame eso.” Ella cogió el inyector de su mano, metiéndolo en un bolsillo de su traje de camuflaje. “Podría necesitarlo un día.”

“Tal vez no, Tally.”

“No me confundas,” murmuró ella.

Tally apoyó la cabeza, y se durmió.


-fin cap-

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Un nuevo miembro en la blogsfera♥




Muchos ya la conocen de las charlas por el cbox y para los que no, les hablo de Maika, una nueva amiga que empezó a seguir el blog por las traducciones de FNB y que se ha hecho incondicional♥



El blog se trata de historias que ella misma escribe, ahora mismo lo comenzó con una llamada "Moonlight", y pronto va a subir una terminada que se llama "Jugando a morder" que es la que vengo leyendo yo y debo decir que es muy reconmendable.

Les animo a visitarla, lel blog recién está naciendo pero pronto va tomando forma, y las historias valen la pena.

VISÍTENLA EN: http://historiasalfilodelarealidad.blogspot.com/

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